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Más de 750 vecinos exigen el cierre de dos locales «conflictivos» del Orzán
Una nueva reyerta en la zona se saldó con un hombre herido grave por apuñalamiento
Emiliano Mouzo
A Coruña / La Voz 03/06/2017 05:00
Los vecinos del Orzán, sobre todo los residentes en los edificios del entorno del pasadizo y de la calle Socorro, ya no soportan más «los desordenes, las peleas, el trapicheo de drogas y el miedo» a la gente que frecuenta tres locales de hostelería ubicados en la zona, indicó José Luis Méndez, miembro de la junta directiva de la asociación vecinal y encargado, nombrado por sus compañeros, de llevar los asuntos de los desórdenes públicos en la zona.
Es tal su desesperación que ayer presentaron en el registro municipal de María Pita más de 750 firmas exigiendo al Ayuntamiento el cierre de los locales Paseo Marítimo y Dance Hall. En su escrito hacen constar que estos negocios de hostelería «son focos de conflictos violentos, alcoholismo y drogadicción». En la redacción también aparece que los vecinos están atemorizados «por el ambiente que se ha creado en las calles próximas a nuestros domicilios». El abogado del Paseo Marítimo evitó pronunciarse hasta conocer los términos del documento.
Recuerdan que el pasado jueves tuvo que acudir la Policía Nacional, en motos y en coches patrulla al establecimiento Paseo Marítimo. Lo mismo ocurrió ayer por la mañana, pero en esta ocasión fueron los agentes del 092. La redada fue a primera hora de la mañana «y se levantaron cuatro actas a otros tantos clientes por tenencia de drogas», dijeron fuentes próximas a la investigación.
Pero lo más grave aconteció ayer, un par de horas después del registro. Fue sobre las once horas, cuando dos hombres se enzarzaron en una reyerta en las inmediaciones del citado local, aunque el abogado de los dueños dicen que la pelea no se produjo en el establecimiento. «Iban corriendo uno detrás del otro, pidiéndole una botella», contó Jesús, un testigo.
El perseguidor alcanzó a su víctima a la altura del edificio de la Seguridad Social. Allí forcejearon «y le clavó un cuchillo que iba al pecho, pero se cubrió con el brazo izquierdo, donde recibió la cuchillada», dijeron. Todo apunta a que el arma blanca le alcanzó una vena «porque la sangre le salía a borbotones», contó María, una testigo.
Ambos continuaron forcejeando y llegaron hasta el Gasthof. «Venían los dos llenos de sangre y continuaron peleándose, golpeándose con las sillas de la terraza del local», dijo la mujer.
Detención
Ambos huyeron al oír el ruido de las sirenas de los coches policiales alertados por los vecinos. Al herido, P. V. F., lo encontraron los agentes del 091 y del 092 en la calle Santa Catalina, en el lateral del Banco Pastor.
Para poder ser atendido por el 061 tuvo que ser reducido por los policías, incluso dentro del vehículo médico. Era tal su extremada resistencia que los agentes tuvieron que acompañarle en la ambulancia hasta el Chuac.
Mientras, miembros del 091 y del 092 tras una exhaustiva investigación y rastreo por la zona localizaron al agresor, J. J. B. B., en las inmediaciones del lugar de la pelea y fue detenido.
«Sabíamos que un día u otro iba a ocurrir una desgracia de estas, y nadie hace nada para solucionar el asunto»
Desde la asociación de vecinos Ensenada-Orzán no les cayó por sorpresa el grave apuñalamiento ocurrido ayer en su barrio: «Sabíamos que un día u otro iba ocurrir», señaló Aura Rey, la presidenta del colectivo. Sin embargo el temor vecinal se incrementó desde hace unos dos años, «cuando abrió el local Paseo Marítimo», contó la mujer.
Indicó que desde el primer día «ya tuvimos problemas, hasta el punto de que las propietarias montaron una terraza en nuestra acera privada», dijo. Después vino lo peor: «Diariamente comenzaron las peleas, los gritos, beber en plena acera y en la calle, llevar vasos y botellas hasta los bancos del paseo. Es un sinvivir», indicó Rey.
Cocaína, marihuana y armas
Las llamadas a la policía son diarias. «Los agentes vienen nada más llamarlos, hacen las redadas, identifican a la gente y se van, pero la marcha y el desmadre continúa hasta el mediodía». Fuentes próximas a la investigación de este problema indicaron que cada vez que hacen una redada en este establecimiento «siempre decomisamos algo».
Si localizan a doce clientes con sustancias prohibidas, «diez de ellos llevan cocaína», subrayaron. En los cacheos también encuentran «marihuana», y no es la primera vez que «tenemos que incautar armas, pequeñas navajas», dijeron estas mismas fuentes.
Los vecinos ya mantuvieron reuniones con el director de Seguridade Cidadá, Carlos García Touriñán, «que está haciendo lo imposible para solventar el problema», dijo Aura. También mantuvieron conversaciones con el 091 y con el 092: «Hacen lo que pueden. Nos dijeron que eliminar este problema es imposible, trasladarlo a otro lado, puede ser».
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/co ... 3C3995.htm