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«Las comparaciones son odiosas», que soltó la Celestina cuando se le dijo que ella era como otra recomponedora de virgos más. Lo del complemento para equiparar una categoría nuestra con otra de la Guardia civil no me convence, máxime cuando ganamos un grado por exceso y no por defecto. A un inspector del CNP le podemos ver como jefe de un grupo. Un grupo, en muchas ocasiones, lo forman diez funcionarios, a veces incluso menos. Un grupo podría ser una sección que es lo que manda un teniente, mas no una compañía que vendría a ser una unidad nuestra o un área. Pero vayamos a otro caso: Un capitán ostenta el mando de una zona territorial, es decir, una población, un territorio y unos efectivos polivalentes. A un inspector nunca se le ha visto al mando de una unidad territorial, como pudiera ser una comisaría local (con sus grupos locales). Por tanto, no me parece correcta la comparación. En cambio un
capitán sí que me parece el homólogo de un
inspector-jefe, catálogos aparte, por esto de que digo de que muchos de estos últimos son jefes de comisarias locales, además de que han ascendido una vez dentro de la categoría.
Respecto al generalato, en el caso de jefes de división y comisarios generales pudiera ser, ¿el DAO, entonces, es un general de ejército de cuatro estrellas?, pero en el caso de jefes superiores me inclino más por verlos como jefes de comandancias: la comandancia de Madrid y la Jefatura Superior de Madrid, administrativamente hablando, pudieran darse la mano.
Lo del complemento no lo veo, porque por esa regla de tres, simple, simplicísima, un policía o un oficial destinados en la brigada de policía científica, con complemento 20 o más, serían como un cabo o un sargento de la benemérita respectivamente.
Recuerdo ahora, con coña, a un compañero mío guasón y más bruto que un arado que habiéndose ido a la comandancia de Oviedo a renovar la licencia de caza, se puso a charlar con el guardia que tramitaba el asunto, a quien conocía del pueblo. Éste le preguntó que dónde estaba destinado ahora. Soy el responsable de la ODAC, dijo, ufano y engolado, asegurándose de que el capitán que estaba presente lo escuchaba. ¿Responsable, y eso a que equivale en la guardia civil?, preguntó. Hubo una pausa, el capitán movió el bigote y pegó la oreja, a ver qué iba a decir el fulano, el policía aprovechó para coger aire y sacar pecho, y finalmente dijo en voz alta: a un teniente coronel.
NOTA: En 1995 aún se podía ver a inspectores jefes como jefes de ODAC en muchas comisarías de distrito de Madrid. De ahí que el compañero, destinado en una local y que fue de los primeros de la básica en ser adscrito a la ODAC, en efecto como ‘responsable único’, hiciese su peregrina comparación.
Un saludo