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La Guardia Civil repone con 48.000 unidades los botes de humo y gas lacrimógeno de los antidisturbios
Defiende que sirven para “evitar la utilización de otros medios más lesivos”. Se dispararon en el asalto a la valla de Melilla en el que murieron al menos 23 inmigrantes ilegales y dos gendarmes marroquíesLas unidades de la Guardia Civil que intervienen en manifestaciones, disturbios y altercados graves van a reponer sus reservas de artificios con humo o con gas lacrimógeno que lanzan para dispersar a grupos de personas.
Confidencial Digital ha comprobado que la Dirección General ha puesto en marcha una licitación pública para adquirir un mínimo de 48.000 artificios lacrimógenos y fumígenos. El presupuesto asciende a 1,44 millones de euros.
La idea de la Dirección General es incorporar al menos 36.000 artificios lacrimógenos de lanzamiento por disparo de proyección, es decir, botes con gas lacrimógeno que se lanzan con armas largas que llevan incorporadas unas bocachas que permiten disparar pelotas de goma o este tipo de botes.
Se requiere que emitan “un gas lacrimógeno de acción instantánea con efectos temporales”, y se conciben “para uso disuasorio en actuaciones policiales de control de masas”. Este gas irrita los ojos y sirve para intentar dispersar de un lugar a manifestantes violentos.
La Dirección General de la Guardia Civil establece como requisito, para las empresas interesadas en vender este material, que “los efectos del gas no generarán en el adversario lesiones irreversibles ni serán letales en recintos cerrados o lugares abiertos”.
La compra de botes de gas lacrimógeno será mayor que la de artificios fumígenos, es decir, botes que se lanzan de igual manera y que emiten “humo denso” como efecto disuasorio ante las masas: en este caso, “los efectos del humo no generarán en el adversario lesiones irreversibles ni serán letales en recintos cerrados o lugares abiertos”.
GRS y otras unidades
Para justificar la compra, la Dirección General indica que “es necesario dotar a los componentes de la Guardia Civil del material auxiliar suficiente para conseguir la operatividad y eficacia en el Servicio, garantizando así la protección de los derechos y libertades y la seguridad ciudadana”.
De esta forma se cumplen varios objetivos: mantener el orden público, garantizar la seguridad de los ciudadanos y proteger el libre ejercicio de sus derechos. La compra de este tipo de material para la Guardia Civil está contemplada en el programa de gasto de seguridad ciudadana.
La Guardia Civil cuenta con varias unidades que utilizan botes de humo y de gas lacrimógeno: los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS), sus unidades antidisturbios, repartidas en varios puntos de España y que han sido enviados como refuerzo en ocasiones a Cataluña; las Unidades de Seguridad Ciudadana de Comandancia (USECIC); y las Secciones de Intervención Rápida (SIR), también en cada comandancia.
Todas estas unidades se encargan, entre otros cometidos, del mantenimiento del orden público en concentraciones de masas, así como de la intervención en manifestaciones, reuniones... “siendo necesario a tal fin dotar a las distintas unidades del cuerpo que intervienen en esos actos del material antidisturbios eficaz, como son estos artificios lacrimógenos y fumígenos”, explica la Guardia Civil.
Evitan “medios más lesivos”
Otro motivo para justificar esta adquisición es que esas decenas de miles de artificios lacrimógenos y fumígenos “son necesarios para reponer aquellos que pasan a estado de inutilidad por caducidad a los cinco años, y los consumidos en las actuaciones de orden público o manifestaciones que durante los años indicados se lleven a cabo por los Grupos Rurales de Seguridad [sic], USECIC,s y las SIR de las Comandancias”.
Por último, la Guardia Civil aporta un argumento destacado: “Los artificios lacrimógenos y fumígenos que se pretenden adquirir son idóneos para ser utilizados en el lanzamiento de medios antidisturbios en grandes concentraciones de masas, y evitar, de este modo, la utilización de otros medios más lesivos”.
No cita esos “otros medios más lesivos”, pero podrían ser las pelotas de goma o caucho que también utilizan los antidisturbios de la Guardia Civil, así como los de la Policía Nacional.
Muertos en la valla de Melilla
Los botes de humo y de gas lacrimógeno, como las pelotas de goma, suelen ser utilizados en altercados y disturbios que se desbordan y en los que no se suficiente con las cargas de los agentes con las defensas (las porras).
Uno de los últimos casos en los que se ha señalado que la Guardia Civil disparó botes de humo y de gas lacrimógeno fue el asalto masivo, de cerca de 2.000 personas, a la valla que separa Melilla de Marruecos el pasado mes de junio.
Ese asalto acabó en tragedia. La Gendarmería marroquí, en su lado, y la Guardia Civil desde el territorio español intervinieron para tratar de repeler el asalto. Murieron, según fuentes oficiales de Marruecos, 23 inmigrantes ilegales y dos gendarmes marroquíes, si bien ONG denunciaron posteriormente que habría habido 37 muertos, e incluso 72, entre los subsaharianos que intentaron llegar por la fuerza a territorio español.
El diputado de EH Bildu Jon Iñarritu visitó la zona del vallado en torno al paso fronterizo del Barrio Chino de Melilla y denunció que había encontrado pelotas de goma, cartuchos de fogueo y de proyección, y también botes de gas.
Pelotas de goma
Los grupos de izquierdas trataban de introducir en la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana la prohibición del uso de pelotas de goma como material antidisturbios, pero el PSOE no termina de aceptar esa idea, que obligaría a cambiar el modelo policial de intervención en disturbios.
Mientras se ponía en cuestión la utilización de las pelotas de goma, tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional han seguido comprando este material, en cantidades importantes, para reponer sus stock de elementos para hacer frente a disturbios callejeros y otras situaciones que obliguen a dispersar concentraciones de personas.
https://www.elconfidencialdigital.com/a ... 62921.htmlEl Grupo de Reserva y Seguridad: Las condiciones de una Unidad de élite
"La Dirección General de la Guardia Civil parece estar totalmente al margen de nuestros problemas y necesidades. Vivimos en una permanente situación de descuido y parece que no hay pretensión de mejora. En los Planes Específicos de Instrucción el malestar se está extendiendo por el menosprecio reiterado hacia ciertos componentes. Ni el hospedaje es el mismo para todos", denuncianLas prácticas intensivas están cada vez más militarizadas y con reseñables diferencias entre los Mandos y el resto de componentes. Mientras que los superiores y algún Guardia Civil allegado están alojados en residencias en habitaciones dobles e individuales hasta con televisión, los demás están en acuartelamientos, con duchas y aseos comunitarios donde hay turnos de uso. “La Agrupación de Reserva y Seguridad lleva unos años involucionando, recortando derechos y en bienestar. Militarizado”. Así lo denuncia uno de los agentes de la especialidad de élite de la Guardia Civil. Las comisiones de servicio se alargan entre 12 y 16 horas y únicamente computan ocho. La cuantía diaria de la dieta es de 28 euros, escaso para estar fuera del domicilio. “La gente se quema”, avisan desde el GRS.
Los problemas no se dan solo durante las prácticas obligatorias; son extensibles a varios puntos, uno de ellos afectando incluso a la propia seguridad de los miembros de la especialidad. Por ejemplo, los componentes del GRS 8 realizan los traslados de los presos sin garantías sobre la propia integridad física y además carecen de un descanso efectivo debido la configuración de los turnos. Dentro del Cuerpo, y en la ARS también, no funciona correctamente el sistema para peticionar prendas de trabajo. El tiempo que transcurre desde que se pide hasta que se recibe es tal, que en ocasiones incluso se producen cambios de temporada antes. De este modo, la recepción de la uniformidad de verano a veces tiene lugar en otoño o invierno y hay ocasiones en las que ni tan siquiera es la adecuada para la zona en la que se trabaja.
Para ejemplificar el problema, el personal del GRS 4 recientemente incorporado en destino está sin uniformidad para realizar el servicio. Tan solo son los últimos afectados por una situación que es recurrente. Según denuncian los compañeros, no disponen ni de vestuario usado para utilizar ni uno que esté nuevo. “Tienen que buscarse la vida”, es lo que se les ha comunicado. Como indicábamos, esta carencia no sólo se da en la ARS, también ocurre en otras especialidades, como en la Agrupación de Tráfico o en Seguridad Ciudadana. Los compañeros deben tener la posibilidad de poder utilizar una indumentaria acorde con la climatología y con el lugar de destino. “Ni los Guardias Civiles de la ARS ni los de tantas especialidades afectadas podemos continuar con la falta de abastecimiento de material y ni con un sistema de petición que deja tanto que desear”, indican un miembro del GRS.
Todas esta serie de circunstancias se suman a las condiciones de los Planes Específicos de Instrucción, PEI por sus siglas. La Jefatura de la Agrupación de Reserva y Seguridad está alojando a sus trabajadores en lugares que “ni ellos mismos se alojarían”, denuncia uno de los componentes de la especialidad. Se están limitando las dietas y el tiempo de descanso, se vulneran las necesidades y, en mayor grado, las condiciones laborales. Existe una Orden General de jornada, pero se está permitiendo que los superiores realicen una libre interpretación de la misma para maniobrar en contra del bienestar de los compañeros. Sin ir más lejos, la Jefatura está desplazando solamente a algunos de los ocho grupos existentes en el territorio hacia las demarcaciones de los restantes para cohesionar criterios y doctrina. Este desplazamiento implica, necesariamente, la obligación de alojarse fuera.
El hecho relatado quizá pasaría desapercibido si no fuera por la “organización improvisada y clasista” del reparto de tal hospedaje, donde en unas prácticas de una unidad reunida no todos se alojan en las mismas condiciones.
Los Guardias Civiles que asisten a dichos ejercicios sufren jornadas de trabajo de entre 12 y 16 horas, pero se les computa ocho. Uno de los miembros del GRS opina que “este problema viene a raíz de la última publicación y entrada en vigor de la Orden General del pasado mes de marzo”. El día uno de abril, los componentes un Grupo de élite recibían una nota informativa -no era tan solo una lista con el lugar de realización de las prácticas, como suele ser frecuente dadas las restricciones informativas que sufren-. En esta ocasión, se ponía en conocimiento de los agentes de la especialidad los requisitos y condiciones para mantener las cualificaciones específicas. De este modo, el agravio de las horas que se está repitiendo tiene su origen en la Orden impulsada, ya que las comisiones de servicio se están computando a través del artículo 18.1. b) y otras mediante el 18.1. e) del Boletín Oficial de la Guardia Civil.
En este sentido, se da la circunstancia de que el número de días en algunas comisiones se han incrementado a 35, cuando por cuestiones de conciliación estaban en 21.
Cuando llega el momento de descansar durante los Planes Específicos de Instrucción, en el Grupo de Reserva y Seguridad se encuentran con unas dietas escasas: 28 euros para todas las comidas, a pesar de lo que implica estar fuera del domicilio y teniendo que pagar también con esa cuantía el servicio de lavandería necesaria. La cantidad señalada es inferior que la de los Jefes: “Comemos las mismas veces, pero ellos tienen más cuantía, no es lógico”, lamenta uno de los efectivos del GRS. Deberían ser iguales para todos, con independencia del rango. “Y el Jefe planeó que fuéramos a coste cero…”, detalla. Por otro lado están los DAS, Descansos Adicionales Singularizados. Ya no disponen de ellos a pesar del aumento de la jornada laboral hasta 40 horas.
Toda esta forma de proceder se está asentando como una nueva normalidad que destruye los derechos y mejoras conseguidas con tanto esfuerzo asociativo.
“Somos los olvidados de la Guardia Civil”, señala uno de los efectivos.
Las fuentes utilizadas en este reportaje no pueden ser identificadas porque en la Guardia Civil hay miedo a que abran expedientes disciplinarios por hacer alguna solicitud o queja, a la aplicación del Código Penal Militar. “No hay libertad porque hay miedo de expresar aquello que otros no quieren que se sepa y cuando algún valiente describe las represalias del sistema, como en lo sucedido al compañero del GRS 8, es castigado apartándolo de la función que desempeñaba en su unidad”.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles, asociación decana del movimiento, lleva años alertando de la involución que se está gestando de manera incomprensible en la Guardia Civil, el Cuerpo más valorado pero también el más castigado. No por las “peculiaridades”, sino por aquellos que están más pendientes de los ascensos, de alimentar su propio ego y quedar bien delante del político.
La Comisión Sectorial del Grupo de Reserva y Seguridad de AUGC se reúne con el Coronel Jefe de la Agrupación para solicitar mejoras en la especialidad
El representante y responsable de la Comisión sectorial del GRS, Jesús R. Estévez Malvar mantuvo una reunión el lunes, día 20 de junio, con el Coronel Jefe de la Agrupación de Reserva y Seguridad y los máximos responsables de las distintas áreas de la Unidad. Fue un encuentro extenso y cordial que giró sobre las principales reivindicaciones de la Asociación Unificada de Guardias Civiles. En resumen, pedimos la renovación y dotación del material antidisturbios, de uniformidad y vehículos. El aumento de las dietas también fue uno de los puntos clave, así como la necesidad de abordar la problemática en las comisiones de servicio e instrucción y de establecer medidas para una conciliación laboral y familiar en todas las Unidades.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles lleva demandando desde 2020 la sustitución de todo el material que no reúna las condiciones óptimas para su uso o que tenga superada su vida útil. Es el caso de los cascos antidisturbios, que además no poseen de un seguro de responsabilidad civil que cubra a sus portadores de posibles daños o accidentes. La Agrupación ha recogido nuestra reivindicación y han mantenido ser conscientes del problema asociado al material y también a la uniformidad. En este sentido, se han comprometido a aumentar los estándares de calidad de las prendas para los servicios antidisturbios y dotarán de otra uniformidad para las actividades restantes. Durante este año podrán estabilizar el sistema de renovación de prendas, según informaron.
En cuanto a la renovación de flota de vehículos, la Comisión Sectorial del Grupo de Reserva y Seguridad de AUGC ha solicitado que se consideren fórmulas como el renting. De este modo, estaría asegurado el mantenimiento, versatilidad y operatividad de la flota. Además, se propuso la creación de un grupo cualificado en la Unidad que, entre otras funciones, confeccione dictámenes o guías de requisitos, especificaciones y complementos sobre los vehículos que hay a disposición de las Unidades del GRS. Los responsables de la Jefatura han reconocido la necesidad de estudiar una nueva dotación de vehículos más específicos que los actuales para las labores de antidisturbios.Otro tema de gran importancia para esta Comisión de AUGC es la necesaria revisión del importe de las dietas, recogidas en el Real Decreto. 462/2002. Los responsables de la Unidad deben implicarse en este aspecto y realizar las gestiones pertinentes con los Ministerios de Hacienda, del Interior y con el de Administraciones Públicas. Se debe abordar la modificación de la citada norma y aumentar las cantidades destinadas a gastos de manutención, lavandería y kilometraje de las comisiones de servicio.
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles también trasladamos la urgencia de establecer unas condiciones laborales que favorezcan la conciliación laboral y familiar de quienes prestan servicio en la ARS. Exigimos el complimiento de lo incluido en la Orden General que regula la jornada laboral como herramienta para mejorar el clima laboral dañado por las reiteradas modificaciones sobre la planificación de los servicios. Instamos a los responsables de la Agrupación a que dicten instrucciones precisas para que las distintas Unidades informen con antelación sobre los servicios y comisiones. Es necesario respetar la Orden General de jornada laboral, permisos y descanso de los agentes.
Para concluir, se dio traslado de otras problemáticas que afectan a las comisiones de servicio e instrucción, su duración y catalogación y las condiciones en las que se realizan los PEI. Asimismo, referenciamos que se deben rediseñar las condiciones en las que el GRS 8 realiza los traslados de los presos. Hay que garantizarles la seguridad y el descanso. Las medidas fueron bien recibidas y se mostró compromiso.
https://www.augc.org/actualidad/grupo-r ... 1_102.html
Publicado: Mié, 14 Sep 2022, 16:16
