COMO OCURRIÓ

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Re: COMO OCURRIÓ

Notapor TE DUCK QUEEN » Jue Abr 07, 2011 9:37 am


DEPOL Guardia Civil

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de-pol.es
POLICIA NACIONAL D. GINES PUJANTE GARCIA
POLICIA NACIONAL D. JUAN BAUTISTA PERALTA MONTOYA
POLICIA NACIONAL D. MIGUEL ORENES GUILLAMONT


El sargento de la Policía Nacional Ginés Pujante García tenía 41 años, estaba casado y era padre de dos hijos cuando murió el 7 de abril de 1979 en San Sebastián, en un atentado de ETA en el que también fallecieron los cabos Miguel Orenes Guillamont, de 29 años, casado y con un hijo, y Juan Bautista Peralta Montoya de 30 años, casado y con dos hijos. Pertenecían a la Compañía de Reserva General de la Policía Nacional, con base en Murcia, que había sido trasladada temporalmente a San Sebastián para reforzar los efectivos en la lucha antiterrorista. El segundo día de su estancia, los tres policías fueron a cenar a un bar cercano al cuartel de Loyola. Tres terroristas que iban en un taxi robado se pusieron a su altura y abrieron fuego con metralletas. Dos de los policías murieron en el acto y el tercero poco después de ingresar en el hospital. Tras una ceremonia religiosa en el hospital militar de San Sebastián, los féretros con los cuerpos de los agentes fueron trasladados por vía aérea a San Javier para que fueran enterrados en sus respectivas localidades. El 'Diario de Navarra' recogió que unas doscientas esposas y familiares de policías impidieron el regreso al País Vasco de los agentes que se habían desplazado a Murcia para el entierro de sus compañeros. Pincharon las ruedas de los coches policiales y colocaron pancartas en las que decían, entre otras cosas: "No queremos más medallas".
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Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Jue Abr 07, 2011 5:38 pm



60?
materialpolicial.com
El 7 de abril de 1979 la banda terrorista ETA vuelve a asesinar, esta vez en San Sebastián, a los policías GINÉS PUJANTE GARCÍA, MIGUEL ORENES GUILLAMONT y JUAN BAUTISTA PERALTA MONTOYA.

Ginés, Miguel y Juan estaban destinados en la Compañía de Reserva General de la Policía Nacional con base en Murcia. Habían llegado el viernes anterior a San Sebastián y, aquella tarde, salieron a dar un paseo vestidos de paisano. Cuando regresaban al cuartel de Loyola fueron ametrallados por varios terroristas desde un taxi robado. Dos fallecieron en el acto. El tercero llegó todavía con vida al Hospital Militar, pero murió al poco de ingresar.

Eran aproximadamente las 23:15 horas, y los tres policías estaban muy cerca del cuartel, en la calle Sierra de Aralar, junto al río Urumea y el Bar Americano. Los etarras efectuaron tres o cuatro ráfagas de ametralladora y después los remataron en el suelo. En el lugar de los hechos se recogieron numerosos casquillos 9 milímetros parabellun y uno de Cetme. El taxi, robado a punta de pistola pocas horas antes en la estación de ferrocarril de Amara, apareció en torno a las 6:30 horas en Astigarraga.

Tras una ceremonia religiosa en el Hospital Militar de San Sebastián, los féretros con los cuerpos de los agentes fueron trasladados por vía aérea a San Javier (Murcia) para que fueran enterrados en sus respectivas localidades de origen.

ETA militar reivindicó dos días después, el lunes 9 de abril, las muertes de los tres policías y la del propietario de la cafetería El Mohicano de Pamplona, Pedro Fernández Serrano.

Los tres policías fueron enterrados ese lunes 9 de abril en medio de gritos de "los vascos no os quieren, nosotros sí" y "Gobierno asesino". Ese mismo día, un grupo de mujeres y madres de policías destinados en el País Vasco se manifestó pidiendo la salida de sus familiares de vascongadas, y aseguraron estar dispuestas a encerrarse en la Iglesia del Carmen de la capital murciana si el Gobierno no aceptaba su petición.

A las cuatro de la tarde del día 11 de abril se produjo una nueva manifestación delante de la comisaría de policía de Murcia, protagonizada también por mujeres y madres de policías nacionales destinados en el País Vasco. Las manifestantes no sólo solicitaban que los policías murcianos fuesen destinados a otro lugar, sino que exigían que los dieciocho agentes que acompañaron el domingo anterior los cadáveres de Ginés, Miguel y Juan no volviesen al País Vasco. Para impedirlo, unas doscientas mujeres pincharon las ruedas de los vehículos policiales para que no pudiesen regresar al País Vasco.


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Ginés Pujante García tenía 41 años y era sargento de la Policía Nacional. Natural de San Ginés (Murcia), estaba casado y tenía dos hijos.

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Juan Bautista Peralta Montoya, natural de Murcia, tenía 30 años. Era cabo de la Policía Nacional. Estaba casado y tenía dos hijos.


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Miguel Orenes Guillamont tenía 29 años. Era cabo de la Policía Nacional. Casado y con un hijo, era natural de Rincón de Seca (Murcia), donde fue enterrado.


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Re: COMO OCURRIÓ

Notapor TE DUCK QUEEN » Vie Abr 08, 2011 10:52 am



intervencionpolicial.com
POLICIA NACIONAL D. VICENTE SANCHEZ VICENTE

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A las tres de la tarde del 8 de abril de 1981, ETA asesinaba en la localidad vizcaína de Baracaldo al policía nacional VICENTE SÁNCHEZ VICENTE. Dos encapuchados le dispararon instantes después de haber dejado a la puerta del colegio de Santa Teresa a su hija menor, Olga, de cuatro años de edad.

Vicente se dirigió a su vehículo y, antes de que hubiera cerrado la puerta del mismo, dos encapuchados, que habían salido de un coche aparcado en las inmediaciones, efectuaron varios disparos a bocajarro. El automóvil del policía, que estaba aparcado en una subida, se deslizó sin control por la pendiente por espacio de unos quince metros, estrellándose finalmente contra otro vehículo. Durante todo el recorrido, el cuerpo de Vicente Sánchez osciló por la puerta abierta, sin llegar a salirse totalmente del automóvil, escena contemplada desde la parte alta de la cuesta por otros padres y niños que se disponían a entrar en el colegio.

Para el Partido Socialista de Euskadi, este atentado ponía de relieve el "carácter desalmado de asesinos sin escrúpulos ni entrañas, de quienes son capaces de matar a una persona en presencia de sus hijos de corta edad y ante la puerta de un colegio, cuando entraban muchos niños".

La víctima fue trasladada al Hospital de Cruces, donde los médicos únicamente pudieron certificar su fallecimiento. El cuerpo presentaba once impactos de bala. Tras realizarle la autopsia, el cadáver de Vicente fue trasladado al cuartel de la Policía Nacional de Basauri, en una de cuyas dependencias se instaló la capilla ardiente.

ETA asumió el atentado el 11 de abril. No se sabe nada de los autores del asesinato, pero tuvo que producirse necesariamente un seguimiento de sus actuaciones y rutinas diarias. Entre ellas, llevar a su hija al colegio después de comer, algo que la víctima hacía todos los días.

Vicente Sánchez Vicente, de 32 años de edad, era de la localidad salmantina de Fuentes de San Vicente. Llevaba ocho trabajando en el País Vasco y estaba adscrito al equipo de desactivación de explosivos de la Jefatura Superior de Policía de Bilbao. Estaba casado y tenía dos hijas de 7 y 4 años. Tras el funeral, fue trasladado a Salamanca, donde fue enterrado.
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Re: COMO OCURRIÓ

Notapor TE DUCK QUEEN » Vie Abr 08, 2011 10:55 am


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POLICIA NACIONAL D. JOSE MANUEL CRUZ MARTIN

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Diez años después, el 8 de abril de 1991, y también en Baracaldo (Vizcaya), ETA asesinaba de nuevo a un policía nacional. JOSÉ MANUEL CRUZ MARTÍN, agente de la escala básica, murió como consecuencia de la explosión de una bomba adosada a los bajos de su coche cuando circulaba por la calle Juan de Garay, a unos 200 metros del cuartel de la Policía. Eran aproximadamente las siete y media de la tarde.

Su mujer, Catalina Rebollo Samaniego, que le acompañaba, resultó herida grave en las piernas y tuvo que ser trasladada al Hospital de Cruces. Estuvo incapacitada 270 días. Catalina, además, sufrió una fuerte crisis nerviosa al ver el cuerpo de su marido completamente destrozado dentro del coche. Varios transeúntes tuvieron que sacarla del amasijo de hierros en que había quedado convertido el vehículo.

La onda expansiva de la explosión produjo, además, heridas leves a un chaval de 15 años, Asier de la Mata, y a María del Carmen Álvarez Serrano, de 37.

El funeral se celebró al día siguiente en Bilbao. El ministro del Interior, José Luís Corcuera, advirtió a los autores del atentado que "serán puestos a disposición de la Justicia, entre otras cosas porque nos ayudará este pueblo a detenerles. Incluso creo que quienes hasta hace poco eran sus amigos también nos van a ayudar a apartar de la circulación a esta especie que no puede vivir en sociedad".

En 1995 fueron condenados a 50 años de cárcel, como autores del asesinato de José Manuel Cruz, los etarras Raúl Alonso Álvarez, Germán Urízar de Paz y Jesús María Mendinueta Flores, alias Manu. Mendinueta Flores fue detenido en una operación contra el grupo Vizcaya de ETA el 29 de agosto de 1991, en la que resultaron muertos tras un tiroteo el etarra Juan María Ormazabal, El Turco, y el ertzaina Alfonso Menchaca.

En 2006 fue condenado a 52 años, también como autor, Juan Carlos Iglesias Chouzas, alias Gadafi, que consiguió huir de la operación en que fue detenido Mendinueta Flores. Durante el juicio el etarra tuvo que ser esposado por su negativa a levantarse del asiento y estuvo paseando por la cabina en actitud desafiante durante toda la sesión.

La Audiencia Nacional consideró probado que Mendinueta Flores e Iglesias Chouzas confeccionaron el artefacto explosivo que mató al agente. Después se lo entregaron a Alonso Álvarez y Urízar de Paz, con la información del domicilio y los datos del vehículo de José Manuel. Ambos forzaron la cerradura del vehículo y colocaron el artefacto bajo el asiento del conductor.

José Manuel Cruz Martín, natural de Huelva, tenía 27 años. Su mujer, 24. Había ingresado en la policía en 1988 y estaba destinado en el País Vasco desde el 1 de febrero de 1989. El matrimonio no tenía hijos.
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Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Vie Abr 08, 2011 3:33 pm


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Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Sab Abr 09, 2011 3:44 pm


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POLICIA NACIONAL D. FRANCISCO FRANCES GARZON asesinado por la banda terrorista E.T.A tal dia como hoy del año 1981

Eran las siete de la mañana del 9 de abril de 1981, cuando cinco terroristas tendieron una emboscada a los miembros de dos dotaciones de coches patrulla que habían acudido a instalar un control en las carreteras de acceso al centro de Bilbao. Apenas descendieron de los vehículos para colocar las señales indicativas correspondientes, fueron tiroteados desde una distancia de unos sesenta metros con fusiles Cetme, metralletas y escopetas de postas.

Resultaron heridos tres policías de los siete que formaban la dotación: Francisco Francés Garzón, Antonio Muñoz Muñoz y Antonio Prado Martín. El resto de los componentes de las dotaciones de los dos vehículos policiales intentó repeler la agresión, pero la furgoneta de la que habían descendido los etarras desapareció rápidamente. La huida se vio probablemente favorecida por la intensa niebla de ese día.

La furgoneta utilizada por los terroristas, propiedad de la empresa Limpiezas Villar, había sido robada en el vecino barrio de Santutxu veinticinco minutos antes del atentado. Su conductor fue abandonado maniatado en las cercanías del lugar.

Los tres policías heridos fueron inmediatamente trasladados por sus propios compañeros a la clínica de la Virgen Blanca, situada apenas a trescientos metros del lugar del atentado. En ese mismo centro sanitario había sido atendido unas semanas antes el teniente coronel Ramón Romeo Rotaeche, asesinado el 21 de marzo.

Francisco Francés ingresó en la Virgen Blanca en estado agónico y falleció poco después por un paro cardíaco ocasionado por las heridas sufridas en ambos muslos, con desgarro de partes blandas. A Antonio Muñoz Muñoz se le apreció herida por metralla en tórax y hombro derecho, de pronóstico reservado, y a Antonio Prado Martín, herida en cara posterior del muslo izquierdo, de pronóstico leve.

Tras realizársele la autopsia en el depósito del Hospital Civil de Basurto, el cadáver de Francisco Francés fue trasladado al cuartel de la Policía Nacional de Basauri, en una de cuyas dependencias estaba instalada la capilla ardiente con los restos del policía Vicente Sánchez, asesinado el día anterior. Pocos minutos después, ambos féretros eran colocados en el patio de armas del cuartel, donde se celebró el funeral de cuerpo presente. Entre las personalidades asistentes estaban el ministro del Interior, Juan José Rosón, el delegado en la comunidad autónoma, Marcelino Oreja y el general Sáenz de Santamaría.

ETA asumió la autoría del atentado en el mismo comunicado en el que reivindicó el asesinato de Vicente Sánchez Vicente.

Francisco Francés Garzón, de 29 años, era sevillano. Pertenecía a la XIX Compañía de la Reserva General de la Policía Nacional, con base en Granada. Llevaba sólo una semana en el País Vasco. El 10 de abril fue enterrado en el cementerio de San Fernando en Sevilla. Estaba casado, tenía dos hijas de corta edad y su mujer estaba embarazada en el momento del atentado.


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Re: COMO OCURRIÓ

Notapor TE DUCK QUEEN » Lun Abr 11, 2011 12:03 am


GUARDIA CIVIL D. MIGUEL GORDO GARCIA

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En el Cuartel de la Guardia Civil de la localidad de Baracaldo (Bilbao), en la mañana del domingo 11 de abril de 1976, se recibe una llamada telefónica avisando de la colocación de una "ikurriña", sobre unos cables del tendido eléctrico en la calle León de dicha localidad, frente al edificio de la Compañía Telefónica. Un grupo de especialistas acude al lugar para retirarla. El guardia civil Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX), Miguel Gordo García, natural del municipio de Riego de la Vega (León), de 41 años de edad, casado y padre de un hijo de seis años; se subió a una plataforma de teléfonos, que fue elevada y procedió con unos alicates a cortar una argolla metálica que sujetaba la bandera trampa a los mencionados cables, sufriendo una fuerte descarga eléctrica. Trasladado rápidamente a la residencia de la Seguridad Social de Cruces, Miguel Gordo ingresó cadáver.
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Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Lun Abr 11, 2011 7:27 pm


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El domingo 11 de abril de 1976, a las 11:00 horas, el guardia civil MIGUEL GORDO GARCÍA murió electrocutado en Baracaldo (Vizcaya) al retirar una ikurriña colocada en un cable de alta tensión en la calle León, frente al edificio de Telefónica.

Durante ese fin de semana ETA había incrementado su actividad de colocación de ikurriñas trampa. En algunos casos llevaban explosivos simulados y muchas veces las adosaban a cables de alta tensión. En otras ocasiones, las ikurriñas eran bombas trampa o se utilizaban como forma de tender una emboscada a los miembros de las fuerzas de seguridad. En aquel entonces, el despliegue de ikurriñas no estaba permitido.

Este modus operandi de la banda terrorista ya había provocado el asesinato de miembros de la Guardia Civil. El 5 de octubre de 1975 los guardias civiles Esteban Maldonado Llorente, Jesús Pascual Martín Lozano y Juan Moreno Chamorro fueron asesinados tras retirar una ikurriña en el Santuario de Aránzazu (Guipúzcoa) que fue utilizada por ETA como señuelo para tenderles una emboscada.

Tres meses después, el 17 de enero de 1976, el guardia civil Manuel Vergara Jiménez era asesinado al retirar una bandera que llevaba adosada a su mástil una carga explosiva. Su cuerpo salió despedido a casi veinte metros de distancia.

Con la muerte de Miguel Gordo, en menos de seis meses habían sido asesinados cinco guardias civiles en similares circunstancias. Pocos días después, el 3 de mayo de 1976, el mismo procedimiento se utilizó en el asesinato del también guardia civil Antonio de Frutos Sualdea el 3 de mayo de 1976.

Miguel Gordo, técnico en desactivación de explosivos, había intervenido en varias ocasiones en la retirada de ikurriñas y se había encargado de quitar todas las banderas con explosivo de Vizcaya a lo largo de la última semana. La mañana del 11 de abril se había recibido una llamada telefónica en el cuartel de la Guardia Civil de Baracaldo avisando de la colocación de la bandera en la calle León de la localidad.

Un grupo de especialistas acudió al lugar donde estaba colocada la bandera para retirarla. Miguel se subió a una plataforma de teléfonos, que fue elevada hasta la altura de los cables, y procedió a cortar con unos alicates la argolla metálica que sujetaba la ikurriña a los cables. En ese momento sufrió la descarga eléctrica que le provocó la muerte. Fue trasladado rápidamente al Hospital de Cruces, donde ingresó cadáver. De ahí, el cadáver del agente fue llevado al cuartel de la Guardia Civil de La Salve, en cuya biblioteca se instaló, a las seis de la tarde del domingo, la capilla ardiente.

Un día después de la muerte de Miguel, otra bandera, firmada por ETA, fue colocada en la Parte Vieja de San Sebastián. Estaba unida por cables a dos paquetes, uno de los cuales contenía un potente explosivo.

Miguel Gordo García había nacido el 23 de abril de 1935 en Villabrán de Cea (Palencia), por lo que tenía 41 años cuando falleció. Llevaba 17 años en la Guardia Civil, siendo su primer destino Ochandiano (Vizcaya). Estaba casado y era padre de un niño de seis años. Fue enterrado en Riesgo de la Vega (León), de donde era su viuda.

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Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Mar Abr 12, 2011 12:53 am


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D./ Jose Calvo De La Hoz


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LUGAR: Las Arenas ( Vizcaya )

FECHA: 12-04-1989

PROFESIÓN/CARGO: Sargento Guardia Civil

DESCRIPCIÓN DE LOS HECHOS:

José Calvo de la Hoz, Sargento de la Guardia Civil, natural de la localidad de Joarilla de las Matas (León), de 51 años de edad, casado y padre de tres hijos; fallece en Las Arenas (Vizcaya), como consecuencia de las heridas recibidas a consecuencia de los disparos efectuados por unos jóvenes individuos de la banda terrorista ETA, cuando se dirigía en su automóvil a trabajar en el Servicio Fiscal del Puerto de Santurce, donde desempeñaba tareas de especialista en submarinismo. A las ocho treinta y siete horas de la mañana del miércoles 12 de abril de 1989, mientras esperaba turno entre los números 15 y 17 de la calle Muelle Tomás Olabarri, para cruzar el puente colgante que une Las Arenas con Santurce, dos hombres y una mujer (José Félix Zabarte, José Ignacio Ibarra y Carmen Guisáosla Solzábal, "La Gorda") se acercaron al lateral izquierdo del vehículo y efectuaron al menos tres disparos, huyendo a continuación en un vehículo, robado a las siete y diez de la mañana en Lejona, que dejaron abandonado en el barrio bilbaino de Deusto.José Calvo fue trasladado inmediatamente al Hospital de Cruces, donde murió pasadas las nueve y media de la mañana.


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Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Mar Abr 12, 2011 7:30 pm


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Para tener mas informacion de los hechos

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A las ocho y media de la mañana del 12 de abril de 1989, ETA asesinaba en el barrio de Las Arenas de Guecho (Vizcaya) al sargento de la Guardia Civil JOSÉ CALVO DE LA HOZ. Un hombre y una mujer dispararon contra el agente cuando se encontraba en el interior de su vehículo y aguardaba su turno para atravesar la ría de Bilbao en el transbordador que une Las Arenas con Portugalete. Pretendía llegar a la oficina del Servicio Fiscal del puerto de Santurce, donde estaba destinado.

Los terroristas huyeron en un Renault 11, robado con anterioridad a punta de pistola. Una patrulla de la Ertzaintza localizó al propietario atado a un árbol con unas esposas de marca francesa en un pinar en la localidad de Lejona (Vizcaya). Su automóvil apareció abandonado en Deusto (Bilbao). En el lugar del crimen se recogieron tres casquillos marca SF, fabricados en 1977, de calibre 9 milímetros parabellum.

El sargento, que recibió el impacto de cuatro balas, fue trasladado al Hopital de Cruces y falleció pasadas las nueve y media de la mañana. La capilla ardiente quedó instalada en el Gobierno Civil de Vizcaya a las 16:00 horas de esa misma tarde. A las seis y media acudieron la esposa del fallecido y sus dos hijos mayores. También acudió el vicelehendakari y secretario general del PSE-PSOE, Ramón Jáuregui.

José Calvo de la Hoz era la primera víctima mortal de las 18 del año 1989. Además, fue el primer asesinato de la banda tras finalizar la tregua del 8 de enero de 1989 anunciada por ETA para facilitar los contactos con el Gobierno en Argel. El 6 de abril la banda dio por acabado el alto el fuego y declaró que abría "todos los frentes de lucha". Seis días después asesinó a José.

El asesinato del sargento de la Guardia Civil provocó duras condenas entre la clase política. Entre ellas, las de Jesús Eguiguren, por entonces presidente del Parlamento vasco, que señaló que "con asesinatos de por medio, no hay nada de qué hablar con ETA". En la misma línea se expresó Juan Mari Bandrés, presidente de Euskadiko Ezkerra, muy contundente al manifestar que "hasta hoy los miembros del Gobierno no se han dado cuenta de la realidad de que ETA es una banda de asesinos". También fue muy sonado el enfrentamiento de Felipe González con el eurodiputado de Herri Batasuna Txema Montero. El presidente del Gobierno, que visitaba el Parlamento Europeo para hacer balance de la Presidencia española, acusó a Montero de ser "amigo de los asesinos" y añadió: "la diferencia entre ese señor que me ha interpelado y yo mismo es que, cuando yo salgo por esa puerta, puedo tener el temor a que uno de sus amigos me asesine, mientras que él irá tranquilamente a cenar, porque los demás respetamos el derecho a la vida".

Por el asesinato de Calvo de la Hoz sólo fue condenada en 2002 Carmen Guisasola Solozábal, alias Lourdes, a 3 años de prisión por un delito de encubrimiento. La etarra fue la encargada de guardar las armas con las que se asesinó al sargento, armas que conservaba cuando fue arrestada en noviembre de 1990 en Francia. Expulsada de la banda en 1998, por adherirse a un manifiesto en el que se abogaba por un acuerdo entre nacionalistas y se alababa la tregua del IRA, fue extraditada a España en 2001 para ser juzgada por siete causas, entre ellas cuatro asesinatos, aunque la Justicia española había solicitado su extradición por quince.

José Calvo de la Hoz, de 51 años, había nacido en Joarilla de las Matas (León), y residía en Vizcaya desde 1981, cuando fue destinado al Servicio Fiscal de la Guardia Civil de Santurce. Al llegar a Bilbao ascendió a sargento. Estaba casado y tenía tres hijos con edades comprendidas entre los nueve y los veinte años.

La ruptura de la negociación de Argel había dejado ya dos heridos muy graves por sendos envíos de paquete-bomba.

El 7 de abril, al día siguiente de anunciarse la ruptura de la tregua, José María Rubio Vázquez, profesor de Diseño en Irún, sufrió la amputación de un antebrazo y la pérdida de la otra mano, además de graves heridas en otras partes del cuerpo. Al parecer, el objetivo del envío era un policía de Irún. José María permaneció varios meses en la Fundación Kleinert de Louisville, en Kentucky, en donde le trasplantaron dos dedos de los pies a los muñones de las manos, para que pudiesen actuar como pinza. El objetivo de la operación era que José María pudiese utilizar el ordenador para seguir dando sus clases de Diseño. En abril de 2002 fue condenado por este atentado Jesús Arcauz Arana, alias Josu de Mondragón, a 19 años de prisión.

Por el mismo procedimiento, el día 10 de abril el sargento de Infantería Joaquín Bordonaba Urriés pierde todos los dedos de las manos, excepto los pulgares, y sufre graves heridas en un ojo consecuencia de otro paquete-bomba enviado desde San Sebastián. El sargento, de 28 años y soltero, estaba destinado en la unidad de automóviles de la Escuela Militar de Alta Montaña de Jaca (Huesca). Era natural de San Mateo de Gállego (Zaragoza). El atentado que mutiló a Joaquín fue ordenado supuestamente por José Javier Zabaleta Elosegui, Baldo y ejecutado por Jesús Arcauz, alias Josu de Mondragón, y José Arregui, Fiti, a los que el fiscal pedía 25 años de cárcel durante el juicio celebrado en enero de 2003. En el juicio declaró como testigo Julia Aldasoro, en cuyo domicilio se encontró una máquina de escribir con la que, según prueba pericial, Josu de Mondragón escribió el remite en el sobre de la carta bomba.

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Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Mié Abr 13, 2011 12:48 am


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POLICIA NACIONAL D. JUAN JOSE VISIEDO CALERO (1984) : POLICIA NACIONAL D. TOMAS PALACIN PELLEJERO (1984)
Asesinado por ETA en Pamplona, el 13 de abril de 1984, Policía Nacional en el que murieron también Tomás Palacín Pellejero y Jesús Alcocer Jiménez.

Jesús entraba en el mercado central de Pamplona a eso de las siete de la mañana cuando unos terroristas a cara descubierta le tirotearon. Era comandante retirado desde hacía 20 años y había sido dirigente local de Fuerza Nueva. Llevaba un negocio de alimentación. Ya había sufrido dos atentados de ETA.

45 minutos después, una patrulla del 091 localizó el coche abandonado por los terroristas huidos frente a un instituto de medias. Cuando Tomás y Juan José abrieron la puerta delantera para inspeccionar el coche, estalló una potente carga compuesta por unos 15 kilos de Goma 2.

Un comandante de Infantería retirado y dos policías nacionales resultaron muertos , en Pamplona, como consecuencia de dos atentados terroristas perpetrados por un mismo comando. Hasta el momento, ninguna organización se ha responsabilizado de la autoría de estos asesinatos, si bien ¡en fuentes policiales se baraja la posibilidad de que puedan ser obra deETA Militar, dado que en el lugar en que cayó muerto el militar retirado se encontraron varios casquillos de bala nueve milímetros parabellum marca FN, munición habitualmente utilizada por ETA. Entre las condenas manifestadas por estos hechos destaca la realizada por el arzobispo de Pamplona, José María. C¡rarda, quien señala que no hay razón alguna que pueda justificar estos viles asesinatos.
Las víctimas de estas dos acciones terroristas son el comandante de Infantería, retirado, Jesús Aleocer Jiménez, de 65 años, casado, padre de cuatro hijas, quien resultó muerto a raíz de los disparos que sobre él efectuaron un par de individuos;. el cabo primero de la Policía Nacional Tomás Palacín Pellecero, de 43 años, natural de Cervera de Cañada (Zaragoza), casado, con dos hijos, y el policía nacional Juan José Visiedo Calero, de 26 años de edad, natural de Melilla, casado y padre de una niña de corta edad. Estos dos últimos fallecieron mientras inspeccionaban el vehículo utilizado minutos antes para cometer el asesinato del comandante retirado, al hacer explosión una carga de unos 15 kilos de Goma 2 que había sido, colocada en su interior.Ayer por la tarde se celebraron en Pamplona los funerales por los dos policías nacionales con la asistencía del ministro del Interior, José Barrionuevo, que tuvo que escuchar gritos contra el Gobierno lanzados por algunas personas al concluir la ceremonia.
Sobre las siete horas de la mañana de ayer era asesinado de dos disparos en la cabeza Jesús Alcocer cuando se encontraba, como todos los días, en el mercado de mayoristas de la capital navarra, Mercairuña, con objeto de realizar las compras de frutas y verduras para los tres establecimientos comerciales que tenía en Pamplona. Cuando se disponía a entrar en el edificio, dos jóvenes, a cara descubierta, le dispararon, a bocajarro, dos veces en la cabeza, lo que le produjo la muerte instantánea. Los autores del atentado huyeron, pistola en mano.
Ya en el exterior, los terroristas se dieron inmediatamente a la fuga en un automóvil Renault 18, matrícula NA-4983-K, de color verde claro, donde les aguardaba, al parecer, un tercer individuo. Hace unos cuatro años el vehículo y uno de los establecimientos comerciales que Jesús Alcocer poseía en Pamplona fueron destrozados en una misma noche, mediante la colocación de varios kilos de Goma 2. ETA Militar reivindicó aquellos atentados.
15 kilos de Goma 2
Varios testigos pudieron identificar el vehículo utilizado en el atentado contra Jesús Alcocer y, alertadas las dotaciones políciales de Pamplona, se establecieron diversos controles, procediéndose también a realizar una amplia operación de rastreo por diversas calles de la ciudad a fin de localizar este turismo, cosa que ocurrió unos 45 minutos después.
Una dotación del 091, compuesta por tres policías nacionales, localizó el Renault 18, abandonado, en la ronda de Ermitagaña, justo enfrente de un instituto de Enseñanza Media y a varios kilómetros del lugar en que se produjo el asesinato de Jesús Alcocer. El cabo primero Tomás Palacín y el policía nacional Juan José Visiedo proceolieron a inspeccionar el automóvil, y, tras abrir una de las puertas delanteras del vehículo, se produjo la explosión de una potente bomba, compuesta por unos 15 kilos de Goma 2, que había sido coloca la en el interior del vehículo. Los cuerpos de los dos policías nacionales fueron lanzados por la explosión en direcciones opuestas, quedando decapitados y mutilados. Restos de los dos policías, que quedaron esparcidos en un radio de unos cien metros, fueron recogidos posteriormente por voluntarios de la Cruz Roja. El conductor del coche de la Policía Nacional, Juan Sánchez Martín, que observaba desde este vehículo a sus compañeros, resultó con heridas leves, si bien sufrió un fuerte choque nervioso, por lo que hubo de ser trasladado al hospital de Navarra. El R-18 llevaba una matrícula falsa cuyos datos se corresponden con los de otro R-18 propiedad de un vecino de Lesaca (Navarra), cuyas iniciales son P. M. L, y que ayer se encontraba en la mencionada población. .
El dispositivo que accionó el artefacto colocado por los terroristas es de los conocidos como pinza y estaba conectado con una de las cerraduras del vehículo.
Jesús Alcocer Jiménez había nacido en Sos del Rey Católico (Zaragoza) el 12 de enero de 1919. Estaba casado y tenía cuatro hijas. En la actualidad no se le conocía actividad política, si bien hace años estaba considerado como delegado provincial de la desaparecida Fuerza Nueva.
Desarticulado un comando 'etarra' de transmisiones
Cuatro personas han sido detenidas en el País Vasco en los dos últimos días, como presuntos integrantes de un comando de transmisiones de ETA Militar, informó anoche Efe.
Según una nota oficial, en la madrugada del día 12 fueron detenidos, en Elorrio (Vizcaya), Pablo Larrañaga Aguirre, de 25 años; Fernando Zabarte Jainaga, de 23, y Humberto Gallastegui Alberdi, de 22 años. La pasada madrugada fue detenido en la localidad guipuzcoana de Elgueta Juan María Gallastegui Alberdi, de 29 años de edad y natural de Elorrio.
Pablo Larrañaga y Fernando Zabarte, según la policía, forman parte de un comando de transmisiones de ETA Militar desde 1982. A los detenidos les ha sido ocupado diverso material de emisión y conexiones.
Por otra parte, fuentes militares informaron a Efe que, según una carta hallada en poder de uno de los dos presuntos terroristas detenidos hace tres días en Pontevedra, ETA Militar preparaba un plan de asalto a un acuartelamiento del Ejército. Los detenidos cumplían el servicio militar en esa provincia gallega.



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Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Mié Abr 13, 2011 7:50 pm


Gc Edicion 175 Aniversario

gafaspolicia.com
Tomás Palacín Pellejero y Juan José Visiedo Calero POLICIAS NACIONALAS

Eugenio Lázaro Valle Jefe da la Policia Municipal de Victoria


Jesús Alcocer Jiménez. Fue comandante del Ejército

A las dos de la tarde del domingo 13 de abril de 1980 ETA asesinaba en Vitoria de un tiro en la nuca al jefe de la Policía Municipal y comandante del Ejército, EUGENIO LÁZARO VALLE.

A las diez y media de la mañana el comandante Lázaro Valle había estado en el cuartel de la Policía Municipal donde, tras inspeccionar los servicios, había recogido su coche. Posteriormente asistió a misa en la parroquia de Los Ángeles.

En esos momentos tres terroristas, que habían solicitado los servicios de un taxi para llegar hasta la iglesia, se identificaron como miembros de ETA y tomaron el volante del vehículo, conminando al taxista a que se estuviese quieto.

El comandante salió de misa y se dirigió hacia la calle de Sancho el Sabio. Ahí se detuvo unos segundos en un semáforo. Un etarra bajó del vehículo y se acercó al semáforo, donde le esperaba un tercer terrorista. Se colocó detrás de Eugenio Lázaro y le disparó un tiro en la nuca. En el lugar de los hechos se encontró un solo casquillo de nueve milímetros parabellum. El comandante fue trasladado al Hospital de Santiago, donde sólo se pudo certificar su fallecimiento.

El asesinato se interpretó como la continuación de la campaña etarra contra mandos militares que ocupaban puestos importantes al frente de policías locales. El nombre de Eugenio Lázaro se había barajado como sustituto de Jesús Velasco Zuazola, jefe de los Miñones de Álava, asesinado por ETA el 10 de enero de 1980.

ETA reivindicó el atentado en un comunicado enviado el 15 de abril a diferentes medios de comunicación de Bilbao. Por el asesinato de Lázaro Valle fueron condenados en 1982, a 8 años de reclusión mayor como cómplices del atentado, Moisés Izar de la Fuente y Martínez de Arenaza y Pedro Manuel González Alonso. Estos dos terroristas fueron los que proporcionaron a los dirigentes de ETA en Francia la información necesaria para cometer el atentado. En 1999 fueron condenados a 30 años los autores materiales del atentado, los etarras Ignacio Arakama Mendia y José Ramón López de Abechuco Liquiniano.


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Eugenio Lázaro Valle tenía 49 años y era natural de Santoña (Santander), aunque tanto él como su padre, también militar de profesión, eran considerados como vitorianos desde siempre. Dentro de su carrera militar en Infantería, eligió el cuerpo de la antigua Policía Armada (hoy Nacional), desempeñando el mando en la guarnición de Vitoria como teniente y, posteriormente, como capitán. Tras el atentado se confirmó oficialmente que había sido amenazado en repetidas ocasiones. Estaba casado y tenía cuatro hijos.

El 13 de abril de 1984 ETA asesinaba en Pamplona a un comandante de Infantería retirado y a dos policías nacionales en dos atentados diferentes cometidos, con apenas una hora de diferencia, por los mismos terroristas.

Como cada día a las siete de la mañana el comandante del Ejército de Tierra retirado, JESÚS ALCOCER JIMÉNEZ, se dirigió a Mercairuña, centro mayorista donde realizaba las compras de suministros que luego vendía en tres supermercados de su propiedad ubicados en Pamplona. Cuando se disponía a entrar en el edificio, dos etarras le tirotearon alcanzándole dos veces en la cabeza y provocándole la muerte en el acto.

Los etarras se dieron inmediatamente a la fuga en un automóvil Renault 18, de color verde claro, donde les aguardaba un tercer terrorista. Varios testigos pudieron identificar el vehículo utilizado en el atentado y, alertadas las dotaciones policiales de Pamplona, se establecieron diversos controles, procediéndose también a realizar una amplia operación de rastreo por diversas calles de la ciudad a fin de localizar este turismo, cosa que ocurrió unos 45 minutos después.

Una dotación del 091, compuesta por tres policías nacionales, localizó el Renault 18 abandonado en la ronda de Ermitagaña, justo enfrente de un instituto de Enseñanza Media y a varios kilómetros del lugar en que se produjo el asesinato de Jesús Alcocer.

El cabo primero TOMÁS PALACÍN PELLEJERO y el policía nacional JUAN JOSÉ VISIEDO CALERO procedieron a inspeccionar el automóvil. Tras abrir una de las puertas delanteras del vehículo, se produjo la explosión de una potente bomba, compuesta por unos 15 kilos de Goma 2, que había sido colocada en el interior del vehículo. Los cuerpos de los dos policías nacionales fueron lanzados en direcciones opuestas, decapitados y mutilados. Sus restos quedaron esparcidos en un radio de unos cien metros y tuvieron que ser recogidos posteriormente por voluntarios de la Cruz Roja. El conductor del coche de la Policía Nacional, Juan Sánchez Martín, que observaba desde el vehículo a sus compañeros, sufrió heridas leves. El dispositivo que accionó el artefacto explosivo es de los conocidos como pinza y estaba conectado a una de las cerraduras del vehículo.

Por el asesinato de Jesús Alcocer fueron condenados a 29 años en 1988, como autores materiales, Mercedes Galdós Arsuaga y Juan José Legorburu Guerediaga; en 1989, fue condenado Juan Carlos Arriaga, también a 29 años, por haber realizado el control y seguimiento de los movimientos de la víctima; en 1991 fue condenado, como autor material, José Ramón Martínez de la Fuente Inchaurregui.

A las mismas penas fueron condenados por el asesinato de los dos policías Mercedes Galdós Arsuaga, Juan José Legorburu Guerediaga y José Ramón Martínez de la Fuente Inchaurregui. Y también fue condenado a 29 años Jesús Jiménez Zurbano, que fue quien facilitó el explosivo para el vehículo trampa utilizado en la huida.


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Jesús Alcocer Jiménez, natural de Sos del Rey Católico (Zaragoza), tenía 65 años. Estaba casado y era padre de cuatro hijas. Fue comandante del Ejército hasta 1977, año en que se retiró y pasó a ejercer actividades empresariales privadas en Pamplona. También fue delegado provincial de Fuerza Nueva. Ambas circunstancias le pusieron en el punto de mira de la banda terrorista. En 1978 Jesús fue víctima de un doble atentado. Una bomba estalló en uno de sus supermercados y, poco después, un segundo artefacto hizo explosión en su vehículo. Esta segunda bomba se programó para que estallase cuando el ex militar se montase en el mismo y fuese a inspeccionar los desperfectos provocados por la primera explosión. Sin embargo, la víctima retrasó su salida del domicilio y eso evitó que fuera alcanzado por la explosión del vehículo.


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Juan José Visiedo Calero, de 26 años, era natural de Melilla. Estaba casado y tenía una hija de dos años.

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Tomás Palacín Pellejero, también casado, tenía 43 años y dos hijos. Era natural de Cervera de Cañada (Zaragoza).
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Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Jue Abr 14, 2011 12:38 am



foropolicia.es
D./ Luis Cadarso San Juan


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LUGAR: Basauri ( Vizcaya )

FECHA: 14-04-1981

PROFESIÓN/CARGO: Teniente Coronel Guardia Civil(Retirado)

DESCRIPCIÓN DE LOS HECHOS:

Don Luis Cadarso San Juan, natural de Vitoria (Álava), Teniente Coronel de la Guardia Civil retirado (había abandonado el servicio activo en el año 1975), de 64 años de edad, casado y con tres hijos; es asesinado el martes 14 de abril de 1981, en la localidad vizcaína de Basauri. Don Luis Cadarso, había salido sobre las once horas de la mañana de su domicilio. Se dirigió, andando, hacia una peluquería, que hace las veces también de despacho de quinielas. Un empleado le comento que habían matado a un teniente retirado del Ejercito en San Sebastián. "Así es la vida, un día les toca a unos y cualquier día nos puede tocar a otros", comento mientras rellenaba un boleto. Minutos después se dirigió a un kiosco de prensa. A escasos metros del mismo se le acercaron tres jóvenes (Sebastián Echániz Alkorta), dos de los cuales dispararon, casi a quemarropa, cuatro tiros, alcanzándole dos de ellos en el corazón y en la sien, produciéndole la muerte instantánea. Tras realizar el atentado los jóvenes terroristas, se fueron por la calle Nagusia, en dirección al Ayuntamiento. Trataron de apoderarse de un vehículo R 6, que pasaba por el lugar, pero desecharon la idea al comprobar que el chivato de la gasolina marcaba la reserva. Unos metros más adelante lograron su objetivo, al apoderarse de un SEAT 131, con el que se dieron a la fuga. Según testimonio del empleado del kiosco de prensa, momentos antes del atentado los etarras trataron de sustraer por la fuerza un Mercedes. Como quiera que su propietario se resistía a abandonar el vehículo, le sacaron a la fuerza y para intimidarle le dispararon a los pies (sin llegar a herirle); estaban tan nerviosos que no fueron capaces de meter las marchas y dejaron cruzado el Mercedes en la calle.


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Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Vie Abr 15, 2011 7:05 pm


Cartera Guardia Civil

Fabricada en piel de vacuno
enpieldeubrique.com
POLICIA NACIONAL D. ANTONIO GOMEZ OSUNA (1988)
POLICIA NACIONAL D. FRANCISCO ESPINA VARGAS (1988)


A la una y cuarto de la tarde del 15 de abril de 1988, dos miembros de ETA asesinaban a tiros en Vitoria a ANTONIO GÓMEZ OSUNA y a FRANCISCO ESPINA VARGAS, miembros de una patrulla motorizada del Cuerpo Nacional de Policía. La patrulla realizaba unas identificaciones de sospechosos relacionados con el tráfico de drogas. Previamente, un colaborador de la banda asesina había efectuado una llamada a la comisaría de Vitoria para avisar de que en la calle Heraclio Fournier de la capital alavesa había jóvenes toxicómanos pinchándose. La llamada pretendía atraer a la Policía hacia esa zona.

Mientras los agentes llamaban por su radioteléfono para comprobar la identidad de algunas de las personas que se encontraban en la zona, tres terroristas salieron del Bar Adurzabal y dispararon contra ellos. Según varios testigos presenciales, los agresores atentaron primero contra uno de los policías y, posteriormente, dispararon contra el segundo, que intentó resguardarse entre dos coches aparcados en la misma calle. Francisco Espina recibió tres impactos en el pecho y fue rematado en el suelo. Ninguno de los dos tuvo tiempo de hacer uso de su arma reglamentaria. En el atentado también resultó herido Luis Vives, de 27 años, que tuvo que ser trasladado al Hospital de Santiago Apóstol. Era una de las personas que, en ese momento, estaba siendo identificada por la Policía.

Los terroristas, que actuaron a cara descubierta, huyeron a pie hasta la Iglesia de San Cristóbal, situada a unos cien metros, donde un cuarto etarra les esperaba en un coche Talbot 150 blanco, posteriormente abandonado en una calle de la capital alavesa. El vehículo había sido robado previamente por la fuerza, dejando a su propietario dentro durante la comisión del atentado. Antes de emprender la huida, obligaron al dueño del coche a apearse. Tras el atentado la Policía encontró bajo un coche varios casquillos 9 milímetros FF parabellum.

Los policías nacionales fueron trasladados al Hospital de Santiago Apóstol de la capital alavesa, donde a las 13:40 ingresaron cadáveres. Según el parte médico, Francisco presentaba varias heridas por arma de fuego, una con orificio de entrada en el globo ocular izquierdo y tres más en tórax y abdomen. Antonio, por su parte, presentaba tres impactos de bala en la región craneofacial y otros tres en la región torácica. Ambos trabajaban en Vitoria desde hacía siete años y habían pedido ya el traslado a Sevilla.

La capilla ardiente fue instalada a las siete de la tarde en el Gobierno Civil de Álava, y a las once de la mañana del día siguiente se celebraron los funerales en la parroquia de San Miguel de Vitoria.

La oficina de prensa del PNV aseguró que "ETA parece querer dar la razón a los socialistas, cuando afirman que la única vía para acabar con la situación de violencia en Euskadi es la policial".

El atentado fue cometido por miembros del grupo Araba de ETA. Dos de ellos, Juan María Oyarbide y Manuel Urionabarrenetxea, no pudieron ser juzgados al resultar muertos en septiembre de 1989 en un enfrentamiento con la Guardia Civil. En 1991 fue condenado como autor material Juan Carlos Arruti Azpitarte. En la misma sentencia fueron condenados, en calidad de encubridores, el matrimonio formado por Miren Gotzone López de Luzuriaga e Ignacio Fernández de Larrinoa. Fueron los que dieron cobijo a los cuatro asesinos tras cometer el atentado. Por último, Ramón Aldasoro Magunacelaya, detenido en Miami en 1997 y extraditado a España desde EEUU en noviembre de 2001, fue juzgado y condenado por la Audiencia Nacional ese año también como autor material.


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Francisco Espina Vargas, de 29 años, natural de Coria del Río (Sevilla). Estaba casado y tenía dos hijos de corta edad. Vivía en Vitoria desde 1981, donde obtuvo su primer destino en el Cuerpo Nacional de Policía. Había pedido traslado a su provincia de origen.


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Antonio Gómez Osuna, de 32, era natural de La Puebla del Río (Sevilla). Casado y con un hijo, igual que Francisco había pedido el traslado a Sevilla desde Vitoria, donde estaba destinado desde 1981.

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Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Vie Abr 15, 2011 7:18 pm


ETA mata a la hija de un poloicia nacional y el suicido por 'síndrome del norte'

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MARÍA DEL CORO VILLAMUDRIA SÁNCHEZ


En el momento en que Coro cerró la puerta, la vibración provocada por el golpe activó el mecanismo de iniciación de la bomba-lapa compuesta por tres kilos de amonal y colocada en la parte delantera del coche. La bomba provocó heridas mortales a MARÍA DEL CORO VILLAMUDRIA SÁNCHEZ, y heridas graves a su padre y a sus tres hermanos. Luisa Sánchez, la madre, lo vio todo desde el balcón de su casa, donde estaba despidiendo a la familia.

En los minutos que siguieron a la explosión se sucedieron en torno a las víctimas escenas de horror. La situación, vista por muchos escolares de la zona, era dantesca. Los cuerpos de los cuatro hermanos y su padre sobre el asfalto y atrapados entre el amasijo de hierros del coche. Coro y Leire, gravemente heridas. El joven Luis, despedido a 15 metros de donde se encontraba el vehículo, y la madre, Luisa, que en medio de una fuerte crisis nerviosa, no paraba de repetir entre sollozos "¿por qué les han hecho esto?".

Roberto Pascual, por entonces escolar y testigo de los hechos, contó años después cómo lo vivió: "Yo iba al instituto aquella mañana con un amigo escuchando música cuando de repente, a menos de 20 metros de nosotros, estalló la tragedia. Recuerdo que dejé mi mochila y me metí entre el humo sin saber por qué (...) Recogí al hermano del suelo y lo llevé a un portal para que le atendieran y que no viera aquello. Pero lo que más recuerdo es a la madre que bajó en bata a la calle gritando desesperada. Han pasado muchos años y muchos atentados más, pero aquel no lo olvidare jamás. Tengo 36 años y mientras viva no olvidaré el ruido, el silencio, el olor".

Coro falleció en la Residencia Sanitaria de San Sebastián dos horas y media después de haber ingresado. De los otros hermanos, la que estaba más grave era Leire, de doce años, que sufrió "politraumatismo, fractura de ambas piernas, heridas faciales, hematomas palpebrales y cuerpos extraños en sacos conjuntivales".

Jesús Villamudria, de 46 años y natural de la localidad burgalesa de Arlanzón, llevaba 21 años destinado en el País Vasco. Él y su familia habían sufrido dos atentados previamente perpetrados por ETA con granadas contra el inmueble en el que vivían en el barrio de Txintxerpe, en noviembre de 1990 y febrero de 1991. El ataque sepultó a Coro bajo cristales y escombros mientras dormía, aunque resultó ilesa. Debido a la tensión a la que estaba sometida la familia, Jesús pidió el traslado a otra provincia, aunque se le denegó porque el atentado no había sido selectivo contra él. Tras el asesinato de Coro fue destinado inmediatamente a Castellón.

Las reacciones al atentado no se hicieron esperar. "Siento vergüenza y ganas de llorar", comentó el lehendakari, José Antonio Ardanza, quien criticó duramente el doble lenguaje de ETA al pedir la negociación poniendo cadáveres de niños encima de la mesa.

Herri Batasuna, con su cinismo habitual, exigía al Gobierno que adoptara "los gestos requeridos" por ETA para reemprender las "conversaciones políticas", al tiempo que "lamentaba" (pero no condenaba) la muerte de la joven.

El delegado del Gobierno en el País Vasco, José Antonio Aguiriano, que hablaba el día anterior al atentado de una posible amnistía para los presos de ETA con delitos de sangre - "con el cese definitivo de la violencia todo es posible", había dicho-, expresaba tras el atentado su indignación e indicaba que "nunca podrá haber amnistía para los autores de un atentado" como el de Coro.

Los terroristas sabían perfectamente que ese vehículo lo utilizaba diariamente Jesús para llevar a sus hijos al colegio. La banda asesina asumía días después, en un comunicado publicado en el diario Egin, siete atentados, entre ellos el asesinato de Coro. En el mismo aclararon que no querían matar a la joven, sino a su padre, Jesús Villamudria. Y como habían hecho antes con aquellos atentados que provocaron especial rechazo social, la banda asesina intentó autoexculparse culpando al padre de la muerte de su hija porque "se sirvió de su familia como de un escudo". El comunicado de ETA añadía que "Coro Villamudria quería ser policía". Sobran los calificativos.

La capilla ardiente por Coro Villamudria quedó instalada por la tarde en el Gobierno Civil de Guipúzcoa y los funerales se celebraron al día siguiente en la Iglesia de la Sagrada Familia. Más de cinco mil personas recorrieron San Sebastián al día siguiente convocados por el Ayuntamiento.

Los autores del atentado no han sido juzgados. Supuestamente fueron los miembros del grupo Donosti de ETA José Joaquín Leunda Mendizabal, Francisco Javier Iciar Aguirre y Juan Ignacio Ormaechea Antepara, que resultaron muertos en agosto de 1991 en una gran operación antiterrorista de la Guardia Civil. A alguno de los fallecidos se le considera también autor, entre otros, del asesinato del coronel Luis García Lozano, el 2 de enero, y del guardia civil Luis Aragó Guillén, el 16 de marzo.

Coro Villamudria Sánchez había nacido en San Sebastián. Tenía 17 años y estudiaba tercero de BUP en el Instituto de Bidebieta, próximo al lugar en el que residía antes del primer atentado que les obligó a cambiar de domicilio. Sus compañeros del Instituto contaron a El Diario Vasco que siempre ponía su nombre con "K", Koro. La joven, según sus familiares, deseaba ser policía como su padre y había comprado ya los temarios para prepararse el examen de ingreso a la Academia de Policía. Por ello, las honras fúnebres se celebraron como si la joven fuera agente de policía. Sus restos mortales fueron enterrados en Camuñas (Toledo), localidad natal de su madre. Con el asesinato de Coro, ETA elevaba a 15 la cifra de niños y jóvenes asesinados desde 1960, además de haber causado heridas de diversa consideración a decenas de menores en diferentes atentados.

El asesinato de Coro no sólo destrozó a su familia, sino que tuvo consecuencias terribles en la de José Santos Pico, amigo de Jesús que, tres años más tarde, el 14 de enero de 1994, se suicidó en la cocina de su casa.

Su viuda, Eva Pato, contó en septiembre de 2009 en el digital soitu.es no sólo el calvario de su marido, afectado por el llamado "síndrome del norte", sino su lucha porque José sea reconocido como víctima del terrorismo de ETA.

Eva conoció a José Santos a finales de 1978, cuando la Policía comenzó a admitir a mujeres. Ella quería ingresar en el Cuerpo y se animó a echar la solicitud junto a unas amigas en San Sebastián, donde vivía. El chico que recogía los papeles era José. Su vida en pareja estuvo condicionada, desde el principio, por la banda terrorista. Eran los años de plomo.

"Caían por decenas. Entre los asesinados de 1979 y 1980 había varios compañeros de José y amigos de la cuadrilla con la que solíamos salir. Eso le hizo mucho daño, y le convirtió en un hombre más temeroso y, aunque él no se escondía, sí que intentaba pasar desapercibido", recuerda Eva, que también tuvo que ocultar en el trabajo la profesión de su marido. "El remate a su situación de angustia se produjo en noviembre de 1990. Fue entonces cuando fuimos a vivir a las casas de la Policía en Pasaia. La primera noche allí nos pusieron una bomba, fue la bienvenida de los terroristas".

En ese momento, el matrimonio tenía una niña de pocos meses y dos chavales de seis y diez. Pero fue el asesinato de Coro Villamudria lo que agravó la situación. "José comenzó a temer por la seguridad de nuestros hijos: dejó de llevarles a la escuela, de ir a casa de familiares, de salir con los amigos... Era otra persona", recuerda Eva. El 14 de enero de 1994 una doctora, amiga de la familia, encontró a José muy mal y le dio cita con el psicólogo y una baja para que entregara a sus superiores.

El horror de lo que ocurrió ese fatídico día lo cuenta Eva en su testimonio en soitu.es. "Esa tarde él no vino a casa y decidió quedarse en el cuartel. Llegó sobre la media noche y subió sin pasarse por la garita de los compañeros que hacían guardia, como era su costumbre. Yo estaba ya en la cama, tumbada con la niña pequeña, que sólo se quedaba dormida conmigo. Entró en el dormitorio y fue directo a coger su arma del armario. Yo le pregunté si pasaba algo. 'No, no pasa nada', me dijo, y salió. Me levanté detrás de él, pero se metió en la cocina y, entonces, pasó todo... (...) Tendré grabado para siempre el sonido seco del disparo, el estruendo del cuerpo, como un mueble pesado, cayendo sobre el suelo de la cocina... Intenté que los niños no vieran nada, pero cuando bajé a pedir ayuda a los compañeros, los dos niños -de trece y siete años- entraron y ayudaron a su padre para que no se ahogara con la sangre".

No pudieron hacer nada. José Santos Pico acababa de quitarse la vida con su propia arma, "pero quien realmente le empujó a dispararse fue ETA. Fueron los terroristas quienes le mataron día a día hasta aquel momento en el que ocurrió todo", dice Eva.

Al poco tiempo de que se suicidara José, otro compañero de la misma promoción se pegó un tiro en aquellos mismos edificios, dejando viuda y dos hijos. Los expertos lo han denominado como "síndrome del norte", aunque las autoridades y mandos prefieren no reconocerlo. El 15 de septiembre de 1982 saltó a la luz uno de los primeros suicidios provocados por este síndrome. Ese día, el sargento de la Policía Nacional Julián Carmona Fernández, que acababa de enterrar a cuatro de sus compañeros muertos en un atentado en Rentería, estaba comiendo un bocadillo que dejó para coger el arma de un compañero y, en presencia del general Félix Alcalá-Galiano, pegarse un tiro en la sien.

Eva Pato dedica desde Covite todos sus esfuerzos a conseguir que se incluya a los afectados por el "síndrome del norte" - unos 15.000, según cálculos internos de las asociaciones de Policía y Guardia Civil- en la ley de víctimas del terrorismo.




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