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Re: Tu anécdota en/con CNP

NotaPublicado: Jue, 24 Abr 2014, 23:46
por anfevi
Me acabo de acordar de una vez que iba de paisano y teníamos que hacer una gestión en un edificio. Nos abrieron el portal, y al final del primer tramo de escaleras apareció una señora muy mayor preguntando quienes eramos. Nos identificamos como policías, y la señora, desconfiando, empezó a recular, por lo que el compañero, con la placa en alto, corrió hacia ella para que no se asustase, hasta que tropezó con un escalón y le salió la placa volando y casi le da a la señora. Ni que decir tiene que se metió en casa y no hubo manera de convencerla para que nos abriese....

Re: Tu anécdota en/con CNP

NotaPublicado: Vie, 25 Abr 2014, 12:23
por Canario95
Kubotan Desde 10? - Desenfunda

desenfunda.com
hombre más en los tiempos que estamos yo entiendo que la gente a simple vista si le enseñas la placa y le dices que eres policía le cueste fiarse
yo creo que vendría bien enseñar a los ciudadanos poder distiguir las placas para cuando nos paren o pregunte los de paisano podamos comprobar que son policías yo lo digo con mis respetos a todos los miembros pero entiendo que la gente no se fíe ahí dejo la idea (me refiero lo de enseñar a los ciudadanos a distinguir las placas)

Tu anécdota en/con CNP

NotaPublicado: Mar, 29 Abr 2014, 18:38
por Adso de Melk
HECKLER & KOCH SFP9

Creada para profesionales
uspsuministros.com
Hola,

Mis anecdotas son muy sencillas y nada vistosas, pero son anecdotas, que es de lo que trata el hilo, ahí voy. Finales de los años 80, me dirigía a la Calle Roser, donde El Molino de Barcelona, en el Paral·lel. Yo venía de la calle Urgell, me detuve en el paso peatonal que estaba rojo para los viandantes, y esperar a cruzar hacia mi destino. En esas que mientras esperaba, me di cuenta que me paré junto a unos críos de más o menos mi edad y junto a ellos una pareja de policías nacionales pidiendoles documentación. A lo que me separé de esa acción y me fui unos pasos más a la izquierda de ellos. A eso que la mujer policía se me acerca y me pide mi DNI, saco mi cartera, la abro y cuando voy a sacar mi DNI, a media acción, me dice la mujer, ¿Eso que es? Y le respondo, un pin. Me mira y me responde, vale, ya te puedes ir. En ese momento veo que la fase del semaforo para peatones está en verde y me fui.

Lo que llevaba en la cartera de tela, juvenil, era un pin del CNP, que no hacia mucho tiempo me regaló la madre de un Policía Nacional, yo en aquel entonces, era menor de edad y me hacía gracia el tema policial, pero no tenía claro qué futuro laboral tomar aun, andaba más en mis estudios que en otra cosa. Aun conservo ese pin, aunque nunca más lo he vuelto a portar en lugar alguno, lo tengo en un mueble junto a otros presentes.

En otra ocasión, años después, entré en la Comisaria de la calle Balmes nº 192 de Barcelona, me dirigía a una de sus plantas a un tramite. Cuando accedo al ascensor, lo hago junto con otra persona que también accedía en ese momento, ambos veníamos del exterior, o por lo menos yo sí, y quizá él, lo haría de la parte colindante de la Comisaría donde también se realizan trámites, ahora no sabría concretar.

Al cerrarse la puerta y ascender el elevador, el hombre, de paisano, me mira muy enfadado y acto seguido me dice con tono acorde a su tremendo enfado, que cuando uno accede a un lugar, lo primero que debe decir es buenos días a las personas que se hallan en el mismo. En ese momento, alzo la mirada, le observo con ojos como platos y aturdido un par de segundos, porque yo iba a mi rollo, pensando en otros temas de mi interés, recuerdo que le respondí algo, pero sinceramente, ahora mismo no con exactitud, pero si recuerdo que el tipo no se quitó su bronca hacia mi, hasta que se abrió la puerta en el primer destino y separamos nuestros caminos. Me atrevería a decir, si el recuerdo no me juega una mala pasada, que ese hombre, era un Policía Nacional. Un apunte final, lo mismo que él demando de mí, pude haberlo hecho sobre él, o si él hubiera optado por un directo buenos días, en vez de aleccionar, habría logrado otro buenos días. Yo como iba a mi rollo, me olvidé al instante del tema, pero me imagino que el pobre hombre, igual le duró la bronca algun minuto extra.

En otra ocasión, entre 1989 y 1991, si mal no recuerdo, en el portal de en aquel entonces el bloque de viviendas donde residía, también en Barcelona ciudad, me topo con un par de jóvenes que me sacaban quizá cinco o séis años más, chico y chica de unos 25 años ellos, él con aires muy directos y tajantes me ordena que le de información sobre un vecino, a lo que le respondo que quienes son ellos, que no les conozco y al portal no deben entrar desconocidos preguntando información sobre vecinos, que uno nunca sabe con quien habla y luego hay robos. A lo que el chico, se enfadó bastante, y dijo que eran policías, y le respondí que eso lo puede decir cualquiera y no ser verdad necesariamente. La chica en cambio se lo tomó de una manera nada dramática, así que cuando vió que no soltaba prenda, la chica intervino, con otra forma de actuar, más de proximidad, me argumenta con pedagogía, se identifica con su acreditación y entonces le dije lo que sabía en ese momento. Entre ellos curzaron miradas y tras las gracias fueron escaleras arriba. Tiempo después me los volví a encontrar en el portal, el chico, me miraba con ojos de lobo que mira a su cordero o presa, en cambio la chica me saludó y se dirigieron a lo que habían venido, a la vivienda del vecino.

Ahora con el tiempo las entiendo simpáticas, en aquel entonces me fueron indiferentes, me daban lo mismo, que lo mismo me daban.

Saludos.

Re: Tu anécdota en/con CNP

NotaPublicado: Mié, 30 Abr 2014, 11:07
por SCH
Elige Modelo

13 euros la unidad
militariapiel.es
Mi anecdota es muy breve y sencilla,

Estaba destinado en una ciudad increiblemente agradable, con muy buena calidad de vida, concretamente en una Comisaría Local. Pedí en el CGM para regresar a la ciudad de donde soy, la que además siempre me ha gustado, con el propósito también de dar el salto de una local a un servicio central.
A día de hoy, a pesar de estar en la ciudad en la que siempre he vivido, y en la que tengo familia y amigos, me arrepiento muchísimo, tanto por la ciudad como por el puesto de trabajo, hasta el punto que daría marcha atrás si pudiese.
Un error del que no te das cuenta hasta que lo has cometido.

Saludos.

Re: Tu anécdota en/con CNP

NotaPublicado: Mié, 30 Abr 2014, 14:19
por Pete Bondurant
Curso Online ascenso a Oficial

joyfepolferes.es
MadMoN escribió:Esta anécdota es de mi padre.
En una ocasión tuvo que ir a una rueda de reconocimiento, así que le pusieron en la sala con 5 tíos delante.
-"Reconoce al individuo?" Le dice el policía.

Mi padre responde:
-"Sí, pero yo con esas pintas metía a los 5 en la cárcel. "

-"Pues 3 son policías...." Le contestó descojonado el policía uniformado.

-"No joda! Pues vaya pintas, yo los enchironaba... Está seguro de que son policías??"


Buenísima.

Esta es un poco tonta, pero en su momento me hizo mucha gracia. Estaba en la centralita de mi comisaría el otro día, y llama una señora preguntando por las fotos para hacer el DNI, y me preguntó que "si era verdad aquello que decían que en la foto para el DNI no podías salir sonriendo y tenías que tener la cara seria".

Si no llega a ser una señora de cierta edad, pensaría que me estaban vacilando xD

Re: Tu anécdota en/con CNP

NotaPublicado: Mié, 30 Abr 2014, 14:32
por Drizzt
CNP Modelo Squad

gafaspolicia.com
Me animo a contar una anécdota que transcurrió allá por 1996. Mi primera experiencia directa con el CNP.

Contaba el presente con 6 años de edad. El pequeño Drizzt había cogido el autobús con su hermana mayor, de 16 años, para hacer unas compras en El Corte Inglés de Princesa, ya que en su pueblo no había demasiada oferta comercial por aquel entonces. Era, además, la primera vez que la hermana mayor se hacía cargo de una gestión semejante con la responsabilidad adicional de cuidar al pequeño de la familia. Tras una soporífera tarde de subes y bajas, de coge y vuelve a dejar, de prueba y reprueba; de compras, en definitiva, llegó un punto en el que el hermano menor perdió por completo de vista a su acompañante. El muchacho, demasiado independiente para su edad, piensa "vaya, creo que mi hermana se ha cansado de mis quejas y ha decidido irse sin mí"; resignado, resuelve "pues tocará volver solo". Media vuelta, todo recto y rumbo a Moncloa, a pie y sin un duro en el bolsillo.

Ni 50 metros había andado cuando en un semáforo, durante la espera, un señor con atuendo anodino aborda al niño, visiblemente desorientado, y pregunta "¿Estás solo, chico?". Y éste dice: "Sí, mi hermana se ha ido sin mí y me vuelvo a casa". El señor responde a su vez: "Soy policía, aquél es mi compañero -señala a un tercero- por qué no vienes a comisaría y encontramos a tus padres?". Cauto, Drizzt piensa en las advertencias de su madre sobre desconocidos y en los detalles que recuerda haber visto en la tele sobre la policía, y suelta: "Si eres policía enséñame la placa". Naturalmente, con 6 años el chico no tenía ni idea de cómo lucía una placa de policía, pero sabía que era algo que había que hacer. Previa carcajada, el señor y su compañero mostraron dos placas doradas con un aspecto chulísimo, que convencieron de inmediato al otrora desconfiado niño de 6 años. Unos minutos después, aparece un vehículo rotulado con otros simpáticos policías, uniformados esta vez, que marchó presto rumbo a la comisaría de distrito de la calle Rey Francisco. Allí, entre charletas animadas, se pudo localizar a los padres del niño y a la aterrorizada hermana, que había permanecido en ECI removiendo cielo y tierra para encontrar al pequeñín.

Mientras se esperaba la llegada de los padres, los policías tuvieron el detalle de llevar al niño perdido a un bar cercano e invitarle a un mosto fresquito con unas patatas fritas: detallazo por parte de unos profesionales que bien pudieron desentenderse del asunto, pues ya habían cumplido sobradamente su deber. Final feliz para una anécdota que se recuerda a menudo en reuniones familiares a día de hoy, con el niño aventurero convertido en un inspector-alumno que echó su instancia, precisamente, en la comisaría de Rey Francisco.

Re: Tu anécdota en/con CNP

NotaPublicado: Mié, 30 Abr 2014, 16:38
por astartes

foropolicia.es
Drizzt escribió:Me animo a contar una anécdota que transcurrió allá por 1996. Mi primera experiencia directa con el CNP.

Contaba el presente con 6 años de edad. El pequeño Drizzt había cogido el autobús con su hermana mayor, de 16 años, para hacer unas compras en El Corte Inglés de Princesa, ya que en su pueblo no había demasiada oferta comercial por aquel entonces. Era, además, la primera vez que la hermana mayor se hacía cargo de una gestión semejante con la responsabilidad adicional de cuidar al pequeño de la familia. Tras una soporífera tarde de subes y bajas, de coge y vuelve a dejar, de prueba y reprueba; de compras, en definitiva, llegó un punto en el que el hermano menor perdió por completo de vista a su acompañante. El muchacho, demasiado independiente para su edad, piensa "vaya, creo que mi hermana se ha cansado de mis quejas y ha decidido irse sin mí"; resignado, resuelve "pues tocará volver solo". Media vuelta, todo recto y rumbo a Moncloa, a pie y sin un duro en el bolsillo.

Ni 50 metros había andado cuando en un semáforo, durante la espera, un señor con atuendo anodino aborda al niño, visiblemente desorientado, y pregunta "¿Estás solo, chico?". Y éste dice: "Sí, mi hermana se ha ido sin mí y me vuelvo a casa". El señor responde a su vez: "Soy policía, aquél es mi compañero -señala a un tercero- por qué no vienes a comisaría y encontramos a tus padres?". Cauto, Drizzt piensa en las advertencias de su madre sobre desconocidos y en los detalles que recuerda haber visto en la tele sobre la policía, y suelta: "Si eres policía enséñame la placa". Naturalmente, con 6 años el chico no tenía ni idea de cómo lucía una placa de policía, pero sabía que era algo que había que hacer. Previa carcajada, el señor y su compañero mostraron dos placas doradas con un aspecto chulísimo, que convencieron de inmediato al otrora desconfiado niño de 6 años. Unos minutos después, aparece un vehículo rotulado con otros simpáticos policías, uniformados esta vez, que marchó presto rumbo a la comisaría de distrito de la calle Rey Francisco. Allí, entre charletas animadas, se pudo localizar a los padres del niño y a la aterrorizada hermana, que había permanecido en ECI removiendo cielo y tierra para encontrar al pequeñín.

Mientras se esperaba la llegada de los padres, los policías tuvieron el detalle de llevar al niño perdido a un bar cercano e invitarle a un mosto fresquito con unas patatas fritas: detallazo por parte de unos profesionales que bien pudieron desentenderse del asunto, pues ya habían cumplido sobradamente su deber. Final feliz para una anécdota que se recuerda a menudo en reuniones familiares a día de hoy, con el niño aventurero convertido en un inspector-alumno que echó su instancia, precisamente, en la comisaría de Rey Francisco.


...te parecerá bonito darle ese infarto a tu hermana... ;)

Una anécdota genial por cierto,me ha encantado.

Re: Tu anécdota en/con CNP

NotaPublicado: Mié, 30 Abr 2014, 16:50
por Humberto
Cartera Mossos D`esquadra

Realizada en piel
enpieldeubrique.com
Enhorabuena, drizzt, has contado una bonita historia personal y los has hecho, además, magistralmente: en tercera persona, haciendo un viaje de muchos años atrás y poniéndote de nuevo en los ojos de aquel niño que fuiste para poder recrearnos a todos, de forma insuperable, cómo lo viviste y cómo lo sentiste. Una deliciosa intrahistoria. Por el enfoque me has recordado a la novela y película Matar a un ruiseñor, donde una mirada infantil recorre cada fotograma de la cinta y nos ofrece, con la mayor naturalidad del mundo, la historia. Una de mis favoritas.

Esa comisaría de la calle del Rey Francisco, la denominaban Universidad hasta que por reordenación de las demarcaciones de los distritos para ajustarlos a los municipales, pasó a ser Moncloa-Aravaca. Su fachada todavía conservaba en los noventa los impactos de bala de cuando el GRAPO pasó en vehículo ametrallando a los policías de servicio de puertas. Lo cual llevó a cortar la calle.

Me has hecho recordar. Año 96. Por pocos meses, el joven policía Humberto no llegó a ser uno de los protagonistas del relato del niño drizzt, pues hasta ese verano del año anterior andaba él destinado por allí. Con seguridad conocía a los que sí estuvieron esa tarde. Y es probable que junto a alguno de ellos protagonizase para otros niños perdidos en la populosa calle de La Princesa, otros relatos de interior, de sol de infancia, de tarde azul, de ojos que cesan de llorar y se abren y de sonrisas luminosas, de reencuentros entre madres que creían perdidos para siempre a sus retoños y densos apretones contra el pecho acongojado, prolongados abrazos, sonoros besos maternos, instantes emotivos que se grabarán en la retina de un bisoño policía, de agradecimientos de pocas palabras nerviosas, mejores no obstante que cualquier medalla. Y mientras madre e hijo se vuelven y sonríen al irse por la puerta y pasan junto a los agujeros en la fachada, los policías, veteranos y novatos, recordarán que ese y no otro fue uno de los mejores servicios, que dejará en ellos sensaciones inolvidables.

Todos los policías tienen su niño extraviado. Cuando pase el tiempo y alguien les pregunte por una anécdota suya, sonreirán evocando a su niño perdido, pero no hablarán de esa por temer que sea sensiblera, sino que recurrirán al baúl, guardándola, y sacarán del recuerdo otra de más acción o más gracia, que contarán con sus adornos, riéndose por dentro porque únicamente ellos sabrán que hubo un día que vieron por primera vez la sonrisa de un ruiseñor reencontrado bajo el ala de su madre, y desde entonces ya ningún servicio pudo ser igual.

Allí, en Universidad, el joven policía Humberto, policía en ciernes, peinó asfalto y escuchó la ciudad por vez primera y dejó, como todos los que le precedieron, el eco de su pequeño fantasma transitando por despachos, pasillos y calabozos, como una sombra numerada en el legajo, como una esquirla más entre aquella fachada agujerada.
Espejo de lo que somos, policías, sombra de lo que fuimos, prácticas.

Un saludo

Re: Tu anécdota en/con CNP

NotaPublicado: Mié, 30 Abr 2014, 20:09
por Sivict
Excelente relato Humberto, da gusto leer escritos como el tuyo

Re: Tu anécdota en/con CNP

NotaPublicado: Jue, 01 May 2014, 12:17
por Nemesio
A finales