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Fran Godoy promueve la Unidad de Protección Animal y Medio Ambiente, pionera en Canarias
Aránzazu Fernández 12.02.2017 | 04:00
El policía local Fran Godoy, tras rescatar a un gato, no le tiene miedo a las alturas y se sube a balcones, azoteas y pérgolas.
El policía local Fran Godoy, tras rescatar a un gato, no le tiene miedo a las alturas y se sube a balcones, azoteas y pérgolas. UNIDAD DE PROTECCIÓN ANIMAL Y MEDIO AMBIENTE
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La Policía Local capitalina cuenta desde noviembre de 2015 con la Unidad de Protección Animal y Medio Ambiente, pionera en Canarias, creada para atender las situaciones derivadas de la pérdida, abandono, maltrato y rescate de fauna, y concienciar a la población del cuidado de las mascotas.
La concienciación social en defensa de los animales y contra el maltrato ha aumentado hasta el punto de que las administraciones públicas dedican recursos específicos a actuaciones en ese ámbito.
La Policía Local de Arrecife es pionera en Canarias en la creación, en noviembre de 2015, de la Unidad de Protección Animal y Medio Ambiente, que cuenta con un único agente dedicado a ese servicio, Fran Godoy. La idea de poner en marcha ese departamento surgió a raíz del cada vez mayor número de denuncias que a diario recibía la Policía Local de ciudadanos o derivadas desde el Destacamento de Protección de la Naturaleza (Deprona) de la Guardia Civil relacionadas con la desaparición, abandono y casos de maltrato de animales en Arrecife, situaciones cuya atención es competencia municipal, explicó Godoy.
Este funcionario se encarga, en exclusiva, de tramitar los asuntos de animales que llegan a la Policía Local, "como mínimo uno cada día", asegura. Entre noviembre de 2015 y el pasado 26 de enero la unidad realizó 250 informes, cifra en la que no están reflejadas las llamadas ni los mensajes recibidos a través de la página en Facebook de dicho departamento, indicó el policía. A su vez, durante ese periodo se han incautado casi veinte perros que presentaban un mal estado, bien por maltrato físico o psicológico o abandono por parte de sus dueños.
Sin embargo, las actuaciones no solo tienen que ver con los canes. Dentro de las intervenciones de la Unidad de Protección Animal y Medio Ambiente la fauna es variada, como en el Arca de Noé del relato bíblico.
En un saco debajo de un coche
Godoy relató el caso de un carnero que estaba deambulando a finales del pasado año en los alrededores del polígono comercial e industrial en el que están, entre otros negocios, Ikea y Lid'l. "Lo soltaron unos extranjeros que lo cuidaron de pequeño y el animal era un peligro para el tráfico porque atravesaba la carretera en cualquier momento. Se notaba que estaba domesticado, lo llevé a la Granja [del Cabildo] y al final un chico la adoptó", recordó Godoy.
En otra de sus actuaciones y avisado por los vecinos, el policía local tuvo que asistir a dos gallinas que alguien había metido en un saco de papas y que luego colocó debajo de un coche en pleno centro de Arrecife. Las aves acabaron en la granja Las Pardelas, en Órzola.
En otra ocasión acudió a auxiliar a una iguana que se había escapado de una casa. "Si los animales no tienen un chip de identificación es difícil dar con sus dueños, por lo que la colaboración ciudadana es fundamental en ése y otros casos", dijo el agente.
El verano pasado se desplazó hasta una vivienda en obras en la urbanización El Cable, cuyos propietarios dieron aviso de la presencia de tres cachorros de gatos más otro ya cadáver que estaban dentro de una piscina sin agua. "Era tanto el calor que hacía, que los gatos, que no tenían ni comida ni agua, tenían hasta el pelo quemado y estaban desnutridos", rememoró Godoy. Él adoptó uno de los felinos, al que bautizó con el nombre de Police, y los otros dos que estaban vivos fueron entregados a una protectora de animales. Godoy ya tenía dos perros y otro gato.
Dentro de las numerosos historias que ha vivido, está también la de un caballo al que se tuvo que sacrificar debido al estado de agonía que presentaba en una propiedad de Argana Baja. Su propietario lo había adquirido enfermo con la idea de recuperar su salud, pero no fue posible. "Acudimos con el veterinario del Cabildo a ver qué se podía hacer, pero al final se decidió sacrificarlo porque estaba muy mal", aseveró Godoy.
Denigrante es la situación en la que vivía un perro dentro de un coche del barrio de Argana Alta. Su dueño había decidido sacarlo de su casa porque se peleaba con otro perro que tenía, así que optó por meterlo dentro de un transportín en su vehículo. "El pobre animal vivía ahí, lo sacaba a pasear, le daba de comer y nada más", manifestó el funcionario.
Por otro lado, Godoy ha colaborado en las investigaciones que han permitido identificar a los maltratadores de los perros Tata y King, casos que conmovieron a la población. Además promueve cursos para formar a los cuerpos policiales sobre cómo intervenir ante el maltrato animal.
http://www.laprovincia.es/lanzarote/201 ... 08144.html