Cartera Guardia Civil |
Fabricada en piel de vacuno |
enpieldeubrique.com |
Entrenamiento en escenarios tácticos “por una sonrisa”
Mi nombre es José Ángel Soguero, voy a ser el responsable del Taller de “Force on Force” (FoF) durante las actividades que se van a desarrollar en la Semana Táctica Solidaria del 29 de junio al 4 de julio. Actualmente colaboro dentro de la Asociación sin ánimo de lucro, “Perfeccionamiento de Técnicas Policiales” de la Comunidad Foral de Navarra, en el desarrollo de talleres y seminarios destinados a la formación y reciclaje de conocimientos. Entre las actividades más importantes que desarrollo como instructor en la misma, se encuentran los talleres de Force on Force, y otros relativos a operativa y tiro.
Y en esta ocasión al igual que el año pasado, Cecilio Andrade en la programación de los talleres de la Semana Táctica, ha vuelto a incluir un taller de FoF, con el fin de proponer dentro del compendio de formación integral de la STS, un abanico completo de posibilidades formativas. Y por mi parte, trasladaré mi experiencia de unos cuantos años acumulada en este tipo de talleres, y me pondré a disposición de los alumnos con el fin de ayudarles a comprender y entender, en que consiste el marco formativo de los ejercicios Force on Force.
Una de las mayores preocupaciones de todo instructor, es hacer llegar a sus alumnos el porqué de lo que se aprende, y el porqué de lo que se enseña. Y a veces es importante, muy importante inculcar la cultura de la reflexión, para poder extraer no sólo conclusiones sino soluciones.
A diario muchos de los profesionales de las FCSE, FAS y FCS se enfrentan a diversos peligros inherentes a su profesión, y si pudiéramos hacer una grosa estadística, podríamos extraer una conclusión transcendental, los enfrentamientos armados son sin lugar a duda el mayor de los riesgos a los que se pueden enfrentar. Más que nada porque la vida, la propia vida entra en juego, y cuando nos jugamos la vida, todos echamos mano a los recursos que tenemos para defendernos, y por lo tanto, para conservar nuestras vidas.
Podríamos hablar de las carencias formativas a uno u otro lado, de las líneas que conforman los entes de seguridad de nuestro país, y seguramente podríamos entablar conclusiones generalizadas sobre lo obsoleto del sistema educativo en las Academias. Así como de la preocupación más por la imagen de la institución, que por el hombre. Y en ese término descubriríamos que se hace más necesario para la institución, el formar un docto en leyes, que formar a un hombre o mujer, que va a tener que jugarse la vida todos los días en las calles.
Y llegar al momento del bautismo de fuego, o al bautismo del “acero”, sólo tiene dos salidas, una la que todos deseamos, salir airosos, y la otra, la más oscura que no es otra que la de caer. Y cuando un agente cae, cuando cae un soldado, cuando cae un vigilante, nadie se pregunta qué ha fallado. Toda la atención se centra en lo malvado de la acción, en la valentía del caído y en que era el mejor de todos. Nadie rompe contra el tabú de hablar de la formación que pudo haber recibido, y que no le pudo preparar para afrontar un enfrentamiento armado, porque no nos engañemos, a nadie se le prepara para matar o para morir en una sociedad tan pulcra y garantista como la nuestra.
Y la realidad salta a escena de vez en cuando, y no se ve solución, porque en la cabeza y en la razón de todos imperan las frases de…”no pudo hacer nada”… ”Llegó su hora”… “el criminal sabía lo que hacía”. Y así es, en la mayoría de las ocasiones como víctimas que podríamos ser, no se podrá hacer nada, porque el criminal habrá buscado su oportunidad, y no habrá cuestionado la congruencia de sus actos.
La importancia que cobran los protocolos en la ejecución del trabajo diario, son la columna vertebral de la supervivencia en el medio en el que nos vamos a desenvolver.
En el taller de Force on Force (FoF) no vamos aportar soluciones mágicas a problemas subyacentes, sencillamente vamos a valorar esos protocolos particulares o institucionales, y vamos a someterlos a estudio con el fin de comprobar su utilidad o necesidad de modificación de hábitos, para llegado el caso, tener una oportunidad más.
Y se trata sencillamente de eso, de tener una oportunidad más, de aprender a no consumir una décima de segundo en cuestiones superfluas, y destinarla a dos cosas muy importantes, una a reaccionar con nuestra mente y con nuestro cuerpo, y la otra, movernos, movernos aunque las piernas no quieran, aunque nuestro cuerpo esté inmerso en circunstancias que desconocemos y que no podemos dominar.
Los ejercicios Force on Force que vamos a desarrollar en la STS van a ser sencillamente una herramienta, que nos va a permitir conocer las reacciones y aptitudes del alumno, ante la puesta en escena de múltiples enfrentamientos armados (simulados). Esta herramienta que denominamos FoF, la vamos articular de tal forma que el alumno descubra sus propias reacciones desde un reposo inusual, a una situación de acercamiento a la fase de distrés, propia del inicio de las reacciones fisiológicas, ante un hecho que nos pone alerta. Y que el cuerpo identifica como un peligro en el que podemos perder la vida. Para ello, un trabajo definido hacia el esfuerzo aeróbico, es la llave para acercarnos a esas sensaciones.
Casi nadie entrena sus reacciones, ni mucho menos, nadie las estudia y valora. Por la sencilla razón que no hay posibilidad de que en el día a día, se pueda disponer de tiempo, medios y compañeros que puedan ayudar en esta cuestión. Damos por buenos los protocolos de actuación, porque a priori parecen efectivos. Pero rara vez sometemos esos protocolos a “estrés”, y con ello me refiero a forzar las situaciones, hacerlas detonantes y llevadas al extremo. Porque en el extremo es donde encontramos la validez o no de esos protocolos.
Es muy habitual en los talleres FoF que imparto, que los alumnos me pregunten acerca de la utilidad de los protocolos que usan en sus diferentes cuerpos, y la única solución posible que siempre les doy es la de “sometámoslo a estudio, propongamos un supuesto práctico y los vemos”.
Y eso es el inicio de la mejor clase que cualquier instructor puede dar, aprender primero de sus alumnos, viendo cómo reaccionan ante la inclusión de su protocolo cuestionado, y después, puesto a prueba y analizado, el instructor dentro de sus capacidades, puede y debe dar una solución “más”. No hablo de “la solución”, hablo de una más con el fin de proporcionar al alumno un abanico de posibilidades a tener en cuenta llegado el caso.
Por ello, la inmersión en las actividades Force on Force, ha de ser realizada de forma gradual. Enseñando a los alumnos de forma progresiva como responden ellos ante situaciones no habituales. A las habituales, ellos mejor que nadie saben cómo son sus respuestas cognitivas y fisiológicas. Pero ante situaciones menos habituales, y más extremas (que no quiere decir que no puedan ser cotidianas), las reacciones son distintas. Desde el simple enfrentamiento tipo far west con armas de fuego (simuladas. Desde hace años el Airsoft es una herramienta precisa, barata y muy válida para este tipo de actividades), a enfrentarse a un cuchillo manejado con cierta habilidad, y lejos de los estereotipos del arte marcial no realista. Y no es una crítica a los sistemas de artes marciales, ni a los tradicionales ni a los modernos, sencillamente, hay acciones y movimientos que en la calle jamás se van a dar.
Si uno nunca sea enfrentado a un arma blanca, ya sea por sorpresa o en un combate a manos limpias, nunca se va a saber que sucede. Nunca se va a estar preparado para asumir un corte, nunca se va a entender el concepto de romper la posición y buscar ángulos de salida. Eso entre otros muchos conceptos.
Por eso hay que proporcionar a los alumnos este tipo de actividades, en las que ellos mismos descubren sus habilidades y debilidades ante una u otra propuesta de enfrentamiento. Y podríamos hablar de excelentes artistas marciales, que son capaces de golpear con destreza al adversario, pero no han podido evitar el ángulo de entrada del cuerpo del adversario, y este ha cargado con su cuerpo escondiendo detrás de sí un cuchillo, con el cual habrán podido asestar cuchilladas letales.
O buscar la manera de desenfundar el arma, ante el avance desenfrenado de un agresor, e incluso llegar a impactar al poder disparar el arma, pero en cambio no poder evitar que la inercia adquirida por el agresor, le haga llegar aún herido de gravedad, y al echarse encima, acabar siendo víctima de sus intenciones.
Y de todo esto hablaremos en el taller Force on Force, y buscaremos la forma de proporcionar reflexión y juicio crítico, poniendo a prueba las habilidades y capacidades de los alumnos.
Como instructor siempre busco llegar a satisfacer las expectativas de los alumnos, y para ello, es importante motivar a cada uno de forma personalizada a caminar, y a trabajar, porque es el camino más corto, a poder llegar todas las noches a casa con los nuestros.
Quisiera invitar a todo el mundo a participar en este taller. Considero que es la cúspide del entrenamiento dentro del ámbito de la operativa policial, porque es una oportunidad excepcional para conocerse a uno mismo y someterse a un estudio personal de sus reacciones y respuestas, que rara vez va a poder realizar. El asistir al Taller FoF además de ser una acción solidaria para con los niños de la Asociación “Por una Sonrisa”, pasa por ser una acción de responsabilidad, porque conociéndose a uno mismo, podremos educar nuestras reacciones, actitudes y aptitudes para relacionarlas con nuestras funciones profesionales.
Quedo a su disposición tanto a través del contacto con la Semana Táctica Solidaria, como a través de mi página de Facebook y blogs personales que se encuentran activos en la red. Espero encontrarme en este gran evento con nuevos amigos, y espero devolver a cambio del esfuerzo de colaborar y acudir, herramientas útiles para el desempeño de las funciones y obligaciones profesionales. Un saludo cordial.