Un ladrón que devuelve lo que roba tiene en vilo a Pontepedriña
Actúa siempre en un edificio y ha retornado
desde bicis a un descapotable
En un edificio de la calle Boqueixón de Santiago,
en Pontepedriña, saben que todos los viernes o
sábados tienen fiesta. Fiesta de la mala, porque
esos son los días en los que siempre actúa el
misterioso ladrón que les tiene en vilo desde hace
un año. Lo extraño no es tanto que les robe, que
hasta ahí todo resulta descorazonador pero
dentro de lo común, lo raro es que parte de lo que
se lleva aparece días después como si nada
hubiese pasado. Esa es la suerte que han corrido
desde algunos objetos que se llevó del interior de
algún coche en el aparcamiento a varias
bicicletas e incluso un descapotable que
desapareció y apareció como si de magia se
tratara.
El aparcamiento subterráneo del edificio, que da
servicio a nueve portales y a unos trescientos
pisos, es el territorio de caza de este misterioso
ladrón. «Estamos alucinados, a mí me rompió una
ventanilla del coche para robarme un trípode de
fotografía profesional que a los pocos días
apareció», se lamenta una de las vecinas
afectadas.
Por el mismo arte de birlibirloque han aparecido
desde una mochila con objetos hasta algunas
bicicletas. Una de ellas, limpia del barro que la
ensuciaba. Otro dato que hace aún más extraño
el caso. «No sabemos qué pasa, si lo que
devuelve es porque no lo puede vender, porque
solo lo quiere para usarlo él o porque tras robarlo
se arrepiente y por eso nos lo devuelve», explica
otra de las afectadas.
Los vecinos del edificio dicen estar viviendo «una
auténtica locura». La mayoría han presentado
denuncias a la Policía Nacional, pero otros no lo
hacen porque lo que les ha desaparecido es de
nulo valor, como unos cepillos de dientes o una
toalla. «Lo que está claro es que el que se está
haciendo de oro es el cerrajero, porque aquí
estamos cambiando las cerraduras cada dos por
tres, es una psicosis total», se queja uno de los
vecinos.
Va a peor
Calculan que fue hace un año cuando el ladrón
actuó por primera vez en este edificio de
Pontepedriña, pero la situación ha ido
empeorando con el tiempo. Ahora los episodios
son más frecuentes y es rara la semana en la que
el misterioso ladrón no actúa.
«Yo ya digo un
poco en broma que tenemos un ladrón de fin de
semana», ironiza una de las afectadas. «No es ya
solo lo que se lleva, es lo que destroza y las
molestias que ocasiona. A mí me obligó a llevar el
coche al taller y estar sin él unos días, casi me
compro otro trípode como el que me robó y
menos mal que no lo hice, porque luego apareció
el mío», añade.
La situación ha ido demasiado lejos y los vecinos
debatirán en la próxima reunión de propietarios
qué más hacer para poner fin a los robos del
misterioso y, en ocasiones, arrepentido ladrón.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/sa ... 2C1991.htm
Mas que un ladrón, parece ser alguien con pleno desprecio hacia la propiedad ajena, tanto la que roba y luego devuelve como la que destroza para ese fin y cuyo fin no es robar, sino excitarse con el reto de realizar cada acción.