Me choca mucho eso que dices, Kempo, de que no existe espíritu de Cuerpo tipo Guardia Civil o Legión. He de creerme que no exista en tu plantilla, pues tú que estás dentro lo dices así. Y, la verdad, no sé si intentar hoy mismo una permuta con esa plantilla que es capaz de sentir de modo aislado la vivencia de ser policía local, o ni acercarme siquiera por tu ciudad por si se me pega algo de ese sentimiento tan extrañamente excluyente.
Yo siento otra cosa, y sé que es desviarse del tema de este hilo, pero has abierto el melón y me comeré mi rodaja.
Como policías locales nos toca enfrentarnos a la realidad policial de una manera diferente a la del resto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad: por medios humanos y/o materiales, por sueldos (excepto Madrid, claro), por vaivenes políticos, por falta de regulación para muchos aspectos profesionales que nos deja inermes ante los políticos….
Esta forma diferente de afrontar una misma realidad es la que nos hace sentirnos a la inmensa mayoría “compañeros”, y tener la percepción de que pertenecemos a una misma entidad, por más que sea fragmentada en los numerosísimos Cuerpos de Policía Local que salpican nuestra geografía.
Cuando tengo que hablar por razones de servicio con un policía de cualquiera de esos Cuerpos, me siendo identificado con él, le entiendo y sé que me él entiende a mí, y puede estar a 800 kilómetros o tener una lengua materna distinta a la mía, pero nuestra realidad policial es prácticamente la misma.
Sin embargo, cuando hablo con miembros de otras Fuerzas de Seguridad, se nota que nuestras realidades son diferentes, y hablo siempre partiendo de la base de que tanto en uno como en otro existe la buena fe. Y lo noto cuando hablo con el de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía que tengo en la calle de al lado de la de mi Jefatura de Policía, o con el del Puesto de la Guardia Civil del municipio vecino. Incluso cuando he tenido el placer de hablar con la Ertzaintza o los Mossos d’Esquadra (siento no haber tenido aún la oportunidad de tratar ningún asunto con la Policía Foral o con el Cuerpo General de la Policía Canaria) he notado esa distinta sensación, a pesar de que me sienta más identificado con las policías autonómicas que con las estatales.
Las “pertenencias” de cada uno son las que son y las que contribuyen a que la mayoría de los policías locales de España tengamos ese sentimiento identitario único y unitario que tú dices no tener pero cuya inexistencia me atrevo a cuestionarte abiertamente.
Salgamos del ámbito policial para que podamos juzgar desde fuera. Los tres Ejércitos y sus distintas Armas o Cuerpos tienen en común, fundamentalmente, su naturaleza militar, un corpus reglamentario básicamente homogéneo y la vocación de servicio a la patria de sus miembros, pero son muy diferentes los unos de los otros. Nosotros tenemos la naturaleza policial, algo de homogeneidad en la normativa que nos es aplicable y la vocación de servicio al ciudadano. Pero no creo yo que ningún miembro de uno de esos Cuerpos o Armas o de la más pequeña Unidad del Ejércitos de tierra niegue su identidad común con el de otro miembro de del Ejército del Aire o de la Armada, rivalidades peliculeras aparte.
Un saludo, COMPAÑERO.