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Una pareja de la Guardia Civil salva la vida a una niña de tres años que se asfixiaba
Los padres de la menor se bajaron del coche con ella en brazos, sin sentido y pidieron ayuda a dos agentes de la Agrupación de Tráfico que auxiliaban a otro conductor
Antonio Herrero 26.02.2015 | 03:05
Se llama Yumara, tiene tres años y ayer volvió a nacer de nuevo. Sus salvadores, dos Guardias Civiles de la Agrupación de Tráfico del destacamento de La Laguna y que se cruzaron en su camino cuando se asfixiaba.
Los hechos ocurrieron sobre las 10.00 horas de ayer, en el TF-5, a la altura de la salida de Guamasa, sentido Santa Cruz. Una pareja de motoristas de la Guardia Civil de Tráfico se encontraba prestando auxilio a un turismo donde viajaba tres jóvenes. El vehículo tenía una de sus ruedas pinchadas y, mientras uno de los agentes ayudaba a estos muchachos el otro pedía la presencia de un taxi a su Central Operativa de Tráfico (COTA). En esos momentos un automóvil Renault Clio paró detrás de las motos de los agentes. Una pareja descendió del mismo con una niña de tres años en brazos, inconsciente y pidiendo ayuda entre sollozos a los guardias civiles. Estos estaban muy nerviosos ya que la pequeña no respiraba, había perdido el sentido y estaba completamente amoratada.
Uno de los números de la Benemérita la cogió entre sus brazos y al percatarse de que presentaba síntomas de asfixia y pérdida de conciencia, la tomó por la cintura y la puso boca abajo al tiempo que la presionaba por encima del estómago, en el diafragma, todo ello con la finalidad de comprobar que no tenía objetos en la boca ni en la nariz. Este Guardia le propinó varios golpes. Su compañero entre tanto alertaba al Centro Coordinador de Emergencias (Cecoes) y a COTA para que enviasen una ambulancia del Servicio de Urgencias Canario (SUC). Al mismo tiempo tuvo que dar fluidez al tráfico rodado dado que pronto comenzó a funcionar el efecto mirón. Al minuto de recobrar la conciencia y romper a llorar el médico de guardia en la sala de 112 se ponía en contacto con los motoristas para comentarles los pasos a seguir. La contestación del coordinador de guardia fue que la actuación había sido la correcta y gracias a ellos la niña seguía viva. Poco después llegaba la ambulancia y el personal sanitario se hacía cargo de la menor que fue trasladada hasta el Hospital Universitario de Canarias (HUC) junto con su madre. Apuntar que los jóvenes que estaban siendo auxiliados acabaron por calmar y atender a estos padres que ayer creyeron que su hija se moría.
Una vez que los médicos le dieron el alta a Yumara, los progenitores más calmados llamaron al Destacamento de la Guardia Civil de Tráfico de La Laguna para dar las gracias a los "ángeles de la guardia".
http://www.laprovincia.es/sucesos/2015/ ... 79735.html
De la Cartilla del Guardia Civil 1844
6º.- El Guardia Civil no debe ser temido sino de los malhechores, ni temible sino a los enemigos del orden. Procurará ser siempre un pronóstico feliz para el afligido, y que a su presentación el que se creía cercado de asesinos, se vea libre de ellos; el que tenía su casa presa de las llamas, considere el incendio apagado; el que veía a su hijo arrastrado por la corriente de las aguas, lo crea salvado; y por último, siempre debe velar por la propiedad y seguridad de todos.
7º.- Cuando tenga la suerte de prestar algún servicio importante, si el agradecimiento le ofrece alguna retribución, nunca debe admitirla. El Guardia Civil no hace más que cumplir con su deber, y si algo debe esperar de aquel a quien ha favorecido, debe ser sólo un recuerdo de gratitud. Este desinterés le llenará de orgullo, le granjeará el aprecio de todos, y muy particularmente la estimación de sus Jefes, allanándole el camino para sus ascensos.