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Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM)

NotaPublicado: Vie, 14 Abr 2017, 10:29
por un@ entre más
Estos días se cumple el 50º aniversario de la creación de los primeros grupos de la guardia civil para intervenir en montaña.
Más de 20.000 rescates realizados en los últimos 36 años (desde que hay estadísticas), 32.000 personas auxiliadas o casi 12.000 heridos que necesitaron ayuda han contribuido a formar parte de un grupo muy querido en las zonas rurales y de montaña de toda España.

Son los ángeles de la Montaña, un grupo de rescate que pertenece a la Guardia Civil y que se deja la vida en cada rescate que realizan por toda la geografía española.
La pasión por la Montaña ha dejado una demoledora estadística de más de 3.000 personas que han perdido la vida en estos 50 años de historia que cumple el Greim en este 2017, pero sin duda serían muchas más sino contásemos con uno de los mejores grupos de rescate del mundo y con una labor imprescindible debido a la tendencia imparable de estos años: en los años 80 se hacían unos 100 rescates y en este momento, en toda España, se supera de largo los 1000.

Una oportunidad para reconocer la labor ejemplar de los GREIM, que se dejan la piel cada vez que acometen un rescate en una montaña, en una cueva o en el fondo de un barranco.
Personal altamente cualificado que dedican casi un año de preparación y entrenamiento específico antes de incorporarse a su destino.
Están repartidos por 28 lugares de toda España, próximos a los macizos montañosos, dispuestos desde ese momento a jugarse la vida por ayudar a alguien en apuros. Sea verano o invierno, de día o de noche, las 24 horas de día...

Los grandes valores que, como la valentía, la capacitación o la solidaridad, imprescindibles en una sociedad moderna, son los que hacen de este grupo características para remarcar que gracias a ellos, el mundo sea un lugar mejor.

Pero, que son los Greim:

Los Grupos de Rescate e Intervención en Montaña [GREIM] (originariamente Grupos Rurales Especiales de Intervención en Montaña) son unidades especiales de la Guardia Civil herederas de los antiguos Grupos de Esquiadores-Escaladores y creadas en 1967 y 1981 para realizar las labores propias de dicho Cuerpo en lugares de difícil acceso, entendiéndose por éstos las zonas de montaña o en aquellas otras que, por su dificultad orográfica o climatológica, requiera de una especial preparación física y técnica, así como del empleo de medios técnicos adecuados, como en cavidades subterráneas.

- Misiones principales: Rescate en montaña y espeleología y labores de Policía Judicial en medio montañoso, con meteorología adversa o en las que sea necesario el uso de medios técnicos.

- La Dirección General de la Guardia Civil, en su normativa interna asigna los siguientes cometidos al Servicio de Montaña:

Prestar auxilio a las personas accidentadas, perdidas o aisladas en zonas de montaña o lugares de difícil acceso.
Velar por el cumplimiento de las disposiciones que tiendan a la conservación de la naturaleza y medio ambiente en zonas de alta montaña.
Garantizar la seguridad y el cumplimiento de la legislación vigente en dichas zonas de actuación.
Realizar servicios de vigilancia y de prevención y mantenimiento del orden público en pistas de esquí, así como en competiciones deportivas de montaña.

- Distintivo de los GREIM:

El distintivo tradicional y todavía de uso como emblema de uniformidad de los GREIM consiste en una insignia de forma ovalada de 50 mm de alto por 29 mm de ancho, coloreada en esmalte fino y con sus piezas ribeteadas en oro. Se trata de un campo cortado donde aparece representado un paisaje en su parte superior. Sobre fondo azul pálido alta montaña nevada a la que se superpone baja montaña de cimas obtusas en color marrón, en parte inferior campo de sinople. Sobre esto, en su parte central, la representación de un juego de esquís de madera en aspa o sotuer en su color; verticalmente piolet con mango de madera en color más oscuro. En su centro superpuesto a los grupos anteriores y en primer plano, losange esmaltado de de gules con escudo de la Guardia Civil y fileteado de oro. En su parte exterior presenta bordura de gules de 3,5 mm de grosor con las inscripciones “SERVICIO DE MONTAÑA” en jefe y “GUARDIA CIVIL” en punta, escritas con letras de oro.

- Composición:

Aunque genéricamente se ha conocido a estas Unidades de la Guardia Civil como los GREIM, lo cierto es que las unidades actuales reciben las denominaciones de SEREIM (Sección de Montaña), compuesta por unos 15 especialistas al mando de un Oficial de la Guardia Civil; GREIM (Grupo de Montaña), compuesto por unos 11 especialistas al mando de un suboficial y EREIM (Equipo de Montaña), compuesto por entre 5 y 6 especialistas al mando de un Cabo o Cabo 1º. Se encuentran distribuidas por todos los macizos montañosos de la geografía española, tanto peninsular como insular.

- Contacto:

Para contactar en caso de accidente con las Unidades de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil se debe hacer a través del teléfono 062 cuya central a nivel provincial activa dichos GREIM´s. En caso de solicitud de información sobre el estado de la montaña en cada una de las zonas de actuación de estas Unidades se puede poner en contacto directamente a través de los teléfonos que se reseñan a continuación. Cuando exista poca cobertura telefónica con teléfono móvil y el único medio de contacto sea el teléfono de la Central de Emergencias de cada Comunidad Autónoma 112, se debe especificar la solicitud de socorro de los GREIM o bien solicitar el contacto directo con dichas Unidades.



http://www.diariodevalderrueda.es/texto ... en-50-anos

Re: Los ángeles de la montaña cumplen 50 años

NotaPublicado: Mar, 23 May 2017, 18:50
por un@ entre más
GREIM, Ángeles de la Guarda vestidos de verde

Nada podía hacerse ya por Fernando, Dani y Rubén. Solo devolvérselos a sus familias y a esta tierra donde nacieron y que ya les espera, después de que sus espíritus quedasen libres en la montaña, allá donde quienes tanto la aman se sienten más cerca del cielo, más cerca de Dios.

Nada podía hacerse ya por sus jóvenes vidas, pero los efectivos del Grupo de Rescate e Intervención de Montaña de la Guardia Civil se pusieron en camino a pesar del viento, de la niebla, de la nieve y de las bajas temperaturas, para acceder a la zona donde los tres montañeros zamoranos perdieron la vida.

Hoy se extiende por Zamora un inmenso sentimiento de duelo y también de gratitud hacia esos hombres y mujeres que arriesgan su vida para salvar otras vidas o, como es el caso, para devolver a unas familias destrozadas los cuerpos de sus hijos, de sus hermanos, de los que aman.

Hay en la ciudad un sentimiento colectivo de pérdida; la tragedia ha golpeado el corazón de todos, quienes les conocían y quienes se solidarizan con el dolor de tres familias que hoy son cientos de familias, que somos todos. Hace apenas unos días veíamos a un Cristo descendido de la Cruz en los brazos amorosos de la Madre por las calles de la ciudad, y ahora acompañamos a unas madres de carne y hueso que guardan en su pecho el último abrazo. Cuánto dolor.

Devolverlos a sus madres, a sus padres, a sus hermanos, devolverlos a sus compañeros, a quienes compartieron escaladas y riesgos, pasión, sonrisa y todas esas cosas que los mantendrán eternamente vivos. Rescatarlos arriesgando la propia vida para servir a los demás. Para proteger, para consolar. Ellos también tienen padres, madres e hijos, y no dudan en acudir, incluso cuando nada puede hacerse por las vidas de los demás.

Esa es la hoja de ruta cotidiana de este grupo de intervención de la Guardia Civil que ha hecho posible que nuestros tres montañeros puedan regresar a casa en uno de los días más tristes que se recuerdan en la vida de esta ciudad pequeña, sacudida desde el martes por un profundo dolor que la ha mantenido alerta a los movimientos en la montaña, a las noticias que llegaban desde los Picos de Europa, a los pasos del equipo de rescate de Potes que esta mañana evacuaba sus cuerpos y se los devolvía a las familias.

Fernando, Daniel y Rubén perdieron la vida unidos por una cuerda y también por el amor a la montaña. Entre este dolor, hay un cántico a la solidaridad, a la humanidad, a la generosidad que encarnan los agentes que hoy rescataban sus cuerpos.

Desde la gratitud, la emoción, la admiración y el respeto, mi reconocimiento a la inmensa, impagable labor de los hombres y mujeres del GREIM, a todos los agentes de la Guardia Civil, Ángeles de la Guardia vestidos de verde en la tierra y en la montaña, tan cerca del cielo. Gracias.



http://zamoranews.com/zamora-opinion/it ... s-de-verde

Re: Los ángeles de la montaña cumplen 50 años

NotaPublicado: Dom, 11 Jun 2017, 18:30
por un@ entre más
Curso Acceso Guardia Civil

Inicio curso: septiembre 2019
de-pol.es
AUTÉNTICOS GUARDIANES DEL PARAÍSO

El Greim de la Guardia Civil vela por la seguridad de los senderistas y escaladores en los Picos , «las montañas más peligrosas del país»

«Hay montañas más altas en España, pero la orografía hace que los Picos de Europa sean las más peligrosas del país». Lo saben bien los integrantes del Servicio de Montaña de la Guardia Civil (Greim), la élite de los rescatadores en altura, que desde el cuartel de Cangas de Onís velan por que el paraíso natural no se convierta en una pesadilla para senderistas y escaladores.

Aunque no siempre lo consiguen. El riesgo cero no existe. El año pasado siete personas murieron en la demarcación asturiana de Picos y otras ocho resultaron heridas. Y en los primeros seis meses de 2017 ya ha habido que lamentar un fallecido y cuatro heridos. Pero lo peor está por llegar ahora que se acerca el verano y el número de visitantes se dispara.

El consejo fundamental para tener una ruta sin sobresaltos es «no sobrestimar las posibilidades de cada uno y tener la mayor prudencia posible en todo momento», explica el teniente Pablo Villabrille Sampedro, jefe de la sección de Montaña, que tiene a su cargo a 50 efectivos del Greim en los puestos de Cangas de Onís, Mieres, Potes (Cantabria), Sabero (León) y Puebla de Trives (Orense). La vocación de este ovetense, que conserva una fotografía en la que tenía tan solo quince años con los que hoy son sus compañeros, se hace extensible a todas los guardias del servicio, una unidad especial dentro de la Benemérita que tiene características muy definidas. «Desde bien pequeño tuve claro que me quería dedicar al rescate en la montaña, es un trabajo muy duro, pero al mismo tiempo muy gratificante».

Más cabeza que físico

Aunque las condiciones físicas juegan un papel muy importante durante una intervención al límite, la cabeza es el pilar fundamental sobre el que pivota su complicadísima y admirable labor. Cualquier mínimo fallo o flaqueza puede suponer no solo el fracaso del rescate, sino la pérdida de sus propias vidas, como ocurrió hace tres años durante la evacuación de un herido cerca de Maraña (León), en la que un roce casi imperceptible de un aspa del helicóptero con una roca desencadenó un fatal accidente en el que fallecieron tres guardias del puesto de Sabero. El reciente siniestro de esa aeronave, en la que trasladaban a los rescatadores, ha dejado un poso de preocupación. «Lo que más respeto da es el helicóptero, porque es algo que no controlas tú. En una pared rocosa, por muy complicada que sea, todas las decisiones que tomas son propias», coinciden en señalar los guardias Toni Estrada y Noel Celimendiz.

Aseguran sentirse más seguros colgados de una pared a una altura de 200 metros o en una estrecha sima a 400 metros de profundidad. Como todo, es cuestión de percepción y de conocimiento del medio. Su pasión por la montaña no tiene por qué ser extensible a otras prácticas que entrañan un riesgo. «Los pilotos probablemente dirán que les da mucho más respeto entrar por una cavidad», razonan.

Además del rescate de accidentados, fallecidos y desaparecidos, el servicio de Montaña realiza también funciones de Policía Judicial en aquellos lugares a los que sus compañeros de esa unidad no pueden acceder. «En el caso de un accidente mortal somos los encargados de elaborar el atestado y realizar una inspección ocular para determinar las causas, con los datos que luego serán remitidos al juez», explica Pablo Villabrille. A estas funciones se suman las de seguridad ciudadana en alta montaña. Sin ir más lejos, este fin de semana eran los encargados de mantener el orden público durante la Travesera, una carrera de alta montaña que se desarrolla en horario diurno y nocturno.

30 años de una tragedia

Cuando se cumplen 30 años del fatal accidente de un helicóptero que participaba en la búsqueda del niño Germán Quintana, y que se saldó con siete fallecidos, los guardias que a diario se enfrentan a su destino por ayudar a los demás lo tienen claro. «En este trabajo el riesgo siempre está presente, sabes que sales a trabajar, pero por muchas precauciones que se tomen, puede que no sean suficientes y que ya no vuelvas nunca a casa», reflexiona Noel Celimendiz. Pero añade que «sarna con gusto no pica. Nos apasiona lo que hacemos y trabajar en este entorno es un auténtico privilegio».

Uno de los servicios más complicados a los que se han enfrentado recientemente fue la recuperación de los cadáveres de tres escaladores en el Espolón del Jiso. Una muestra de la peligrosidad que entraña la montaña. Tan querida como temida.


http://www.leonoticias.com/comarcas/aut ... 36-nt.html

Re: Los ángeles de la montaña cumplen 50 años

NotaPublicado: Dom, 11 Jun 2017, 21:51
por polmed

Increibles precios
materialpolicial.com
Hay especialidades en las que ningún otro cuerpo le puede hacer sombra a la GC y una es esta.

Re: Los ángeles de la montaña cumplen 50 años

NotaPublicado: Lun, 12 Jun 2017, 06:32
por arimaren

intervencionpolicial.com
Máquinas, eso es lo que son.
Felicidades por ese cumpleaños y que vengan muchos más!

Enviado desde mi Redmi 3S mediante Tapatalk

Re: Los ángeles de la montaña cumplen 50 años

NotaPublicado: Lun, 12 Jun 2017, 10:55
por C.V.B
Academia Acceso Cnp

sector115.es
Felicidades compañeros, a seguir trabajando y desmotrando lo grandes que sois. :España:

Re: Los ángeles de la montaña cumplen 50 años

NotaPublicado: Dom, 17 Sep 2017, 13:30
por un@ entre más
Guardia Civil de montaña, 50 años de gratitud

Pedro Garrido Zapata, Bernardo Pérez Navas, Antonio Hidalgo García, Gregorio Martínez Lafuente, Francisco Granados Burgos, José Manuel Sánchez Reolid, Miguel Ángel Arroyo Esteban, Jesús Chaparro Salcedo, José Martínez Conejo, Emilio Pérez Peláez y Marcos Benito Rodríguez son once nombres desconocidos para la mayoría de los montañeros. Son los guardias civiles que perdieron su vida en rescates. Pertenecían a los Grupos de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) y a la Unidad de Helicópteros (UHEL).

Se cumplen 50 años de la creación de la especialidad de esquiador-escalador en la Guardia Civil, precursora de los actuales GREIM. El Confidencial rinde homenaje a los que perdieron su vida y a los que la arriesgan todos los días. Hemos conversado con rescatados y rescatadores, compartido recuerdos y emociones que quizás nos ayuden a comprender mejor los peligros de la montaña, a ser conscientes de nuestras limitaciones. A no jugar con la vida, la propia y la de esos guardias civiles que, en muchas ocasiones, arriesgan la suya por conductas poco responsables de aquellos a los que han de auxiliar.

“Con los años eres más consciente de lo que puede pasarte en el monte. Es lo que toca si vas a sacar a personas de sitios que ni te lo imaginas y en las circunstancias que sean, fáciles o difíciles. Cualquiera se puede meter un tortazo y quedarse ahí mismo", afirma Ángel Salamanca, greim y alpinista de elite. "Creo que todos tenemos las mismas sensaciones cuando vamos a un rescate. Somos conscientes de que el accidentado lo está pasando mal y también de nuestra capacidad para hacer lo necesario y poder salvar su vida. Nos han enseñado a gestionar los medios de que disponemos para resolver situaciones muy complicadas con eficacia. Aunque te vean llegar como un profesional serio, que haces tu trabajo y los pones a salvo, es bueno que sepan que no es solo eso, que hay algo más. Hay una fuerza que sientes cuando estás en un rescate: estamos unidos, somos uno. Son situaciones irrepetibles que crean vínculos de vida. Forman parte de nuestra historia y nos acompañaran hasta el momento en que dejemos este mundo".

Una amiga del alma

En febrero de este año, Carla y Ainoa, estudiantes de Física de vacaciones en la isla de La Gomera, hacían una ruta circular bordeando barrancos. Se perdieron. Habían trepado por rocas y era muy expuesto descender. No podían volver sobre sus pasos. Continuaron andando. Carla iba delante. "De tanta humedad dabas un paso y te resbalabas dos. Pensé que pisaba suelo firme y no lo era. Me precipité por un barranco. Mi caída fue de unos 20 metros y no de 'culetazo'. No, yo di una voltereta. Los arbustos me golpeaban en la cara. Afortunadamente la vegetación me frenó. Tuve mucha suerte porque las ramas a las que me agarraba se partían, estaban podridas. El precipicio era de unos 200 metros", relata.

—¡Vaya susto! Menos mal que tuviste capacidad de reacción y no te paralizó el pánico.

—Mucha suerte, mucha suerte —repite Carla.

Ainoa bajó como pudo arrastrándose por la ladera. “Cuando estaba a la altura de Carla me coloqué sobre un tronco que parecía resistente. Ella estaba en una situación muy difícil, no hubiera aguantado mucho tiempo", dice. "Si no baja mi compañera, no aguanto, estaba colgada de un brazo”, confirma Carla. “La cogí y pudo hacer fuerza para subir", sigue Ainoa. De pie sobre el tronco y apoyadas en la pared, llamaron al 112 y comunicaron las coordenadas GPS. Eran las cinco de la tarde. Lo que sucedió a continuación resulta difícil de entender.

Desde las 17 horas hasta las cuatro de la madrugada del día siguiente, es decir, durante 11 horas, Carla y Ainoa estuvieron esperando a sus rescatadores. El burócrata especializado en protocolos de actuación, a eso de la una de la madrugada, llegó el apartado del protocolo donde se leía: "Si usted está viendo esto, llame al 062". “Primero Emergencias, después Protección Civil y no se dieron cuenta de que no pueden acceder a nosotras hasta las once de la noche. No sé si fue por orgullo de 'somos capaces de hacerlo' o qué. Pasadas la una de la madrugada activaron otro protocolo por el que había que llamar al consejero de 'no se qué' para que autorizase avisar a la Guardia Civil. Eran cerca de las dos de la madrugada cuando comunicaron el accidente”, afirman Carla y Ainoa. “Algo hemos aprendido: la próxima vez llamamos al 062”.

A los pocos minutos, el cabo Joaquín llamó al móvil de Ainoa: “No os preocupéis que os vamos a sacar”. “Lo dijo con tal seguridad que piensas: sí, claro. Te lo crees”. A las cuatro de la madrugada volvieron a recibir la llamada de Joaquín: “Tranquilas, hemos llegado a La Gomera, no os preocupéis”. “Estaba inquieta", recuerda Ainoa. "Ya había oído muchas veces ese no te preocupes y pasada una media hora llamé. Oí una respiración fuerte. Venían corriendo. Cuando llegaron me agarré a la primera pierna que vi". Desde que la Guardia Civil de Tenerife recibió el aviso hasta que vieron a los tres Greim no habían transcurrido tres horas.

—¡Vaya historia y lo mejor es que podéis contarla! Cuando hable con Joaquín le diré que estáis enamoradas de él

—Yo estoy enamorada de los tres —dice Carla. De Joaquín, de Tino y de Salvador. Son mis tres ángeles de Charlie.

"Íbamos tranquilos porque sabíamos dónde estaban, pero de noche todo cambia", recuerda el cabo Joaquín. Es un guardia civil y no comenta, pero se le entiende todo. “A las cinco de la madrugada rapelamos unos 150 metros con ellas cogidas. Era un terreno muy descompuesto, los arboles parecían nacer de esponjas. Llevaban muchas horas de tensión y a Carla hubo que animarla para que no se viniese abajo. Tuvieron mucha suerte. No habían dejado dicho dónde iban, se cayeron por una ladera de una zona no transitable. No es fácil tener cobertura en esa zona".

Joaquín rememora el rescate de dos “viejitos” belgas en Pico Viejo, en el Teide, en un mes de enero a 3.000 metros. “Ahí sí vi la cara de alguien que cuando llegas te dice muchas gracias, no puedo más, si no haces por mí aquí me quedo. Te emociona. Pensé que la mujer se nos iba. Le pusimos nuestra ropa, le tapamos con una manta térmica. Pensábamos que era frío, pero en el hospital nos dijeron que tuvo microinfartos. El viejito aguantaba, pero estaba entrando en barrena". Fue la primera vez que se hizo un rescate nocturno con helicóptero. “Le dije a Márquez [el piloto]: 'Si tú no vienes, no aguantan'. En diciembre del año siguiente se desplazaron todos a Tenerife para celebrar su nuevo nacimiento y nos invitaron a comer".

La familia Maes también les envió una carta: “Aquella noche, después del último contacto telefónico con nuestro padre, cada minuto duraba una hora. A las cuatro y media finalmente llegó la llamada de Joaquín diciéndome que habían sido localizados y estaban vivos… Muchísimas gracias de todo corazón. Cuando la gratitud es tan absoluta, las palabras sobran".

Trágate el orgullo cuando te has perdido

"A ti te da mucha alegría verles y a ellos también. Cuando los ves percibes empatía y cariño". Pilar y su marido se perdieron un sábado del pasado mes de febrero, de esa manera tonta en la que se pierde la gente en la Sierra de Guadarrama. Estás harto de ir, pero un día te sorprende un viento furioso, niebla, nieve y no sales. Tardaron más de una hora en decidirse a pedir auxilio. “Primero consideras que cómo te vas a perder en una zona a la que has ido toda la vida. Te da apuro llamar. Yo me he perdido, admito que me he perdido. Les pedí perdón… ¡Dios mío, la que he montado! Y su respuesta fue: ¡Lo habéis hecho genial, os habéis quedado en el sitio'. Encima te refuerzan". El consejo de Isabel: “No tengas miedo a pedir ayuda. Si te ves apurado, cuenta con las personas. Es una decisión inteligente, la más inteligente que puedes tomar en ese momento. No eres inferior por pedirla, al contrario. Te la darán y lo van a hacer muy bien".

Isabel, en su carta de agradecimiento al director general de la Guardia Civil, reconoce lo difícil que resulta expresar ese sentimiento que todos hemos tenido cuando asustados o malheridos advertimos la calidad humana: "No hay palabras para trasmitir lo que se siente cuando otras personas, a pesar de las condiciones meteorológicas tan adversas como la niebla, el viento, la nieve y la falta de luz, recorren la montaña en tu búsqueda… Todo son hechos que demuestran su capacidad de ayuda y de empatía hacia los demás. Nos gustaría que se les reconociera su valiosa labor y se les comunicara nuestro agradecimiento y la necesidad de su presencia como profesionales imprescindibles que nos hacen sentir seguros y protegidos a los ciudadanos de este país".

Cebrián es uno de los Greim que encontraron al montañero muerto por congelación hace un par de años cerca de Dos Hermanas, en el camino a Peñalara. “La gente le pierde el respeto a la Sierra de Guadarrama. La ven muy pequeñita y se confían. No se informan de las condiciones meteorológicas ni del camino que van a hacer. Ven que está malo y se meten, no lo puedo entender", dice.

El destacamento de la Guardia Civil de Montaña en el Puerto de Navacerrada tiene su base en una casa baja junto a la Cruz Roja. Sucede que en la Comunidad de Madrid no pueden intervenir salvo que se les llame directamente: las competencias de rescates las tienen los bomberos. Su ámbito de actuación es la vertiente segoviana. Tenemos uno de los mejores servicios de rescate de montaña que existen en Europa, pero parece que el empeño de algunos es debilitarlo y extinguirlo. Cuando se generalice el cobro por los rescates, y lo veremos pronto si se sigue masificando el monte, y las compañías aseguradoras pidan atestados para hacer frente a las responsabilidades de pago, entonces es muy posible que nadie discuta la presencia de la Guardia Civil en su condición de policía judicial, aunque no se produzcan accidentes mortales.

Hablando con los amigos del Greim salen a relucir sucesos poco agradables. Como el de la familia de un accidentado en un barranco cuya única preocupación era la de saber si los guardias se habían quedado con la mochila. O el espeleólogo rescatado de una sima que les reclamó un mosquetón. Hay de todo, pero en este relato no cabe.

"Tenemos que seguir"

“Fue en junio de 1992. Nos comunican que se había localizado a una persona mayor en la parte superior de un gran cortado del terreno. Llegamos al lugar y se decidió la intervención del helicóptero. Nos repartimos las funciones a realizar. Yo —habla Miguel Domínguez, subteniente del Greim retirado tras 42 años de oficio—, una vez que el helicóptero apareciese, y a la señal del piloto, abriría la puerta y entraría en la aeronave para desde el interior ayudar a meter al rescatado. Una maniobra habitual que realizamos muchas veces. Así se hizo. Recuerdo cómo lo tengo casi cogido por debajo de las axilas para tirar de él hacia dentro. Y de pronto un ruido, un movimiento extraño del helicóptero. Alguien me grita '¡Salta!' y lo hago justo antes de estar demasiado separado de la pared. No entiendo nada, me giro y veo que uno de nosotros ha quedado sentado en el patín, en el exterior, junto con el rescatado. Otro compañero cuelga de ese patín, agarrándose con los brazos, pero cae al vacío… A los dos días del accidente, con los mismos pilotos, tuvimos que realizar un rescate en los cañones de la Sierra de Guara. Cuando el helicóptero vino a Boltaña a recogerme no hicimos ningún comentario, solo una mirada, un abrazo y un 'tenemos que seguir'".

En la Cartilla del Guardia Civil, redactada por la Inspección General del Arma en 1845, se puede leer: que el el Guardia Civil "procurará ser un pronóstico feliz para el afligido" y que "si algo debe esperar de aquél a quien ha favorecido debe ser solo un recuerdo de gratitud”. La de los lectores de El Confidencial seguro que la tienen.



https://www.elconfidencial.com/

Re: Los ángeles de la montaña cumplen 50 años

NotaPublicado: Mié, 20 Sep 2017, 19:01
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El Servicio de Montaña de la Guardia Civil ha auxiliado a más de 32.000 personas en 20.000 rescates desde 1981

Así se ha puesto de manifiesto con motivo de los actos del 50 aniversario de la creación de este servicio, que se han desarrollado este martes y miércoles, 19 y 20 de septiembre, y han contado con la asistencia del director general de la Guardia Civil, José Manuel Holgado.

Sólo en el pasado año 2016, este servicio efectúo 950 intervenciones, en las que rescató a 101 fallecidos y socorrió a 562 heridos, así como a 771 personas que resultaron ilesas, mientras que en lo que va de año, ha efectuado 679 actuaciones, con el rescate de 983 personas de las que 70 fueron fallecidas, 433 heridas y 481 ilesas.

En la actualidad, la Guardia Civil de Montaña cuenta con 254 especialistas distribuidos en 26 unidades repartidas por todo el territorio nacional, conocidas como GREIM, aunque en realidad se trata de Secciones, Grupos y Equipos de Montaña.

Para celebrar su 50 aniversario, se ha realizado un acto militar en la Ciudadela de Jaca (Huesca), este miércoles, donde se ha impuesto la Cruz de Oro del Mérito de Protección Civil al Servicio de Montaña. Junto al director general de la Guardia Civil han estado el delegado del Gobierno de Aragón, Gustavo Alcalde, y el Mando de Operaciones de la Guardia Civil, el teniente general Laurentino Ceña, entre otras autoridades.

ADAPTACIÓN

Holgado ha felicitado a todo el personal del Servicio de Montaña con motivo de su 50 aniversario desde la creación de esta especialidad y ha resaltado que en este medio siglo de vida este servicio ha sabido adaptarse a las necesidades de la sociedad a través de la especialización de su personal --como la espeleología o los barrancos--, así como con nuevas formas de realizar los rescates, con el uso del helicóptero o con la medicalización del rescate.

El director general de la Guardia Civil también ha nombrado a los componentes del Servicio de Helicópteros, quienes prestan muchos de los servicios conjuntamente, ya que sin ellos se multiplicarían las dificultades de llevar a buen puerto los rescates que se realizan.

Igualmente, ha tenido unas palabras de reconocimiento para los 12 agentes fallecidos --ocho especialistas en Montaña y cuatro del Servicio Aéreo--. "Nuestro recuerdo hacia ellos y nuestro cariño hacia sus familias y allegados", ha dicho.

DEMOSTRACIONES

El director general de la Guardia Civil asistió este martes desde el Hotel Spa 'Aguas de los Mallos' de Murillo de Gállego (Huesca), una demostración de procedimientos de rescates en los Mallos de Riglos, consistente en tres supuestos rescates y en los que participaron agentes del Servicio de Montaña y del Servicio de Helicópteros de la Guardia Civil, la UME y CAEM.

A continuación, el alpinista del Club Peña Guara de Huesca, Lorenzo Ortas, ofreció a los asistentes una conferencia sobre la historia del montañismo en Aragón.

Posteriormente, se hizo entrega, por parte de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) y de la Federación Aragonesa de Montaña (FAM) de unos pergaminos al Servicio de Montaña como reconocimiento a su labor.

HISTORIA

Los Grupos de Esquiadores-Escaladores se crearon en septiembre de 1967, especialistas que formaban parte de la plantilla de un puesto, desempeñando el servicio en éste y, esporádicamente, realizaban servicio en la montaña.

El primer curso de Esquí-Escalada de la Guardia Civil tuvo lugar durante la primera mitad del año 1967 en el acuartelamiento de Coll de Ladrones, en el Pirineo oscense, mientras otros miembros del Cuerpo se formaban en la Escuela Militar de Montaña de Jaca para configurar los cuadros de instructores de estos cursos.

En octubre de 1968, se agrupó a todos los especialistas en las localidades de Jaca y Boltaña y se crearon los dos primeros Grupos de Esquiadores-Escaladores. En noviembre, se formó el Grupo de Sierra Nevada (Granada), dedicándose en época estival a servicios propios del Cuerpo y esporádicamente de montaña.

Hasta la creación de estos grupos, los rescates, en los pocos accidentes que se daban en la montaña española, eran atendidos por los compañeros de la víctima o por los Grupos de Socorro en Montaña de la Federación Española de Montañismo (FEM), creados con voluntarios para tal fin.

Tras aquel embrión que formaron los grupos de Jaca, Boltaña y Granada se formaron otros en Navarredonda de la Sierra (Gredos), Teruel (Sistema Ibérico), Navacerrada (Sierra de Guadarrama), Mieres y León (Cordillera Cantábrica), Viella y Puigcerdá (Pirineo catalán). Sin embargo, el sistema de dedicación exclusiva de los grupos del Pirineo oscense no se daba en todas las unidades.

A principios de 1981, se elevó una propuesta para que todas las unidades de montaña funcionen de la misma forma que en Aragón, con unidades plenamente dedicadas al rescate, desplegadas al pie de los macizos montañosos y con el apoyo del helicóptero cuando fuera necesario.

Posteriormente, se creó el Centro de Adiestramientos Especiales de Montaña (CAEM), lo que permitía y permite actualmente impartir la formación necesaria para acceder a la especialidad y los cursos de perfeccionamiento necesarios para formar al personal en materias concretas.

MODELO ARAGONÉS

La Guardia Civil ha explicado que al este binomio helicóptero-especialista en montaña impuesto en la década de los 80, "que supuso un importante avance en la realización de los rescates", se ha unido ahora en Aragón la figura del sanitario, médico o enfermero, que garantiza una asistencia sanitaria en el lugar del accidente, configurando lo que se ha dado en denominar el modelo aragonés de rescate en montaña.

Asimismo, la gran afluencia de practicantes del barranquismo a partir de mediados de los años 80 obligó también a adoptar otras técnicas de rescate y nuevos materiales y a principios de la década de los 90 se comenzó el adiestramiento de los miembros del Servicio de Montaña en la práctica de la espeleología y el espeleosocorro, contándose en la actualidad con personal altamente especializado en esta materia.

En 2004, se diplomó la primera mujer como especialista en montaña, con el empleo de teniente, que pasó a mandar el Área de montaña de Cangas de Onís.

COLABORACIÓN INTERNACIONAL

El Servicio de Montaña mantiene colaboración con grupos de rescate de carácter policial de los principales países europeos con competencias en esta materia. Mención especial merece la colaboración con la Gendarmería Nacional Francesa, "con la que se mantiene un contacto fluido y una cooperación que llega a la realización de rescates en el Pirineo, a ambos lados de la frontera, cuando es solicitado por el otro país", han apuntado las mismas fuentes.

En la actualidad, la Guardia Civil de Montaña "se encuentra al nivel de los mejores grupos de rescate a nivel europeo" y su proyección en el ámbito internacional dio un salto cualitativo en abril de 2015, con la participación en la operación de rescate de dos montañeros fallecidos en el Atlas marroquí y apenas un mes después en la búsqueda de siete españoles desaparecidos en el Valle de Langtang, tras el terremoto de intensidad 7,8 que asoló Nepal.




http://m.eldiario.es/politica/Servicio- ... 32272.html

Re: Los ángeles de la montaña cumplen 50 años

NotaPublicado: Sab, 10 Feb 2018, 21:28
por un@ entre más
La labor de los GREIM de la Guardia Civil "se multiplica"

En 2017 rescataron a 101 muertos en toda España, un 90% más que hace 36 años.

Tan espectaculares como a veces traidoras las montañas nos dejan datos escalofriantes. Sólo los Grupos de Rescate Especiales de intervención en montaña de la Guardia Civil han rescatado a más de 35.000 personas desde que tienen registros, hace 36 años. De entre ellas más de 2.700 muertas. Sus intervenciones a día de hoy se multiplican por 10 respecto a los primeros años.
La nieve y el buen tiempo atrae últimamente a más aficionados a los deportes de montaña. Pero sólo algunos de los que se adentran en ella lo hacen con la preparación y el equipamiento adecuados. Después éstos GREIM de la Guardia Civil tienen que acudir al rescate. Recientemente han celebrado el 50 aniversario de su fundación.
Suben por donde alguno ni lo pensaríamos. Llegan donde otros se escalabran, donde se extravían, la mayoría por falta de nivel técnico e inexperiencia. "Fallos sencillos como no planificar la actividad, no madrugo para hacerla, no estudio el itinerario“.


http://www.rtvcyl.es/noticia/97BD9B24-0 ... multiplica

Re: Los ángeles de la montaña cumplen 50 años

NotaPublicado: Vie, 30 Mar 2018, 10:01
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Hasta 70 operativos y especialistas voluntarios participaron en el rescate de dos aficionados al barranquismo en La Garganta Verde, en pleno Parque Natural de la Sierra de Grazalema, el pasado 17 de marzo. Ambos eran naturales de Chiclana de la Frontera (Cádiz) y contaban con permiso de acceso, que concede la Junta de Andalucía a través del Parque Natural Sierra de Grazalema. Fuentes de la Administración andaluza han confirmado a ELMUNDO.es que, tras este rescate, va a endurecer su expedición y que, además, los permisos que conceda quedarán inactivos en caso de factores climatológicos adversos.

Los dos hombres eran miembros de un club de barranquismo local. Ese sábado se adentraron en esa sima, considerada de media dificultad cuando pasa la época de lluvias. Por tanto, e incluso para los profanos, y aun teniendo el permiso, la Garganta Verde se anticipaba peligrosa por las fuertes lluvias caídas ininterrumpidamente desde dos semanas atrás. Y no es cualquier cosa: la Sierra de Grazalema es el lugar en el que más llueve de España, superando en ocasiones los 4.000 mm, según datos de la AEMET, muy por encima de otras regiones con mayor fama, como Galicia.

En la Garganta Verde, un torrente de agua de fuerza indescriptible, capaz de horadar a placer y durante siglos la piedra, arrancó de la pared de roca a los dos hombres, les golpeó y les bloqueó la salida. Pérdida de piezas dentales, fractura de tobillo y otras contusiones. El agua no les dejó dar marcha atrás y finalmente les bloqueó. Por delante tuvieron toda una noche batallando contra la hipotermia, y seguramente, estuvieron dosificando las micciones: el único alivio momentáneo al frío cuando se está sumergido en agua helada con el neopreno. Finalmente salieron del barranco con vida, 24 horas después, gracias al despliegue coordinado por el 112, Bomberos y el Grupo de Montaña de Guardia Civil, que realizó una espectacular operación de rescate con helicóptero. Fuera les esperaba la familia, que incluso estaba siendo atendida por un grupo de psicólogos voluntarios ante la alta posibilidad de que fueran hallados sin vida.

Así es el grueso de las actuaciones de rescate que tienen lugar en Andalucía por practicar deportes de riesgo en espacios de difícil acceso, como senderos, barrancos y espacios de baja, media y alta montaña, sin la cualificación y la responsabilidad adecuadas. ¿Irresponsabilidad o adrenalina? Hacer barranquismo, senderismo de alta intensidad o alpinismo sin contratar empresas especializadas, obligadas a ofrecer seguro y monitor, o despreciando la climatología adversa u otros factores de riesgo. Con menos papeles que un conejo de campo. Sin seguro de responsabilidad civil individual y sin pertenecer a ninguna federación.

"Más del cincuenta por ciento de los rescates que realizamos son así", indica Rubén Santos, teniente de la Guardia Civil y jefe del Área del Grupo de Montaña del Instituto Armado, con sede en Granada. Andalucía cuenta con dos, una en Álora (Málaga) que se ocupa de los rescates como el de Grazalema, para Andalucía Occidental, y en Granada, donde se ocupan de Andalucía Oriental y, sobre todo, de rescates en alta montaña en Sierra Nevada. En total, 21 agentes de la Guardia Civil de extraordinaria cualificación física y técnica que se juegan el tipo para realizar este tipo de actuaciones de riesgo. En España existen otras tres Unidades de Montaña, la de Onteniente (Valencia), otra en Canarias y una última en Baleares.

"Fue una absoluta temeridad", afirma el jefe del Área del Grupo de Montaña de la Guardia Civil, que destaca que en la Garganta Verde "llegamos a pensar que estaban muertos, porque a nosotros nos arrancaba el agua de la piedra, no se podía tocar de la fuerza que llevaba". Lo ocurrido no es el único caso. Dos días antes hubo que realizar otro rescate, en el mismo lugar, de un ciudadano británico, de 51 años. Iba solo, sin teléfono móvil y sin tener los conocimientos necesarios para realizar esta ruta, ya complicada de por sí sin crecidas de agua, por las maniobras que hay que efectuar para salvar simas, paredes y saltos, con técnicas como el rápel. Su mujer dio la voz de alarma a las 22.51 horas, porque no había salido del barranco, del que fue rescatado por el Grupo de Rescate de Bomberos, que, dividido en tres grupos, rastreó minuciosamente cada agujero, poza y catarata, con el temor de encontrar un cadáver. Fue localizado a las 4 de la madrugada, y las 6 de la madrugada salió, o mejor, dicho, lo sacaron.

A tenor de estos rescates de riesgo, la Junta de Andalucía, responsable de la gestión del Parque Natural, también ha tomado la decisión de cerrar la Garganta Verde hasta nueva orden, cuando la climatología sea más favorable, para evitar negligencias. También cierra, aunque de manera habitual y hasta el 15 de junio, el Cañón de Las Buitreras, en Colmenar (Málaga). Considerado como una de las catedrales españolas del barranquismo, tiene más de cien metros de profundidad y se ha cobrado varias vidas por su peligrosidad, sobre todo en las pozas. El último rescate se realizó el 12 de junio de 2016, cuando cinco barranquistas experimentados perdieron las cuerdas, necesarias para poder salir.

El mal del 'Decathlón' es en parte responsable de un fenómeno que hace que prolifere el que se adentra en este tipo de rutas sin cualificación adecuada, ni siquiera para utilizar el kit de material técnico adquirido, con ilusión y cierta novelería, para la ocasión. "Este tipo de rescates es muy habitual. Se trata de senderistas, barranquistas... que sobrestiman sus cualidades, que no saben usar el material y que tampoco saben nada sobre las maniobras que deben efectuar para avanzar sirviéndose de él". Y entran por libre. Cuando llega la hora de la verdad, no saben salir con seguridad, ni haciendo frente a rápeles ni a crecidas.

El Grupo de Operaciones de la Guardia Civil también está especializado en rescates en altura, en casos de alpinistas que sufren accidentes o quedan aislados por las ventiscas. En determinadas ocasiones pueden acceder con el helicóptero. Hace cuatro semanas efectuaron un rescate a 3.400 metros de altitud, en el Veleta. A menos diez grados, con nieve, de noche y con ventisca. Rubén Santos recuerda especialmente el que duró 18 horas, con un alpinista colgado de una pared con una fractura de cráneo, en un lugar donde hubo que acceder a pie. O el de el barranco El Poqueira, en La Alpujarra granadina, con tres excursionistas diseminados, de los que se accidentaron dos. "Duró 12 horas y estuvieron a punto de ahogarse dos agentes especialistas".

Las negligencias, en Andalucía, no cuestan un euro. Porque a diferencia de otras comunidades como Cataluña, Baleares o Canarias, en Andalucía no hay tasas que regulen el pago del coste que supone desplegar un rescate que movilice a un centenar de personas, muchas de las cuales se juegan la vida en él. No existe la tasa ni siquiera como factor disuasorio, por lo que el rescate a la irresponsabilidad es gratis. "Y en cualquier caso, aunque no lo fuera, sí podría girarse el cobro para el 112 y Bomberos, pero no a la Guardia Civil", apuntan desde el Instituto Armado, que subrayan con rotundidad que "el de los dos chiclaneros, por el riesgo, la dificultad y el grado de negligencia cuando decidieron hacer la ruta, era para haberlo cobrado".


http://www.elmundo.es/andalucia/2018/03 ... b460c.html