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La historia militar de la Unión Soviética comenzó en los días que siguieron a la Revolución de octubre de 1917 que llevó a los bolcheviques al poder. El nuevo gobierno formó el Ejército Rojo para combatir a varios enemigos en la Guerra Civil Rusa. A finales de los años 1930, el Ejército Rojo invadió Finlandia; luchó en una breve y nunca declarada guerra fronteriza (junto con su aliado Mongolia) contra Japón y su estado títere de Manchukuo; y, se desplegó cuando la Unión Soviética, de acuerdo con la Alemania nazi, participó en el reparto de Polonia, se anexionó los Estados Bálticos, Besarabia y Bucovina del Norte (perteneciente a Rumanía). En la Segunda Guerra Mundial, el Ejército Rojo fue la fuerza militar más numerosa de las que participaron en la derrota de la Alemania nazi. Tras la guerra, ocupó militarmente parte de Alemania y otras muchas naciones del centro y el este de Europa, que se convirtieron en estados satélites del Bloque soviético.
La Unión Soviética se convirtió en la segunda superpotencia con posibilidad de rivalizar con Estados Unidos. La Guerra Fría entre las dos naciones las llevó a un aumento de la actividad militar, la carrera armamentística, y la carrera espacial. A principio de los años 1980, las fuerzas armadas soviéticas tenían más tropas y armas nucleares que cualquier otro país. La Unión Soviética cayó en 1991, no por una derrota militar sino por factores políticos y económicos (véase Historia de la Unión Soviética).
El ejército soviético consistía en cinco grandes fuerzas. Estas fueron, por orden de importancia: las Fuerzas de misiles estratégicos, las Fuerzas de tierra, las Fuerzas aéreas, las Fuerzas de defensa aérea y las Fuerzas navales. Las otras dos fuerzas soviéticas militarizadas fueron las Tropas Internas (Tropas del MVD), dependientes del Ministerio del Interior, y las Tropas Fronterizas, dependientes del KGB.
Trasfondo zarista y revolucionario
La Revolución de Octubre reemplazó al Zar por el Gobierno Provisional Ruso de 1917, que a su vez fue derrocado por la Revolución Bolchevique de 1917. El ejército ruso, exhausto tras su participación en la Primera Guerra Mundial, estaba al borde de la desintegración y el derrumbe. A pesar de la fuerte influencia de los bolcheviques en el ejército, en el cuerpo de oficiales había muchos que se oponían ferozmente al comunismo. Los Bolcheviques percibían el ejército zarista como uno de los cimientos del antiguo y odiado régimen, por lo que decidieron abolirlo en favor de unas nuevas fuerzas armadas leales a la causa marxista. Así, el núcleo del abolido ejército zarista se convirtió en el de las fuerzas armadas del Gobierno Provisional Ruso, que a su vez pasó a ser el núcleo armado del Movimiento Blanco. Éste último, con la ayuda intermitente de fuerzas intervencionistas extrajeras (japonesas, británicas, francesas y estadounidenses), combatió al Ejército Rojo durante la Guerra Civil Rusa.
El 28 de enero de 1918 el líder bolchevique Vladímir Lenin decretó el establecimiento del Ejército Rojo, fusionando oficialmente a 20.000 Guardias Rojos con 200.000 marineros de la Flota del Báltico,1 así como a un puñado de soldados de la guarnición de Petrogrado, simpatizantes de la causa. León Trotsky fue nombrado su primer Comisario de Guerra.
En sus comienzos, el Ejército Rojo era igualitario aunque poco disciplinado. Los bolcheviques consideraban los rangos militares y los saludos como costumbres burguesas y los abolieron. Los soldados pasaron a elegir a sus propios jefes y votaban sobre las órdenes a seguir. Este experimento igualitario fue más tarde abolido bajo la presión de la Guerra Civil Rusa (1918–1921), y tanto los rangos como la obligación de obedecer se restablecieron.2
Durante la Guerra Civil los bolcheviques combatieron a grupos contrarrevolucionarios, que llegaron a ser conocidos como los Ejércitos Blancos, así como a otros ejércitos patrocinados por los anteriores aliados de Rusia, como Gran Bretaña y Francia, que sintieron la necesidad de derrocar al gobierno bolchevique. El Ejército Rojo alcanzó inicialmente una serie de victorias sobre sus adversarios y, en un arranque de optimismo, Lenin ordenó al Ejército Occidental soviético avanzar hacia el Oeste tras el vacío creado por las fuerzas alemanas en retirada desde el área de Ober-Ost. Esta operación barrió las recién creadas República Popular de Ucrania y República Nacional Bielorrusa, y condujo finalmente a la invasión por Rusia de la Segunda República de Polonia, un estado que estrenaba su independencia del antiguo Imperio ruso. Al invadir Polonia e iniciar la Guerra Polaco-Soviética, los bolcheviques expresaron su convicción de que finalmente triunfarían sobre sus adversarios, las fuerzas del capitalismo, tanto en casa como en el extranjero.
La inmensa mayoría de los oficiales profesionales del ejército ruso pertenecían a la nobleza (dvoryanstvo); además, la mayoría de ellos se habían incorporado a los Ejércitos Blancos. Por tanto, el Ejército de Trabajadores y Campesinos se enfrentó al principio a la escasez de jefes militares experimentados. Para remediar esta situación los bolcheviques reclutaron 50.000 oficiales del antiguo Ejército Imperial para dirigir el Ejército Rojo. Al mismo tiempo, incorporaron comisarios políticos a las unidades para supervisar la actuación y lealtad de los mandos profesionales, llamados oficialmente “especialistas militares” (voyenspéts, contracción de voyenny spetsialist). Para 1921 el Ejército Rojo había derrotado cuatro Ejércitos Blancos y rechazado cinco contingentes armados extranjeros que habían intervenido en la Guerra Civil, pero comenzaron a sufrir reveses en Polonia.
Las fuerzas polacas lograron cortar en seco una larga serie de victorias bolcheviques lanzando una dura contraofensiva en la Batalla de Varsovia, en agosto de 1920. El Ejército Rojo sufrió en Varsovia una derrota tan aplastante e inesperada que cambió el curso entero de la guerra, y finalmente forzó a los rrusos a aceptar las desfavorables condiciones ofrecidas por el Tratado de Riga, firmado el 18 de marzo de 1921. Fue la mayor derrota del Ejército Rojo en toda su historia.
Tras la guerra civil, el Ejército Rojo se fue transformando progresivamente en una organización militar profesional. Con la mayor parte de sus cinco millones de soldados desmovilizados, el Ejército Rojo pasó a ser una pequeña fuerza regular, creándose milicias territoriales para movilizaciones en tiempo de guerra. Las academias militares rusas, instauradas durante la guerra civil, comenzaron a producir en grandes cantidades oficiales entrenados y leales al poder bolchevique. En un esfuerzo por incrementar el prestigio de la profesión militar, equiparable a la necesidad de mejorar los resultados frente a fuerzas armadas más disciplinadas, el Partido reintrodujo las graduaciones militares, rebajó el rango de los comisarios políticos y terminó restableciendo el principio del mando unipersonal.
Desarrollo de la estructura, ideología y doctrina del ejército soviético
Control del Partido
El Partido Comunista tenía una serie de mecanismos de control sobre las fuerzas armadas del país (llamado Unión Soviética desde 1922). Primero, a partir de cierto rango, sólo un miembro del partido podía ser mando militar, y estaría sujeto a la disciplina de partido. Segundo, la cúpula militar fue sistemáticamente integrada en los más altos escalafones del partido. Tercero, el partido estableció una red de oficiales políticos por toda la estructura militar para vigilar e influir en las actividades del ejército.
Un comandante político sustituto (zampolit) servía como comisario político en las fuerzas armadas. Los zampolit supervisaban las organizaciones del partido y conducían los trabajos políticos del partido dentro de su unidad militar. Instruía a las tropas en el Marxismo-Leninismo, la visión soviética de los asuntos internacionales, y las tareas del partido para las fuerzas armadas. Tras la Segunda Guerra Mundial, los zampolit perdieron toda su autoridad de mando pero mantuvieron el poder de informar a sus superiores de las actitudes políticas y rendimiento del jefe de la unidad.
En 1989, alrededor del 20% del total de personal de las fuerzas armadas pertenecía al partido o a la juventud comunista (Komsomol). Esta cifra aumentaba a alrededor del 90% en el caso de los oficiales.
Contrainteligencia militar
A través de la historia del ejército soviético, la policía secreta soviética (conocida también como Cheka, GPU y NKVD entre otros nombres) mantuvo el control sobre los Departamentos especiales (Особый отдел) de contrainteligencia que existían en todas las grandes formaciones militares. El más conocido fue el SMERSH (1943-1946) creado durante la Gran Guerra Patria. Aunque el personal del departamento especial de un regimiento era conocido públicamente, éste controlaba una red de informantes secretos, tanto chekistas como militares ordinarios. GPU y NKWD eran dos cosas diferentes. Lo primero era puramente inteligencia militar, la segunda era un policía que aunque desempeñaba alguna función de inteligencia era más bien un cuerpo con funciones parecidas a la gestapo alemana.
Doctrina política
Bajo la dirección de Lenin y Trotsky, el Ejército Rojo afirmó su adhesión a la proclamación de Karl Marx de que la burguesía solo podía ser vencida mediante una revuelta mundial del proletariado, y con vistas a ese fin, las primeras doctrinas militares soviéticas se centraron en extender la revolución en el extranjero y expandir la influencia soviética a través del mundo. Lenin proporcionó un experimento temprano de la teoría de Marx cuando invadió Polonia esperando generar un levantamiento comunista en la vecina Alemania. La expedición polaca de Lenin sólo logro complementar su creación del Comintern en marzo de 1919, una organización con el único propósito de luchar "por todos los medios disponibles, incluyendo la fuerza armada, para el derrocamiento de la burguesía internacional y por la creación de una república soviética internacional como una etapa de transición para la completa abolición del Estado."
De acuerdo con la filosofía del Comintern, el Ejército Rojo reprimió por la fuerza la Revuelta Basmachi antisoviética en Asia Central a fin de mantener el Turquestán dentro del sistema de alianzas soviético. En 1921, la ocupación por parte del Ejército Rojo de la República Democrática de Georgia derrocó al gobierno representativo georgiano y lo reemplazó por una República Soviética. Georgia fue entonces unida por la fuerza con Armenia y Azerbaiyán a fin de formar la República Socialista Soviética Federativa Transcaucásica, un estado miembro de la Unión Soviética.
Estas ideas del comunismo mundial no tuvieron en general éxito debido a la distracción que supuso la Guerra Civil Rusa, y el comunismo mundial no fue intentado de nuevo por la fuerza hasta la Segunda Guerra Mundial.
Relaciones entre el partido y el ejército
Durante los años 1930, el plan quinquenal de Iósif Stalin y el empuje de la industrialización construyeron la base productiva necesaria para modernizar el Ejército Rojo. Como la probabilidad de guerra en Europa aumentó a finales de la década, la Unión Soviética triplicó sus gastos militares y dobló el tamaño de sus fuerzas regulares para estar a la altura del poder de sus enemigos potenciales.
En 1937, sin embargo, Stalin purgó al Ejército Rojo, eliminando a sus mejores líderes militares. Con el temor de que los militares suponían una amenaza a su liderazgo, Stalin encarceló o ejecutó a muchos oficiales de alto rango (se estima que varios miles), incluyendo tres de los cinco mariscales de campo existentes. La pérdida masiva de estos oficiales y sus conocimientos dañó severamente las capacidades del Ejército Rojo en la Guerra de Invierno de 1939–1940 contra Finlandia, y en la Segunda Guerra Mundial.
Temiendo la inmensa popularidad de las fuerzas armadas tras la Segunda Guerra Mundial, Stalin degradó al héroe de la guerra, el Mariscal Georgi Zhúkov, y se apropió del mérito de haber salvado al país. Tras la muerte de Stalin en 1953, Zhúkov resurgió como un vehemente partidario de Nikita Jrushchov. Jrushchov le recompensó haciéndole ministro de defensa y miembro completo del Politburó. Sin embargo, la posibilidad de que el ejército soviético pudiera conseguir demasiado poder político llevó a la destitución abrupta de Zhúkov en otoño de 1957. Jrushchov más tarde recortó los gastos en defensa en las fuerzas convencionales con el fin de cumplir con sus planes de reforma económica, aislando aún más a las fuerzas armadas.
Los años de Leonid Brézhnev en el poder marcaron la máxima cooperación entre el partido y el ejército, ya que proporcionó abundantes recursos a las fuerzas armadas. En 1973 el ministro de defensa se convirtió en un miembro completo del Politburó por primera vez desde 1957. Sin embargo Brezhnev evidentemente se sentía amenazado por el ejército profesional, y buscó crear un aura de liderazgo militar alrededor suyo en un esfuerzo por establecer su autoridad sobre las fuerzas armadas.
A principios de los años 1980, las relaciones entre el partido y el ejército se volvieron tensas por las cuotas de recursos asignados a las fuerzas armadas. A pesar de un descenso en el crecimiento económico, las fuerzas armadas exigieron, a menudo sin resultados, más recursos para poder desarrollar armas convencionales avanzadas.
Mijaíl Gorbachov disminuyó el papel del ejército en las ceremonias de estado, incluyendo la reubicación de los representantes militares al final de la formación de líderes en lo alto del Mausoleo de Lenin durante el desfile militar anual conmemorando la Revolución de Octubre en la Plaza Roja. En cambio, Gorbachov enfatizó las prioridades económicas civiles y una razonable suficiencia en la defensa sobre los requisitos percibidos por los militares profesionales.
Doctrina militar
El ejército ruso fue derrotado en la Primera Guerra Mundial, un hecho que determinó fuertemente las primeras etapas del desarrollo del Ejército Rojo. Mientras los ejércitos de Gran Bretaña y Francia se conformaron con mantener las estrategias que les habían dado la victoria, el Ejército Rojo procedió a experimentar y desarrollar nuevas tácticas y conceptos, paralelamente a las renacidas fuerzas armadas alemanas. Los soviéticos se veían a si mismos como una nación única en la historia humana, por lo que no sentían lealtad hacia una tradición militar previa, ideología que permitió y priorizó la innovación.
Desde su concepción, el Ejército Rojo se empeñó en enfatizar una guerra altamente móvil. Esta decisión estaba influenciada por las guerras formativas de su historia, la Guerra Civil Rusa y la Guerra Polaco-Soviética. Ambos conflictos tuvieron poco en común con la guerra de trincheras estática de la Primera Guerra Mundial. En cambio, hubo operaciones móviles de largo alcance, a menudo por parte de fuerzas pequeñas pero muy motivadas, así como avances rápidos de cientos de kilómetros en cuestión de días.
Bajo la Nueva Política Económica de Lenin, la Unión Soviética tuvo pocos recursos para dedicar al Ejército Rojo durante sus años formativos en los años 1920. Esto solo cambió cuando Stalin comenzó el empuje de la industrialización en 1929, una política creada en parte para permitir que se dedicaran al ejército fondos sin precedentes.
Usando estos nuevos recursos, el Ejército Rojo de los años 1930 desarrolló un concepto altamente sofisticado de guerra móvil que confiaba en enormes formaciones de tanques, aeronaves, y tropas aerotransportadas diseñadas para atravesar la línea enemiga y llevar la batalla a lo más profundo de la retaguardia enemiga. La industria soviética respondió, suministrando tanques, aeronaves y otro material en número suficiente para hacer viables estas operaciones. Para evitar sobrestimar el poder del ejército soviético debe mencionarse, no obstante, que mientras que antes de 1941 las formaciones soviéticas de un determinado nivel eran al menos iguales y a menudo más fuertes que las formaciones equivalentes de otros ejércitos, las enormes perdidas en tiempo de guerra y la reorganización basada en la experiencia invirtió la situación durante los últimos años de la guerra. Así, por ejemplo, un cuerpos de carros de combate soviéticos era equivalente en cantidad de vehículos blindados a una división de carros estadounidense, y una división soviética de infantería, a menos que fuera reforzada, solía ser equivalente a un regimiento de infantería estadounidense en cantidad de hombres.
Los soviéticos no siguieron la premisa alemana de suponer que la próxima guerra se decidiría tan rápidamente que podría librarse principalmente con el material producido antes del comienzo de la misma. Al contrario, desarrollaron sus fábricas de armamento bajo la suposición que durante la guerra tendrían que reconstruir el material completo de las fuerzas terrestres y aéreas muchas veces. Esta suposición se demostró correcta durante los cuatro años de guerra.
La predominancia del enfoque en las operaciones móviles del Ejército Rojo a principios de los años 1930 fue enormemente entorpecida por la purga de oficiales realizada por Stalin. Como las nuevas doctrinas fueron asociadas con los oficiales a los que se había declarado enemigos del estado, el apoyo a las mismas disminuyó. Muchas grandes formaciones mecanizadas fueron disueltas, sus tanques distribuidos entre otras formaciones como apoyo a la infantería. Después de que la blitzkrieg alemana demostró su potencia en Polonia y Francia, el Ejército Rojo empezó un esfuerzo frenético para reconstruir los grandes cuerpos mecanizados, pero la tarea solo estaba parcialmente finalizada cuando la Wehrmacht atacó en 1941. Las enormes fuerzas de carros de combate, poderosas sólo sobre el papel, fueron en su mayoría aniquiladas por los alemanes en los primeros meses de la Operación Barbarroja. Otro factor que contribuyó a la derrota inicial fue que el esfuerzo de rearme soviético había comenzado demasiado pronto, y en 1941 la mayoría del material soviético era obsoleto e inferior al de la Wehrmacht, con honrosas excepciones.
En el periodo inicial de la guerra, frente a las pérdidas catastróficas, el Ejército Rojo redujo drásticamente sus formaciones blindadas, siendo la brigada de carros de combate el mayor tamaño de unidad blindada desplegada, y volvió a un tipo de operaciones más simple. No obstante, las revolucionarias doctrinas de los años 1930, modificadas por la experiencia en combate, fueron finalmente usadas con éxito en el frente a partir de 1943, después de que el Ejército Rojo recuperó la iniciativa.