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Negociadores: Armados con la palabra

NotaPublicado: Mar, 16 Feb 2016, 21:06
por SabineroCNP
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Los negociadores españoles armados con la palabra
Juan Alcolea, el jefe del primer equipo de negociadores creado en España, lo mismo ayuda a liberar a dos empresarios catalanes a los que amenazan con degollar en Nigeria, que se sube a una azotea para salvar una vida. También hay días malos: «Cuando estás hablando con un posible suicida y se te lanza al vacío...».
«Aquí no se paga el rescate, pero en el extranjero... La mejor solución puede ser dar el dinero, salvar la vida y capturar luego a los delincuentes». Como en el caso de dos turistas asturianos secuestrados en Colombia en 2013. Recuperaron los 53.000 euros y los criminales están en la cárcel.


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Cuando los negociadores policiales se enfrentan a un secuestro, uno de los primeros pasos es conseguir la ‘prueba de vida’, algo que confirme que el retenido no ha sido asesinado, como una fotografía sosteniendo un periódico actual. Aunque los captores también pueden enviar un dedo o una oreja, amenaza cruel de que la cosa va en serio. Esto estremece a la familia, pero Juan Alcolea, madrileño de 41 años, jefe del Equipo Nacional de Negociación de la Sección de Secuestros de la Policía Nacional, lo interpreta con ‘optimismo’:«En España no sucede, pero en Sudamérica es habitual. Y es una ‘buena’ noticia;hay que explicar a los familiares que su ser querido habrá perdido una parte de su cuerpo, pero no ha perdido la vida». Suele ser más habitual que los criminales permitan una llamada telefónica, lo que fingieron hacer en 1993 los raptores de la joven de 22 años Anabel Segura, a la que habían matado seis horas después de capturarla. En la solicitud del rescate, la esposa de uno de ellos imitó la voz de esta estudiante de Empresariales para engañar a la familia y a los investigadores en uno de los secuestros más sobrecogedores en nuestro país. Tardó dos años en esclarecerse: un ciudadano reconoció una de las voces de las grabaciones con los raptores emitidas por Paco Lobatón en ‘¿Quién sabe dónde?’. «Fue la espoleta, la gente que trabajó en el caso dijo que ahí se dieron cuenta de que había que formar a expertos en negociación», explica Alcolea.

Eso no se produjo hasta 2007, con un primer curso donde los aspirantes, vestidos con traje, debían mostrar su capacidad de convicción: que una persona sin hogar les diera unas monedas o interrumpir a alguien que estuviera hablando con su móvil para que les dejase llamar. Había que prepararles para hacer frente a los secuestros tradicionales, a los atrincheramientos con armas, a suicidas, a personas con trastornos mentales... Ahora también tienen que manejar los hilos de otros fenómenos en auge, como los secuestros virtuales, donde los delincuentes juegan con el miedo de las personas. En una situación así se vieron envueltos en 2013 los miembros del grupo musical vasco Delorean en Ciudad de México, un caso en el que la Policía Nacional trabajó en colaboración con la Er-tzaintza: «Haciéndose pasar por policías, les hicieron creer por teléfono que estaban en peligro y lograron que se cambiaran de hotel y de móviles. Luego llamaron a la familia y pidieron el rescate. Lo difícil es convencer a ambos de que no hay secuestro. Ala familia le decíamos que insistiesen a los chavales para que salieran de la habitación sin miedo, que nadie les retenía», recuerda Alcolea. Otra modalidad son las ‘llamadas a la chilena’: avisan por el móvil de que han capturado a un familiar y sin dejar que cuelguen –de esta forma no pueden confirmar que es falso– exigen una cantidad, entre 500 y 2.000 euros. «El año pasado tuvimos 200 casos».

En los tiempos que corren han tenido que incorporar la amenaza islamista a su agenda de trabajo. En los atentados que Daesh cometió en noviembre en París y en las posteriores actuaciones policiales también hubo negociadores. Hugo Prieto, jefe del Área de Delitos contra las Personas de la Ertzaintza, destaca las especiales dificultades por tratarse de culturas y religiones diferentes. «Debemos estar a la expectativa para saber si se puede negociar y cómo, aunque sea todo más difícil cuando no hay móvil económico. Pero si alguien quiere hablar hay que hablar; en casos como los de París, la negociación no va tan enfocada a la resolución como a ganar tiempo. No se trata de especializarse, sino de conocer el islamismo radical y la cultura musulmana. En la Ertzaintza tenemos gente que habla árabe».

Como en el FBI

La figura del negociador quedaba antes en manos de heroicos espontáneos, del policía que llegaba primero o del jefe encargado del caso, sin información sobre técnicas de escucha, contención verbal o persuasión. También se ocupaban agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO), al igual que sucede hoy en Francia. Uno de esos heroicos espontáneos esCarlos Rubio. En 2002 se hizo famoso por la larga y exitosa negociación que mantuvo con un joven de 17 años que retuvo cuatro horas a veinte niños en una escuela de Hospitalet. «Con el secuestrador hay que ponerse en situación de igualdad –explica–. Si sale mal yo también habría fracasado. Estábamos los dos en la misma barca. El negociador puede conseguir lo que sea, pero nunca agravar la crisis. Lo más difícil fue razonar con él y plantearle que debía liberar a los niños desde el principio. Me explicó que él y su familia estaban pasando por una situación económica delicada. Empezó pidiendo un millón y medio de euros, luego rebajó a un millón y yo creo que al final hubiera aceptado cien mil pesetas. Acabó dándose cuenta de lo que le dijimos desde el principio, que no podría controlar a veinte niños mucho tiempo. Él seguía enfrascado en sus reivindicaciones y yo introduje el elemento de la comida porque se iba haciendo tarde». Logró convencerle de que dejara entrar a una persona con pizzas para los pequeños, un policía disfrazado que logró detenerle.

La Policía Nacional española sigue el modelo del FBI, con un equipo central y negociadores territoriales. Hay 32 agentes, 5 en la macrocomisaría de Canillas, en Madrid, dedicados a tiempo completo, y el resto repartidos por el país, compaginando esta tarea con su trabajo habitual. La Guardia Civil, la Ertzaintza y los Mossos tienen sus propios profesionales.

Juan Alcolea, el jefe, es licenciado en Derecho y policía nacional desde 1998. Sin antecedentes familiares en el Cuerpo ni en el Ejército, fue pasando por diferentes servicios: «De patrulla por las calles, extranjería, pequeños robos, hasta que llegué a la Policía Judicial, al grupo de atracos. Y en 2007 me llamó el inspector jefe de la sección de secuestros». Hace tres años le pusieron al frente de un equipo de cinco negociadores, una mujer y cuatro hombres, contándole a él. Viajan para recibir cursos del FBI, de expertos franceses, mexicanos, colombianos... Ellos también ofrecen su experiencia en otros países. «De cada Policía cogemos lo que mejor nos va y lo adaptamos. Recibimos clases de psicólogos y cada cierto tiempo formamos a otros inspectores, con los que después hacemos jornadas para analizar los casos, comentar lo que salió bien o mal, lo que se podría haber hecho mejor...». También organizan prácticas, especialmente importantes para los que no han tenido oportunidad de aplicar sus conocimientos sobre el terreno, porque hay zonas del país más conflictivas que otras, como la costa mediterránea. «Reproducimos circunstancias con actores, como un atrincherado en un banco o una persona que se quiere suicidar. Alos actores les damos el guión, pautas sobre cómo reaccionar según actúe el negociador, dependiendo de si le ha convencido o no. Un agente de Albacete no había tenido casos reales y se enfrentaba a supuesto suicidio. Pasaba el tiempo y no le convencía... Al final paramos la prueba, pero no se tiró».

El mejor momento profesional de Alcolea fue la liberación del empresario catalán Josep Bufí y su empleado Alonso Boj, que viajaron a Nigeria en 2009 para hacer negocios y resultaron estafados por una banda que les retuvo dos semanas. Bufí empezó a recibir correos electrónicos de un hombre que aseguraba tener una fábrica de cosméticos y quería comprarle varias máquinas de envasado (la estafa se llama ‘cartas nigerianas’). Pedían 200.000 euros y amenazaban con ir cortándoles los dedos para terminar, si la familia no accedía, degollándoles. Lo cuenta el jefe de los negociadores, que viajó a aquel país con otro compañero: «No puedo dar detalles porque servirían para que los malos aprendieran y no vuelvan a cometer errores. Las autoridades nigerianas les rescataron, pero nosotros, junto a los Mossos, estuvimos en la negociación, obteniendo información y ganando tiempo. No solo tenemos que negociar con los delincuentes, sino con las Policías de los distintos países, hacerles ver lo necesario de la cooperación. Después, el momento del reencuentro con sus familias en el aeropuerto de Barajas fue espectacular, muy emocionante. Mantenemos el contacto, nos llamamos un par de veces al año, nos felicitamos las Navidades...».

Puede decirse que estos profesionales tienen que ‘desaprender’ parte de lo que estudiaron en la academia de Policía: «Nos han enseñado a dar voces, a pedir el carné con autoridad, a tener un tono oficial, a exhibir posturas intimidatorias... Ahora debemos combinar eso con la escucha activa, la comunicación persuasiva...», desvela Alcolea. No todos sirven, hay quien no puede reprimir su mala leche o un ataque de ira. Seleccionan cuidadosamente a los que valen. La mejor cualidad de un negociador es saber prestar atención:«¡Cuánta gente que quería suicidarse te acaba diciendo ‘solo necesitaba que alguien me escuchara’! Escuchar para identificar el problema y obtener información. Es importante ser socialmente cálido y emocionalmente frío. Lo que nunca hay que hacer es no escuchar o mentir, no le puedes decir a un padre que se quiere tirar de la azotea porque le han quitado a su hijo que tú se lo vas a dar. Cuando vea que no es verdad, la próxima vez se tirará».

Pagar el rescate

Alcolea también se vio envuelto en el caso de una pareja de Avilés que viajó a Colombia en 2013: Josep Ángel Sánchez, de 49 años, y María Concepción Marlaska, de 43, «estaban en el momento y el lugar equivocados, y lo que iba a ser un robo se convirtió en un secuestro de un mes al saber que eran españoles. Nos trasladamos a Asturias, a su domicilio. Hay que dar a la familia directrices sobre cómo hablar con los captores y qué decir». Necesitan rebajar las emociones, ganarse su confianza, explicarles por qué los delincuentes llaman a una hora y no a otra, o por qué tardan tanto en hacerlo...

«Cuando la pareja llegó al aeropuerto nos abrazamos, incluidos los familiares con los que habíamos compartido tantas horas... Estaban muy agradecidos porque todo lo que les habíamos dicho se cumplió. Son los momentos más emocionantes que he vivido como policía». Pagaron el rescate, 53.000 euros según los medios colombianos, aunque el dinero estuvo menos de 24 horas en manos criminales: los contactos en España encargados de cobrar fueron detenidos y los captores en Colombia también.

– ¿Es normal pagar los rescates?

– Nosotros lo desaconsejamos, pero si quieren pagar un millón de euros lo hacen, porque primero es la vida de su familiar. En principio, los secuestros que tienen lugar en España no se pagan, pero en el extranjero, donde las reglas del juego son diferentes, puede haber dificultades a nivel judicial, cultural, de idiosincrasia... La mejor solución puede ser pagar, salvar la vida como sea, y capturar luego a los delincuentes.

– ¿Cuánto gana un negociador?

– Un inspector de la Policía Nacional, sin mando ni condecoraciones, gana algo más de 2.000 euros al mes, teléfono abierto 24 horas, 365 días del año, y maleta lista para ir donde se necesite.

Las cosas también pueden ir mal. Hace año y medio, el equipo recibió una llamada alertándoles de que un madrileño quería lanzarse al vacío. No tomaba la medicación para su esquizofrenia y había consumido cocaína. Alcolea y sus hombres subieron a la azotea: «con monosílabos. No nos acercamos mucho para no intimidarle y por nuestra propia protección, era un hombre muy pesado que podía arrastrarte con él. Pero se precipitó al vacío. Lo peor es que su familia lo vio todo. ¿Podía yo haber hecho más? Quizá, pero no es posible controlar todas las variables, son personas al límite, a veces llevan días sin dormir y tienen la decisión tomada. La familia así lo entendió y nos dio las gracias por haberlo intentado. Haces tu trabajo como sabes y te puedes ir a casa a dormir tranquilo».

Una red por todo el país

32

32 inspectores forman la red de negociadores de la Policía Nacional, dentro del Grupo de Secuestros y Extorsiones de la Unidad de Delitos Especializados y Violentos (UDEV): cinco personas en Madrid y el resto repartido por España.

La Guardia Civil cuenta con su equipo de profesionales en el Grupo de Secuestros y Homicidios de UCO. La Er-tzaintza acaba de organizar en la academia de Arkaute, en Vitoria, un curso de negociadores. Actualmente, tienen 20 personas con esta formación. Los Mossos de Esquadra funcionan con una docena de personas de forma similar a la Ertzaintza.

2.000 euros

Un policía nacional del equipo de negociadores sin puesto de mando ni condecoraciones gana poco más de 2.000 euros al mes, con el teléfono abierto las 24 horas, todos los días del año.


http://www.ideal.es/sociedad/201602/16/negociadores-espanoles-armados-palabra-20160216001540.html

Re: Negociadores: Armados con la palabra

NotaPublicado: Vie, 19 Feb 2016, 21:48
por Nemesio
Buen artículo. El periodista ha hecho los deberes.
Recuerdo el caso de Anabel Segura, me patee bastantes prisiones con las cintas grabadas de las voces de los secuestradores, las cuales poníamos a los funcionarios y presos "de confianza" a ver si les sonaban las voces, sin ningún resultado positivo y luego por casualidad un familiar de los autores reconoció la voz de uno de ellos y los denunció a la policía. Eran unos pringaos que se les fue el tema de las manos. En diez minutos estaba resuelto el caso.
Lo que es la vida, se hizo lo imposible, se movilizó gente de todos lados, y luego.....

Saludos.

Re: Negociadores: Armados con la palabra

NotaPublicado: Lun, 02 May 2016, 21:28
por Bávaro
Kubotan Desde 10? - Desenfunda

desenfunda.com
UNA UNIDAD DE ÉLITE EN LA SOMBRA
Así es la unidad de negociadores de la Policía

No acaparan portadas, no se les divisa en grandes actuaciones policiales, no se les conoce, pero sin ellos las labores de rescate serían inviables. Son los negociadores, un cuerpo que vive por y para el ciudadano en guardia 24 horas al día, 365 días al año. Son los policías que por pistola usan la paciencia y la psicología

Están alejados de los focos mediáticos en las grandes operaciones policiales, no tienen horarios y la apreciación que tiene el ciudadano de a pie de sus labores difiere en gran medida de la realidad. Aunque se mantienen en la sombra, los 32 negociadores que componen la red nacional de la Policía Nacional salvan cada año cientos de vidas de secuestrados o suicidas. ¿Sus armas? Una escucha activa y eficaz, una gran capacidad de comunicación y un fuerte control de sus emociones. El FBI y policías expertas en secuestros violentos como la colombiana comparten sus conocimientos en la materia con una unidad que vive adherida a un teléfono por si se requieren sus servicios.

"No somos Eddy Murphy que entra en un banco sin chaleco y haciéndose el héroe libera a los rehenes y detiene al secuestrador en menos de media hora". De esta manera tan gráfica, Juan Alcolea, jefe del equipo nacional de negociación, desmonta la imagen que se tiende a tener de la figura del negociador. Aunque no es el único cliché erróneo de la profesión. "No somos psicólogos como mucha gente se piensa y tampoco es un requisito indispensable para entrar en la unidad", afirma Alcolea.

En España, la red de negociadores se extiende hasta un total de 32 miembros, aunque el grupo nacional, que está instalado en Madrid y que depende de la unidad de secuestros y extorsiones, lo conforman cinco inspectores licenciados o graduados. Desde la capital coordinan todas las actuaciones y son capaces de montar en 45 minutos un dispositivo de negociación dentro de la Comunidad de Madrid. Si el conflicto se encuentra en otro punto de la península, el que se encarga de testar y medir la magnitud del problema es el negociador destinado en esa localidad o comunidad. "En lo que no mienten las películas es en el horario. Podemos avisar a un negociador un domingo, un día que esté en el cine, una madrugada a las cuatro de la mañana... Siempre disponibles: 24 horas, 365 días al año", afirma el inspector.

Aunque no son psicólogos, sí reciben los mejores cursos en psicología de universidades de tanto renombre como la Autónoma de Madrid. Además, mantienen un continuo contacto con el FBI, que les asesora en situaciones extremas como suicidios, o con policías como la colombiana o la mexicana, expertas en secuestros violentos.


Nuevo rol

En la Academia de Policía los aspirantes reciben directrices de utilizar un lenguaje muy directo, pero un agente que llega a la red nacional de negociadores debe de realizar "un cambio de chip", porque lo más importante y primordial es escuchar al implicado, no requerir que es lo que hace normalmente un agente que patrulla la calle. "Debemos tener dotes de persuasión e intentar que el secuestrador o suicida haga lo que nosotros queramos, pero haciéndole creer que lo está realizando por voluntad propia. Es como guiar a un ratón por un laberinto a base de cebos para que escoja la salida que hemos elegido para él", explica Alocolea.

Desgraciadamente, la coyuntura social y económica actual en España ha traído consigo un aumento de los avisos por suicidios, desahucios o personas que se atrincheran en centros sociales reclamando una incapacidad. Esta premisa, unida a que España no cuenta con grandes organizaciones criminales ni mafias, hace que el equipo de negociación realice muy pocas actuaciones en casos de secuestros de larga duración. Aun así, el inspector jefe recuerda un caso que ha mantenido en la retina a pesar de los pasos de los años por su gran carga emotiva.

"En 2008, un empresario fue secuestrado en Alcobendas por una deuda de unas tierras. Lo llevaron al Algarve previo paso por Galicia. Fueron días muy duros, pero fue muy gratificante porque las primeras caras españolas que vio fueron la mía y la de mi compañero. Después lo trasladamos a su casa y fue muy emocionante presenciar el encuentro con su familia", relata el jefe de equipo de negociación

A pesar de contar con una formación de élite y una gran fortaleza mental, los negociadores no dejan de ser personas con sus respectivos sentimientos que en muchas ocasiones pueden desvirtuar la realidad y perder la objetividad en la negociación. "Cuando se trata de secuestros largos solemos trabajar por parejas, pero cada dos semanas rotamos con nuevo miembro del equipo para evitar la influencia de la familia y la pérdida de objetividad", afirma Alcolea.

Una labor de equipo

En cuanto a los límites de lo que pueden o no ofrecer, los negociadores distinguen dos tipos situaciones. Si se trata de un secuestro la frontera los impone la familia. "Si el secuestrador pide un millón de euros por liberar a su preso, y la familia sólo tiene 10.000 euros, lo que no se puede hacer es mentir y engañar al raptor", argumenta el inspector. Si por el contrario se trata de una situación crítica como pudiera ser un atraco a un banco con rehenes, el techo de la negociación se rige por un protocolo de incidentes críticos. "En el protocolo se nombra un jefe de incidentes y nosotros le aconsejamos por nuestra experiencia lo que debe o no darle al delincuente. Aunque aconsejemos, la última decisión la tiene él", explica.

Por último, Juan Alcolea aclara que se equipo es sólo un eslabón más en las labores de rescate de cualquier ciudadano donde también intervienen las unidades de investigación, de seguimiento y de asalto. Son precisamente estas últimas las más beneficiadas de su trabajo. "En muchas ocasiones, intentamos ganar tiempo para que las unidades de asalto puedan organizar la intervención y sufrir así las menos bajas posibles", sentencia Alcolea.


http://www.estrelladigital.es/articulo/ ... 82622.html

Re: Negociadores: Armados con la palabra

NotaPublicado: Lun, 02 May 2016, 22:41
por usera-villaverde
Municion Marcadora 9mm Fx

Force on force
uspsuministros.com
Me encanta. Aunque no son psicólogos, reciben los mejores cursos de formación...

Eso me recuerda a aquello de estudié en un colegio público pero todos los días atravesaba de camino el patio de uno privado...

Re: Negociadores: Armados con la palabra

NotaPublicado: Mar, 28 Jun 2016, 23:30
por Bávaro
Chaleco Tactico Policia

militariapiel.es
Si hay un secuestro, llama a estos tíos

13 agentes que viven alerta las 24 horas. Son capaces de derrotar a los delincuentes con el arma más letal: la palabra. Los negociadores de la Policía Nacional nos cuentan su vida de película.

'Por treinta y siete dólares con noventa', la opinión de Marta Fernández.

Luis N. Villaveirán
@LNvillaveiran
28/06/2016 18:47

«No te creas que vas a encontrarte aquí a Eddie Murphy». Es la primera frase que suelta Alberto Carba, jefe de la Unidad de Secuestros y Extorsiones de la Policía Nacional, mientras saluda al periodista. Quizá imagina que las vivencias cotidianas de su grupo no pueden competir con las aventuras de Hollywood. Que las situaciones a las que se enfrenta su unidad son menos llamativas que las que plasma el celuloide. Pero, tras cinco minutos de anécdotas, queda claro que los guionistas americanos no tienen tanta imaginación. La vida real puede superar, con mucho, a las películas más audaces.

Alberto es alto y desgarbado, padre reciente y, quizá por eso, luce unas ojeras que le dan personalidad. Rebosa cercanía y complicidad. A su lado se sientan los jefes de grupo de su unidad: Juan, líder de los negociadores y Raúl, encargado de los investigadores. Los tres son especialistas en usar la comunicación psicológica como un arma. Aunque te pongas en guardia, apenas tardan unos minutos en desarmarte. Y lo hacen, además, con halagos. «Tu trabajo es como el nuestro, tienes que generar complicidad para que te cuenten cosas, nosotros también», dicen con una sonrisa.

Incluidos los presentes, son 13 los miembros del grupo, que ya cumple ocho años en activo. De ellos, además del jefe, cinco son negociadores y siete investigadores. También cuentan con otros 35 agentes repartidos por toda España que se encargan de la primera intervención en una crisis. Los perfiles del grupo son de lo más variado, pero sí hay cualidades que el jefe busca en todos ellos: habilidad de comunicación, capacidad de persuasión, creatividad, dotes escénicas, autocontrol emocional... ¿Y ser extrovertido? «Antes lo pedíamos, ahora no, porque no se trata del que mejor habla, sino del que mejor escucha».

Pone un ejemplo: Pablo, con seis años de experiencia en el grupo, estuvo escuchando durante cinco horas a un presunto suicida. «Acabé entumecido por el frío y por el estrés», cuenta. En realidad, el sujeto nunca abrió la boca: toda la conversación se realizó por SMS. Incluso invitó a Pablo a asaltar su escondrijo en varias ocasiones para forzar un suicidio policial: disparar a los agentes para provocar su respuesta y así morir tiroteado. Es decir, no era tanto un suicida, sino un psicópata que disfrutaba manipulando a los agentes. La crisis finalizó con un asalto del GEO cuando el negociador estimó que el psicópata había olvidado el suicidio. Pablo acertó: tras pedir la presencia de un cura (pese a que era ateo) el individuo bajó el arma y rompió a reír cuando se produjo el asalto.

Aunque no hay especialistas en el grupo de extorsiones, las situaciones de crisis (unas 40 al año) sí se reparten según los perfiles de los negociadores. Pablo, de hecho, es el que más suicidios asume como negociador primario. En cada crisis siempre hay un negociador principal y un compañero que le sirve de apoyo para sugerir ideas o estrategias. El 99% de sus intervenciones acaban bien, pero Pablo dice que no le afectan para nada ese 1% de finales amargos. «Analizas tu trabajo y si crees que lo has hecho todo bien pasas página», sentencia.

Pablo es, sin duda, el negociador más frío del grupo. Podría tener personalidad águila, que se caracteriza por su control emocional. Según la clasificación de los tipos de negociadores de la Policía, también hay leones, que presumen gran capacidad de liderazgo; perros, que destacan por sus dotes de comunicación, y búhos, expertos en transmitir calma.

Aunque el 99% de sus acciones salen bien, hay un 1% de tragedias. "Analizas tu trabajo y si lo has hecho todo bien pasas página"

Alberto, el jefe, sí cree que los fracasos afectan a sus hombres. Es más, cree que es bueno que les dejen huella: «Hay que aceptarlo, no hay que crearse una barrera y evadirse, porque siempre afectan». Juan, jefe de los negociadores, va más allá: «El estrés te acaba pesando. Sí me plantearía dejar el grupo si cometemos muchos errores y varios secuestros seguidos salen mal».

A Juan lo fichó Alberto directamente tras verle resolver una situación de crisis. Es joven, como todos, un detalle que les genera muchos recelos entre los altos mandos de otros cuerpos policiales. Es el único de los negociadores con pareja estable. «La familia es con lo primero que tienes que negociar», acepta entre risas. Los negociadores tienen un teléfono activo 24 horas y 365 días al año y eso pesa mucho en las relaciones de pareja. «¿Es que no puede ir otro?», es la cantinela que tienen que escuchar más de una vez.

Lo más duro es cuando tienen que ir al extranjero a negociar un secuestro. La Policía Nacional gestiona todo incidente en el que esté implicado un ciudadano español. Eso les ha llevado a Venezuela, a Nigeria, a Chile... En total más de 35 intervenciones fuera de nuestras fronteras. Normalmente, las crisis se resuelven en días. Pero, en alguna ocasión, las situaciones se prolongan más allá de lo deseable.

Los secuestros largos crean un vínculo especial entre las familias de las víctimas y los negociadores. En el despacho de Alberto cuelgan multitud de placas -y las que no le caben- repletas de halagos a su profesionalidad: «Personas de viva comprensión humana y despierta inteligencia psicológica», reza una de ellas. Los agentes pueden pasar hasta dos semanas junto a la familia hasta que otro miembro de la unidad le sustituye. Como actúan en grupos de dos, se cambia sólo uno cada vez para que «la relación no se enfríe», cuenta Juan.

El propio negociador jefe recuerda un caso de un empresario al que secuestraron en Madrid, lo llevaron a Galicia y acabaron encontrándole en Portugal. «Lo liberamos Alberto y yo. Lo trajimos en coche y lo devolvimos a casa. Cuando lo entregas a la familia y te meten en el abrazo colectivo como si fueras uno más...». Y ahí termina la frase, aunque el final es predecible.

Juan es un tipo emocional: está entre león y perro. Aunque iba para abogado, en mitad de la carrera decidió dejarlo: «Jamás podría defender a alguien que ha matado o violado, no lo soportaría». Así que se hizo policía y, con Alberto, es el que más tiempo lleva en el grupo.

Todos admiten que la «implicación personal en un secuestro es mayor que la de otros delitos». Eso sí, Juan recalca que «son policías, no médicos ni ONG... Cuando hay que actuar, actuamos». En muchos casos, les toca resolver físicamente situaciones críticas sin aguardar a la intervención de los GEO. Y eso que, aseguran, sus únicas armas son «una grabadora y su mente». Dicen que acuden a las crisis con la mente en blanco para «no ir condicionados». Incluso fuerzan esa neutralidad con personas, generalmente suicidas, con las que han tenido que lidiar en más de una ocasión.

Getafe, Sevilla y Zaragoza han sido los escenarios de los últimos casos en los que el delincuente con el que negociaban cometía un despiste y se relajaba más de la cuenta: mostrar al agente un documento, enseñar una cicatriz, apartar el mechero con el que amenazaba con prenderse fuego... En esos instantes, el negociador se lanza sobre él y le inmoviliza a la espera de refuerzos. En los tres casos, eran crisis sin rehenes o en los que ya habían sido liberados gracias a la negociación. «No somos héroes: lo primero siempre es la seguridad del rehén y luego la nuestra», proclaman.

"No somos héroes: lo primero siempre es la seguridad del rehén y luego la nuestra"

Dice Alberto Carba que «el secuestro es un delito prioritario para la policía por la inseguridad que genera en la ciudadanía». Y en esta inseguridad juega un papel primario la prensa. Es un rol ambivalente, de héroes y villanos. Por un lado, el revuelo mediático añade presión a los agentes y al propio desarrollo de los acontecimientos, lo que dificulta su trabajo. Pero esa presión también favorece a que el criminal haga un balance de riesgo/beneficio que desencadene lo que los policías llaman una «liberación por presión».

En los casos de Incidentes Meng Amok (que en malayo significa «atacar y matar con ira ciega», como en los atentados de París o el reciente tiroteo de una discoteca gay de Orlando), la prensa no supone una presión para el individuo, sino un involuntario altavoz a sus reivindicaciones. Los agentes de la unidad tienen claro que la prioridad allí es «neutralizar al sujeto convirtiéndose en su objetivo para que deje de cazar». Como se ha podido comprobar a posteriori, la comunicación en esos casos resultó un bien superficial.

Pero esos casos trágicos son la excepción. En el resto, y son muchos, los agentes salvan vidas o, en el peor de los casos, minimizan daños. Y eso que la imagen peliculera del negociador dificulta entender su verdadera función. Muchas veces, los negociadores no son los interlocutores directos con los delincuentes, sino que se limitan a asesorar a la persona que han elegido los criminales. «Somos los pepito grillo de la persona que realiza la comunicación, habitualmente un familiar o un compañero que llegó antes que nosotros», explica Alberto Carba.

MÁXIMA PRESIÓN

Su estrategia trata siempre de presionar al delincuente y retrasar sus demandas al máximo para que los investigadores liderados por Raúl hagan su trabajo. Ellos crean las bases para que los negociadores tengan el contexto general. «Cuando llegas, la película ya ha empezado y necesitas a alguien que te cuente el argumento para enterarte de lo que ocurre», desarrolla Raúl, mientras sus compañeros asienten. En su grupo tienen una máxima: «Follow the money» (sigue el dinero). Las pistas que deja el dinero suelen ser clave.

Según especifican, el 80-90% de secuestros tienen que ver con el narcotráfico. En su argot, los vuelcos. Se trata de intercambios que han salido mal o de intermediarios que no han cumplido lo pactado y son retenidos. En muchas ocasiones son captaciones improvisadas sin una infraestructura montada para mantener a una persona cautiva mucho tiempo. Una vez que encuentran al secuestrado, suele retirarse la denuncia: los motivos que la llevaron al encierro envolvían otro ilícito.

Pocos casos recuerda Raúl en los que la estrategia y planificación de los delincuentes resultó admirable en el sentido profesional del término. El más llamativo, según él, fue el secuestro que tuvo como víctima al hijo del Pocero. «Ordenaban los padres y los hijos ejecutaban. Tenían un zulo insonorizado y bien acondicionado», dice Raúl. Sí, lo llaman «víctima» porque así se denominan los secuestros en los que el sujeto es elegido, mientras que a los que se retiene al azar se les califica de «rehenes».

El 80% de los casos está vinculado con el narcotráfico.

Últimamente, sin embargo, se han popularizado los casos donde no existe ni una cosa ni la otra. Son los secuestros virtuales: en torno a 400 denuncias en lo que va de 2016, un 90% de ellas en Madrid. Son situaciones donde el criminal trata de engañar a un sujeto hablándole de un secuestro de un familiar que resulta falso. Lo hace bloqueándole las comunicaciones para que no pueda contactar con el supuesto secuestrado. Generalmente se buscan cantidades pequeñas de dinero que se solicitan a través de un envío por correo. Alberto es tajante: «Los secuestros donde se pide dinero por Western Union o similares son falsos».

En los años 90, cuenta el jefe de la unidad, se popularizaron mucho los secuestros transoceánicos, sobre todo en México. Un presunto ladrón robaba a un viajero el móvil minutos antes de coger un vuelo de larga distancia. Los delincuentes disponían del tiempo del viaje para intentar convencer a la familia (a la que llamaban desde el mismo móvil) del secuestro de su familiar (incomunicado durante esas horas) y así conseguir un pago rápido antes de que llegara a su destino y contactara con ellos. «Ellos van inflando la burbuja hasta que cobran o se rompe», especifica Carba.

Otra burbuja, la de la crisis, es la que está aumentando el trabajo del grupo de secuestros. «Hay más casos de gente desesperada», cuenta Juan. Como un anciano en Zaragoza que, encerrado en su coche e impregnado de gasolina amenazaba con prenderse fuego. «Tenemos que ir lanzando salvavidas hasta que se agarre a uno», explica el jefe de los negociadores. En este caso, el sujeto no cedió, pero sí que consiguieron que dejara el mechero y resultó inmovilizado hasta que pudieron sacarlo por la ventana del coche.

Son raras las intervenciones forzosas. El jefe de los negociadores asegura que la mayoría de las situaciones «se solucionan hablando». Es un tío fuerte, y aunque asegura que «una amenaza incendiaría más otra amenaza», la presencia física quizás ayude a disuadir ciertas situaciones de crisis... por fortuna también para los sujetos desencadenantes.

Todos los miembros del equipo son fuertes. Mientras posan para la foto de grupo, se diría que sí parecen esos negociadores de Hollywood de los que tanto huyen. Sin embargo, Juan corta rápido esa línea de pensamiento: «No somos divos ni estrellas, somos policías». Nada más (y nada menos).


http://www.elmundo.es/papel/historias/2 ... b45ad.html

Re: Negociadores: Armados con la palabra

NotaPublicado: Mié, 29 Jun 2016, 17:48
por Trontxalari

Re: Negociadores: Armados con la palabra

NotaPublicado: Mié, 29 Jun 2016, 21:45
por SabineroCNP

Re: Negociadores: Armados con la palabra

NotaPublicado: Jue, 02 Feb 2017, 12:00
por Bávaro

foropolicia.es
Detienen a un secuestrador "virtual" en Chile gracias a un negociador

REDACCIÓN
02/02/2017 11:43

La actuación de un negociador de la Policía Nacional ha permitido detener en Chile al cobrador del rescate de un “secuestro virtual” perpetrado en España. Pretendían extorsionar a un hombre de Zaragoza al que exigían 10.000 euros haciéndole creer que su hijo estaba secuestrado.El número de llamadas registradas en España que intentan hacer creer a las víctimas que tienen a un familiar secuestrado se han multiplicado por 10 en el último año. Por ello, la Policía Nacional arranca una acción de comunicación a través de las redes sociales y en las distintas charlas y encuentros que los delegados de Participación Ciudadana realizan en centros educativos y asociaciones vecinales, de mayores o comerciantes.

La Policía Nacional intensificará desde hoy los mensajes a través de sus perfiles en Twitter y Facebook con unas sencillas pautas para conocer cómo actúan estas redes criminales y cómo evitar caer en su extorsión. Además, en su web http://www.policia.es o en http://www.youtube.com/policia podrá descargarse un vídeo sobre esta modalidad delictiva y un tríptico con estas mismas pautas de actuación.

El denominado “secuestro virtual” es un intento de estafa a través de una llamada telefónica en la que se intenta hacer creer a la víctima que algún familiar suyo está secuestrado para exigirle dinero por su liberación. El número de teléfono de la víctima es elegido por casualidad. Ese mismo día los falsos secuestradores pueden realizar decenas o centenas de llamadas.

La Policía Nacional quiere concienciar al ciudadano de que no está ante un secuestro real, sino ante un intento de extorsión telefónica que se caracteriza por:

- Son llamadas inesperadas provenientes de números ocultos o con el prefijo 0056
- Intentan provocar angustia y bloqueo emocional, por lo que son muy agresivas y directas, llegan a poner al teléfono a terceras personas que imitan gritos y lloros de las supuestas víctimas
- Los falsos secuestradores tratan de prolongar al máximo la llamada para evitar ninguna reacción de la víctima
- Exigen dinero rápido a través de empresas de envío de dinero

Casi mil llamadas detectadas en 2016

Desde el surgimiento de los llamados “secuestros virtuales” en 2015, la Policía Nacional ha trabajado junto a la policía chilena, país de origen de estas llamadas, en el esclarecimiento de estos delitos. La Policía española desplazó a Chile a dos integrantes de la Sección de Secuestros y Extorsiones de la Comisaría General de Policía Judicial que, junto a la Policía de Investigación Chilena (PDI), han esclarecido el origen de las llamadas, identificado voces y han detenido a los cobradores de los pagos.

En el año 2015, la Policía Nacional registró que más de 200 personas recibieron en España estas llamadas fingiendo el secuestro de un familiar. Estas extorsiones telefónicas permitieron a los autores cobrar en un 6,7% de los casos un rescate, sumando la cantidad total de 10.150€. En 2016, la cantidad de víctimas aumentó considerablemente hasta 969 personas y se efectuaron pagos en un 4,3% de los casos, aunque ascendieron a más de 41.000€. En lo que va de año se han registrado ya 231 llamadas, habiéndose realizado el pago en ocho ocasiones con unos 12.000 euros estafados.

#NOesREAL, cómo evitar ser víctima

Todas las unidades de Policía están avisadas para reaccionar en cuanto se denuncie un “secuestro virtual”. Existen unas pautas de prevención básicas que pueden evitar que los ciudadanos se conviertan en víctimas de este tipo de extorsiones:

- No descuelgue llamadas que no espera con prefijo 0056 o +56 o con número oculto
- Desconfíe si le dicen que han secuestrado a un familiar, incluso si se pone otra persona o se escuchan voces de fondo: no son su familiar
- Mantenga la calma ante la presión ejercida por el falso secuestrador, que usará violencia verbal de cualquier tipo
- Compruebe la información que le están aportando los falsos secuestradores
- No realice ningún pago, le exigirán un pago rápido para no dar tiempo de localizar al familiar, no envíe ningún dinero
- No facilite datos personales y tampoco los publique en redes sociales
- Avise a la Policía Nacional (091) e intente localizar al supuesto secuestrado por otra línea, así como grabar la llamada maliciosa

http://andaluciainformacion.es/huelva/6 ... egociador/

Re: Negociadores: Armados con la palabra

NotaPublicado: Sab, 20 May 2017, 23:26
por Bávaro
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15/05/2017
Negociadores de la Policía Nacional viajan a Nigeria para explicar técnica antisecuestro contra Boko Haram


El grupo yihadista liderado por Abubakar Shekau tiene retenidas a 113 niñas que fueron capturadas en Chibok

Agentes de la Policía Nacional pertenecientes a la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) viajarán a Nigeria la próxima semana para instruir a las fuerzas de seguridad de Nigeria. En las clases se explicarán técnicas antisecuestro para que empleen en su lucha contra Boko Haram.



Según ha podido saber El Confidencial Digital por fuentes próximas a la Policía Nacional, la Consejería de Interior de la Embajada de España en Nigeria en colaboración con la sección de Secuestros de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) han organizado un curso para instruir a las fuerzas de seguridad nigerianas.

La próxima semana, del 22 al 26 de mayo, dos negociadores españoles viajarán a Nigeria para impartir un curso sobre Piratería Marítima, puesto que es una zona sensible para esta práctica; crimen organizado y terrorismo.

En las clases se hará mayor énfasis a los temas relacionados con el crimen organizado. Las mismas fuentes aseguran a ECD que uno de los objetivos principales es explicar técnicas de negociación para que las fuerzas nigerianas puedan aplicar en su lucha contra Boko Haram. Nigeria presenta graves problemas de secuestros. Cabe recordar que el grupo yihadista liderado por Abubakar Shekau, secuestró hace tres año en una escuela de Chibok, en el noroeste de Nigeria, a 276 niñas. Hace una semana liberó a 82 chicas, pero aún tiene retenidas 113 que se encuentran en paradero desconocido.

La conferencia se imparte en inglés y a las clases asistirán unas veinte personas pertenecientes a las fuerzas de seguridad nigeriana. El curso tendrá una parte teórica que tiene una duración de 30 horas, y una parte práctica.

También viajarán a Kazajistán

Además, dos negociadores de la sección de Secuestros de la UDEV viajarán a Kazajistán para preparar a altos rangos de las fuerzas de seguridad rusas y kazajas en negociaciones antisecuestro. Las clases tendrán un desarrollo similar a las que se van a impartir en Nigeria, de acuerdo con la parte teórica y práctica.


En esta ocasión el curso ha sido organizado por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y se desarrollará del 5 al 9 de junio.

http://www.elconfidencialdigital.com/se ... 07089.html

Re: Negociadores: Armados con la palabra

NotaPublicado: Jue, 08 Jun 2017, 00:18
por Bávaro
La Policía Nacional evita en Algeciras que una persona se autolesione con un arma blanca


7 Junio, 2017

Agentes de la Policía Nacional han evitado que una persona se autolesionara con un arma blanca durante un brote psicótico en la Barriada del Cobre de la localidad gaditana de Algeciras. Una llamada al 091 alertó de los hechos y ante las características de la intervención se requirió la presencia de un Negociador que, tras dos horas de conversación con el individuo, permitió la resolución del incidente.

La Sala Operativa del 091 había recibido la llamada de un ciudadano alertando de que un hombre armado con un cuchillo de grandes dimensiones estaba intentando quitarse la vida en el interior de un garaje. Tras comprobar las dotaciones en servicio la veracidad de la llamada se activó el Protocolo de Incidentes Críticos, dándose aviso al Negociador de la Comisaría de Algeciras, funcionario con especial formación y habilidades comunicativas para afrontar este tipo de intervenciones minimizando el riesgo para la vida o la integridad física de las personas.

Al llegar al lugar, los indicativos del Grupo de Atención al Ciudadano localizaron en un garaje con la puerta cerrada a un hombre con un cuchillo oculto en su espalda que se encontraba acompañado por su madre y su mujer que intentaban calmarle sin lograr su propósito. El individuo se encontraba en un estado de suma agresividad y amenazando con que se quitaría la vida si no se marchaban, por lo que los policías procedieron a alejar a los familiares para evitar cualquier tipo de agresión, así como al acordonamiento preventivo de la zona.

Al lugar acudieron tanto los servicios sanitarios como funcionarios de las Unidades de Prevención y Reacción y de Delincuencia Especializada y Violenta, al igual que el Negociador de la Comisaría de Algeciras perteneciente a la Red Territorial de Negociadores que la Comisaría General de Policía Judicial tiene desplegada a lo largo y ancho de la geografía española.

Nada más iniciarse la negociación, el atrincherado optó por entrar en su domicilio blandiendo el cuchillo de cocina y amenazando a quien se aproximara, encontrándose dicho sujeto en un estado de agitación y agresividad manifiesta, así como dando muestras de padecer delirios.

Transcurrida una hora desde el comienzo de la intervención el Negociador logró persuadir al sujeto para que arrojase el cuchillo al suelo, si bien el individuo también portaba oculto un mosquetón con una hoja de unos 5 centímetros en el extremo que se colocó en el cuello. Tras más de dos horas de negociación y el más que probable riesgo de que finalmente acabara autolesionándose, se procedió a una aproximación táctica para reducir e inmovilizar a esta persona, usando elementos de dotación para preservar la seguridad del individuo y la de los propios policías intervinientes.

El hombre, fue detenido como presunto autor de delito de amenazas y desobediencia grave, trasladándolo posteriormente al Hospital Punta Europa para su valoración, ingreso y tratamiento posterior en el Servicio de Salud Mental.

http://algecirasnoticias.com/2017/06/07 ... ma-blanca/