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Escribo esto por si le sirve a alguien en la misma situación.
A raíz de un accidente de tráfico leve me diagnosticaron (a los 9 meses del mismo mediante resonancia) una hernia discal cervical c5-c6, sin daños en los discos pero con una rectificación de la lordosis cervical.
El traumatólogo fue quien me comunicó el primer diagnóstico y me lo explicó como algo medianamente normal, no grave, y me derivó a neurocirugía. También me dijo que en estos casos, cuando no surge por motivos de degeneración/edad, en gente joven, hay altas probabilidades de reabsorción o lo que es lo mismo, que desapareciese con el tiempo, y que en el caso contrario solo se detectaría mediante resonancia.
El neurocirujano me comunicó que debería operarme de urgencia, que no podría realizar esfuerzos, ni coger peso, que esto iría a peor, que debería olvidarme de la oposición puesto que probablemente tendría que trabajar sentada toda mi vida. Incluso me llegó a mencionar para un futuro una posible incapacidad laboral, cuando yo no superaba ni la treintena. Me dijo que la hernia era bastante grande, de hecho fue cuando vi la resonancia y, efectivamente, oprimía 1/3 y casi la mitad de la médula espinal. Me encuentro saliendo de la consulta con el alma en los pies... y negándome a operarme.
Decidí acudir de nuevo al traumatólogo, consulté a varios fisioterapeutas, y a otro neurocirujano. Conclusión: no operarme de momento, esperar con reposo absoluto (matizo, de tren superior y deporte solo bici estática) y ver en la siguiente resonancia cómo había evolucionado. Me mandan ejercicios de rehabilitación, y los síntomas empeoran, dolor por el brazo hasta la mano, hormigueos y demás sintomatología que no había tenido antes. Me dicen que deje totalmente los ejercicios de cervicales.
Con mucha higiene postural, reposo, una buena almohada y también mucho fisioterapeuta y quiropráctico con tracciones, a los 6 meses en la nueva resonancia, y al año y medio del percance, la hernia se ha reabsorbido parcialmente: solo oprime 1/4 de la médula, ahora solo es protrusión, algunos síntomas han desaparecido por completo, y los dolores persisten pero con menor intensidad. He podido empezar a hacer “vida normal”, al menos puedo volver a bailar, cojo peso (poco) sin problema y estoy volviendo a correr.
No quiero condicionar a nadie, sí arrojar algo de luz o esperanza en casos similares o idénticos al mío, pero sobre todo aconsejar como me aconsejaron a mí visitar a otro/s especialista/s antes de tomar una decisión; si hay que operar, entonces sí, operar como última instancia, pero conocer la segunda, o tercera, opinión de otros facultativos. Saludos.