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Ochenta agentes, una quinta parte de la plantilla, estarán habilitados para su uso desde las próximas semanas / Agresores de violencia de género y bandas urbanas con machetes, perfiles donde sería más indicado su uso, siempre como “último recurso”
Primero fue el anuncio de la llegada de las pistolas táser a los armeros de la Policía Municipal de Valladolid, como ya adelantó este diario en diciembre, y ahora es el momento del entrenamiento con los también llamados Dispositivos de Electrónicos de Control (DEC), capaces de aturdir al delincuente más peligroso con descargas de 50.000 voltios (1.200 cuando llegan al cuerpo). No dejan secuelas, pero en el momento son fulminantes. Su uso, recalca el concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, Alberto Cuadrado, como “ultimo recurso”, solo en “casos extremos” y “con todas las garantías”, ya que la acción estará grabada desde que el arma de desenfunda.
Un total de 80 agentes de la Policía Municipal de Valladolid, la quinta parte de la plantilla, estarán habilitados para su uso. Todos ellos se están formando escalonadamente en las dependencias del Cuerpo de la calle Amor de Dios de Rondilla, sede de las galerías de tiro virtual y del parque infantil de tráfico. Comenzó la instrucción a finales de noviembre con la formación de un profesor a seis instructores de la Policía Municipal.
Una vez formados estos 6 mandos, ahora están impartiendo las clases prácticas y teóricas a agentes (grupos de cinco en cinco) que habitualmente realizan patrullas de seguridad por las calles de Valladolid. El último curso de cinco horas se celebrará el 27 de enero y a partir de ahí será la Jefatura la que marque el inicio de su entrada en servicio.
La idea es que cada distrito de Valladolid, son cinco, tenga una patrulla con un agente habilitado para utilizar el arma paralizante. Este funcionario deberá ir equipado con la dotación específica compuesta por pistola Táser y una cámara de grabación que se acoplará al pecho para grabar toda la actuación desde que desenfunda el arma.
El subinspector e instructor, José Antonio García, explicó que la perspectiva de uso en realidad es muy baja o remota. “Sería la misma que los casos en los que tenemos que desenfundar el arma de fuego, que son pocos, o los que llegamos a disparar con estas pistolas de fuego, todavía menos. Al cabo del año poquísimos casos”, resumió.
78 euros el cartucho
Su uso es para combatir cualquier amenaza contra los ciudadanos y los propios policías, aunque hay dos escenarios donde podrían entrar en acción con mayor probabilidad, los casos de agresores de violencia de género en estado de agresividad y frente a miembros de bandas urbanas que amenacen con machetes u otras armas blancas.
Cada cartucho cuesta 78 euros y las zonas a evitar del cuerpo son la cabeza, el cuello, el pecho y los genitales. La más recomendada es la llamada ‘salto del cinturón’ porque es encima y debajo del cinto, buscando el abdomen y el muslo. Mejor aún por la espalda. “Se trata de buscar músculo para paralizarlo momentáneamente. Por esta razón la cabeza, además de ser zona de riesgo porque puede dañar un ojo, no es efectiva, ya que no presenta tanta musculación”, explicó el subinspector García, quien agregó que el dato de referencia descarga eléctrica son los miliamperios y no los vatios. “En nuestras armas (1,7 miliamperios) son bajos y lo normal es que la parálisis inicial desaparezca en muy poco tiempo”, añadió.
La incorporación de las táser es un paso más de la Policía Municipal en su afán de situarse a la vanguardia de las incorporaciones de últimos avances humanos y materiales en cuerpos policiales. El edil Cuadrado explicó a este diario que el Ayuntamiento ha adquirido seis pistolas de descarga eléctrica junto con otras tantas cámaras de grabación unipersonal que se acoplarán en la zona pectoral de los agentes.
La grabación irá al juez
Ambos dispositivos estarán coordinados automáticamente por un sistema de bluetooth tras su extracción de la funda y activación. Aún sin llegar a disparar, la escena quedará grabada por una cámara pectoral del agente y, por tanto, si es necesario, se podrá revisar para las comprobaciones de una actuación acorde a la ley. De hecho, después de cada utilización de la táser, la grabación se entregará a la autoridad judicial.
El estreno de los Dispositivos de Electrónicos de Control (DEC), su nombre técnico, es inminente en la equipación de la Policía Municipal de Valladolid. Abrió el melón el Cuerpo Nacional de Policía, que entregó en febrero de 2022 a la Jefatura de Valladolid también media docena de pistolas de descarga eléctrica, aunque sin estrenarse hasta 023, por falta de autorización de uso por parte de la Dirección General de la Policía.
Y ahora la Policía Municipal de Valladolid da el paso con un curso a seis agentes que imparte un experto en estos dispositivos. Serán varias clases con sesiones prácticas de manejo y también de conocimiento de la legislación y de los escenarios donde está avalado que se desenfunde el DEC, aunque la idea es que sea un curso «continuo», recalcó el concejal.
El modelo elegido es Husa TX200P, un arma capaz de descargar 50.000 voltios en vacío, la descarga media de las que suelen utilizar los cuerpos policiales en España. El dispositivo genera un vacío hasta 50.000 voltios, aunque cuando los dardos se clavan en su objetivo cae hasta los 400 voltios, con una corriente de 2,1 miliamperios (mA), lo que no es letal para el ser humano. Para una mayor seguridad, el envío continuado de impulsos eléctricos está limitado a una duración de cinco segundos.
El número de seis pistolas tiene una explicación, porque corresponderá una táser/agente habilitado por cada uno de los cinco distritos en los que está dividida la ciudad de Valladolid, más un arma paralizante extra de refuerzo. «Habíamos previsto inicialmente la compra de ocho, pero al decidir que irían con cámara, el precio se ha encarecido y lo hemos dejado en seis», apostilló Cuadrado.
El edil no entró en el precio de las pistolas, porque dentro del contrato también van incluidas las clases de formación del instructor y la adquisición de complementos como fundas, baterías o cartuchos de descarga. De forma orientativa, en internet diferentes casas informan que la Husa TX200P tiene un coste de 2.359 euros. El precio de la cámara ronda entre los 600 y 800 euros.
El táser es un arma de electrochoque, descrita como «no letal», diseñada para incapacitar a una persona o animal mediante descargas eléctricas que imitan las señales nerviosas y confunden a los músculos motores, inmovilizando al objetivo temporalmente. Puede dar lugar a desorientación o pérdida de equilibrio, proporcionando al usuario una valiosa oportunidad para zafarse de la amenaza.
Es un arma largamente demandada por los sindicatos policiales. El sindicato policial Jupol subraya su valor para evitar el uso de armas de fuego. «Aportan seguridad en intervenciones contra armas blancas, enfermos mentales, en secuestros o en multitud de situaciones en las que el uso del arma reglamentaria sería mucho más lesivo», expone. Otras organizaciones destacan que son «menos letales», pero que su empleo no está exento de peligro.
Al respecto, el concejal Cuadrado insiste en que el uso que van a hacer los agentes de Valladolid, estará presidido por la «responsabilidad», y con la premisa básica de la «seguridad del policía y del ciudadano». Siempre bajo los principios de oportunidad, necesidad, proporcionalidad y congruencia.
«Será un dispositivo que se utilizará solo en última instancia y cuando el delincuente represente una amenaza. Ya no estamos en la etapa de los bobbies ingleses que no portan armas. Estamos en tiempos en los que la delincuencia, en casos extremos, debe ser replicada con una respuesta acorde, para preservar la integridad física de los policías y los ciudadanos», insistió el munícipe.
https://diariodevalladolid.elmundo.es/a ... 00166.html
Publicado: Jue, 04 Ene 2024, 18:30
