FORO POLICIA

Otro caso polémico . Lo siento por el fallecido pero chiquito marrón para los Compañeros. Hasta el archivo de diligencias o sentencia absolutoria queda un tiempo que parece que no acaba nunca ...

Dos niños piden ayuda desde el balcón al ver fuera de sí a su padre, que muere tras ser detenido en Fuengirola
Tanto la investigación policial como la autopsia apuntan a que el hombre sufrió una reacción adversa a la droga que le provocó un cuadro que se conoce como 'delirium agitado'
Juan Cano
JUAN CANO
Málaga
Viernes, 25 noviembre 2022, 13:49
Un juzgado de Fuengirola investiga la muerte de un hombre minutos después de ser detenido por una patrulla de la Guardia Civil, que acudió a socorrer a dos niños de corta edad que pedían auxilio desde el balcón de una vivienda.

Los hechos sucedieron sobre las 17.30 horas de este sábado 19 de noviembre en Fuengirola. Un ciudadano se presentó en el cuartel de la Guardia Civil, que está dentro del casco urbano de la localidad, para alertar de que había dos críos pidiendo ayuda desde la terraza de un piso situado en la cuarta planta de un bloque.

Aunque Fuengirola está dentro de la demarcación de la Policía Nacional, al tratarse de un tema humanitario, y dado que el edificio está muy cerca del cuartel, una patrulla de la Benemérita acudió sin más dilación a comprobar de qué se trataba mientras avisaban a la comisaría para que enviara más unidades.

Al llegar al bloque, los agentes encontraron a dos hermanos de 6 y 8 años, niño y niña, refugiados en la terraza de una vivienda pidiendo ayuda. Muchos vecinos se asomaron a sus balcones alarmados por los gritos de los pequeños. Fueron momentos de desconcierto porque no se sabía qué estaba pasando.

Los guardias civiles subieron a toda velocidad al domicilio donde estaban ocurriendo los hechos. Se escuchaban fuertes golpes. Vieron la puerta medio abierta y trataron de entrar, pero les costó trabajo porque habían muebles tirados por el suelo que obstruían la entrada. Desde ahí pudieron ver que un hombre estaba destrozando el mobiliario.

Según las fuentes consultadas, cuando el individuo vio a los guardias civiles, corrió hacia el interior del piso. Los agentes corrieron tras él y lo interceptaron justo después de que, al parecer, hiciera ademán de saltar por la ventana. También habría intentado agredir a uno de los funcionarios.

Ante el cariz de la situación, los guardias civiles redujeron al individuo para evitar que pudiera hacerse daño a sí mismo o a alguna otra persona, ya que seguía muy excitado. Poco después llegó el 061 y una patrulla de la Policía Nacional. En primera instancia no observaron nada anómalo en su estado físico.

Sin embargo, pasados unos minutos el hombre entró en parada cardiorrespiratoria y, pese a que el personal sanitario estaba delante y lo asistió inmediatamente, no se pudo hacer nada por su vida, según detallaron las mismas fuentes. Falleció allí mismo.

La investigación, a partir de ese momento, pasó a manos de la Policía Nacional al ser Fuengirola su demarcación. Los agentes comprobaron que el fallecido era padre de los dos menores, aunque al parecer los críos son madres distintas. Una de ellas, que llegó minutos después al domicilio, se había ausentado un rato y había dejado a los niños a cargo del hombre.

Tanto la investigación policial como el informe preliminar de la autopsia apuntan a que la muerte se produjo por una reacción adversa a la droga, si bien este extremo deberá ser confirmado en los análisis complementarios que se realizarán en los laboratorios del Instituto de Toxicología a partir de las muestras extraídas en el examen forense.

A la vista del estado en el que se le encontró, la principal hipótesis que manejan los investigadores es que el hombre habría sufrido un cuadro de 'delirium agitado' o 'delirium excitado' derivado del consumo de droga, lo que se traduce en un brote de nerviosismo, excitación y agresividad que conduce al paro cardíaco.


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La familia del vecino de Mairena del Aljarafe fallecido tras ser detenido llegará a la Audiencia por el archivo del caso

El instructor considera «justificada y congruente» la actuación de la Guardia Civil y señala como causa de la muerte una parada cardiorrespiratoria secundaria a un síndrome de delirio agitado, inducido por un consumo de cocaína previo

La autopsia al hombre arrestado en Mairena confirma que murió por el cóctel de drogas y una elevada sobreexcitación

La familia de Carlos Bejarano, el vecino de 37 de Mairena del Aljarafe que falleció el 19 de septiembre tras sufrir una parada cardiorrespiratoria siete días antes durante su detención por la Guardia Civil por un caso de violencia doméstica que estaba protagonizando, llevará este asunto a la Audiencia de Sevilla tras la decisión del juez instructor de archivo del caso, al considerar que la actuación de los agentes, que los padres veían negligente y causante de la muerte, fue «congruente y justificada».

Según el juez instructor, no hay nexo entre las maniobras de los agentes y el fallecimiento de este hombre de 37 años y más de cien kilos de peso, lo que ya concluía el informe de la autopsia, adelantado por ABC y que descartaba relación alguna entre la intervención de los guardias civiles y la muerte de esta persona. Dicho informe forense apuntaba como causa del óbito a un cóctel letal de consumo de drogas (cocaína), alcohol y una elevada sobreexcitación del individuo que entró en parada cardiorrespiratoria cuando forcejeaba con los agentes que trataban de reducirlo. La autopsia recoge sólo lesiones compatibles con el arresto como hematomas en un hombro y un muslo.

Tras la decisión del titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Sevilla, el abogado de los padres, Luis Romero, ha anunciado que presentará un recurso de reforma contra el auto del instructor, al tiempo que ha solicitado un informe pericial forense contradictorio. No obstante, Romero ha precisado a este periódico que llegarán a la Audiencia Provincial de Sevilla en apelación de no prosperar su primer recurso.

Los hechos

Los hechos investigados tuvieron lugar el 12 de septiembre. Ese día, alrededor de las siete de la tarde, Carlos Bejarano se presentó en su casa, donde vivía con sus padres, «en un estado agresivo y con una actitud violenta, golpeando la puerta de la calle repetidamente y con fuerza, hasta que consiguió entrar en el domicilio», según señala el juez instructor en su auto.

En el interior de la casa se produjo en un episodio de violencia doméstica. Este individuo agredió a su padre y golpeó varios objetos de la casa como la vitrocerámica. Después de se marchó.

Una hora más tarde, una vecina llamó al Servicio de Emergencias 112 de Andalucía alertando que había escuchado gritos de auxilio. Era la madre de Carlos. Y el padre de éste llamó a la Guardia Civil solicitando asistencia porque su hijo «su hijo les ha pegado y les está agrediendo».

Sobre las 20.30 horas una patrulla se personó en la casa, a la que volvió Carlos, quien comenzó a golpear con un martillo la cancela exterior de acceso al domicilio y al percatarse de la presencia policial, comenzó a decirles a los agentes que salieran «que los iba a matar», intentando saltar al interior, pero sin conseguirlo.

En el momento en el que los agentes estaban saliendo por la cancela, Carlos, según el juez, arrojó hacia ellos un martillo con el mango anaranjado. Los agentes lograron evitarlo. Carlos seguía gritando «ahí os quería yo ahora... os vais a enterar», arrojando otro martillo contra uno de los guardias civiles.

Intentaron que depusiera su actitud, pero fue en vano. Los agentes sacaron sus defensas extensibles y, ante la persistencia de la actitud agresiva de Carlos, hicieron uso de las mismas, golpeándolo en los brazos y las piernas en varias ocasiones, llevándolo al suelo y colocándolo en posición decúbito prono.

La parada

Ahí se iniciaron las maniobras para reducirlo. Tras unos 55 segundos, Carlos «cesó de forma repentina en su agresividad, quedando inconsciente». De inmediato los agentes comenzaron maniobras de RCP básica y avisaron a los servicios médicos.

Tras 25 minutos de masaje cardiaco, se consiguió ritmo sinusal, con pulso y se procedió a su traslado al Hospital San Juan de Dios de Bormujos, donde falleció siete días después, el 19 de septiembre, el mismo día que los padres denunciaron en los juzgados la posible actuación negligente de los agentes, un posible homicidio imprudente. Los padres subieron un vídeo sobre la detención que se hizo viral.

Sin embargo, el juez, una vez analizada todas las pruebas, considera que no hay indicios racionales de criminalidad contra los dos agentes, que acudieron al domicilio por petición de los padres ante un episodio de violencia doméstica.

«La necesidad de la reducción de Carlos se encuentra igualmente justificada y debe ser calificada de congruente», señala el instructor, que añade que los mecanismos para lograr la reducción fueron «proporcionales a la situación física del detenido (varón de 37 años , de 177 centímetros de altura y de 106 kilos de peso) y al grado de violencia esgrimido».

Por tanto, no hay relación de causalidad adecuada entre la intervención de los agentes y el fallecimiento de Carlos Bejarano. Según el informe forense, las lesiones existentes en brazos y piernas que sufrió consecuencia de los golpes con las defensas extensibles carecen de repercusión alguna en el fatal desenlace, dado que no afectan a órganos vitales; la duración de la maniobra de reducción denominada presa braquial fue inferior a los dos minutos, tiempo a partir del cual se puede comprometer la salud del lesionado; y la parada cardiorrespiratoria súbita que sufrió Carlos Bejarano durante las maniobras de la detención fue secundaria a un síndrome de delirio agitado, inducido por un consumo de cocaína momentos antes del episodio violento.

Según detalla el juez, Carlos era en un consumidor crónico, que parecía de cardiopatía isquémica crónica, arteriosclerosis coronaria severa precoz y enfermedad de los pequeños vasos intra miocárdicos incluyendo la arteria del nodo auriculo-ventricular. Y «la tormenta catecolaminérgica que ocasionó la toxicidad aguda cardíaca directa, fue originada principal y directamente por un consumo de drogas estimulantes, en este caso cocaína».

Dicha «tormenta catecolaminérgica» fue una situación creada por Carlos con el consumo previo de cocaína, cannabis y alcohol, horas antes del suceso, con el episodio de agitación, violencia, y resistencia muy activa al hecho de la detención, que obligó a llevar a cabo la detención en unas difíciles condiciones.

https://sevilla.abc.es/provincia/aljara ... 4-nts.html