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La Policía Local cifra en 7.000 las maltratadas que no denuncian

1.200 mujeres viven con protección policial en Valencia y los agentes reciben formación para destapar casos ocultos
J. A. MARRAHÍ | VALENCIA.
11 noviembre 2015

Una víctima de malos tratos residente en el distrito Marítimo llama «mis ángeles de la guarda» a los policías locales que velan por su seguridad. La sala de emergencias del 092 atiende cada día alrededor de cinco llamadas por agresiones de violencia machista, amenazas u hombres incapaces de acatar órdenes de alejamiento. El peligro se palpa también con la veintena de sospechosos de malos tratos que cada mes son interceptados por la Policía Local de Valencia.

Y la concejala de Seguridad Ciudadana, Sandra Gómez, habló ayer de «7.000 víctimas invisibles» en la ciudad de Valencia. A tenor de los porcentajes de maltrato oculto que maneja el Observatorio Contra la Violencia de Género, es la cifra de mujeres de la ciudad que podrían estar sufriendo insultos, palizas o amenazas sin ponerlo en conocimiento de la policía o el juzgado. La responsable municipal resaltó esta cifra a fin de concienciar a 1.200 agentes del cuerpo (casi la totalidad) que van a recibir formación para intentar adelantarse a casos como el de Llíria o «detectar los signos desde la primera intervención, atentos a todas las señales». En definitiva, para destapar ese maltrato escondido.

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El que sí se conoce es el de las 1.243 mujeres de la ciudad que viven hoy con protección policial en Valencia. De ellas, 526 están bajo la vigilancia de la Policía Local. El resto son controladas por la Policía Nacional. Son mujeres a las que los agentes acompañan al trabajo, a comprar o a llevar a sus hijos al colegio. Algunas deben llevar un sistema de GPS que se activa si su agresor con pulsera se acerca más de lo debido. Otras no se separan de su dispositivo con telealarma por si se produce la temida visita en la calle, en el patio, en el supermercado...

El reparto de estas víctimas en la ciudad está completamente diseminado. Es el mapa de la vergüenza. El que recuerda que hay valencianas viviendo con miedo a la vuelta de la esquina. «En violencia de género no hay ningún barrio peor que otro. La periferia no es distinta del centro. Esto es una lacra que no conoce de poder adquisitivo, nivel cultural o distinción por edad o formación», resaltó Gómez.

El jefe de la Policía Local de Valencia, José Vicente Herrera, compara ya la violencia de género al terror sembrado por ETA. «Tenemos que tomar conciencia del problema. La banda terrorista asesinó a más de 800 personas en 47 años. La violencia machista se ha cobrado la vida de 700 mujeres desde 2003».

Cada día, el 092 suena «entre tres y cinco veces» por casos de esta naturaleza. En un 80% de ellos, el motivo es un quebrantamiento de orden de alejamiento. El 20% restante son agresiones directas, destrozos en el hogar o amenazas.

«La mayoría son mujeres asustadas porque han tenido un contacto visual directo con su agresor. Lo han visto por la calle vigilando, pasar con su coche, merodear por el colegio de sus hijos...», describe un responsable policial de la sala donde se reciben emergencias. «Pedimos su descripción, tratamos de saber en qué grado de riesgo está la víctima y se moviliza la patrulla más cercana para que localice al sospechoso».

Según Herrera, la intención de formar a todos los policías contra violencia de género es «identificar antes el maltrato o verlo donde la víctima calla a través del contacto con vecinos, destrozos en la casa o el testimonio de hijos». Aprovechar la proximidad y el marcado carácter de barrio de la Policía Local para combatir mejor el problema.

http://m.lasprovincias.es/sucesos/20151 ... 013-v.html