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Los 100 de Intxaurrondo

NotaPublicado: Mar, 16 Ene 2018, 19:18
por astartes
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‘Los 100 de Intxaurrondo’
Un panel con la imagen del centenar de agentes asesinados por ETA recuerda que en 2018 se cumplen 50 años del asesinato del primer agente del cuartel, en junio de 1968, el primero de una lista de 215. Un sencillo museo recuerda en el cuartel el precio pagado por el Cuerpo.
Publicado el 13 de Enero de 2018 - 00: 15
Mikel Segovia

El miedo ya no viaja en los petates. A los recién llegados tampoco se les encoje el corazón al cruzar el umbral del cuartel de Intxaurrondo. Lo que ahora sobrecoge son relatos de épocas pasadas, los recuerdos y el dolor que rezuma el lugar. No faltan dosis de rabia difíciles de erradicar, aunque hace un tiempo que no afloran con la frecuencia que lo hacían. A los veteranos se les mira con admiración, a los más jóvenes como afortunados del nuevo tiempo. Los últimos no sufrirán lo que padecieron los primeros.

Acceso al cuartel de Intxaurrondo de la Guardia Civil en San Sebastián. Mikel Segovia
Todos saben que hace 25 años que en el panel no se suma ningún nombre más, ningún nuevo rostro. Ya son demasiados. Casi no quedan días en los que no se ilumina para recordar que se cumple un nuevo aniversario de la muerte a tiros o por una bomba de alguno de sus compañeros. Lo primero que se encuentran al llegar es la imagen de ‘Los 100 de Intxaurrondo’, los guardias civiles que ETA asesinó en Guipúzcoa, el territorio en el que la banda mató a casi la mitad de los 215 agentes de la Benemérita muertos a manos de la banda terrorista.

Flanqueado por una bandera española y una de la Comandancia de Guipúzcoa, el panel con la imagen de los agentes asesinados es en realidad un retrato de la historia del cuartel que más sufrió el acoso etarra. También el que más comandos detuvo. Los más veteranos ven además en él un recordatorio diario de que aún quedan cosas por hacer, deudas que saldar con ETA; atentados sin esclarecer, autores sin identificar y responsables sin condenar. Quizá muchos de los que hoy recorrerán las calles de Bilbao, en la marcha de apoyo a presos convocada, podrían dar respuestas a las preguntas pendientes.

De los 215 guardias civiles asesinados por ETA, 161 murieron en el País Vasco y 100 en Guipúzcoa. Su primera víctima fue un agente de Intxaurrondo
Este 2018 se cumplen 50 años del primer asesinato de ETA. Su primera víctima fue un guardia civil de este cuartel guipuzcoano. El panel de ‘Los 100 de Intxaurrondo’ es lo primero que se le mostró el pasado jueves al Ministro del Interior. Uno a uno, Juan Ignacio Zoido escuchó los relatos más duros que se ocultan tras esos rostros. Un centenar de imágenes en blanco y negro de los agentes convertidos en el particular ‘mapa de la memoria’ de Intxaurrondo y del Cuerpo en Guipúzcoa. Una suerte de historia de la lucha contra el terrorismo del último medio siglo en el País Vasco.


La ‘ikastola’ de la Guardia Civil
Son cien historias con similitudes. La mayoría de los hombres cuyas imágenes miran con la frialdad propia de una imagen de ‘photomatón’ de la época ocultan vivencias quiparables. El lema de la comandancia de Guipúzcoa resume bien el ambiente con el que se trabajó, “Seremos en el peligro”, reza. La mayoría llegó de fuera de Euskadi, algunos en los años más duros, y en no pocos casos con la familia a cuestas. Unos años para ‘sobrevivir’ en un País Vasco hostil, y regresar con algo más de ingresos y mejor posición para elegir destino mejor. Muchos jamás regresarían.

Bloques de viviendas en el interior del cuartel de Intxaurrondo, en San Sebastián. Mikel Segovia
En el País Vasco sin la amenaza de ETA aún hoy se mira con recelo a la Guardia Civil. No es difícil imaginarse cómo fueron los últimos días de los cien hombres que se dejaron la vida en aquel ‘gheto’ policial en el que durante muchos años se convirtió Intxaurrondo. Aquel ‘pueblo blindado’ de 35.000 metros cuadrados, con familias completas distribuidas en siete bloques de viviendas a las que se procuró que nada les faltara: cantina, economato, instalaciones deportivas y peluquería. Había que evitar tener que salir mucho muros afuera; demasiado frío, demasiado miedo y demasiados secretos que ocultar. Un recinto en el que todos ellos, y en algunos casos sus familias, probablemente vivieron alguno de los numerosos ataques terroristas que padeció el cuartel o los 60 de los que fueron objeto el conjunto de los cuarteles guipuzcoanos.
A los agentes destinados en Euskadi se les formaba tres meses en un centro conocido como la ‘ikastola’ para facilitar su aclimatación


Antes de que ETA los asesinara, ‘Los 100 de Intxaurrondo’ habían intentado pasar desapercibidos en Euskadi. Se formaron para detener etarras, evitar atentados y para no ser descubiertos. Incluso para soportar la presión social. Integrarse en las costumbres vascas, aprender hábitos sociales o hasta ocultar sus acentos podía salvarles la vida. Su periodo de aclimatación comenzó en una ‘ikastola’. Así denominaban los agentes al centro de formación ubicado en Hondarribia y en el que durante tres o cuatro meses recibían una formación específica para iniciar su labor en el destino más peligroso de España durante décadas para un Guardia Civil. El dato es revelador, 100 de los 161 agentes asesinados en el País Vasco lo fueron en Guipúzcoa. Aquel viejo convento reconvertido en ‘ikastola’ de la Guardia Civil fue el único de toda Guipúzcoa que jamás fue atacado por ETA. Hoy el complejo está abandonado.
Cuando se les pregunta por los compañeros asesinados, el orgullo aflora entre los 1.500 agentes que aún hoy están destinados en el cuartel. Algunos, veteranos repletos de experiencias, otros hijos de agentes destinados años atrás. En Intxaurrondo recuerdan que gracias a su trabajo se logró desarticular a 278 comandos de ETA y detener a 1.717 militantes de la banda.


El pasado oscuro que nadie quiere recordar
De lo que nadie prefiere hablar ni recordar es del lado más oscuro. Algunos de esos comandos fueron desarticulados bajo la dirección del General Emilio Rodríguez Galindo, del que no figura ningún reconocimiento visible en el cuartel y de quien los agentes prefieren no hablar. Fue uno de los condenados por las acciones de los GAL y practicó las operaciones más cuestionadas y condenadas por la Justicia, como el secuestro de Segundo Marey, -por el que fue condenado-. Otros episodios de los GAL condenables fueron los del asesinato de Lasa y Zabala, Mikel Zabalza, la muerte de Juan Carlos García Goena, etc. y sobre el que siempre planean las torturas como la gran ‘mancha negra’ en el historial del cuartel y su entorno.

El relato de ‘Los 100 de Intxaurrondo’ comenzó a esculpir su triste historia el 7 de junio de 1968. Es la fecha que figura bajo el primero de los rostros, el de José Antonio Pardines. Durante décadas su asesinato fue considerado el primero de la larga historia de crímenes de ETA. En realidad, víctima y verdugo abrieron un camino casi sin retorno. El asesino de Pardinas, Txabi Etxebarrieta, también encabezaría horas después la lista de militantes de ETA muertos en enfrentamientos con la Guardia Civil. Aquella mañana de hace casi cincuenta años Pardines llevaba a cabo un control de tráfico en la N-1 en Aduna. Cuando inspeccionaba un vehículo en el que viajaban dos miembros de ETA, Iñaki Sarasketa y Etxebarrieta, éste le disparó. Sarasketa fue detenido, condenado a cadena perpetua y amnistiado en 1977.

El panel con la imagen de ‘los 100 de Intxaurrondo’ es el orgullo del cuartel.
El pasado oscuro de tiempos de Rodríguez Galindo se prefiere olvidar

El relato que aún hoy se cuenta a los recién llegados incluye el episodio de que aquel atentado también fue el primer enfrentamiento civil de la sociedad vasca con ETA. Un camionero, Fermín Garcés, que vio el asesinato de Pardines corrió hasta los terroristas y logró alcanzar a uno de ellos. Pronto tuvo que soltarlo al ser encañonado. Meses después, Garcés dejó el camión para hacerse guardia civil. Hoy tiene 88 años y la comandancia de Guipúzcoa le rindió un reconocimiento a su acción heroica el año pasado.

Huchas de apoyo a los presos de ETA incautadas por agentes de la Guardia Civil de Intxaurrondo. Mikel Segovia
El panel de los asesinados de Intxaurrondo lo cierra otra historia cruel. El último día que enterraron a un compañero fue el 16 de septiembre de 1993. Se llamaba Juvenal Villafañe García y hacía años que había dejado de ser guardia civil en activo. Pero ETA tiene memoria y la empleó para recordar que ningún agente deja jamás de ser su enemigo. Villafañe García tenía 78 años y estaba jubilado cuando la banda terrorista le colocó una bomba lapa en los bajos de su coche en Andoain. Llevaba 30 años viviendo en la localidad guipuzcoana.

Los Mateu, padre e hijo asesinados por ETA
Hoy en el cuartel se respira otro clima. Aún se oculta la condición de guardia civil y se mantienen ciertas medidas de protección pero nada que ver a lo que sucedía años atrás. No hay tensión ni temor a nuevos atentados. El nuevo responsable de la Comandancia de Guipúzcoa se comprometió el jueves pasado ante Zoido a trabajar para acercar el Cuerpo a la sociedad vasca y revertir la “animadversión” que aún hoy persiste.

No será fácil. El ambiente se ha relajado pero la memoria no. Una sala del cuartel recuerda a Ignacio Mateu Isturiz, uno de los agentes asesinados. En ella se exhiben algunos de los mayores logros de los agentes. Y sin duda uno de los que más satisfacción provoca es la investigación que ha permitido reabrir el caso de Mateu Isturiz. Su asesinato y el del agente Adrián González Revilla ocurrió el 26 de julio de 1986. La banda había arrojado explosivos con un lanzagranadas situado frente al cuartel de Aretxebaleta y cuando fueron a inspeccionarlos hizo estallar una bomba.

A Ignacio Mateu Isturiz ETA lo mató 18 años después de que asesinara a su padre, José Francisco Mateu, magistrado del Tribunal Supremo
El caso de Mateu es especialmente cruel. Su padre, José Francisco Mateu Canoves, magistrado del Tribunal Supremo también fue asesinado por ETA el 16 de noviembre de 1968. El juez había persuadido a su hijo para que se alistara en el Ejército y no en la Guardia Civil, más amenazada por ETA. Le recordaba que con un “amenazado” en la familia era suficiente. Tras el asesinato de su padre pidió autorización para ingresar en la Benemérita. 18 años después el presagio de su padre se cumplió, Mateu hijo moría asesinado con una bomba-trampa.

Aquel crimen quedó impune. La Audiencia nacional lo archivó tras no obtener pruebas suficientes. Finalmente, tres décadas después y tras la insistencia de la Fiscalía y la labor de la Guardia Civil se logró acreditar recientemente que las huellas encontradas en los tubos analizados correspondían a José Antonio López Ruiz, ‘Kubati’. El caso fue reabierto en 2016. ‘Kubati’ salió de la cárcel noviembre de 2013 tras cumplir 26 años de prisión por 12 asesinatos. Probablemente esta tarde recorra en libertad las calles de Bilbao en demanda del final de la dispersión para los presos de ETA.

Los ‘trofeos’ de Intxaurrondo
En el sencillo ‘museo’ habilitado en el cuartel los agentes también muestran orgullosos paneles con imágenes en los que se muestran elementos como los grilletes con los que fue esposado ‘Kubati’ tras su arresto el 25 de noviembre de 1987, los informes de cotejo de huellas o documentación referida a ETA. Además, un televisor repite imágenes de los seguimientos que los servicios de información hacían a miembros de ETA como ‘Kantauri’ o ‘Txeroki’. En una de ellas se ve a dos agentes, acompañados de sus esposas e hijos, paseando por Bidart (Francia) en 1992 cerca de dos miembros de la cúpula de ETA días antes de que fueran detenidos. Tampoco faltan imágenes de los momentos previos a la liberación de José Antonio Ortega Lara.

Imagen de una veintena de funerales por agentes de la Guardia Civil de San Sebastián asesinados por ETA. Mikel Segovia
En otro de los paneles, 21 imágenes recuerdan otros tantos funerales y capillas ardientes por compañeros asesinados. Junto a él una vitrina muestra dos ‘huchas de apoyo a presos’ incautadas en las Herriko tabernas, ejemplares del Zutabe, -la publicación interna que editaba ETA-, los morteros ‘jotake’ con los que atacaban el cuartel o documentos incautados a la banda.

Un museo muestra material incautado a ETA, informes de los servicios de información o los morteros ‘jotake’ que lanzaban contra el cuartel
En la larga lista de agentes que murieron “serenos en el peligro” también destaca el caso del guardia civil retirado Félix de Diego Martínez, asesinado el 31 de marzo de 1979. El agente había sufrido un accidente de tráfico que le postró en una silla de ruedas. De Diego había sido compañero de patrulla de Pardines Arcay el día que ETA lo asesinó. Once años después fue a por él acusándole de ‘chivato’. Lo mató en el bar que junto a su mujer regentaba en Irún.

La lista de crueldad padecida por ‘Los 100 de Intxaurrondo’ es larga y dura. A Aurelio Salgueiro López, de 46 años y natural de Monforte de Lemos, ETA lo mató en Mondragón el 28 de agosto de 1978. Era padre de siete hijos, con uno de los cuales se encontró justo cuando dos etarras se le acercaron para tirotearlo cuando regresaba, vestido de paisano, de una oficina de Correos. El cuerpo del cabo primero quedó más de diez minutos desangrándose en el suelo sin que nadie acudiera a socorrerlo.

No es el único caso en el que ETA asesinó a un agente delante de sus hijos o familiares. También mató así a Gregorio Posadas zurrón, asesinado en Azpeitia en presencia de su hijo el 3 de abril de 1974. Dos etarras con sendas metralletas lo acribillaron a balazos. A Antonio Mateo Melero lo mataron en Ordizia en presencia de su esposa y otros familiares el 1 de noviembre de 1987 y por último, ETA mató a Antonio Ramírez Gallardo ante su novia.

Re: Los 100 de Intxaurrondo

NotaPublicado: Mié, 17 Ene 2018, 02:50
por mugikorra
Son 100 guardias que pertenecen territorialmente a esa Comandancia pero muchos de los cuales fueron asesinados a lo largo de la geografía de Guipúzcoa (Éibar, Ezkio-Itxaso, Azpeitia, Tolosa...)

Teniendo siempre en cuenta que sólo se computan fallecidos, lo que no implica que hubiese muchísimos más atentados sin víctimas mortales pero con gran cantidad de heridos.

Los últimos atentados que recuerdo contra Intxaurrondo tuvieron lugar en el año 2000. El primero, en marzo, al estallar un coche bomba con +- 40 kg de Titadyn al paso de un Nissan Patrol que realizaba vigilancia perimetral de la Comandancia por el paseo Zarategi. Hubo dos guardias y cinco ciudadanos heridos. El blindaje del vehículo y posiblemente un error en las referencias al accionar el telemando les salvó de una muerte segura.

En noviembre hubo el segundo y más perverso: Se registra el lanzamiento de una granadas "Mekar" contra la Comandancia. Al localizar las lanzaderas y detectar que quedaba un segundo proyectil en un segundo tubo (el artificio estaba preparado expresamente para que fuese así) el mecanismo es neutralizado. Cuando los TEDAX de todos los Cuerpos y miembros del SIGC realizan una verificación, una olla rellena con 2 Kg de dinamita perfectamente camuflada y oculta en la base de los tubos es activada por telefonía móvil. Los terroristas estaban observando todo desde el Monte Ulía con prismáticos.

10 guardias civiles (un capitán, un alférez, un sargento y siete guardias), 3 policías nacionales y 3 ertzainas resultaron heridos de importancia. El herido más grave, uno de los artificieros de la Ertzaintza, Iñaki. Entre las numerosas y graves lesiones, la explosión le provocó estallido del ojo derecho y le arrancó el testículo izquierdo, medio muslo y le produjo graves lesiones en el pene y zona púbica. Años antes, ya le habían quemado el coche en su pueblo por su profesión.

Otro de los TEDAX del CNP, que justo acababa de aprobar el acenso a Oficiales apenas cinco días antes, también acabó jubilado por problemas de visión derivados del atentado. Otros guardias civiles corrieron la misma (mala) suerte al ver truncada definitivamente su vida profesional. Unos medio ciegos, otros medio sordos y todos con graves secuelas psicológicas.


Sobre el Sr. D. Ignacio Mateu Istúriz, del que se habla en el artículo, era Teniente de la 2ª Compañía del G.A.R. y falleció junto al también especialista de esa Unidad Sr. D. Adrián González Revilla en una ekintza similar a la anteriormente relatada. Un atentado contra la Casa Cuartel de Aretxabaleta (Guipúzcoa) mediante lanzamiento de granadas y una trampa oculta que estalla al realizar el reconocimiento. Esa misma noche hubo otro atentado similar contra la Casa Cuartel de Ordizia.

Ignacio era hermano del Sr. Jaime Miguel Mateu Istúriz, actual Diputado del Partido Popular en el Congreso. Al padre de ambos, el magistrado José Francisco Mateu Cánoves también lo asesinó esta panda de ratas miserables.


En toda esta problemática había una parte muy vulnerable que eran los niños. Era aberrante, propio de una sociedad cavernícola, que los niños tuvieran que jugar al balón protegidos por guardias fuertemente armados o que el autobús escolar que transportaba a los hijos de los agentes al Colegio debiera llevar escolta policial. Mentecatos dispuestos a lanzar explosivos contra edificios habitados por decenas de familias.

Qué clase de eslabones perdidos tuvo la evolución de la sociedad vasca para generar alimañas de estas características. Capaces de someter a esta humillación moral a ciertos colectivo profesionales. El fenómeno Terrorista sonará a "remoto" para l@s compañer@s menores de 30 años como a nosotros en su día nos sonó la Dictadura o a nuestros padres la Guerra Civil.

Pero aunque la Guerra Civil acabó hace casi 80 años y está siempre en mente (con Ley al efecto), Franco murió hace más de 40 años y se sigue recordando su dictatorial régimen (retirando la simbología del mismo).....esta cuadrilla de criminales asesinos dejó de pegar tiros hace apenas 7 veranos (2010) y a todo el mundo se le ha olvidado su existencia. No sólo eso..sino que parece que se nos quiere trasladar que esto ha sido como una "mala borrachera" que le pasa a cualquiera y aquí Paz y después Gloria.

Se podrá perdonar (el que quiera) y olvidar (el que pueda) pero que nunca dejemos en el olvido a tod@s l@s compañer@s, ancian@s, niños que han quedado en el camino y a toda la gente que esta escoria ha arruinado la vida.

Re: Los 100 de Intxaurrondo

NotaPublicado: Mié, 17 Ene 2018, 09:39
por Nemo

Re: Los 100 de Intxaurrondo

NotaPublicado: Mié, 17 Ene 2018, 10:23
por El patriota
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materialpolicial.com
mugikorra escribió:Son 100 guardias que pertenecen territorialmente a esa Comandancia pero muchos de los cuales fueron asesinados a lo largo de la geografía de Guipúzcoa (Éibar, Ezkio-Itxaso, Azpeitia, Tolosa...)

Teniendo siempre en cuenta que sólo se computan fallecidos, lo que no implica que hubiese muchísimos más atentados sin víctimas mortales pero con gran cantidad de heridos.

Los últimos atentados que recuerdo contra Intxaurrondo tuvieron lugar en el año 2000. El primero, en marzo, al estallar un coche bomba con +- 40 kg de Titadyn al paso de un Nissan Patrol que realizaba vigilancia perimetral de la Comandancia por el paseo Zarategi. Hubo dos guardias y cinco ciudadanos heridos. El blindaje del vehículo y posiblemente un error en las referencias al accionar el telemando les salvó de una muerte segura.

En noviembre hubo el segundo y más perverso: Se registra el lanzamiento de una granadas "Mekar" contra la Comandancia. Al localizar las lanzaderas y detectar que quedaba un segundo proyectil en un segundo tubo (el artificio estaba preparado expresamente para que fuese así) el mecanismo es neutralizado. Cuando los TEDAX de todos los Cuerpos y miembros del SIGC realizan una verificación, una olla rellena con 2 Kg de dinamita perfectamente camuflada y oculta en la base de los tubos es activada por telefonía móvil. Los terroristas estaban observando todo desde el Monte Ulía con prismáticos.

10 guardias civiles (un capitán, un alférez, un sargento y siete guardias), 3 policías nacionales y 3 ertzainas resultaron heridos de importancia. El herido más grave, uno de los artificieros de la Ertzaintza, Iñaki. Entre las numerosas y graves lesiones, la explosión le provocó estallido del ojo derecho y le arrancó el testículo izquierdo, medio muslo y le produjo graves lesiones en el pene y zona púbica. Años antes, ya le habían quemado el coche en su pueblo por su profesión.

Otro de los TEDAX del CNP, que justo acababa de aprobar el acenso a Oficiales apenas cinco días antes, también acabó jubilado por problemas de visión derivados del atentado. Otros guardias civiles corrieron la misma (mala) suerte al ver truncada definitivamente su vida profesional. Unos medio ciegos, otros medio sordos y todos con graves secuelas psicológicas.


Sobre el Sr. D. Ignacio Mateu Istúriz, del que se habla en el artículo, era Teniente de la 2ª Compañía del G.A.R. y falleció junto al también especialista de esa Unidad Sr. D. Adrián González Revilla en una ekintza similar a la anteriormente relatada. Un atentado contra la Casa Cuartel de Aretxabaleta (Guipúzcoa) mediante lanzamiento de granadas y una trampa oculta que estalla al realizar el reconocimiento. Esa misma noche hubo otro atentado similar contra la Casa Cuartel de Ordizia.

Ignacio era hermano del Sr. Jaime Miguel Mateu Istúriz, actual Diputado del Partido Popular en el Congreso. Al padre de ambos, el magistrado José Francisco Mateu Cánoves también lo asesinó esta panda de ratas miserables.


En toda esta problemática había una parte muy vulnerable que eran los niños. Era aberrante, propio de una sociedad cavernícola, que los niños tuvieran que jugar al balón protegidos por guardias fuertemente armados o que el autobús escolar que transportaba a los hijos de los agentes al Colegio debiera llevar escolta policial. Mentecatos dispuestos a lanzar explosivos contra edificios habitados por decenas de familias.

Qué clase de eslabones perdidos tuvo la evolución de la sociedad vasca para generar alimañas de estas características. Capaces de someter a esta humillación moral a ciertos colectivo profesionales. El fenómeno Terrorista sonará a "remoto" para l@s compañer@s menores de 30 años como a nosotros en su día nos sonó la Dictadura o a nuestros padres la Guerra Civil.

Pero aunque la Guerra Civil acabó hace casi 80 años y está siempre en mente (con Ley al efecto), Franco murió hace más de 40 años y se sigue recordando su dictatorial régimen (retirando la simbología del mismo).....esta cuadrilla de criminales asesinos dejó de pegar tiros hace apenas 7 veranos (2010) y a todo el mundo se le ha olvidado su existencia. No sólo eso..sino que parece que se nos quiere trasladar que esto ha sido como una "mala borrachera" que le pasa a cualquiera y aquí Paz y después Gloria.

Se podrá perdonar (el que quiera) y olvidar (el que pueda) pero que nunca dejemos en el olvido a tod@s l@s compañer@s, ancian@s, niños que han quedado en el camino y a toda la gente que esta escoria ha arruinado la vida.
No se puede expresar mejor compañero.
Como bien dices muchos de nosotros hemos ingresado en las Fuerzas de Seguridad cuando todo esto de ETA ya había pasado practicamente. En mi caso entre en la academia en 2010, gracias a dios no lo he vivido. Siempre que puedo mantengo conversaciones con veteranos y me intereso bastante sobre esos duros años.

Muchos compañeros tenian los huevos como un toro.

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Re: Los 100 de Intxaurrondo

NotaPublicado: Mié, 17 Ene 2018, 16:55
por brabo

intervencionpolicial.com
Completamente de acuerdo Mugikorra, yo ni olvido ni perdono, entré con los últimos coletazos de ETA y cuando los telediarios abrían aún con la foto de compañeros muertos por estos asesinos, los más veteranos me han contado sus peripecias en el PV y es increíble las pelotas que tenían y cómo podían vivir y trabajar en esas condiciones, siento VERGÜENZA porque ningún Gobierno ha dignificado su labor ni ha reconocido sus sacrificios como se merecen, parece que todos quieren olvidarlos cuanto antes.

Re: Los 100 de Intxaurrondo

NotaPublicado: Mié, 17 Ene 2018, 18:48
por lucus

sector115.es
Que decir que no haya dicho mugí, lo que allí se vivió es difícil narrarlo, no se puede perdonar y menos olvidar todo aquello, las generaciones de ahora les puede sonar a chino, pero debemos tener presente aquel sufrimiento y dolor inútil que mucha gente de bien padeció en Euskadi para que nunca se repita esta locura. La guardia civil ha dado mucho por La Paz del País Vasco aunque los de siempre nos llamen perros y torturadores.

Re: Los 100 de Intxaurrondo

NotaPublicado: Jue, 18 Ene 2018, 08:55
por vetpatrol
Magistral, señor Mugikorra, como siempre da gusto leerte.