Humberto escribió:Trontxalari escribió:A mi me obligaron a volver a usarlo en 2013, como es lógico nadie lo hace...
Antes sólo era obligatorio en la academia de Ávila, algún "profesor" todavía tiene el pecho hinchado por ello
«Crónica de la venta de una moto muy vieja como si fuera nueva», podríamos decir que fue esto del
a sus órdenes en el CNP. Los sindicatos recurrieron en los noventa, la fórmula por considerarla «militar y bochornosa», recogida en el Real Decreto 1484/1987, lo cual, vaya por delante, iba en gustos, opiniones y puntos de vista de cada uno, y se tiraron todo un periplo de varios años para al final el fallo del tribunal no darles la razón (todo un fallo), dejándolo en que era cosa de la Dirección General y no de los tribunales, pero, no obstante, vendieron la moto de que el ‘asusórdenes’ quedaba derogado y muchos nos lo creímos, que bastaba con un «buenos días/tardes/noches». Y no era cierto. Total que cambió el milenio y unos lo decían y otros no. Y muchos ni una cosa ni otra, con un «qué pasa» o un «qué hay» lo daban por bien saludado. Y llegó la creación del DAO, el policía de mas rango, donde sentaron al sr. Pino quien pese a haber sido de los ‘chapas’ parecía salido de Zaragoza por su querencia a la acrisolada disciplina. Y Pino, viendo que el personal andaba un poco desmadrado, todo hay que decirlo, y tras empurarse a un par de compañeros en la Casa de Campo por ir sin gorra y saludarlo de aquella manera, creyó oportuno que había que actualizar el protocolo en materia del saludo y de uniformidad, para lo cual no tuvo sino que quitarle un poco de polvo. De este modo, se aprobó la Resolución de 14 de mayo de 2013, de nuestra querida DGP, donde, entre otras medidas nuevas (gafas de sol, patillas, pegatinas y pelo), se recordaba que el saludo era obligatorio, de «obligado cumplimiento», y que la fórmula seguía siendo la que siempre había sido: a sus órdenes.
Los sindicatos dijeron que lo del saludo, junto con el nuevo uniforme, militroncho a más no poder, las divisas y otras particularidades constituían, todas ellas, signo inequívoco de un retorno al pasado, que nos militarizaban, etc. Va en opiniones, y las opiniones son siempre subjetivas. Pero, en lo tocante a la fórmula del saludo, a los más antiguos nos recordó a eso, a la venta de un fracaso como victoria. El «a sus órdenes», no solo no se había ido, sino que había estado todo el tiempo y ahora se actualizaba. No solo era obligatorio sino que conllevaba una responsabilidad disciplinaria en caso de incumplimiento. Que no nos habían estado informando sino desinformado.
Hace unos días el que fuera secretario sempiterno del SUP, Fornet, se alegraba en un twit de que el mando único recayera en un coronel y no en un comisario, porque los conocía a todos y eran lo peor. Caramba, toda la vida despotricando de los militares, alegrándose de haberlos echado de la policía en 1986 y sacando pecho por el tipo de jerarquía civil conseguido, para ahora al final venir a decir justo lo contrario. Motos viejas, como nuevas, oiga.
Por cierto, se han visto formaciones de compañeros estos días que, de forma espontánea, hacían paseíllos de honor a compañeros que volvían del servicio y que antes habían tenido que pasar entre el hostigamiento de las turbamultas, que estaban afuera vociferándolos e increpándolos. Y a mí he decir que me emocionó, porque fueron momentos jodidos y se comprende totalmente: la Delgada línea Azul, el orgullo de pertenencia, la pasta de que estamos hechos y esas cosas. También a la llegada de Cravioto, el regatista, de las pasadas olimpiadas le fueron rendidos honores en su comisaría. Pero si lo analizamos un poco, dos hileras, todos con la mano en la sien en primer tiempo de saludo… ¿dónde hemos visto que esa es la manera de rendir homenaje? ¿Dónde viene recogido? ¿En qué normativa? Y si quieres hablamos de las bodas de uniforme de gran gala, flanqueados los contrayentes por dos hileras de policías sable en mano. Los funerales con ocasión de un compañero muerto en acto de servicio. El patrón, las capillas, las misas. Participar en un desfile militar como invitados de honor. No, hay cosas que salen de suyo y que aun teniendo su reflejo en lo militar (o en las películas bélicas más bien), se apoyan en la tradición y en la costumbre, sin que por ello vayamos a ser o seamos militares. El carácter de civil no se empaña porque para determinados actos se tomen comportamientos propios del estamento militar, o según opiniones sean tales actos más o menos marciales, ni viene a ser un retorno a un tiempo pasado que, por mucho que se empeñen los que no lo conocieron, no va a volver.
Un saludo.