Re: Problemática en el Campo de Gibraltar
Publicado: Dom, 29 Dic 2019, 23:342019, el año que se luchó a muerte contra los narcos en Cádiz
Cientos de detenidos, miles de kilos de droga y bienes intervenidos además de la creación de unidades especializadas, el combate policial contra el narcotráfico fue constante
María Almagro
Actualizado:
29/12/2019 09:12h
Restablecer el principio de autoridad. Acabar con esa sensación de que los narcos podían hacer lo que les viniera en gana con el descaro que les daba el creerse impunes, indestructibles. 2018 había sido un año complicado, combativo, en el que, durante algunos períodos, transcendieron casi semanalmente imágenes de las neumáticas repletas de fardos descargando por las playas del Campo de Gibraltar. Desde Tarifa, a La Línea, Algeciras, San Roque, Los Barrios pero también hacia la desembocadura del Guadalquivir. Con agresiones a agentes que sufrían embestidas, pedradas, tiroteos. Se quiso poner límites cuando la situación ya se estaba haciendo insostenible y el freno llegó. 2019 ha sido un año repleto de operaciones policiales donde se han desarticulado decenas de bandas dedicadas al tráfico de hachís. Cientos han sido los detenidos, miles los kilos de droga intervenidos y además ha habido refuerzos, algunos estacionales y otros fijos, así como la creación de nuevas unidades especializadas para luchar de principio a fin contra los que no querían respetar la ley.
Desde el Gobierno, la batalla que había ya iniciado el anterior Ejecutivo con Juan Ignacio Zoido (PP) como ministro del Interior continuó con el actual y con Fernando Grande-Marlaska (PSOE), que el pasado 25 de julio impulsaba el Plan Especial de Seguridad del Campo de Gibraltar para intentar controlar esta situación que se había desbordado, a pesar de que había habido numerosos avisos de que ocurriría.
Y los resultados de este plan y también del incesante empeño de los agentes comenzaron a llegar. Más de cinco mil detenidos, 150 toneladas de droga intervenida, más de 700 vehículos inmovilizados entre narcolanchas, coches, motos, quads…unas cifras que se dicen pronto pero que se cuentan una a una, no sin esfuerzo y mucho trabajo detrás.
La ORGA u OCON Sur nacieron como refuerzo para dar caza en todas sus vertientes a los narcos
En esta historia se podrían recordar numerosas operaciones que han resultado ser un éxito y que han puesto a tantos presuntos delincuentes delante de un juez. Entre las más sonadas las que terminaron llevando a la cárcel a los cabecillas de las bandas más conocidas como el caso de los hermanos Tejón, alias Los Castañas, Emilio El Moro, o por último, Kiko El Fuerte o el Señor del Puerto, o más hacia la Costa Noroeste de Cádiz, El Galopa y El Tomate. Nombres detrás de los que, según quienes investigan estos asuntos, se encuentran sólidas estructuras, jerarquizadas, organizadas, dedicadas al narcotráfico que canjean millones de euros con las toneladas de fardos que llegan a mover.
El año lo abrió por ejemplo una de estas operaciones de calado. 'Lupita', que acabó con la detención de uno de esos supuestos cabecillas. Emilio El Moro. En esta actuación, comandada por Policía Nacional, se investiga a más de cincuenta personas. 17 pasaron a disposición judicial finalmente y a El Moro se le arrestó en Madrid aunque el centro de operaciones estaba en Algeciras. Según los investigadores esta banda era una de las organizaciones de narcos «más arraigadas en la comarca» con ramificaciones por toda Andalucía. Quince ingresaron de manera provisional en prisión, entre ellos, el principal, El Moro, considerado el 'heredero' de Abdellah El Haj, alias 'El Messi del hachís'.
Los Castañas, el Galopa, El Tomate, Kiko el Fuerte, las fuerzas policiales pusieron coto a numerosas y potentes bandas del hachís
Otra de las tantas macrooperaciones desarrolladas fue la 'operación Trapera'. Una investigación que atacó frontalmente al tráfico de La Línea y a la gente de Los Castañas, quienes, por cierto, también fueron detenidos aunque en ese momento, el mes de febrero, se encontraban en prisión. Hubo una treintena de apresados y las pesquisas se orientaron sobre todo en la forma y los modos que tienen estas redes de lavar el dinero que consiguen con lo ilícito. En los 36 registros que efectuaron los cientos de agentes de la Guardia Civil que se desplazaron se incautaron armas, documentación, numerosos bienes de alta tecnología y otros, e incluso radares de contravigilancia que se localizaron en el barrio de la Atunara. Este periódico pudo comprobar in situ hasta cuatro registros solo en dos calles aledañas. No sería la única vez en el año.
Y la lucha también se dirige a la logística. Han sido varias las investigaciones que se han desarrollado para atacar esta vertiente. Sobre todo después de que entrara en vigor el decreto que prohibe el uso sin autorización de neumáticas como las potentísimas semirrígidas que se utilizan habitualmente para alijar. Una de estas intervenciones fue la 'operación Gas-Oil' en la que agentes de la Policía Nacional desarticularon con la detención de 61 personas una red de abastecimiento a narcolanchas en el Campo de Gibraltar. Estaban especializados en el suministro de carburante.
También Jerez ha sido y es uno de los puntos más calientes y conflictivos de toda la provincia. En dicha localidad se han desarticulado algunas bandas dedicadas a los vuelcos, robo de droga entre clanes, y desmantelado muchísimas plantaciones de marihuana.
Las incautaciones de cultivos de marihuana, extendidas por toda la provincia, han sido otra de estas luchas permanentes
O Sanlúcar, donde se han desarrollado grandes operativos. Como el que por ejemplo ejecutó la Guardia Civil para acabar con la banda de El Galopa, un grupo, supuestamente liderado por este viejo conocido de los agentes, y especializado en colar la droga por la desembocadura del Guadalquivir pero en barcos de pesca. Su objetivo al usar este tipo de embarcaciones de recreo era eludir los controles policiales camuflados como si fueran pescadores aunque la carga que llevaban al parecer era otra bien distinta.
Y en Sanlúcar también cayó El Tomate. Otro conocido de la zona. Fue en una reciente operación conjunta de Guardia Civil y Policía Nacional, con la colaboración de la Agencia Tributaria, en la que cientos de agentes tomaron todo el municipio y efectuaron numerosos registros sobre todo por las zonas de La Algaida y Bonanza.
También durante 2019 se destaparon casos de posibles vínculos de estas organizaciones dedicadas al tráfico de hachís con otras mafias internacionales. Así cuando los agentes iban tras la pista de Samuel Crespo, el supuesto narco que se escapó del hospital de La Línea con la ayuda de unos encapuchados, se descubrió lo que se traía entre manos. Cuando tras fugarse lo encontraron, estaba manteniendo una reunión de 'trabajo', sentado a la mesa en un hotel de Jimena junto a los miembros de una red que estaba dirigida por un miembro de la 'Ndrangheta' italiana, la mafia calabresa. Al frente de todos ellos un capo que vivía en Sotogrande y que, según los investigadores, ejercía de intermediario entre el suministrador de la droga y el resto de miembros de la organización en Italia.
El hachís era trasladado desde España hasta diferentes países de Europa, principalmente a Italia. Lo escondían en el interior de camiones de empresas de transporte, en ocasiones entre mercancías perecederas y en otras entre mobiliario. La unión de Crespo (señalado como lugarteniente de Los Castañas) y la mafia era cuestión de dinero. Fallarles era muy peligroso.
https://www.lavozdigital.es/cadiz/provi ... ticia.html
Cientos de detenidos, miles de kilos de droga y bienes intervenidos además de la creación de unidades especializadas, el combate policial contra el narcotráfico fue constante
María Almagro
Actualizado:
29/12/2019 09:12h
Restablecer el principio de autoridad. Acabar con esa sensación de que los narcos podían hacer lo que les viniera en gana con el descaro que les daba el creerse impunes, indestructibles. 2018 había sido un año complicado, combativo, en el que, durante algunos períodos, transcendieron casi semanalmente imágenes de las neumáticas repletas de fardos descargando por las playas del Campo de Gibraltar. Desde Tarifa, a La Línea, Algeciras, San Roque, Los Barrios pero también hacia la desembocadura del Guadalquivir. Con agresiones a agentes que sufrían embestidas, pedradas, tiroteos. Se quiso poner límites cuando la situación ya se estaba haciendo insostenible y el freno llegó. 2019 ha sido un año repleto de operaciones policiales donde se han desarticulado decenas de bandas dedicadas al tráfico de hachís. Cientos han sido los detenidos, miles los kilos de droga intervenidos y además ha habido refuerzos, algunos estacionales y otros fijos, así como la creación de nuevas unidades especializadas para luchar de principio a fin contra los que no querían respetar la ley.
Desde el Gobierno, la batalla que había ya iniciado el anterior Ejecutivo con Juan Ignacio Zoido (PP) como ministro del Interior continuó con el actual y con Fernando Grande-Marlaska (PSOE), que el pasado 25 de julio impulsaba el Plan Especial de Seguridad del Campo de Gibraltar para intentar controlar esta situación que se había desbordado, a pesar de que había habido numerosos avisos de que ocurriría.
Y los resultados de este plan y también del incesante empeño de los agentes comenzaron a llegar. Más de cinco mil detenidos, 150 toneladas de droga intervenida, más de 700 vehículos inmovilizados entre narcolanchas, coches, motos, quads…unas cifras que se dicen pronto pero que se cuentan una a una, no sin esfuerzo y mucho trabajo detrás.
La ORGA u OCON Sur nacieron como refuerzo para dar caza en todas sus vertientes a los narcos
En esta historia se podrían recordar numerosas operaciones que han resultado ser un éxito y que han puesto a tantos presuntos delincuentes delante de un juez. Entre las más sonadas las que terminaron llevando a la cárcel a los cabecillas de las bandas más conocidas como el caso de los hermanos Tejón, alias Los Castañas, Emilio El Moro, o por último, Kiko El Fuerte o el Señor del Puerto, o más hacia la Costa Noroeste de Cádiz, El Galopa y El Tomate. Nombres detrás de los que, según quienes investigan estos asuntos, se encuentran sólidas estructuras, jerarquizadas, organizadas, dedicadas al narcotráfico que canjean millones de euros con las toneladas de fardos que llegan a mover.
El año lo abrió por ejemplo una de estas operaciones de calado. 'Lupita', que acabó con la detención de uno de esos supuestos cabecillas. Emilio El Moro. En esta actuación, comandada por Policía Nacional, se investiga a más de cincuenta personas. 17 pasaron a disposición judicial finalmente y a El Moro se le arrestó en Madrid aunque el centro de operaciones estaba en Algeciras. Según los investigadores esta banda era una de las organizaciones de narcos «más arraigadas en la comarca» con ramificaciones por toda Andalucía. Quince ingresaron de manera provisional en prisión, entre ellos, el principal, El Moro, considerado el 'heredero' de Abdellah El Haj, alias 'El Messi del hachís'.
Los Castañas, el Galopa, El Tomate, Kiko el Fuerte, las fuerzas policiales pusieron coto a numerosas y potentes bandas del hachís
Otra de las tantas macrooperaciones desarrolladas fue la 'operación Trapera'. Una investigación que atacó frontalmente al tráfico de La Línea y a la gente de Los Castañas, quienes, por cierto, también fueron detenidos aunque en ese momento, el mes de febrero, se encontraban en prisión. Hubo una treintena de apresados y las pesquisas se orientaron sobre todo en la forma y los modos que tienen estas redes de lavar el dinero que consiguen con lo ilícito. En los 36 registros que efectuaron los cientos de agentes de la Guardia Civil que se desplazaron se incautaron armas, documentación, numerosos bienes de alta tecnología y otros, e incluso radares de contravigilancia que se localizaron en el barrio de la Atunara. Este periódico pudo comprobar in situ hasta cuatro registros solo en dos calles aledañas. No sería la única vez en el año.
Y la lucha también se dirige a la logística. Han sido varias las investigaciones que se han desarrollado para atacar esta vertiente. Sobre todo después de que entrara en vigor el decreto que prohibe el uso sin autorización de neumáticas como las potentísimas semirrígidas que se utilizan habitualmente para alijar. Una de estas intervenciones fue la 'operación Gas-Oil' en la que agentes de la Policía Nacional desarticularon con la detención de 61 personas una red de abastecimiento a narcolanchas en el Campo de Gibraltar. Estaban especializados en el suministro de carburante.
También Jerez ha sido y es uno de los puntos más calientes y conflictivos de toda la provincia. En dicha localidad se han desarticulado algunas bandas dedicadas a los vuelcos, robo de droga entre clanes, y desmantelado muchísimas plantaciones de marihuana.
Las incautaciones de cultivos de marihuana, extendidas por toda la provincia, han sido otra de estas luchas permanentes
O Sanlúcar, donde se han desarrollado grandes operativos. Como el que por ejemplo ejecutó la Guardia Civil para acabar con la banda de El Galopa, un grupo, supuestamente liderado por este viejo conocido de los agentes, y especializado en colar la droga por la desembocadura del Guadalquivir pero en barcos de pesca. Su objetivo al usar este tipo de embarcaciones de recreo era eludir los controles policiales camuflados como si fueran pescadores aunque la carga que llevaban al parecer era otra bien distinta.
Y en Sanlúcar también cayó El Tomate. Otro conocido de la zona. Fue en una reciente operación conjunta de Guardia Civil y Policía Nacional, con la colaboración de la Agencia Tributaria, en la que cientos de agentes tomaron todo el municipio y efectuaron numerosos registros sobre todo por las zonas de La Algaida y Bonanza.
También durante 2019 se destaparon casos de posibles vínculos de estas organizaciones dedicadas al tráfico de hachís con otras mafias internacionales. Así cuando los agentes iban tras la pista de Samuel Crespo, el supuesto narco que se escapó del hospital de La Línea con la ayuda de unos encapuchados, se descubrió lo que se traía entre manos. Cuando tras fugarse lo encontraron, estaba manteniendo una reunión de 'trabajo', sentado a la mesa en un hotel de Jimena junto a los miembros de una red que estaba dirigida por un miembro de la 'Ndrangheta' italiana, la mafia calabresa. Al frente de todos ellos un capo que vivía en Sotogrande y que, según los investigadores, ejercía de intermediario entre el suministrador de la droga y el resto de miembros de la organización en Italia.
El hachís era trasladado desde España hasta diferentes países de Europa, principalmente a Italia. Lo escondían en el interior de camiones de empresas de transporte, en ocasiones entre mercancías perecederas y en otras entre mobiliario. La unión de Crespo (señalado como lugarteniente de Los Castañas) y la mafia era cuestión de dinero. Fallarles era muy peligroso.
https://www.lavozdigital.es/cadiz/provi ... ticia.html
