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IRÁN, SIRIA, EL OSO RUSO Y LAS VERDADERAS RAZONES RELIGIOSAS QUE MUEVEN LOS HILOS EN ORIENTE MEDIO.
Se habla mucho de teorías geopolíticas y de las distintas influencias territoriales, económicas y de todo tipo que inciden en los conflictos de esa zona. Casi nadie se para a pensar en la tremenda influencia de la religión en cómo se desarrollan los acontecimientos en Siria, por ejemplo. Bueno, vamos a darle un repaso a la situación desde este prisma.
El actual aumento de la presencia militar rusa en el noroeste de Siria es el resultado directo de la falta de suerte militar de Assad. Si el dictador estuviera manejando bien la situación y tuviera controlada la guerra, no habría presencia semioficial rusa en la zona. Todo esto representa realmente un cambio cuantitativo más que cualitativo en la naturaleza del actor ruso en Siria.
El objetivo de Moscú en este conflicto es mantener al presidente sirio Bashar Assad en el poder a toda costa y usando los medios necesarios. Pero sus objetivos nunca están mediatizados por la religión. Rusia se activa a través de otros mecanismos, los cuales yo desconozco, aunque puedo imaginarlos, igual que casi todo el mundo por aquí. De cualquier modo, los objetivos de Rusia siguen siendo los mismos. Pero según la situación sobre el terreno cambia, así lo hacen los métodos rusos para mantener la meta a la vista.
Desde el comienzo de la guerra civil siria, el problema principal para Assad ha sido “la mano de obra”, es decir, los soldados. Por qué? Por la religión. Con una rebelión de grupos sunnies que tienen en Siria un inmenso fondo de armario de tropa debido a la mayoría sunni en ese país (aparte del gran número de tropas sunnies aportadas por otros países del entorno), el aliado de Irán (país Shií), Assad ha tenido que arañar el suelo de su baúl para encontrar soldados shiies afines a su causa.
Al principio de este conflicto, el ejército sirio árabe sobre el papel era una fuerza potente – 220.000 regulares más 280.000 reservistas. Pero la gran mayoría de esos soldados eran inútiles para el dictador. Y esto es por causas religiosas. La vasta mayoría de ese ejercito son reclutas sunnies, cuya lealtad para con el régimen de Assad estaba seriamente en duda. Desde entonces, el ejército ha encogido de forma alarmante, aparte de las deserciones y el regate de los posteriores procesos de reclutamiento por parte de la mayoría sunni.
Purita religión desplegada en todo su esplendor está condicionando unos de los conflictos más mediáticos y largos de los últimos tiempos. El islam a pleno rendimiento. Supongo que todo el mundo sabe ya cual es la terrible diferencia que enfrenta a sunnies y shiies, pero lo explico en dos pinceladas. Los sunnies piensan que los herederos fetén del profeta son los acompañantes cercamos del mismo durante su triunfal gira de conciertos allá por el siglo VII. Los chiitas o shiies opinan que no, que los que deben llevar el título de herederos del islam son los familiares de Fátima, hija del sujeto, y compañía. Para gustos, los colores, pero a mí me parece que llevarse matando 1400 años por estos motivos ya huele un poquito, no? Es igual, si sólo se mataran entre ellos……
La historia de los últimos cuatro años se resume en el intento de Assad y sus aliados de compensar la realidad de la falta de mano de obra para la realización de los objetivos.
Todo esto se ha llevado a cabo mediante dos vías. Primero, el régimen ha preferido retroceder y dejar vastos espacios del país con el objetivo de mantener de forma efectiva aéreas esenciales y hacerlo con pocos efectivos. El abandono del este y el norte del país trajo como consecuencia la emergencia de parcelas controladas por los kurdos, los sunnies árabes rebeldes, y más tarde por al Qaeda y el estado islámico. No veis el patrón religioso por doquier? Es una lucha de sunnies contra shiitas.
Pero bien sabido es que en lo militar, retroceder para consolidar es una estrategia que solo se puede usar por un tiempo limitado. En cierto momento, las zonas del país en contienda se convierten en no viables para los objetivos perseguidos – Fundamentalmente, el mantenimiento del régimen de forma que se pueda garantizar que las necesidades iraníes y rusas son satisfechas, y la relativa seguridad de las elites que rigen, aparte de la seguridad del pueblo sobre los que estos se sustentan y la del pueblo mismo.
Para compensar todos estos inconvenientes, Assad y amigos han intentado poner sobre el terreno, más o menos creativamente, hombres suficientes y mantener el nivel en cuanto a equipo militar, para poder rechazar con garantías a los rebeldes pobremente armados. Rebeldes fanatizados por cuestiones religiosas. Normalmente los conflictos se terminan rápido si hay una diferencia importante en cuanto a potencia militar. Con los musulmanes de por medio esto no es así ¿¿??
Hubo un intento rápido de reclutar irregulares Alawistas de la “shabiha”. Entonces se produce el compromiso creciente de los iraníes y sus satélites – incluyendo a Hezbollah y las milicias iraquíes shiitas. Se pueden añadir a estos las fuerzas de defensa nacional entrenadas por Irán, y en recientes meses, el noroeste de Siria ha sido testigo de la llegada de “voluntarios” de comunidades shiitas de Afganistán, más concretamente de la comunidad Hazara, pagada por irán. Todo siguiendo el ritual religioso de lucha contra los sunnies.
A pesar de todos estos esfuerzos, los rebeldes han estado empujado hacia el oeste desde la primavera hacia la provincia de Latakia.
Si los rebeldes alcanzan Latakia, ya no queda donde retroceder. El régimen y sus aliados deben resistir allí o perecer. La apariencia de carros blindados manejados por rusos (BTR-82 APC) en los campos de batalla de Latakia parecen el testimonio gráfico de la teoría anterior. Y su voluntad es enraizar y sostener a Assad, incluso si eso significa el despliegue directo de personal ruso en los combates. La diferencia se ve clara: Los rusos no se dejan llevar por motivos religiosos, el resto de actores de la zona, sí lo hacen.
El aparente despliegue de la brigada de marines pertenecientes al 810 ejército ruso en la base naval de Tartus en Latakia ofrece evidencias de este compromiso bélico, además de señalar los intereses en Siria que los rusos consideran irrenunciables.
Las osadas declaraciones de el avistamiento de drones y cazas Sukhoi rusos sobre los cielos del campo de batalla de Idlib no están confirmados todavía. Pero a mí me parece muy plausible.
Hay una razón de porqué la marcha de los rebeldes sobre Latakia no puede ser absorbida por el régimen como una retirada táctica; algo parecido a lo ocurrido en las retiradas de Hasakah, Quneitra, la mayor parte de Deraa, Alepo, etc.
La provincia de Latakia es el corazón de la comunidad alawita siria. Es un sitio donde los amigos del régimen han sido capaces de convencerse a sí mismos de que allí están seguros.
Pero la perdida de esta provincia, aparte del casi seguro fin de la guerra con la derrota de Assad, supone para los alawitas una afrenta religiosa tremenda, pero para Rusia es simplemente la pérdida de zonas claves de la costa siria. Estos enclaves son fundamentales para Iranies también, pero por sus motivos estratégicos basados en el fin último de borrar a Israel de la faz de la tierra: odio religioso que se remonta al año 632 dc.
Y por todo esto, la captura de la base naval de Tartus sería un problema. Y por eso, marines rusos se han desplegado por allí, de momento de forma solo defensiva.
Estos motivos estratégicos y geopolíticos son los que conducen a Rusia a responder de un modo masivo en los campos de batalla sirios. Y sabéis porqué? Pues fundamentalmente porque Putin pretende llegar a un acuerdo con Israel para construir un gaseoducto desde los enormes depósitos israelíes hasta Europa, incluso pasando por Turquía. Motivos económicos, vamos.
El apoyo diplomático y armamentístico de Rusia han sido vitales para Assad a lo largo de estos cuatro años. Porque los anteriores apoyos no han resultado suficientes, y más que llegará. Aunque de momento, no parece que vaya a haber un mayor despliegue de fuerzas rusas sobre el terreno, ya que esto iría contra la política de tramoya de Putin.
Y mientras los rusos calculan y miden, los rebeldes fanáticos religiosos están segando la zona de la provincia de Idlib muy cerca de Latakia. La fuerza de Jaysh al-Fatah (el ejercito de la conquista) esta semana capturó una base aérea del régimen en Abu Zuhour.
¿Y quiénes son estos tipos? Es una unión de los grupos del noroeste sunni más poderosos. Religión.
Prominentes entre estos está Jabhat al-Nusra, la franquicia siria de al-Qaeda. Esta coalición, apoyada por turquia y Qatar y armada con armas sofisticadas por Arabia Saudí, está alterando el paisaje militar del noroeste de Siria. Nadie ve el patrón religioso? Sunnies contra Shiies, el cuneto de nunca acabar.
En las semanas venideras, la lucha en el noroeste se intensificará. Con los rebeldes sunnies buscando echar al mar al régimen. Assad, ayudado por Rusia e Irán, hará todo lo posible para pararlos.
Está por ver si al oso ruso será suficiente para detener a los sunnies.
Los métodos de potencias como Rusia nunca se mueven por hilos religiosos o de fanatismo sectario. Los métodos de países islámicos, son eso…… islámicos, y por ende religiosos.