Lo cierto es que el tema de los agentes de Movilidad se demuestra cada vez más controvertido.
Cuando se gestó este invento, no fuimos pocos los policías locales a los que no nos terminaba de convencer la figura, sobre todo porque sospechábamos que podía convertirse en una forma de entrar en las Policías Locales respectivas por una puerta trasera, incluso con futuras integraciones automáticas.
De hecho, cada vez se pide más insistentemente su integración en las Policías Locales. Lo piden sus sindicatos, sí, que defienden sus intereses y que no debe extrañarnos que pidan lo que quieran (como otros consiguieron en alguna Comunidad Autónoma, por ejemplo, que maestros y profesores interinos consiguieran la plaza en propiedad con unas facilidades más que discutibles) pero también lo hacen algunos sindicatos policiales afectos a la política del buen rollo.
Incluso lo hacen políticos en campaña, cuando ejercen la mendicidad del voto. Recordemos a la candidata Esperanza Aguirre, que tras el incidente protagonizado con dos de dichos agentes que solo cumplían con su deber, y para demostrar que no iba a ser vengativa, propuso en campaña nada menos la integración en la PMM.
De hecho, algún PL de los que participa en el foro ha pedido también la integración en alguna ocasión. A veces no se debate sobre una opinión por evitar con compañeros discusiones que se anticipan vanas e inacabables, incluso por no molestar gratuitamente a agentes de Movilidad que lean el foro, pero el silencio no supone, en la mayor parte de los casos, conformidad con lo manifestado.
Sin embargo, una vez creados los Cuerpos de Agentes de Movilidad, las críticas han de ser objetivas y con cierto fundamento, a pesar de que ninguna opinión sea infalible.
Evidentemente, a diferencia de lo que sostiene
ATIS, yo no veo nada de malo en que tengan la condición de agentes de la autoridad. Considero que para las funciones que desarrollan han de tener una protección jurídica que les atribuya un estatus diferente al de los particulares. Y todo eso aunque por propia experiencia sepamos para qué sirve en realidad la condición de agente de la autoridad.
Pero lo que en este artículo se dice es que se niegan a participar en operativos de una naturaleza muy concreta, la antiterrorista, porque pueden confundirlos con policías y ser víctimas de un ataque. Y ahí, por qué no decirlo, pienso que no se equivocan. Si en esos operativos se tiene que hacer cargo del tráfico en el perímetro de seguridad la PMM, lo más normal es que lo haga.
El problema principal es que incluso los uniformes que tienen se parecen mucho a los del Cuerpo de Policía Local del que sean auxiliares. Fundamentalmente en Madrid, si, pero también en alguna otra ciudad.
Pero es que son ellos mismos los que quieren llevar un uniforme que se parezca lo máximo posible al nuestro, tal vez porque quieran parecer ser lo que no son. Hace no muchos meses que a nosotros nos pasaron al uniforme azul, y los agentes de Movilidad que dependen de nosotros refunfuñan con frecuencia, pues no entienden por qué ellos han de seguir de amarillo, parece como si les hicieran de menos el que no los confundan con lo que no son. “Total, si somos iguales que vosotros” llega a sostener pletórico alguno de ellos….
Yo he tenido que apercibirles en alguna ocasión, incluso por escrito, de que no es función suya perseguir a delincuentes. La pasividad de algunos jefes de PL en estos puntos conflictivos les puede traer algún dolor de cabeza. Yo, si algún día apuñalan (o disparan, quién sabe) a un agente de Movilidad por intervenir más allá de sus funciones durante mi servicio, podré acreditar que di instrucciones muy concretas para que no lo hicieran.
Y por último, la cada vez más frecuente reivindicación del derecho a portar armas. Es curioso cómo los vigilantes municipales, funcionarios que realizan las mismas funciones que los Cuerpos de Policía Local allí donde este no existe (con peculiaridades según la Comunidad Autónoma de que estemos hablando) no pueden portar armas en la mayor parte de los sitios (no recuerdo ahora mismo si en algún sitio las llevan, me parece que sí) a pesar de que en la práctica son policías, aunque sea con otro nombre y un sueldo inferior, y los agentes de Movilidad, con la única función de velar por la disciplina del tráfico pretenden que se les dote de armas.
Si es que incluso las PP. LL. tenemos claras limitaciones en operativos antiterroristas. Si se produce algún ataque en nuestra presencia hay que intervenir tanto como se pueda para intentar proteger al ciudadano, pero solo hasta que lleguen los competentes en el territorio donde se produce el hecho, momento en que se ha de pasar a un segundo plano e intervenir solo de manera coordinada y, evidentemente, siguiendo las directrices del responsable del operativo (CPN, GC, PA), que podrá requerir un apoyo más o menos “comprometido”, según la situación y los medios de que se dispongan, pero siempre cumpliendo sus instrucciones.
La creación gratuita de ciertas figuras administrativas no hace más que aumentar la confusión de funciones y funcionarios públicos, incluso a veces con las reivindicaciones que ellos mismos han llegado a plantear, como en cierta ocasión defendía uno de estos funcionarios, que entendía que ellos tenían que instruir los atestados por accidentes de circulación, confundiendo la condición de agente de la autoridad, que insisto considero muy conveniente, con la de miembros de la Policía Judicial genérica. Eso además de la compleja formación técnica que requiere en muchos casos la instrucción de atestados por accidentes de circulación.
En cuando al chaleco antibala, he de reconocer que no tengo una opinión clara sobre la conveniencia de que se dote de ellos a los agentes de Movilidad. Si la casuística de ciudades como Madrid lo hace aconsejable porque han sufrido agresiones, no entiendo por qué no se les ha de proteger. Es evidente que tiene un mayor riesgo un PMM, por sus inherentes funciones de seguridad ciudadana, que un AMM, y que se ha de dotar primero a los que más expuestos están, pero no asumo que, por principio, no lo puedan llevar. Insisto, mi opinión debería ser ilustrada por alguien que sepa más que yo en el tema, como los agentes de PMM que participan en el foro. Lo que sí que entiendo es que donde yo ejerzo no parece tener justificación alguna, tan es así que con la última partida de chalecos adquiridos se puede decir que la plantilla está ya bien dotada (sin contar a los que no hacen calle ni servicios administrativos) y en ningún momento se ha planteado adquirir para los AM.
Por cierto, conviene recordar para quienes nos lean y carezcan de formación en la materia, que estos chalecos protegen de los ataques de arma blanca, que es lo que más verosímil me resulta de cara a un agente de Movilidad.
Y si algún día los vemos equipados así, puede extrañarnos al principio, pero seguro que cuando pase un tiempo nadie se asombrará demasiado, como hemos acabado asumiendo que en ciertos servicios es muy conveniente que los sanitarios vayan protegidos con casco (lo de la extensible que comenta
Charlie_CNP sí que es una pasada).