Página 1 de 1

"Yo detuve a De Juana Chaos" - Comando Madrid (1987)

NotaPublicado: Lun, 11 Jun 2018, 16:09
por Julio79
Gc Edicion 175 Aniversario

gafaspolicia.com
Famosa intervención de la Policía contra uno de los comandos más mortíferos y escurridizos de ETA (la fecha que menciona el artículo es incorrecta, la detención fue en la madrugada del 16 al 17 de enero de 1987 si mal no recuerdo).

"Yo detuve a De Juana Chaos"

"Soy etarra, pero no g*******", le dijo el pistolero del "comando Madrid" al agente de los GEO de la Policía que le apuntaba y que le animaba a que, si se atrevía, cogiera la pistola que tenía encima de la mesilla


«Hace falta un zurdo». Los hombres del Grupo Especial de Operaciones (GEO) que habían subido, con todo sigilo, hasta la cuarta planta del número 8 de la calle Río Ulla y habían observado la colocación de la cerradura en la puerta de la vivienda, comunicaron al jefe de la unidad, el comisario Carlos Holgado, que el agente que iba a manejar el mazo con el que se iba a abrir dicha puerta no podía ser diestro.

Aquella madrugada del 15 al 16 de diciembre de 1987, los agentes del GEO de la Policía se preparaban para dar un golpe definitivo al «comando» de ETA que llevaba varios años causando el terror en la capital de España. Una acción policial de esta envergadura difícilmente puede ser atribuida a un solo agente. Es el resultado del trabajo de muchos, de los que consiguieron la información para dar con el paradero de los pistoleros, de los que les siguieron por la capital de España, de los que establecieron el cordón para evitar que los delincuentes escaparan y, finalmente, los que materializaron los arrestos, los agentes del GEO a las órdenes de Holgado.

En las pocas declaraciones que este mando ha realizado, ha destacado siempre este aspecto fundamental de la acción conjunta: una unidad como la suya nunca podría haber intervenido sin el trabajo previo de otras muchas secciones. Sin embargo, cuando uno de los miembros de esa célula etarra, José Ignacio de Juana Chaos, está en boca de muchos españoles por los beneficios penitenciarios que le ha concedido el Gobierno, resulta necesario rememorar la espectacular acción del GEO que, sin disparar un solo tiro, consiguió desarticular a uno de los «comandos» más sanguinarios de ETA.

Recordar al policía que -lógicamente, permanece en el anonimato- detuvo a de Juana. En el 4º A de Río Ulla 8 dormían seis etarras. De Juana Chaos era el último que se había acostado. En un cuaderno cuadriculado había escrito una carta (que se reproduce en estas mismas páginas) dirigida a la dirección de ETA en la que le comunicaba que el «comando» se sentía vigilado por la Policía (no le faltaba razón). Días después se la entregaría (eso pensaba él) a un «correo» de la banda que se desplazaría a Madrid para llevarles instrucciones y recoger la misiva. En un fallo impropio de un terrorista avezado como él, que además había pertenecido a la Ertzaintza y algo debía saber de las técnicas policiales, concentró a toda la célula en un solo piso, lo que facilitó la acción de las Fuerzas de Seguridad. Pero llegar hasta el «comando» no fue una tarea sencilla y si los «G.E.O.» estaban a punto de actuar era gracias a la labor de los agentes del Servicio de Información, uno de cuyos jefes, Juan Bautista Felices (jefe de la Brigada Central de Información) aguardaba junto a Carlos Holgado, en las escaleras del inmueble, la intervención de la unidad especializada en estos menesteres.

Muchas son las versiones que se han publicado las pistas que llevaron a la Policía hasta el «comando». Lo que se puede decir hoy es que fue un excelente trabajo de investigación, realizado por agentes experimentados a los que no se les escapó ningún detalle y supieron aprovechar la colaboración ciudadana. ETA, con su tradicional cerrilismo, creyó descubrir a «confidentes» que no lo eran. La operación para la definitiva desarticulación se había iniciado a las dos de la mañana. A partir de esa hora se había formado un cerco en torno al inmueble en el que se escondían los etarras que eran vigilados por agentes de Información desde que de Juana decidió reunirlos a todos en el piso. El movimiento de los efectivos de las Fuerzas de Seguridad no pasó inadvertido a algunos vecinos que fueron tranquilizados y a los que se pidió que permanecieran en sus casas sin hacer ruido. Alas 5,30, se dio la orden de intervenir. El agente zurdo abrió la puerta con un certero golpe de un mazo sobre la cerradura y, en menos de un minuto, los seis etarras que dormían en distintas habitaciones quedaron reducidos. De Juana tenía en la mesilla una pistola y el agente del GEO que le encañonaba le preguntó si era capaz de cogerla. El terrorista fue claro y dijo, con una frase lapidaria que, tristemente, se ha demostrado cierta: «soy etarra pero no g*******». Después de lo que ha ocurrido en estos últimos meses y el desenlace final de la lamentable historia de la supuesta huelga de hambre, habrá que convenir que no le faltaba razón a José Ignacio de Juana Chaos.