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Agentes de Policía Local de Cantabria reciben formación sobr

NotaPublicado: Sab, 28 Nov 2015, 21:25
por SEBASTIÁN
Cartera Guardia Civil

Fabricada en piel de vacuno
enpieldeubrique.com
Agentes de Policía Local de Cantabria reciben formación sobre terrorismo islámico

El curso, organizado por el Gobierno de Cantabria, enseña a detectar a yihadistas que imitan el comportamiento occidental para pasar desapercibidos



27 noviembre 201520:55



Unos 25 agentes de policía destinados en Cantabria, la mayoría municipales pero también algunos del CNP y de la Guardia Civil, han asistido esta semana a un curso de formación especializado en terrorismo islámico. Por una de las aulas de la facultad de Económicas han desfilado historiadores, militares, investigadores y policías para hablar de cómo protegerse ante un terrorista que ataca con un cuchillo o precisar qué tipo de explosivos utilizan los yihadistas en sus atentados. El curso, exclusivo para fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y denominado ‘La amenaza del islamismo radical desde el punto de vista policial’ se ha coordinado desde el Centro de Estudios de la Administración.

El programa de formación comenzó con una visión global del contexto histórico, lo que ha permitido a los agentes «diferenciar el islam como religión, el islamismo como movimiento político y el terrorismo islámico como la facción más radical del islamismo», explica uno de los policías locales de Santander que solicitó un curso de este tipo al Gobierno de Cantabria el pasado mes de septiembre, antes de los atentados de París.
¿Quñe les enseñan?

1.-Cómo detectar islamistas y procesos de radicalización religiosa.

2.-Análisis de atentados: del ‘lobo solitario’ a las pequeñas células coordinadas.

3.-Atentados con explosivos líquidos y otros materiales sensibles.

4.-Cómo equiparse y protegerse de un ataque con un cuchillo.

5.-Antecedentes históricos y situación geopolítica actual en Oriente Próximo.

Un militar e investigador del Instituto Español de Estudios Estratégicos se encargó de exponer la actual situación geopolítica de Oriente Próximo antes de entrar en materia puramente policial: análisis de atentados (desde los protagonizados por ‘lobos solitarios’ a los que son obra de pequeñas células conocidas como ‘lobos coordinados’), herramientas e instrumentos de guerra que utilizan los yihadistas (con especial atención a los explosivos) o cómo detectar información sensible.

«Uno de los problemas que debemos corregir es la comunicación entre agencias –precisa el policía local que propuso el temario–. Un exmiembro del CNI (Centro Nacional de Inteligencia) defendía recientemente que había que utilizar a las policías locales como fuente de información porque nosotros somos los que estamos más cerca de la gente».

Por esa razón, policías nacionales y guardias civiles –que cuentan con brigadas de Información especializadas en el terrorismo islámico– han participado en el curso para explicar qué información puede ser útil, cómo detectar el proceso de radicalización religiosa y cómo comunicarse entre cuerpos en caso de acceder a información sensible. «Los policías locales no pretendemos acabar con el terrorismo islámico, pero si surge, y cabe la posibilidad de que surja, necesitamos tener los conocimientos necesarios para saber cómo actuar, e intentar prevenir en la medida de nuestras posibilidades este problema. Aunque solo sea pasando la información que pueda ser sensible».

El agente recoge el sentir de gran parte de sus compañeros de las policías locales de la región al señalar que «el hecho de llevar desde junio en nivel alto de alerta por atentado terrorista significa que hay un problema y por tanto debemos formarnos para afrontarlo». «Si tienes que buscar algo, pero no te dicen lo que tienes que buscar, es casi imposible que lo encuentres. Aquí nos van a dar ciertas herramientas para saber qué buscar y cómo actuar», explicó.

Los alumnos de este curso, amparado por la Consejería de Presidencia y Justicia del Gobierno de Cantabria, han descubierto, entre otras cosas que no pueden hacer públicas, que «el estereotipo de que un islamista radical no puede comer cerdo o beber alcohol es falso». «A veces llevamos las cosas al extremo y nos dejamos llevar por ideas erróneas. Lo cierto es que los terroristas que están haciendo la guerra santa tienen permiso para saltarse las normas y vivir como cualquier ciudadano occidental con el fin de camuflarse. Ya se ha visto en Bélgica que nadie se había dado cuenta del proceso de radicalización de algunos sospechosos que actuaban como occidentales».

El agente admite su propio desconocimiento del tema hasta hace muy poco y la necesidad de formarse para estar preparado. «Hice un curso sobre este tema hace tres meses y fue entonces cuando me enteré de que en Santander hay una mezquita. Yo, que soy policía local en Santander, no lo sabía. Tampoco sabía que en Santander hay dos locutorios y una carnicería que supuestamente financian el yihadismo». El agente se refiere a una información publicada a principios de año por El País donde fuentes policiales afirman que en España hay una red (la ‘hawala’) de 250 negocios que financian a terroristas.

http://m.eldiariomontanes.es/cantabria/ ... 01937.html