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La sensación de inseguridad alienta el negocio de la protección privada
'Para que una persona sea feliz, para que el mundo se mueva, se necesita seguridad. Si existe inseguridad, todo se paraliza', apunta Antonio Ávila, presidente de Chillida y de la Asociación Española de Empresas de Seguridad. Y es que la necesidad de sentirse protegido es tan antigua como el hombre.
Este sector, presente en cada vez más puntos de nuestra vida cotidiana, alcanzó el año pasado en España una cifra de negocio de 3.229 millones de euros, lo que supuso un incremento de un 11,5% con respecto al año anterior, según desprende un informe de DBK sobre las compañías de seguridad. Desde el 2000 las empresas del sector han duplicado su volumen. Y al cierre de este año, se preve un volumen de negocio que podría superar los 3.350 millones de euros, un crecimiento de un 10%. Por su parte, Levantina de Seguridad ha declarado que a finales de este año preven un aumento del negocio de un 23 o 24 por ciento y Chillida, de casi un 15 por ciento.
¿Qué ha consolidado verdaderamente a las compañías de seguridad privada en la sociedad actual? 'Pura lógica', apunta José Luis Roberto, dueño de Levantina de Seguridad, una de las compañías de seguridad privada más importantes de la Comunitat, 'el principal motor de la seguridad es la falta de ella'.
Dedicación al I+D+i
Dedicación al I+D+i
José Luis Velasco, director de comunicación y de relaciones institucionales de Securitas explica que el crecimiento del sector 'se debe a razones de bienestar económico, ya que la seguridad privada crece en la misma medida que el ritmo de la economía'. Por ello, cuando en 2010 la Unión Europea instaure la libre circulación de capitales, personas y empresas, este sector tendrá que luchar por mantener su posición en España. Las empresas extranjeras invierten más en el desarrollo del I+D+i y en crear tecnología específica y esto constituirá un problema para todas aquellas pequeñas compañías que no pueden desarrollar un equipamiento propio.
'Para poder fortalecerse ante esta próxima globalización es necesario que las pequeñas empresas familiares se unan para formar grandes empresas. Es importantísimo dedicar muchos esfuerzos al I+D+i. Chillida es una de las pocas compañías que desarrolla tecnología propia en la Comunitat, con gente de la Comunitat, con el apoyo del Impiva y la Universidad Politécnica', explica Ávila. Chillida ha desarrollado transmisores de IP, que verifican cada diez segundos las líneas de seguridad de cada cliente. Más de 3.000 bancos poseen este sistema en Valencia y en toda la provincia. También han creado un sistema de alarma que permite transmitir la imagen en vivo hasta la central de alarmas de la vivienda o el establecimiento protegido cuando alguien entra a robar. Este mecanismo lo poseen, según la compañía, los bancos y cajas de ahorros más importantes de la Comunitat y de España. Aunque las empresas y los bancos han sido los que tradicionalmente han demandado seguridad continua, muchos particulares y comunidades de vecinos empiezan a demandar complejos servicios de vigilancia. 'Por 11.000 o 10.000 euros al mes una comunidad de vecinos con una propiedad común (piscina, porción de césped) pueden tener vigilancia 24h', apunta Roberto. 'Cada plan de seguridad es como un traje a medida, lo confeccionamos según las necesidades expresas del cliente, incluso las alarmas son intransferibles. Aun así, por 1.000 euros una vivienda cuenta con todos los elementos de seguridad que hagan falta, como cámaras, detectores y sensores de movimiento...' explica Ávila, desde Chillida.
'Para poder fortalecerse ante esta próxima globalización es necesario que las pequeñas empresas familiares se unan para formar grandes empresas. Es importantísimo dedicar muchos esfuerzos al I+D+i. Chillida es una de las pocas compañías que desarrolla tecnología propia en la Comunitat, con gente de la Comunitat, con el apoyo del Impiva y la Universidad Politécnica', explica Ávila. Chillida ha desarrollado transmisores de IP, que verifican cada diez segundos las líneas de seguridad de cada cliente. Más de 3.000 bancos poseen este sistema en Valencia y en toda la provincia. También han creado un sistema de alarma que permite transmitir la imagen en vivo hasta la central de alarmas de la vivienda o el establecimiento protegido cuando alguien entra a robar. Este mecanismo lo poseen, según la compañía, los bancos y cajas de ahorros más importantes de la Comunitat y de España. Aunque las empresas y los bancos han sido los que tradicionalmente han demandado seguridad continua, muchos particulares y comunidades de vecinos empiezan a demandar complejos servicios de vigilancia. 'Por 11.000 o 10.000 euros al mes una comunidad de vecinos con una propiedad común (piscina, porción de césped) pueden tener vigilancia 24h', apunta Roberto. 'Cada plan de seguridad es como un traje a medida, lo confeccionamos según las necesidades expresas del cliente, incluso las alarmas son intransferibles. Aun así, por 1.000 euros una vivienda cuenta con todos los elementos de seguridad que hagan falta, como cámaras, detectores y sensores de movimiento...' explica Ávila, desde Chillida.
'Aunque los beneficios de las cámaras de seguridad son obvios, es igualmente cierto que necesitan que un ser humano las maneje, programe o controle', explica Velasco. Roberto, de Levantina de Seguridad, apunta que 'la tecnología es complementaria, avisa y graba, pero no es activa. Reduce los servicios humanos pero nunca los puede sustituir'. El futuro del sector está en el avance tecnológico, pero también en la voluntad de las personas de seguir desempeñando este trabajo tan necesario hoy en día.