Quizá sea esa la idea, supongo que sí. Pero lo que objetivamente ha conseguido la academia con estos inventos, es rebajar mucho la calidad de los agentes de la Ertzaintza que forma. Uno de los aspectos dónde la merma ha sido muy acusada es en la disciplina, hoy prácticamente inexistente en Arkaute, para asimilarse a la mentalidad de las policías municipales de la CAV.
La baja disciplina en plantillas pequeñas y con pocas obligaciones en seguridad ciudadana (actuaciones con pocos agentes y en situaciones no complejas) pues tiene un pase. Pero para plantillas grandes que tienen que afrontar cualquier marrón que salga, y no tienen a otros a los que llamar para que la asuman, pues no.