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Detenidos en Francia los jefes de ETA Iratxe Sorzábal y David Pla
Pla y Sorzábal son la última cúpula reconocible de la banda
Junto a ellos han sido detenidas otras dos personas, una de ellas el propietario de la vivienda donde se alojaban
Las detenciones se han producido en un pueblo cerca de la frontera española
La Policía francesa, en colaboración con la Guardia Civil, ha detenido a dos máximos dirigentes de ETA. La detención se ha producido en Francia, en una localidad cercana a Saint-Jean-de-Pied-de-Port, cerca de la frontera con España. Se trata de David Pla e Iratxe Sorzabal, los dos terroristas que constituyen en estos momentos la última cúpula identificable de la organización, aunque fuentes de la investigación aseguran que hay que esperar la confirmación definitiva de sus identidades.
Junto a ellos han sido detenidos además el propietario de la vivienda en la que se encontraban y otra persona cuya identidad aún no ha trascendido.
A ellos se les atribuye la lectura del comunicado del "cese definitivo de la violencia" del que van a cumplirse cuatro años. Son los jefes del aparato político, el más determinante después de que el aparato militar fuese eliminado por la propia ETA como consecuencia de ese anuncio.
Una vez anunciado el cese definitivo, ambos se trasladaron a Oslo con la intención de que el recién estrenado Gobierno de Mariano Rajoy se pusiera en contacto con ellos para negociar el regreso de los huidos, la salida o el acercamiento de los presos a cambio de la entrega de las armas. Esto es, todo lo que la banda considera mesa técnica frente a la mesa política.
No lo consiguieron y su único logro fue que los mediadores internacionales se cansaran de su intransigencia y su resistencia a la disolución de la banda, una disolución que desde el primer momento los terroristas se niegan a asumir.
Desde su expulsión de Noruega, Pla y Sorzabal se han limitado a gestionar, presuntamente desde Francia, las miserias de la organización. Su función era solucionar el asunto de los huidos, las armas y los presos. Ante la impaciencia mostrada por los huidos sin causas pendientes tuvieron que asumir su regreso permitiéndoles que regulasen su situación en los consulados españoles de los países en los que estaban refugiados -quedaba así pulverizada la regla establecida por la propia ETA de que el regreso al País Vasco de los militantes de toda condición se haría de forma visiblemente conjunta-; y nunca han logrado tener el control completo del arsenal de la banda.
Respecto a los presos, los expertos consideran que, al margen del papel que tenga la cúpula de la organización, éstos reciben las directrices de Antza y Anboto, dos destacados dirigentes de ETA que cumplen condena en las cárceles francesas.
David Pla tiene 40 años, nació en Pamplona y fue dirigente de Jarrai, las juventudes de la banda hasta 1990. Fue candidato de HB en las elecciones municipales a la capital foral en 1990. Se le atribuye haber participado en un intento de asesinato. Pasó seis años en prisión pero salió en 2006. En 2010, la Policía francesa le puso en libertad por falta de pruebas a pesar de que las autoridades españolas le atribuían un papel importante en la jerarquía de ETA. Fue el único que se libró de la operación Halboka en la que cayeron los abogados de la organización que recibían, presuntamente, sus directrices en materia de presos. Huyó y, efectivamente, su siguiente localización fue en la cúpula de la banda.
Respecto a Iratxe Sorzabal, formó parte de un comando al que se le atribuyeron dos asesinatos. Estuvo presa desde 1997 hasta 1999, fue portavoz de Gestoras, la organización ilegalizada afín a los presos etarras. Pasó otro periodo en prisión cuando volvió a ingresar en 2001 y finalmente fue puesta en libertad.
Tras el anuncio del cese definitivo, algunos asesores del ministerio del Interior consideraron que estos dos etarras, pese a sus resistencias a la disolución y pese a la consideración de Sorzabal como miembro de la línea dura de la banda, podían ser un parapeto e impedir que estuviesen en la cúpula dirigentes más radicalizados. Su detención demostraría que la situación ha cambiado.
http://www.elmundo.es/espana/2015/09/22 ... b456d.html