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“Yo estuve veinte años trabajando en el País Vasco, en la Unidad de Información, y jamás vi algo como lo que pasó en septiembre en Barcelona”, dice Ramón Cosío, portavoz del Sindicato Unificado de Policía. “He ido a muchos funerales, pero este nivel de acoso y persecución no lo había visto nunca. Agentes nómadas de 7 de la mañana a 11 de la noche porque no tienen dónde ir, pegatinas con fotografías de compañeros, su nombre y el colegio al que van sus hijos… Es un nivel que nos recuerda a películas como La vida es bella y momentos históricos espantosos”.
Esta afirmación me parece un verdadero insulto para todos los funcionarios amenazados (GC, PN , Fuerzas Armadas, Instituciones Penitenciarias y Ertzaintza) que han vivido y trabajado, que vivimos y trabajamos en el País Vasco y Navarra. O tener un desconocimiento absoluto de la realidad de estas Comunidades Autónomas. ¿Cómo se puede tener la jeta de decir que lo que ha pasado en Cataluña no se ha visto jamás en el País Vasco y a renglón seguido afirmar que se ha ido a muchos funerales en Euskadi? ¿Pero qué broma es esta?
¿Los hijos pequeños de cuántos agentes destinados en Euskadi saben que sus papas son policías?
Aquí la peña se cree que porque E.T.A. no mate (que aún no se ha disuelto), los simpatizantes más radicales de la Izquierda independentista, guardias civiles, ertzainas y funcionarios de prisiones quedamos para ir de pintxos y montamos Peñas de Quinielas. Pues no, la realidad cotidiana es la que hay en Cataluña. Ni más ni menos. Que si vas a las cinco de la mañana a un bar de un pueblo con tu novia y están las personas equivocadas, te puedan dar una paliza. No por haber tirado un vaso a alguien por encima sin querer, haber mirado "mal" a alguien o la típica excusa de pelea de bar. Simplemente por ser Policía.
Hay un asunto que agrava la baja autoestima del cuerpo: la falta de equiparación salarial, un asunto que se arrastra desde hace más de una década. Policías y guardias civiles cobran al mes 700 euros menos que los agentes catalanes (o la Ertzaintza). “¿Hasta cuándo debemos aceptar esta injusticia?”, se pregunta Felipe. “¿Y encima con chulerías y deslealtad?”.
En el País Vasco había un complemento de 400 euros mensuales y tenían derecho a dos meses de vacaciones en lugar de uno para compensar el estrés. Actualmente sólo hay complementos en Ceuta y Melilla, Canarias y el País Vasco.
Es lo que, creo, se anda buscando. Un Plus semejante al del País Vasco en unas condiciones ni remotamente iguales volviendo a recurrir a medias verdades o datos interesadamente manipulados.
Eso de que "HABÍA" un Complemento es incorrecto. HAY, se sigue cobrando. De más de 400 euros. Entorno a los 600 euros más concretamente. Aparte de esos 2 meses de vacaciones.