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REPORTAJES
Condecoraciones, drogas y violencia de género: auge y caída de Óscar Piñón, el policía abatido en BurgosBajo la lupa de Asuntos Internos desde hacía años, "salió como Rambo" de su coche antes de ser abatido, relatan testigos a EL ESPAÑOL.20 abril, 2023 02:57
Todo comenzó en la Comisaría de A Coruña donde había servido.
Acudió allí para realizar el último trámite administrativo que le faltaba para pasar a segunda actividad, una especie de retiro anticipado, debido a los problemas psiquiátricos que padecía. Sin embargo, en lugar de firmar el papel, entró en los vestuarios, forzó una taquilla, robó un arma y emprendió una huída sin destino. El compañero sin pistola que llevarse al cinto pronto ató cabos e informó de los sucedido. Habida cuenta de su historial, nadie dudó del responsable.Poco después, el Centro Operativo de Servicios (COS) de la Guardia Civil de Burgos recibió un aviso procedente de la Policía Nacional en el que se comunicaba que una persona armada se dirigía a Burgos por la carretera A-231. Le dieron el alto, pero hizo caso omiso y abrió fuego contra sus compañeros. Una vez en la carretera BU-30, entró en la gasolinera situada a la altura de Villagonzalo Pedernales y la Benemérita le alcanzó.
Hacía años que Óscar Piñón Casal, ferrolano de 48 años, empezó a escribir su funesto destino, pero fue este martes cuando se todo precipitó en una espiral salvaje, convertida una inhóspita gasolinera de Burgos en el escenario de un wéstern.
Ya en la madrugada del miércoles, con los agentes parapetados tras los surtidores, según cuentan a EL ESPAÑOL testigos de lo ocurrido, estalló una balacera que se saldó con el policía abatido, con tres tiros en el cuerpo. Había recorrido casi 500 kilómetros, eran alrededor de las 3.30 horas. Piñón Casal supo pronto que su suerte estaba escrita, que era hombre muerto, sin valla que saltar en un callejón sin salida. "Salió como Rambo, a cuerpo descubierto" de su coche, relatan los testigos.
Tras un tiroteo que se prolongó varios minutos, ya sin barreras, a campo abierto, convertido en un blanco facilísimo, los agentes lo alcanzaron. Antes, las balas del fallecido también habían impactado en los vehículos de los agentes. "Cuando llegué aquí, de madrugada, todavía estaba el cuerpo en el suelo y seis o siete patrullas rodeándolo", relata un empleado de la gasolinera.
La única nota positiva, quizás, sea la foto que ilustra este reportaje: una bala perdida que impactó en la ventana del dormitorio de una vecina sin herir a nadie. La mujer, esa noche, durmió en la planta baja. De lo ocurrido, se enteró por los periódicos a la mañana siguiente. En 2014, los primeros indicios
La vida de Óscar Piñón Casal transcurría feliz hace aproximadamente una década. En 2014 el agente de Policía Nacional fue condecorado incluso con la Cruz al Mérito Policial con distintivo blancos mientras servía en su destino de Maspalomas, Gran Canaria. "Hasta hace tres años, fue un buen policía", sostiene a EL ESPAÑOL uno de sus compañeros en Galicia.
Ya había comenzado a hacer gestiones para regresar a Galicia, donde llevaba ocho años.
Pero en 2019 todo se fue al traste. Según EL ESPAÑOL de Castilla y León, el policía fallecido fue el mismo que en 2019 fue víctima de un intento de asesinato en los calabozos del cuartel de la Policía Nacional de Lonzas, en A Coruña. El individuo le intentó estrangular, aunque consiguió zafarse. El hombre que intentó matarle había sido detenido por atracar varias entidades bancarias. Al parecer, este suceso y la muerte de su madre durante la pandemia le provocaron unos daños psicológicos letales. Fue el incio del derrumbe.
"Era una persona amable, un buen compañero, pero hace tiempo que necesitaba un ingreso por sus problemas psiquiátricos, la terapia no le llegó a tiempo", cuenta a La Voz de Galicia una de las últimas personas en hablar con él antes de dar rienda suelta a su locura.Había empezado a beber, medicarse con benzodiazpinas y consumir drogas. Todo a la vez.
Desde hacía nueve meses, sus superiores estaban dando parte de sus conductas, cuando se percataron de que había dado un chivatazo a un clan local de narcotraficantes. De hecho, en un registro llegó a avisar a los investigados.Este es el motivo por el que fue Asuntos Internos quien le siguió desde el primer momento. Dos de sus parejas, además, la última vinculada al grupo en compañía del que le detuvieron, lo denunciaron por violencia de género, aunque después no se personaron en el proceso y ambas denuncias quedaron archivadas.
Cocaína, éxtasis y tusi
Hace menos de un mes, el pasado 23 de marzo, Óscar Piñón estaba en una casa del municipio coruñés de Valdoviño con cuatro amigos cuando fue identificado por la Policía Nacional. Sobre la mesa, una importante provisión de drogas: farlopa, éxtasis y tusi, la conocida como cocaína rosa. La fiesta acabó pronto: los cinco acabaron en el calabozo, según relata el medio gallego referido.Quedó en libertad unas horas después, ya que, tras el registro de su casa, en un barrio de Ferrol, no se encontraron estupefacientes. Salió a la calle con cargos y bajo una investigación promovida por Asuntos Internos del Cuerpo Nacional de Policía que hasta la fecha no ha encontrado vínculos entre este agente y las redes de narcotráfico. De hecho, ninguno de los cuatro detenidos ha declarado nada que lo implique, a pesar de que se encuentran en prisión desde ese momento.Hace menos de una semana Óscar Piñón Casal hizo los últimos trámites para afrontar este proceso judicial. "Estaba relativamente tranquilo, porque tras la investigación no le encontraron nada", explican a La Voz de Galicia fuentes de un caso que está bajo secreto de sumario. Antes siquiera de declarar, la cabeza de Óscar le jugó otra mala pasada que provocó su muerte a manos de sus propios compañeros.
https://www.elespanol.com/reportajes/20 ... 595_0.html REPORTAJES
La doble vida de Óscar, policía y traficante de drogas abatido en Burgos: tenía problemas mentalesLe tenían bajo la lupa por sus relaciones con algunos investigados de los agentes. Abrió fuego en dos ocasiones contra la Guardia Civil.19 abril, 2023 13:37
Óscar, de 46 años de edad, fue abatido en un tiroteo tras robar el arma reglamentaria a un compañero. Este hombre era agente de la Policía Nacional y se encontraba de baja por sufrir problemas psicológicos: se le había retirado su pistola. Este martes, con la excusa de realizar un trámite administrativo, Óscar accedió a la comisaría y en un vestuario robó la pistola de un compañero. Luego, comenzó su camino hacia Burgos por la carretera A-231.
Asuntos Internos ya le tenía bajo su lupa por consumo y tráfico de drogas. Fueron los propios agentes quienes le siguieron desde el principio de su huida. Pidieron refuerzos a los agentes de la Guardia Civil para que le interceptaran. El operativo trató de dar el alto a Óscar antes de que llegara a la capital burgalesa.
En el primer alto, Óscar hizo caso omiso y abrió fuego contra sus compañeros. En la carretera Bu-30, entró en la gasolinera situada a la altura de Villagonzalo Pedernales, y la Benemérita le alcanzó. Eran alrededor de las 3.30 horas de este miércoles.
Nada más producirse este hecho, Óscar abre fuego de nuevo contra los guardias civiles, narran a EL ESPAÑOL fuentes policiales conocedoras de los hechos. Ellos trataron de repeler el ataque y una de sus balas alcanzó al fugitivo, que falleció a causa del disparo.
El agente abatido trabajaba en la Jefatura Superior de Policía de Galicia. Este martes 18 de abril se le había pasado a segunda actividad por insuficiencia de aptitudes psicofísicas, aunque no se le había notificado aún.
Los problemas con el agente Óscar venían de hace tiempo. Desde hace 9 meses, sus superiores estaban dando parte de sus conductas, cuando se percataron de que había dado un chivatazo a un clan local de narcotraficantes. De hecho, en un registro llegó a avisar a los investigados. Este es el motivo por el que fue Asuntos Internos quien le siguió desde el primer momento.
Fuentes policiales aseguran a EL ESPAÑOL que el agente abatido consumía drogas y, en algún momentó, se dedicó al tráfico de estupefacientes.
Cabe resaltar que, según EL ESPAÑOL de Castilla y León, el policía fallecido fue el mismo que en 2019 fue víctima de un intento de asesinato en los calabozos del cuartel de la Policía Nacional de Lonzas. El individuo le intentó estrangular, pero consiguió zafarse. El hombre que intentó matarle había sido detenido por atracar varias entidades bancarias. Este suceso despertó las sospechas de la Policía Nacional y provocó el inicio de las investigaciones contra el agente.
https://www.elespanol.com/reportajes/20 ... 377_0.htmlEl SUP pide poner armeros en la comisaría de A Coruña para evitar robos como el cometido por el policía abatidoReclaman un sistema de vigilancia para las pistolas y reforzar el control de la salud mental entre los agentes19 abr 2023 . Actualizado a las 15:46 h.
El portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Galicia, Roberto González, compareció este miércoles ante la Comisaría de Lonzas de A Coruña para expresar sus reivindicaciones a raíz del robo de un arma por parte de un expolicía que terminó abatido en Burgos. Sus principales exigencias son dotar las dependencias de armeros y vigilar la salud mental de los agentes.
González lamentó lo sucedido y le trasladó el pésame a la familia y amigos de Óscar Piñón. También puso en valor «el gran trabajo que se ha hecho desde que ha sucedido todo», es decir, desde que el ferrolano sustrajo un arma en la mañana del martes hasta que fue interceptado por la Guardia Civil y la Policía Nacional en Burgos. Mencionó la labor de la Unidad de Policía Científica, la Brigada de Policía Judicial y las unidades especializadas que han trabajado con la Brigada de Seguridad Ciudadana.
«Queremos seguir reivindicando la necesidad de la dotación de armeros para que los policías depositen sus armas reglamentarias y propias en las comisarías bajo un sistema de videovigilancia que impida cualquier tipo de sustracción», demandó el portavoz, que comentó que, aunque sea poco frecuente, puede darse la situación de que un policía sufra un robo y tiene que pasar por régimen disciplinario y exponerse a una suspensión de funciones.
Así, detalló que «solo hay armeros para la zona de calabozos», pero si un agente tiene días libres tiene dos opciones: portar el arma consigo o dejarla en las taquillas de la comisaría, las que este martes fueron forzadas y abiertas.
Otra de las cuestiones que ha demandado el responsable del SUP es insistir en la vigilancia de la salud mental de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Al respecto, valoró que se ha avanzado bastante en este asunto porque en la jefatura existe una unidad básica sanitaria, pero considera que es necesario hacer un mayor esfuerzo para que la persona que lo necesite tenga amparo y se lleven a cabo las «medidas necesarias».
Con todo, González insistió en que el hombre abatido no era un policía «en activo», ya que «tenía firmada por la Dirección General de la Policía una resolución de pase a segunda actividad», esto es, que estaba apartado de sus funciones por estar involucrado en un asunto judicializado. Aunque comentó que Piñón no llegó a firmar la resolución.
«Hay compañeros consternados, porque supone un nivel de estrés importante tener que resolver este tipo de situación en los términos en que ha finalizado», lamentó.
Respecto al dispositivo, González subrayó que se ha actuado «rápido». «Ha sido una madrugada intensa y los responsables de la comisaría han estado trabajando para detener a esta persona», dijo. Añadió que la Policía Nacional y la Guardia Civil pusieron en marcha varias vías, como el uso de las cámaras de tráfico.
«Era una persona enferma. Estaba de incapacidad temporal y necesitaba tratamiento», argumentó sobre la actitud del ferrolano que sustrajo el arma. «No estaba en su sano juicio», aseguró González, que no sabe para qué cogió el arma pero su situación mental lo llevó a hacer cosas que «no son cabales».
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/c ... 312771.htm