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8 años de cárcel tras causar secuelas agente en persecución

NotaPublicado: Mar, 10 Mar 2020, 00:17
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Acusado de atropellar a un guardia civil al huir de un control de alcoholemia en el falso túnel de Carlos Haya

Al ver a los agentes que aguardaban en un control de alcoholemia, en vez de detenerse, hundió el pié en el acelerador del coche que conducía. Arrancaba así una persecución en la que un guardia civil acabó herido tras ser atropellado, presuntamente, por el procesado, un joven danés de 23 años, que fue detenido y que ahora tendrá que sentarse ante un juez para enfrentarse a los ocho años de cárcel a los que la Fiscalía de Málaga solicita que sea condenado.

Los hechos tuvieron lugar hace un año en la capital malagueña. En la mañana del 24 de marzo, sobre las 06.55 horas, el agente herido se encontraba con otros compañeros en la MA-21, donde habían instalado un control de alcoholemia. Fue entonces cuando se acercó el coche que conducía el joven danés, un Seat Toledo propiedad de una empresa de alquiler de vehículos, según indica el fiscal, quien precisa que el sospechoso iba acompañado por dos personas –dos hombres de rasgos árabes que no han podido ser citados para esta causa–.

Al ver a los guardias civiles y con el objetivo de «evitar el control», el procesado «aceleró violentamente». Así se recoge en el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Público, al que ha tenido acceso este periódico y en el que se señala que el joven puso en riesgo la integridad de los agentes con su actuación.

Tras ello, se inició inmediatamente una persecución, en la que participaron varias dotaciones. Durante la huida, el sospechoso circuló a gran velocidad, rebasó un paso de peatones y efectuó adelantamientos por la derecha y por la izquierda, llegando a invadir varias veces el arcén. De hecho, provocó que varios conductores tuvieran que realizar maniobras para evitar ser embestidos.

Entonces, el Seat Toledo se detuvo. Se paró en el falso túnel de Carlos Haya, por lo que los guardias civiles se bajaron del coche para identificar al sospechoso. Entre ellos, se encontraba el agente que acabó herido en este suceso. El fiscal dice que, de repente, el joven inició de nuevo la marcha. Al parecer, dio marcha atrás y golpeó el vehículo oficial, además de atropellar al guardia civil, quien, tras impactar contra el cristal parabrisas, saltó por los aires y quedó aturdido tumbado sobre la calzada.

Sus compañeros hicieron entonces uso del arma reglamentaria y dispararon a la rueda delantera izquierda del Seat Toledo. Querían evitar que el sospechoso continuara con su huida, algo que, pese al intento, no lograron. Solo unos minutos después, los guardias civiles volvieron a localizar el coche, esta vez vacío, aparcado en la barriada de La Virreina.

Prisión provisional

Se inició una investigación por parte del Grupo de Investigación de Accidentes de Tráfico de la Comandancia de la Guardia Civil en Málaga, cuyos agentes no tardaron en identificar al procesado. Poco después, procedían a su detención, tras lo que el joven danés estuvo en prisión provisional desde el 28 de marzo hasta el 23 de julio, cuando salió en libertad tras pagar una fianza de 3.000 euros.

En cuanto al agente, fue auxiliado por sus compañeros, que solicitaron una ambulancia del 061. Los sanitarios le trasladaron hasta el Hospital HLA El Ángel, donde tuvo que ser intervenido de una lesión en el hombro derecho. Sufrió una fractura en él, además de una contusión mandibular y erosiones en las piernas.

Las secuelas

Tardó en recuperarse de sus heridas 177 días, aunque las lesiones le han dejado diversas secuelas al guardia civil. Por ejemplo, presenta una limitación en cuanto a algunos movimientos con el hombro, así como una cicatriz quirúrgica de 12 centímetros de longitud.

Tras hacer este relato de los hechos, el fiscal considera al procesado responsable de un delito de atentado contra agentes de la autoridad en concurso ideal con otro de lesiones, así como de los de negarse a someterse a la práctica de la prueba de alcoholemia y de conducción temeraria. Por ello, además de la citada pena de prisión, solicita que se le prohíba conducir vehículos a motor durante ocho años.

Asimismo, solicita que indemnice al agente que resultó herido con 40.814 euros por las lesiones y por las secuelas que sufrió. Finalmente, pide que pague a la Guardia Civil los daños que causó en el vehículo patrulla, que ascienden a 619 euros, y en el de la empresa de alquiler, 2.187 euros.

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