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En cuanto al realismo, me gusta ser realista, sí, aunque eso lleva más trabajo, mucho más, y siempre cometeré errores, como es lógico, pero esto no significa que vaya a aburrir con cientos de páginas describiendo al detalle los trámites burocáticos de una investigación. Mi intención, ante todo, por encima de cualquier otra cosa, es humanizar a quienes trabajan como policías. En este caso del CNP, en otras ocasiones de otros cuerpos. Me refiero un poco a estas cosas que ya se van diciendo de mi novela: http://www.elperiodicodevillena.com/noticia.asp?idnoticia=87677
En fin, por ejemplo, para dejar entender que los policías estamos hartos de los politicos (o de una parte de ellos), debido a sus veleidades, sus decisiones arbitrarias, etc., o que el trabajo policial se ve obstaculizado por la desasosegante burocracia, no es necesario soltar largas peroratas, basta con plasmar personajes reales, con problemas y preocupaciones reales, tanto en el trabajo como fuera de él. Esto, ayudado por una buena trama, sirve para que el lector profano se entretenga y aprenda, de una vez, que los polis no son tan androides, ni tan esbirros, como algunos colectivos pretender hacer ver, y del mismo modo se puede arrojar algo de luz acerca del trabajo policial más cotidiano. Bueno, a quienes os decidáis a leerla, espero que os inquiete y entusiasme a partes iguales