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Investigaciones contra narcos revelan el uso de planeadoras gallegas en AlgecirasEl renombre de los astilleros del Atlántico, frente a los marroquíes, potencia las encargos
JAVIER ROMERO
VIGO / LA VOZ SANTIAGO / LA VOZ 02/10/2018 05:00 H
Vigilancia Aduanera decomisó en marzo de 1989 la primera gran planeadora modificada para el contrabando y el narcotráfico en Galicia. El casco, de 18 metros, llegó a Noalla, en O Grove, procedente de algún fabricante español o extranjero. Luego se instaló una cabina y se modificó para sumar 20 metros de eslora, 1.500 caballos de potencia, capacidad para triplicar la carga media de cualquier lancha de la época y mayor autonomía por sus grandes depósitos. Aduanas concluyó que el nombre de aquella precursora de la náutica, bautizada Sipra, respondía al acrónimo de Sito Prado, en alusión a José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, que casualmente figuraba como administrador de la sociedad titular de la embarcación.
29 años después, el pasado febrero, Miñanco era detenido en su casa de Algeciras (operación Mito) por liderar, a ojos de la Greco y Udyco de la Policía Nacional, la organización de narcotráfico más importante de Europa. Los agentes encontraron planos de la que pudo ser la mayor narcolancha construida en Galicia hasta la fecha: velocidad punta de 150 kilómetros por hora y ocho toneladas de carga. También se decomisaron dos grandes narcolanchas en el astillero vinculado a Miñanco en Cambados, así como potencial para hacer uso en la bahía de Algeciras de este tipo de embarcaciones fabricadas en Arousa.
La venta de planeadoras hechas en O Salnés para ser pilotadas en el sur quedó demostrada, también el pasado febrero, con el decomiso en Huelva de 1.500 kilos de hachís transportados por una planeadora de origen arousano. La investigación, liderada por grupos del Udyco y del EDOA de la Guardia Civil con sede en Pontevedra, tuvo una segunda entrega pocas semanas después. El 27 de marzo cayeron otros 3.200 kilos de hachís que fueron transportados, en el tramo inicial, por una planeadora procedente de Arousa para acabar en el pesquero Nuevo Reina Mar, en la costa de Cádiz, antes de que fuera interceptado.
Buena reputación
«Hay muchos ejemplos de que la conexión Galicia-Algeciras afecta también a la construcción de planeadoras. Y los gallegos tenemos demasiada buena reputación en el negocio. Mucho mejor que los marroquíes, más despreocupados. Hay que valorar que los narcos gallegos llevan 40 años preparando lanchas para salir varios días al Atlántico, de ahí que sean más seguras y fiables que las hechas abajo para cruzar los 13 kilómetros que separan el Estrecho», explican en la policía. Y es que la planeadora gallega representa un modelo maliciosamente perfeccionado y cuya producción para las organizaciones oriundas progresa al mismo ritmo que la importación de alijos de coca.
Son naves con cabinas y cubiertas para proteger la mercancía, modificadas con fibra para romper las olas, espacio para descansar si es necesario o para llevar alimentos. Al elegir los motores también hay preferencias: los más demandados son los Suzuki de cuatro tiempos de 350 caballos, «que al ralentí no hacen ruido, solo se escucha la hélice girando en el agua». Una discreción muy valorada entre los lancheros para hacerse invisibles al adentrarse en las rías de noche. «En Algeciras es diferente. Siempre tienen Marruecos para esconderse si los localizan entrando en España», detallan en la policía antes de añadir: «Las planeadoras del Estrecho son náuticas semirrígidas de gran tamaño pero ligeras, sin cabina, con el espacio necesario para cargar fardos en la proa y, en la popa, instalar tres estrechos asientos en fila tras el volante. Nada más».
Fabricante y comprador
Las investigaciones constatan cierta picardía y absoluta connivencia entre fabricantes del norte y compradores del sur al pactar el transporte. «Suelen enviarse incompletas para despistar, en caso de control policial, sobre su finalidad ilícita. Una vez en astilleros del sur, se completan y, cuando ya está todo listo, se montan los motores para echarse al mar a la hora fijada. Es el termómetro que dice si todo está listo para hacer la descarga, no falla, ni aquí arriba ni allí abajo».
La fabricación de narcolanchas genera desde hace años un lucrativo negocio que sigue creciendo en el contexto de la profesionalizada conexión Galicia-Algeciras. La normativa actual, de 1989 y llamada decreto Barrionuevo, se ha quedado obsoleta ante los cada vez más sofisticados mecanismos para esconderlas o disimular su uso recreativo. Por eso la Agencia Tributaria, a través de Vigilancia Aduanera, no ha cesado hasta sacar adelante su prohibición modificando la ley orgánica del ontrabando. Precisamente, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, explicaba el miércoles en el Congreso que dicha modificación está en fase de exposición, y tiraba de hemeroteca para justificar la medida: «El decomiso de 110 toneladas de hachís introducidas en España por el Estrecho mediante narcolanchas entre el 2012 y el 2016 con 93 embarcaciones requisadas y 326 detenidos».
El anteproyecto de ley afecta a las embarcaciones denominadas RHIB, y prohíbe su fabricación, venta y reparación. Son tanto neumáticas como semirrígidas de más de ocho metros de eslora, o las de longitud inferior con una potencia máxima igual o superior a 150 kilovatios (201 caballos de potencia) y cualquier otra embarcación si existen indicios racionales de que es utilizada para un delito de contrabando. Un intento más por parte de la Administración para que, de una vez, se haga desaparecer el estigma con el que estas embarcaciones han señalado a las Rías Baixas.
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/g ... P10994.htm