Fundas Para Grilletes Desde 7? |
En cordura o piel, 30 modelos |
desenfunda.com |
Un 'poli' herido en Tierra de NadieUn agente trasladado de Melilla a Granada en helicóptero tras una brutal agresión cuenta cómo sucedieron los hechos en la frontera y cómo se recupera
Diego lleva una semana y dos días separado de sus funciones de policía nacional. Un energúmeno le estampó una caja llena de botellas de cristal en la cara el pasado 9 de febrero, poco antes de las diez de la mañana, en el paso fronterizo Beni Azar de Melilla. Diego es un granadino de 49 años y el pasado lunes no se sabía bien si iba a ser la última vez que vería a su esposa y dos hijos porque en un principio las dudas sobre su estado de salud y sobre las posibles secuelas que le pudieran quedar eran muchas.
«No he perdido el ojo de milagro y tampoco he sufrido traumatismo craneoencefálico, me han tenido que operar de la cara, me han hecho cuatro intervenciones en una. He perdido, de momento, un nervio de la cara, pero la cosa habría podido ser mucho peor», cuenta desde su habitación del hospital y con el suero apurando sus últimas gotas.
Haber mejorado notablemente su estado de salud tiene una 'culpable': la cirujana maxilofacial Adoración Martínez. «No sé qué hubiera pasado si no hubiera caído en manos de esta profesional, porque la cosa no era fácil».
Los hechos ocurrieron en esos cuatrocientos metros en Tierra de Nadie, como popularmente se conocen a estos sitios, donde se separan la frontera española de la marroquí. «Las mujeres porteadoras que hacían una larga cola en suelo marroquí rompieron el sitio de cada una de ellas y comenzaron a adelantarse. Tres ancianas que se ganan la vida de esta forma quedaron atrapadas y acudimos en su auxilio. Al mismo tiempo vi a un compañero a quien habían rodeado en ese espacio de Tierra de Nadie donde suelen haber muchos maleantes que habitan ahí. Acudí en su auxilio y de repente me encontré con el golpe. Caí inconsciente y me desperté pasado un tiempo».
Este granadino, profesional de la Policía Nacional desde hace 27 años, fue atendido primero en el hospital comarcal de Melilla. El médico exigió que fuera trasladado de forma urgente a un centro sanitario con cirugía maxilofacial debido a la gravedad de las heridas. En Melilla no existía ninguno.
«Desde un principio el sindicato policial CEP ha estado apoyándome -su secretario en Granada, Juan Justicia, estaba ayer en la habitación cuando se realizó esta entrevista-, pero le tengo que agradecer al jefe superior de policía de Andalucía Oriental, Francisco Arrebola, las gestiones que hizo para que me pudieran trasladar en helicóptero a Granada. Y por supuesto al jefe superior de Melilla también».
El traslado en helicóptero desde Melilla a Granada permitió actuar a los cirujanos de forma rápida. «He visto a compañeros en situaciones muy complicadas a lo largo de mi carrera profesional, pero nunca había pasado por una situación como la vivida en la frontera de Melilla». Diego forma parte de una unidad de intervención policial, UIP, y lleva 25 años bajando a la frontera para efectuar servicios policiales en Melilla y en algunas otras ocasiones en Ceuta. «La suerte es que lo puedo contar, que estoy vivo y que puedo seguir disfrutando de mi familia y amigos». Amigos, por cierto que en estos días no han parado de mandarle comunicados de apoyo: «No he podido responder a todos porque ni siquiera podía hablar, pero les agradezco que se hayan acordado de mí».
Lo difícil ahora es encontrar al autor de los hechos, un fijo de esa Tierra de Nadie, un lugar donde no existen las leyes ni nada parecido y donde hechos como el narrado pueden quedar impunes.
http://www.ideal.es/granada/201502/19/p ... 002407.htm