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“El ladrón de bancos está condenado a la extinción“

NotaPublicado: Lun, 20 Ene 2020, 01:06
por Bávaro
Academia Acceso CNP

sector115.es
Un apunte, el que le hace la entrevista vivirá en la época del Cuerpo Superior, y por eso dice que es inspector, porque viendo las imágenes de la noticia, la divisa del chaleco no corresponde con esa categoría.

Retrato del atraco en España: "El ladrón de bancos está condenado a la extinción"

En los 90 había casi 3.000 atracos por año, ahora las cifras no llegan a los 200 robos anuales. Un policía con 39 años de experiencia deteniendo atracadores nos explica las claves

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19/01/2020 13:42 - ACTUALIZADO: 20/01/2020 00:51

A punta de pistola, con el rostro cubierto. Entrando por la puerta principal como un cliente más o haciendo un agujero en el subsuelo del banco desde las alcantarillas. Con rehenes o sin ellos. No importa la manera, el objetivo es llegar al corazón del banco, la zona bunkerizada que esconde el botín. Por suerte para muchos empleados de banca esta imagen ya solo la verán en peliculas. Los asaltos a sucursales bancarias han caído un 96% desde los años 90. La población de atracadores no se renueva. Los pocos que quedan son delincuentes reincidentes de los años ochenta que ahora quebrantan sus permisos penitenciarios para intentar una vez más dar el golpe, pero rara vez suena la flauta.

El inspector Francisco Mangas lleva toda su vida profesional investigando y deteniendo atracadores de bancos. Ha vivido el momento culmen del atraco en España, llegando a arrestar reiteradas veces a delincuentes que ahora son históricos, pero, también, ha sido testigo directo del ocaso de esta delincuencia. A cuatro años de jubilarse, recuerda con nostalgia la época de oro de los atracadores de bancos, donde él jugó un papel crucial cazándolos y encerrándolos en prisión.

Lleva 39 años de servicio. En el 82 ingresó en la academia especial de la Policía Nacional en Canillas. Tenía 21 años. Fue destinado a la 13 Bandera Móvil, que era una compañía motorizada que se creo en el 61. Allí hacía un poco de todo, desde de antidisturbio a traslados de presos de ETA y el Grapo a la cárcel de Carabanchel.

"La situación política era diferente, acababa de pasar el 23-F como aquel que dice. Las libertades estaban un poco coartadas", explica el Inspector Mangas en un despacho del Grupo XII en la Jefatura de Policía de Madrid.

Antes de su situación actual, pasó por la comisaría de Arganzuela, de ahí le trasladaron a la comisaría de Tetuán y en los años 90 le pasaron al Grupo segundo de la Brigada Provincial que llevaba atracos a bancos. Años después pasó a llamarse como se lo conoce ahora, el Grupo XII atracos, secuestros y extorsiones. Actualmente Francisco es inspector de la Policía Nacional en la Brigada Provincial de Madrid y comparte grupo con nueve agentes más.

Los atracos a bancos han bajado un 96% en 30 años

Reconoce que su especialidad son los atracos a bancos. "Por los años 90 había muchísimos asaltos a sucursales, en Madrid mensualmente había como 80 y al día había dos o tres. Con el trabajo del grupo se logró detener mucha gente, hoy podemos tener 20 al año en la capital".

Como había menos atracos, el grupo pasó a encargarse de secuestros y extorsiones. Los secuestros son pocos, aunque reconoce que los actuales suelen ser por temas de drogas y deudas, y que muchas veces es peor el secuestrado que el secuestrador.

En 2019 hubo solo 86 secuestros

Su función es investigar atracos. Explica que se suele identificar al 90% de los delincuentes. Porque son reincidentes, "es gente que han empezado jóvenes, no saben hacer otra cosa, hay gente que lleva 40 años atracando. Pero, por suerte ahora la mayoría está en la cárcel. Ya nos conocemos todos", sonríe con

Identificó a un ladrón por su oreja

Los cacos que están cumpliendo condena, reciben un permiso, quebrantan y no vuelven. "Por ejemplo, el año antepasado detuvimos a una persona que tiene ya casi setenta años, su condena termina en el 2113. Durante esa etapa había cometido 8 atracos, ya le habíamos identificado, pero el problema es localizarlo, porque no tienen arraigo familiar, alquilan habitaciones a terceros, son gente mayor, se las saben todas". Les sale más rentable quebrantar su permiso penitenciario que pasar el resto de su vida en la cárcel.

El año pasado identificó a un peligroso atracador de bancos que asesinó a dos policías, 'El Camacho', solo porque reconoció el lóbulo de su oreja. Su nombre es Eduardo Camacho Chacón, tiene 63 años y lleva toda su vida delinquiendo. Mangas y su equipo le habían detenido cinco veces, tres de ellas había quebrantado su permiso penitenciario. En las imágenes de la cámara de seguridad del último banco que atracó en 2019, aparecía él con el rostro cubierto, únicamente con las orejas destapadas.

"Al ver las grabaciones de las cámaras de seguridad lo supe, este es Camacho Chacón. Nuestro trabajo se basa mucho en la observación"

Camacho y Mangas se conocen desde los 90, fue la primera vez que el inspector cazó al delincuente. En la última detención, el 26 de noviembre de este año, Camacho y su clan robaron 300 mil euros. "¿Qué tal Paco? Esta vez no vais a encontrar el dinero", recuerda que le dijo Camacho antes de subir esposado al coche patrulla. Y efectivamente, el botin aún sigue en paradero desconocido.

"Al ver las grabaciones lo supe, este es Camacho Chacón. Nuestro trabajo se basa mucho en la observación. Como a este ya le has detenido, le ves andar, reconoces la fisionomía del cuerpo". "El problema es que no nos lo identifican las víctimas, aunque nosotros los detengamos, si un ladrón va con la cara cubierta, pues difícilmente van a reconocerle sus víctimas", lamenta el inspector de policía.

Los datos más antiguos hasta donde hemos podido recabar corresponden a 1992, en ese año se produjeron 2.965 atracos en toda España. A partir de ahí la cifra comienza a descender en picado llegando hasta 2019 con tan solo 139 robos. ¿Por qué los atracos han caído tan exageradamente hasta un 96%?

El inspector explica que este fenómeno se debe a multitud de factores, como es la mejora de la seguridad en España, ligada a la profesionalización de los cuerpos de seguridad. Pero hay que hacer especial enfasis en tres claves: la disminución de la drogodependencia, que cada vez hay menos dinero físico en las sucursales y que no hay nuevas generaciones de atracadores.

"Un atraco hay que prepararlo bien, pero ahora mismo no hay delincuentes con ese dominio, porque todos están en la cárcel"

Las técnicas de los atracos no han cambiado. De hecho, los bancos son los que están evolucionando sus sistemas de seguridad. Mangas recuerda que en los años 90 los bancos estaban blindados, el cliente estaba en un patio de operaciones y los empleados al otro lado. Todo era a través de ventanilla".

"¿Qué hacían los atracadores? O bien entraban por la mañana en la sucursal, la técnica de "la apertura", cuando pillaban al empleado abriendo el edificio y desactivando las alarmas o bien como solían hacerlo los drogadictos que atracaban, entraban con una pistola o cuchillo e intimidaban a los clientes que estaban ahí. Entonces, el empleado tras los cristales blindados le echaba una cantidad y salían corriendo", detalla el policía nacional que se llevaban poco dinero. "Por eso había tantísimos".

En los 90 la droga era el principal motivo de los atracadores, para costearse la dosis diaria hacía falta mucho dinero. Explica que la droga ha hecho mucho daño, ha matado a gran parte de estos delincuentes, por eso también ha caído el número.

Botines de 20 euros

Ya no es rentable atracar bancos, además de mejorar sus sistemas de seguridad, las sucursales cada vez tienen menos dinero en metálico. "En los 90 se podían llevar, si lo preparaban bien, 300 mil euros. Si accedían a la zona bunkerizada donde se encuentra la caja fuerte. Pero antes con la dependencia de la droga lo que querían era dinero rápido para poder poder pagarse sus dosis".

Cuenta que un atraco hay que prepararlo bien, pero que ahora mismo no hay delincuentes con ese dominio, porque todos están en la cárcel. "Ahora se pueden llevar de media 600 euros, es que ha habido atracos que se han llevado 20 euros".

"En el caso de Camacho, de cinco veces, tres le hemos detenido durante su permiso penitenciario". ¡Si ven que quebrantan, no les deis los permisos!"

También hay atracadores producto de la crisis: "Con el 'boom' de la construcción había personas que no eran atracadores y que estaban hechas polvo, no podían seguir con su estilo de vida. Recuerdo un caso de una persona que tenía una inmobiliaria que iba muy bien, hasta que dejó de vender, cuando le detuvimos nos dijo que en su casa no sabían que el negocio iba tan mal, pero que su familia tenía que seguir llevando su ritmo de vida".

La ludopatía también produce atracadores, de hecho Mangas reconoce que ha encontrado casos de ladrones que pierden el dinero en las casa de apuestas y que después atracan los locales para recuperarlo.

Conoce ladrones que están cobrando una pensión de 500 euros, pero no por lo que han trabajado, sino por los años que se han pasado en prisión

"A día de hoy el principal móvil que mueve a los atracadores son el ánimo de lucro y la drogodependencia. Pero no hay nuevos atracadores. Tienen cincuenta y tantos años, son los que salen de la cárcel, yo a esta gente les he conocido con 18 años".

Sexagenarios reincidentes. ¿Qué está fallando?

En la prensa es muy frecuente dar con titulares en los que hombres de avanzada edad son detenidos por atracar bancos. Este inspector considera que esto sucede porque han empezado jóvenes. Ahora tienen 70 u 80 años. Son reincidentes con una condena elevada. "Se van a tirar toda su vida en la cárcel, asique les da lo mismo".

"El sistema penitenciario funciona de esa manera. Cuando llevan un tiempo de condena solicitan permiso, normalmente la junta de tratamiento de la cárcel dictamina negativamente, pero ellos recurren al juez de vigilancia penitenciaria que siempre hay alguno que da los permisos. En el caso de Camacho Chacón, de cinco veces, tres le hemos detenido durante su permiso penitenciario". "¡Si ven que quebrantan, no les deis los permisos!", dice, visiblemente molesto.

Mangas afirma que, tristemente, estos delincuentes no se reinsertan. Admite que conoce casos en el que el delincuente ahora está cobrando una pensión de 500 euros, pero no por todo lo que ha trabajado, sino por los años que se ha tirado en prisión.

Ya no es rentable atracar un banco, estos son los últimos que quedan. Existen muy pocos casos en los que los hijos han continuado con la "pofesión" (sic) de su progenitor, como el hijo del Pocero.

"El padre ya murió, aparte de atracar trabajaba de pocero y se conocía el sistema de alcantarillado de Madrid. El sótano de muchos bancos comunicaba con este sistema de residuos. Cuando iban a atracar, rompían el suelo del sótano, o la bajante de los servicios, y entraban en el banco. Este delincuente profesional enseñó a su hijo y es el que ha continuado con su legado, se llama el Robin Hood de Vallecas. Aprendió de su padre que le bajaba a las alcantarillas y le enseñaba como funcionaba todo. Pero salvo casos contados, ya no hay nuevos atracadores de bancos en España y los que quedan están condenados a la extinción", sentencia.

Al igual que con los atracos a sucursales bancarias, cada vez hay menos secuestros. En el año 2.000 hubo 222 secuestros, en 2019 estamos hablando de 86 secuestros.

El año pasado hemos tenido dos o tres secuestros en Madrid. Pero en estos casos son peores los secuestrados que los propios secuestradores

Han cambiado, antes era para lucrarse, ahora la mayor parte de ellos son por temas de droga o deudas. No es el clásico secuestro de una persona que tiene dinero. Ahora no hay. El año pasado hemos tenido dos o tres secuestros en Madrid. Pero en estos casos son peores los secuestrados que los propios secuestradores.

"Yo participe en la búsqueda de Anabel Segura. Fue nuestro equipo el que encontró el cadáver. Era una chica de La Moraleja que salió hacer 'footing' y dos delincuentes la secuestraron a voleo, se les fue de las manos y la mataron el mismo día. Estuvieron más de un año intentando cobrar dinero, fue tremendo, cuando ya les detuvimos nos lo confesaron y estuvimos 24 horas en la localización con excavadoras hasta que encontramos el cuerpo".

De este tipo ya no hay, por suerte. Ahora los secuestros están más vinculados a una deuda derivada del tráfico de drogas y le piden a la familia dinero. No son profesionales. “La mayor parte son sudamericanos”.

Partidas a la Play con el secuestrado

En el despacho del Grupo XII tienen colgada en la pared una foto del momento de la detención de un magnate argentino que fue secuestrado.

"El tipo tenía una empresa de juego online y por lo que fuera pedió dinero a un ucraniano, este invirtió 2 o 3 millones de euros y no pudo pagárselo. Le secuestraron y le retuvieron durante siete días, custodiado por cuatro exmilitares franceses y un ruso. Lo localizamos porque su mujer en Argentina fue al consulado para denunciarlo y nos encargamos nosotros. Fue un secuestro 'light', los retenedores llegaron a echarse partidas la Play (Station) con el secuestrado, tranquilamente a su rollo".

Mangas echa la vista atrás, recuerda con nostalgia y cierto romanticismo todo lo que ha vivido. En unos años va a jubilarse, pero lo hace obligado. Si por él fuera, seguiría en su puesto de trabajo mucho más tiempo. Asegura que está muy a gusto con su equipo y que por eso quiere seguir, pero lo que también dice con la mirada es que quiere seguir detrás de los delincuentes, persiguiéndolos y cazándolos. Porque aunque haya pocos, todavía quedan por las calles.

https://www.elconfidencial.com/espana/2 ... s_2415976/

Re: “El ladrón de bancos está condenado a la extinción“

NotaPublicado: Mar, 14 Nov 2023, 01:25
por Bávaro
40 años de atracos a bancos: cada vez menos y más sofisticados

Vigo ha pasado de contabilizar cien robos al año en los ochenta y primeros noventa a convertirse en un delito residual pero profesionalizado

06 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Las sucursales bancarias no eran los búnkeres actuales, tampoco los choros que las desvalijaban ni las técnicas de investigación para meterlos entre rejas. Vigo fue durante los ochenta y primer lustro de los noventa la ciudad de España, por población, con más robos en bancos: universo de asfalto, coches robados, jeringuillas, litronas y bolsos en las esquinas. «Lo normal eran 80, 90, 100 al año, en 1988 llegamos 150...», explica Avelino Luis de Francisco, ahora alcalde de Cortegada (Ourense) y en 1983 primer responsable de la brigada antiatracos creada en la Policía Nacional de Vigo para reprimir aquel escenario desbocado. Hace más de una década que son casos aislados, pero ejecutados con destreza. El último se perpetró el pasado 28 de octubre: rostros cubiertos con medias y 160.000 euros saqueados de la caja fuerte y dos cajeros automáticos. El anterior ocurrió hace un año, en Coia, con otro botín de 160.000 euros. Ninguno puedo compararse con los perpetrados hace más de 30 años: la heroína, entonces, motivaba cada asalto y sus autores iban siempre empalmados [tener arma de fuego, en el argot policial].

Tito de Matamá y Guille, alias Solitario, se ganaron a pulso la condición de más reincidentes y peligrosos. Sus nombres y fotos en blanco y negro protagonizaron cientos de legajos mecanografiados y abundantes condenas de cárcel. Pero también el Piñata, los hermanos Vila, Chicho de Matamá, Buchu, los Gemelos, Carballés Collazo, los hermanos Migallas, Chuti, Castro o Tito de Cabral. Integraron aquella violenta y dopada primera quinta; la mayoría procedía de Cabral y en menor medida de Coia. En la calle Marín, recuerdan en la comisaría, siete de cada diez familias visitaban a un integrante en prisión. «Muchos eran menores de edad, el primer butrón en Vigo lo hicieron dos críos de 15 y 16 años. Eran otros tiempos, con mucho paro, un nivel socioeconómico bajo en el perímetro de la ciudad y las consecuencias de la heroína, claro. Lo normal eran siete u ocho atracos a la semana, había días de tres o cuatro», detalla Avelino Luis.

El hoy alcalde recordaba esta semana que, entonces, tenía a su cargo a ocho inspectores y una red de informantes que suponía la piedra filosofal de las investigaciones: «Estábamos dentro del hampa, teníamos ojos y oídos en sus lugares habituales de reunión. Hacíamos las investigaciones y las detenciones, casi siempre sin apoyo de otras unidades. No había horarios, dormíamos en los sofás de la comisaría si era necesario. Tampoco ordenadores, ni tecnología; era calle, nada más que calle, y podemos estar satisfechos con el resultado. Resolvíamos casi todos los atracos, las estadísticas están ahí para cotejarlas».

De gatillo fácil

Pero aquellos adolescentes y jóvenes, siempre alentados por el caballo o el mono de la abstinencia, eran de gatillo fácil. «En San Andrés de Comesaña, un compañero se quedó parapléjico de un balazo que le pegó el Tito de Matamá, que se hizo con una metralleta nuestra e intentó usarla contra nosotros; menos mal que se le encasquilló», recuerda este comisario jubilado, antes de añadir: «Los bancos, con el tiempo, mejoraron la seguridad. Al principio no tenían ni mamparas, era como entrar en un ultramarinos. Tampoco estaban conectados con la comisaría ni contaban con cámaras de fotografía o vídeo. Sobre todo fuera del centro, por eso los atracos se cometían casi siempre en sucursales de la periferia de Vigo o de su comarca».

Pero aquella industria delictiva requería de armamento para consumarse, un negocio paralelo que ofertaba también su alquiler para trabajos puntuales. Primero utilizaron escopetas de caza guardadas en casas a las que recortaban los cañones; luego proliferaron los revólveres Tauros, procedentes de Portugal en un 80 %. Por último, también del país vecino, llegaron a Vigo armas de 9 milímetros robadas de un gran arsenal almacenado en un barco atracado en el puerto de Lisboa: «El mercado negro estaba saturado y los atracadores de Vigo sabían dónde encontrarlas, dinero no faltaba», concluye Avelino Luis. Ya las investigaciones actuales pasan por el manejo de la información más privilegiada de confidentes, tecnología telefónica y la revisión de imágenes obtenidas por cámaras de videovigilancia; pero no solo del banco, también de negocios, particulares o de la red viaria. Nada que no sepan los atracadores, incluso los más imberbes.

El inspector jefe Santiago Trincado, también jubilado, estuvo a las órdenes de Avelino Luis en Vigo desde 1983 y siguió en la brigada antiatracos de la ciudad hasta su disolución, en el 2000. Sus compañeros, muchos en activo, le recuerdan por la detención del taxista Manuel Rodríguez Lamas, alias el Pulpo, atracador y autor de cuatro asesinatos en Vilaboa; también por la negociación hecha en 1986 en la desaparecida cárcel de Vigo cuando el Guille, el Tito de Matamá y el Chuti se amotinaron reteniendo a cinco funcionarios: «Estaban armados con una recortada, les tiraron las piezas de la escopeta, una a una, desde el patio de un colegio anexo. También le metieron a otro preso, el Chicho, tres o cuatro baldeos [cuchilladas]. Lo sacamos a tiempo, no murió de milagro».

El discurso de Trincado recrea un Vigo pretérito, salvaje en sus bajos fondos y aún alejado de la prosperidad venidera. La heroína, también a su juicio, motivó aquella delincuencia desvinculada del ambiente posmoderno del centro, aupada por la movida cultural importada de Madrid y el espídico ocio nocturno. «De Cabral, con una sociedad labriega mayoritariamente, salieron los peores atracadores y no procedían de familias marginales», reflexiona Trincado, a la vez que reconoce que la heroína supuso igualmente un hilo policial del que tirar con éxito: «Casi siempre atracaban colocados, muy colocados, pero es que al huir, y no pocas veces, se iban directos con el mismo coche y ropa del robo a ver a los traficantes para comprar más caballo».

Oficina Telmos

Este inspector jefe, ponderado al facilitar datos operativos, sí confiesa que tener ojos y oídos entre los quinquis resultó fundamental para adelantarse a sus planes; los define, sin más, como «medios técnicos para ver y no ser observado». Pero el dinero fácil de los atracos no se diluía únicamente por las venas de los choros; las barras americanas eran su otro patio de recreo predilecto. El Club Telmos, del proxeneta Telmo Domínguez, entonces en la calle Fermín Penzol, era punto de encuentro habitual de delincuentes de todo pelaje, prostitutas, confidentes y maderos. Los soplos de información se sucedían entre alcohol barato, papelinas, ceniceros rebosantes de colillas e intenso olor a perfume barato. «Se quemaba mucha pasta, el gerente cambiaba a las señoritas cada 21 días y no faltaban los camellos, era una mina de información. A los atracadores les gustaba despilfarrar, hacer gala de que tenían los bolsillos llenos; signo evidente de que dieran un palo», recuerda Trincado.

La heroína, paradójicamente, no solo engendró aquel bum delictivo en la ciudad de Vigo, sino también su epílogo. A partir de 1995 fue a menos, en parte, por la demacre que este derivado del opio causó entre sus devotos. Muchos murieron y otros, cadavéricos, eran incapaces de ejecutar los planes. La presión policial, a mayores, los asfixió hasta echarlos de la partida. En 1997, el censo de atracadores de bancos en Vigo llegaba a 300, y el 70 %, según datos oficiales aportados entonces, dormía en los jergones de las prisiones. Por eso, en el 2000, la brigada antiatracos se disolvió con un balance brillante y la satisfacción de legar una ciudad mejor.

Guillermo García Sánchez

El Guille. Fue desde adolescente, con el Tito de Matamá, el mayor atracador de Vigo. También se le recuerda por un motín con rehenes en la cárcel de la ciudad en 1986.

ANTONIO PEIXOTO COSTAS

Mala sangre. De Alcabre, llegó al 2005 en la cresta de la ola de lo suyo tras comenzar en los años ochenta y acumular más de 15 arrestos en la ciudad.

JOSÉ ÁNGEL MARTINS MENDOZA

El Peque. Otro histórico de los atracos en Vigo, que también participó en el robo de una sucursal en A Cañiza en el 2010 con un guardia civil muerto de un disparo.

Manuel rodríguez lamas

El Pulpo. Es recordado por matar a cuatro personas en Vilaboa, pero también por ser el encargado de conducir coches para escapar tras los atracos.

JUAN JOSÉ NOGUEIRA

El Bizco. Su ficha policial es abultada y su último atraco fue en el 2014; tiró los billetes al aire para que ciudadanos se echaran a ellos y esquivar a la policía.

Bernardino Muñiz

Su propia banda. Accedía a los bancos por los conductor de ventilación. Murió ahogado cogiendo percebes, en el 2006, estando fugitivo por atracos.

Cuatro décadas de robos a entidades bancarias en Vigo
27-11-1980

El Guille, en lo más alto a sus 18 años

Guillermo García González, alias Guille, con 18 años y sin profesión conocida, fue detenido con dos compinches por atracar cuatro bancos en Vigo en noviembre de 1980. Eran los inicios de uno de los mayores ladrones de bancos que ha visto la ciudad.

16-3-1984

El Tito de Matamá forja su leyenda negra

Alejandro Iglesias Casal, alías Tito de Matamá, posiblemente el atracador de bancos más recordado en Vigo. En 1984 se llevó casi 12.000 euros de una oficina en Comesaña. Acabó detenido en Portugal y apareció muerto en una celda por causas nunca esclarecidas

15-4-1992

El ladrón que afrontó 128 años de cárcel

Manuel Pereira protagonizó una petición de 128 años de cárcel por seis robos en sucursales bancarias y, en el transcurso de los mismos, consumar dos intentos de homicidio. Su robo más sonado se perpetró el 15 de abril en la oficina de Caixavigo en García Barbón.

15-4-1992

El ladrón que afrontó 128 años de cárcel

Manuel Pereira protagonizó una petición de 128 años de cárcel por seis robos en sucursales bancarias y, en el transcurso de los mismos, consumar dos intentos de homicidio. Su robo más sonado se perpetró el 15 de abril en la oficina de Caixavigo en García Barbón.

8-5-2000

Dos muertos y un furgón con 2,3 millones

Fue uno de los golpes más sonados del Grapo en Vigo. Se fue de frente contra un furgón blindado para asaltarlo con tres explosivos. Murieron dos vigilantes y el botín ascendió a 2,3 millones de euros que iban al Banco de España.

9-6-2004

El plan que incluía huir por la puerta trasera

Una banda de encapuchados causó terror en la ciudad al retener varias horas a los empleados y clientes de una ofician bancaria en Tomás Alonso. Eran profesionales, abrieron la caja fuerte y se escaparon por la puerta trasera burlando el perímetro policial.

17-2-2014

Decenas de billetes al aire para escapar

Aquel atraco lo protagonizaron tres profesionales reconocidos del sector, uno de ellos condenado por asesinato. Se llevaron 30.000 euros, que acabaron lanzando al aire, y disparando sus armas, al verse rodeados por decenas de agentes que seguían sus pasos.

28-11-2014

El atraco más trágico que nadie ha olvidado

La muerte de la policía Vanessa Lage y las heridas de su compañero Vicente José Alló, a manos de Enrique Lago Fariñas, alias el Escayolista, sigue muy presente entre la ciudadanía. El atracador, uno más entre los históricos de Vigo, fue abatido en la acera frente a la sucursal de O Calvario.

28-10-2022

Vieja escuela para los nuevos tiempos

El último atraco en Vigo se consumí la semana pasada y evidenció que al menos uno de sus protagonistas conoce el oficio y supo desvalijar dos cajeros automáticos y la caja fuerte. Se llevaron 160.000 euros con los rostros cubiertos con medias y gafas de sol.


https://www.lavozdegalicia.es/noticia/v ... 6C2991.htm

Re: “El ladrón de bancos está condenado a la extinción“

NotaPublicado: Mié, 15 Nov 2023, 00:42
por Bávaro
Acceso al cuerpo de policía autonómica del País Vasco

nola2hurtu.eus
El arresto de tres atracadores históricos vigueses resuelve seis robos bancarios que suman 565.000 euros de botín

A Miguel Ángel “Migallas”, el último de los detenidos, se le imputan el de Ramón Nieto, el de Martínez Garrido y otro frustrado en la avenida del Aeropuerto

La jueza destaca el “palpable” riesgo de reincidencia y de fuga de este hombre que lleva delinquiendo desde su juventud


Marta Fontán | @martifontan
Vigo | 14·11·23 | 06:07 | Actualizado a las 12:14

Los operativos policiales que en solo una semana derivaron en la detención de tres históricos y veteranos atracadores de bancos de Vigo han permitido esclarecer al menos seis asaltos ocurridos en la ciudad olívica desde 2021 en los que, en total, el dinero sustraído sumó 565.000 euros. Una abultada cantidad que en su mayoría no ha podido ser recuperada. El 3 de noviembre caían Laureano Fernández Rodríguez, “Laurín”, y Edelmiro Fernández Rial minutos después de sustraer supuestamente 120.000 euros en una sucursal de la avenida de Ricardo Mella, en Coruxo. Ambos de 56 años de edad y con un historial delictivo que no han dejado de ir engrosando desde su juventud, con su arresto la Policía Nacional dio también por resueltos los robos del 30 de abril de 2021 en la calle Cronista Rodríguez Elías de Coia y del 28 de octubre de 2022 en la avenida del Aeropuerto de Candeán.



https://www.farodevigo.es/gran-vigo/202 ... 82130.html