Adso de Melk escribió:Klasnic, esa situación indeseable que describes le pasó a un compañero y conocido mío en metro hace unas escasas semanas, Apuñalaron entre varios a un usuario del metro. Mi compañero me mostró una foto que le sacaron después de los hechos, donde se veía sus dos brazos llenos de la sangre del agredido. Una imagen impactante para quienes no estén acostumbrados a ver sangre.
Y a mi y mi compañero de turno, esta pasada madrugada de domingo nos encontramos, en metro también, con un usuario al que habían robado, según él mismo me contó al preguntarle si le podía ayudar en algo, ya que le veía desorientado en el vagón y al bajar en la parada de estación que ambos teníamos por destino. Me respondió que ya había hablado con la Policía y que no necesitaba más, que se iba a su domicilio. Que sus atacantes fueron varios, jóvenes y ... aquí lo dejo porque rápido vi que son siempre los mismos en cuanto me dio más datos.
Te comprendo muy bien cuando dices que ojalá no te veas en la situación que comentas, pienso lo mismo. Y cansado de ver cómo bastantes usuarios y trabajadores de metro, en mi experiencia personal por lo que veo e interpreto, entienden y opinan que el Vigilante es un tipo de medio pelo a desprestigiar porque no da para más. Afortunadamente recibimos igualmente muchos saludos y deseos de buen servicio de otros usuarios del suburbano y agradecimientos, de tanto en cuanto por la labor.
El tema clave de la autoridad en metro es que como sabes, allí hay vigilantes profesionales y vigilantes que no cumplen los requisitos mínimos en cuanto a competencias, físico y carácter.
Hay que empatizar y entender que está mal montado de cara a nosotros pero también tenemos que saber qué supone ser agente de la autoridad, porque eso es algo muy serio.
Básicamente, a grandes rasgos, eso significa que cuando el juez juzgue la pelea entre Fulanito y Menganito te pregunte qué ocurrió y resuelva todo en función de tu testimonio, "condeno a Fulanito porque hizo esto, lo dice el vigilante". Y esa es una responsabilidad enorme.
No hay filtro alguno, hay gente como digo que sería una autoridad genial, pero hay otros que no, que harían estropicios porque no existe la mínima selección ni comprobación.
Y luego los que se quedan cortos, que no hay que olvidarlos, pues son el mismo problema que los que se exceden.
Un señor que mide 1,60, pesa 50 kilos, y tiene un aspecto que destila mucha fragilidad no puede ser vigilante de metro. Nunca. Y hay casos así o que como concepto de inseguridad física son el mismo caso.
Pero atención, que en la seguridad privada somos presos del falso discurso de que todo es judo verbal y el resto no importa. Esto es peligroso, es una mentira.
No es lo mismo que aparezca Silvester Stallone y te diga que salgas de las instalaciones por violar una o varias normas que que te lo diga alguien que físicamente es muy débil a proporción con la media. Aunque ambos utilicen el mismo tono y la misma frase, no es lo mismo. El primer caso resulta más efectivo porque nos guiamos por instintos básicos. A que no es lo mismo que Paul Newman en su buena época le entre a una moza proponiéndole bailar a que que lo haga yo? El primer caso va a resultar estadísticamente mucho más exitoso y efectivo. Pues lo otro es lo mismo: que la gente no es tonta.
Mi propuesta sería que para este tipo de servicios deberían hacer especialidades como hay especialidades de escolta o de explosivos asegurándose unos mínimos y una formación.