Nos encontramos al bebé envuelto como un caramelín»Los agentes que localizaron en un trastero al recién nacido de Lada le cantaron y dieron mimos para que supiera que no estaba solo.Entraron solos en el trastero y abrieron el armario azul.En un primer vistazo, no vieron nada. Los agentes de la Policía Nacional en Langreo-San Martín del Rey Aurelio Modesto García y Pablo Alonso estaban nerviosos. Eran conscientes de que a un recién nacido se le podía estar agotando el tiempo. Así, siguieron buscando hasta que vieron, al fondo del armario y en el suelo, una toalla. Allí estaba lo que buscaban, el bebé cuya madre menor de edad había dejado allí tras ocultar su embarazo y parto. Allí estaba, «envuelto como un caramelín». Pablo cogió aquella toalla y entonces vieron su carita. Después, uno de los pequeños brazos del recién nacido. Ambos agentes se miraron. En silencio. Sin ruidos. Y justo cuando lo cogían, relataban ayer, «sonó una música celestial, el bebé comenzó a llorar».
Fue uno de los momentos más felices para estos agentes. El bebé nacido aproximadamente hacía unas diez horas estaba vivo. Alonso lo arrimó a su cuerpo, lo tapó con algo que había en el trastero y comenzó a cantarle nanas. También le dio besos y muchos mimos. «Ya estamos aquí», le decían. «Quería que sintiese calor humano y que a nosotros nos importaba», recordaba Alonso. García notó que el recién nacido estaba frío y con la linterna le daba calor mientras le frotaba sus piernas.
Con tanto cariño, el bebé volvió a dormirse en el cuello de Alonso, muy cerca de su pecho, al que se arrimaba mientras bajaban hacia la UVI móvil que esperaba en la calle del barrio de El Pilar de Lada. Se lo entregaron a los sanitarios. Y de nuevo se hizo el silencio, unos minutos sin ruidos, mientras exploraban al bebé, que «estaba muy frío». Y, de nuevo, alivio general. «Nos dijeron que estaba fantástico y nos dieron las gracias». Fuentes sanitarias apuntaban ayer que el pequeño no hubiese sobrevivido en aquel trastero ni dos horas más.
Eran aproximadamente las 23.40 horas cuando pudieron poner final a una búsqueda que había comenzado a las 23.17 horas en el Hospital Valle del Nalón, donde tras unos minutos complicados donde tanto una joven menor de edad como sus padres negaban una y otra vez que la primera pudiera haber dado a luz, la verdad se abrió camino.
La joven reconocía haber dado a luz en su casa y en un momento en el que se quedó sola con su madre le confesó que el bebé no estaba con una amiga, como había dicho minutos antes, sino en un armario azul en el trastero del domicilio familiar donde había alumbrado. Algo que la abuela del bebé comunicó de inmediato a los agentes, quienes se dirigieron a Lada en el coche del abuelo para que este último les indicase dónde estaba ese trastero.
La parturienta –que habría ocultado a todos tanto el embarazo como el nacimiento del bebé– había acudido junto a sus padres en la tarde del domingo al servicio de urgencias del Hospital Valle del Nalón aquejada de fuertes dolores de barriga y de sangrado vaginal.
La investigación sobre estos hechos continua abierta. Los responsables de la misma quieren clarificar algunas contradicciones y dudas respecto el relato de los hechos de la menor y de su padre.
Dudas sobre las declaracionesExisten dudas respecto a que la pequeña haya podido solventar sola el parto. A pesar de que su hermana de 12 años confirmó que estaba con ella en ese momento, hay dudas de que fuera así. La fuerte hemorragia y las heridas tras el parto hacen dudar de que ella sola pudiera después llevar al niño hasta el trastero.
También se insistirá en cómo tanto en la casa como el trayecto al trastero no se hayan encontrado rastros de sangre. El alumbramiento tuvo lugar en el baño de la casa. La madre de la menor relató a los agentes que cuando la dejó en el hospital ella volvió a casa para «ducharse y recoger enseres personales» en previsión de tener que pasar la noche en el hospital. Fue en ese momento cuando aprovechó para limpiar. Según relató, había sangre en el bidé, water, suelo y en las paredes.
En el aire está quien se quedará con la custodia del pequeño. Si bien el domingo la abuela materna se intereso por los trámites para darlo en adopción, ayer fuentes cercanas a la familia aseguraban que la intención es quedarse con él y ayudar a su madre a criarlo «en su familia, todos juntos».
Acuden casi a diario al hospital
Los agentes Modesto García y Pablo Alonso llevan 33 y 20 años de servicio respectivamente. Y ayer reconocían que a pesar de haber acudido a muchos servicios, nunca podrán olvidar el del pasado domingo. Mientras, los sindicatos policiales piden que ambos sean condecorados ya que se considera que actuaron más allá de su deber, dando una gran muestra de humanidad.
Incluso estos días que están de descanso, los dos agentes acuden casi a diario al Hospital Valle del Nalón a seguir de cerca cómo va evolucionando el pequeño, a quien el personal sanitario por el momento llama Nicolás. Tanto el bebé como su madre avanzan en su proceso de recuperación.http://www.elcomercio.es/asturias/cuencas/201508/20/encontramos-bebe-envuelto-como-20150819231406.html