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fegacarb escribió:cattt escribió:Mis impresiones tras unos buenos meses trabajando en este oficio.
- He tenido la suerte de encontrar trabajo rápidamente y además en dos de las empresas más deseables según me dicen todos los veteranos.
- Esto es un negocio y el dinero está por encima de la ley.
No importa lo profesional que seas. No importa que seas un buen vigilante. Lo que un ciudadano tiene en mente por buen vigilante no tiene nada que ver con el concepto que una empresa tiene de buen vigilante.
En este caso el buen vigilante es el que siempre cubre cuando le llaman en sus días festivos y el que no se queja. Si a tu jefe no le suena demasiado tu nombre significa que todo va bien.
- Una de las cosas que también valoran las empresas es el "que no te metas en follones". Pero ojo, que no te metas en follones es que cierres un ojo, que cedas y que hagas lo que el cliente dice. Que no te metas en follones a menudo significa no enviar a la policía o dejar salirse con la suya a aquel que no obra bien no vaya a ser que te dé una leche, se la dé a los policías que vengan a apoyarte o acabe desencadenando una situación que le comprometa todavía más de cara a un futuro y ello puede traducirse en mala prensa hacia el cliente o la empresa así como pérdidas económicas en asuntos judiciales.
Lo cierto es que el hecho de que un vigilante visite de vez en cuando los juzgados debería ser algo tan normal como el hecho que un médico pise el quirófano de vez en cuando. Es una consecuencia natural que debe ocurrir. Ni bueno ni malo. Es lo natural.
- Existe una cantidad importante de gente que ama este oficio que acaba quemándose por todo lo anterior. Gente que podría ser un excelente auxiliar para los cuerpos de seguridad del Estado y acaban siendo unos monigotes sin autoridad porque así lo requiere el sistema.
- Si los Mossos, Guardias Civiles, Policías Nacionales, Policías Locales, etc, que están disgustados con el trato que reciben en este país como profesionales, fueran vigilantes de seguridad por una semana, sabrían que en comparación lo suyo es una copa de helado de nata con trocitos fresas naturales sobre una capa de crema catalana con una lluvia de almedra picada y su toque de sírope de caramelo a modo de guinda rociado con sus gotitas de ron cubano.
Básicamente.
Por supuesto esta es mi experiencia personal en mi servicio y en mis circunstancias. Quizá algunos no os identifiquéis con esta mi exposición.
Estimado Cattt: Te comentè en un post algunos consejillos,pero lo que has descubierto no lo puse, porque mas temprano que tarde,te has dado cuenta lo que todos nos dimos cuenta en su momento. Basicamente, la cosa es como lo describes,aunque,bueno, aun asi hay grandes profesionales que se esfuerzan por aprender, a pesar de los clientes,que, efectivamente,cuantos menos problemas lleguen a sus departamentos de seguridad,mejor.Lo mismo con la empresa.Cuanto mas desapercibido pases,pero obedezcas sus requerimientos,mejor.
Aun asi,en mi caso,despues de 30 años procuro aprender cosas nuevas.Procuro mantener un dificil equilibrio entre cumplir con la empresa,el cliente y pasar lo mas desapercibido posible.Aun asi, es dificil.Aun no siendo conflictivo,haciendo mi trabajo discretamente y bien, he tenido problemas en ocasiones con el cliente,con la empresa...en fin.
Pero... decirte que me gusta este maldito trabajo.Si.Me gusta a pesar de sus bajos sueldos,del trato que nos dan unos y otros y a pesar de sus muchas injusticias y pocas satisfacciones,que las hay.
Bueno,perdona el rollo y un ultimo consejillo: Equilibrio entre tus compañeros,el servicio y el cliente.Aqui un amigo y compañero.
Yo vengo de la hosteleria, algo muy esclavo y absorvente que no pude soportar y no me arrepiento del cambio.
Un cambio bastante grande.
Hablo por mi experiencia en mi servicio en la seguridad privada.
Diría que en este caso los pequeños detalles cobran importancia y no tanto los grandes, al contrario que en la hostelería.
Me explico: qué es un buen camarero? Aquel que te saca el trabajo objetivo (servir, cobrar, etc) adelante, básicamente. Es decir, aquel camarero que tiene sangre en las venas. Los demás pequeños detalles cobran menos importancia. Si no he saludado a la de la limpieza porque iba estresado o porque no le doy importancia a ello no pasa nada. Si uno se pelea a guantazos con el cocinero en el almacén tampoco. Si un camarero conoce las alcobas de todas las camareras que trabajan con él a nadie le importa.
Aquí es al contrario. No interactuar con chicas trabajadoras del cliente, no dejarte una miga de pan en la mesa del comedor que es el del cliente o sonreir al jefe de la chica que limpia puede llegar a compensar que te achantes ante un ladrón o que te supere una tensa pelea entre dos usuarios.
El buen vigilante no es el que cumple con el trabajo objetivo (reprimir las acciones del malhechor, principalmente) sino como se decía anteriormente el que más cubre en días festivos o el que dice a todo sí o el que es hábil en aquellos pequeños detalles que aquí son grandes.
Mi servicio es complicado, peligroso, con muchas intervenciones y estás bastante vendido. Uno cada día escucha lo de tener mano izquierda, lo del cementerio lleno de valientes, lo de que a este o a cual un día le metieron una paliza que "pon cualquier barbaridad", nunca sabes lo que un desconocido guarda en el bolsillo... y eso ha cambiado bastante mi forma de ser en este año que llevo como vigilante.
Porque francamente es verdad. Es importantísimo cómo digas las cosas en un servicio peligroso en donde estás vendido y realmente tener paciencia, pasar de provocaciones y tener dos dedos de frente te ayuda a sobrevivir. Evitar problemas, que es algo que está más en tus manos de lo que yo creía, aunque lógicamente hay casos en que es inevitable que la cosa acabe de la manera en que menos apetece a cualquier parte si existe cero colaboración.
Quizá antes si el típico colgao me venía a tocar las narices en la calle lo mandaba a la "m" y ahora hago como si no existiera. Quizá antes si se presentaba una rata en la cocina iba todo convencido escoba en mano y ahora valoraría que el bicho podría asustarse y causarme daños.
Aún así siempre tuve instinto para captar a las personas. Rápidamente se intuye si la persona que está delante tuyo sabe repartir galletas, hasta donde está dispuesto a llegar, si puede ceder muy de buenas, si puede ceder poniéndole la voz y la pose de Clint Eastwood, si explota a la de ya sí o sí hagas lo que hagas digas lo que digas y por tanto se debe usar un plan B esperando refuerzos, si el mal que está causando es muy leve comparado con el que el individuo realmente puede llegar a causar y por tanto valorarlo y pasar (esto los más puristas lo odiarán pero es la realidad y las instrucciones que se reciben)...
O por lo menos hasta ahora ese instinto me ha funcionado.