Guante Corte-trauma |
Excelente oferta solo **25?** |
materialpolicial.com |
ABC Un bastón estoque, puñales y armas de fuego, además de dinero, entre lo intervenido
M. J. ÁLVAREZ / C. HIDALGO
MADRID. Una operación conjunta realizada por la Policía Nacional y Municipal deparó la incautación de todo un arsenal de armas blancas y de fuego, cuando lo que se buscaba era droga. Las sospechas recaían en un bar del distrito de Villaverde, muy frecuentada por jóvenes, y que, al parecer, se dedicaba al tráfico de estupefacientes a pequeña escala.
Tras establecer los preceptivos dispositivos de vigilancia durante quince días, el viernes pasado ambos cuerpos decidieron pasar a la acción, ante los movimientos extraños que veían. Sus recelos no iban desencaminados. En el dispositivo, denominado «Triana», participaron la Unidad Central de Seguridad y la Sección Canina, ambas de la Policía Municipal, así como efectivos de la Comisaría de Usera Villaverde.
En las Islas
Una vez que accedieron al interior del bar, situado en la calle de las Islas, y después de inspeccionar el establecimiento, los policías hallaron dos kilogramos de heroína con la que supuestamente «trapicheaban» quienes pululaban por el local. Una cantidad nada significativa.
No obstante, había más sorpresas. Ya en el exterior, los agentes se incautaron de una furgoneta y cuatro vehículos, todos ellos bien cargados de mercancía. Una vez inspeccionados, decomisaron unos 200.000 euros (35 millones de pesetas), sin que sus responsables pudiesen acreditar su procedencia. A todo ello, cabe añadir numerosas armas blancas prohibidas por la ley, entre ellas un enorme machete de 40 centímetros de hoja, un bastón estoque y dos puñales. No faltaban tampoco armas de fuego: tres, una de ellas, de 45 milímetros parabelum.
Entre otros objetos intervenidos en la operación conjunta entre la Policía Nacional y Municipal, hay que añadir una treintena de joyas, entre ellas pulseras y brazaletes, así como diversos aparatos electrónicos como equalizadores, elevadores de potencia y Mp3.
Entre los siete detenidos -había un menor-, todos ellos de etnia gitana, se encuentran los arrendatarios del bar y varios cómplices en los ilícitos negocios que, al parecer, mantenían. Entre otros delitos, se les acusa de tráfico de drogas y tenencia de armas prohibidas. La operación continúa abierta.