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Este es el borrador al que podéis presentar sugerencias o alegaciones dirigidas al correo electrónico que figura en la web hasta el 12 de febrero.
Proyecto de Real Decreto por el que se aprueba el cuadro médico de
exclusiones para el ingreso en la Policía Nacional.
El artículo 25 de la Ley Orgánica 9/2015, de 28 de julio, de Régimen de
Personal de la Policía Nacional, establece que el ingreso en la Policía
Nacional se llevará a cabo conforme a los principios constitucionales de
igualdad, mérito y capacidad, mediante la superación sucesiva por los
aspirantes de las distintas fases que integren el proceso de selección. El
artículo 26.1.d de la mencionada Ley Orgánica 9/2015, de 28 de julio, prevé
que, para poder participar en los procesos selectivos, los aspirantes
deberán reunir determinados requisitos, entre los que se encuentran no
hallarse incluido en ninguna de las causas de exclusión física o psíquica
que impidan o menoscaben la capacidad funcional u operativa necesaria
para el desempeño de las tareas propias de la Policía Nacional. Asimismo,
el artículo 27 de la meritada Ley Orgánica, 9/2015, de 28 de julio, determina
que, además de las pruebas de conocimientos, podrán establecerse otras
de carácter físico o psicométrico, que sirvan para acreditar que los
aspirantes reúnen las aptitudes psicofísicas necesarias para el eficaz
desempeño de las funciones atribuidas a la Policía Nacional, así como para
realizar los respectivos cursos de formación.
El artículo 8 del Reglamento de los procesos selectivos y de formación del
Cuerpo Nacional de Policía, aprobado por el Real Decreto 614/1995, de 21
de abril, dispone que puedan establecerse, en la correspondiente
convocatoria, pruebas selectivas de carácter médico, físico o psicométrico.
En este sentido, se vienen aplicando las aprobadas por la Orden de 11 de
enero de 1988 por la que se establece el cuadro de exclusiones médicas
para el ingreso en el Cuerpo Nacional de Policía, que ahora se viene a
derogar.
Por otro lado, el Acuerdo del Consejo de Ministros del 30 de noviembre de
2018, B.O.E. nº 44 del 20 de febrero de 2019, Orden PCI/154/2019, por el
que se actualiza el catálogo de las causas médicas de exclusión en el
acceso al empleo público, que todavía operaba en determinados ámbitos,
como los referidos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado,
propone eliminar determinados diagnósticos y, en consecuencia, promueve
la modificación de las normas reglamentarias correspondientes, medida que
se aplicará a todas las convocatorias, adaptando las mismas a la evidencia
científica actual y valorando siempre la situación clínica del aspirante y no
sólo su diagnóstico.
El tiempo transcurrido desde la entrada en vigor del referido Real Decreto
614/1995, de 21 de abril, la necesidad de aportar una mayor seguridad
jurídica a las personas que opositan a las Escalas Básica y Ejecutiva de la
Policía Nacional, en aplicación del Acuerdo mencionado en el párrafo
anterior, conforme a lo dispuesto en el citado artículo 26.1.d), y en
consonancia con lo previsto en la disposición final novena de la Ley
Orgánica 9/2015, de 28 de julio, aconsejan una actualización y revisión de las causas médicas de exclusión para el ingreso en la Policía Nacional,
reduciendo la exclusión de personas con enfermedades que no impiden el
normal desarrollo de las funciones y tareas asignadas al personal
funcionario de la Policía Nacional.
En cuanto al contenido y tramitación del presente real decreto, se han
tenido en cuenta los principios de buena regulación previstos en el artículo
129 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo
Común de las Administraciones Públicas.
En relación al principio de transparencia, se ha abordado el trámite de
audiencia e información pública y en cumplimiento de lo dispuesto en los
apartados e) y j) del artículo 94.2 de la Ley Orgánica 9/2015, de 28 de julio,
ha sido informado en el Consejo de Policía.
De igual modo se han tenido presentes los principios de necesidad y
eficacia, constituyendo la presente norma un instrumento eficaz para
conseguir el objetivo que se persigue y el medio más adecuado para
actualizar el cuadro médico de exclusiones con arreglo al Acuerdo del
Consejo de Ministros de 30 de noviembre de 2018.
Conforme al principio de proporcionalidad, supone el medio necesario y
suficiente para desarrollar el mandato legal contemplado en el artículo
26.1.d) de la Ley Orgánica 9/2015, de 28 de julio, sin exceder de aquel,
adaptando el cuadro médico de exclusiones para el ingreso en la Policía
Nacional a sus funciones específicas y sin imponer más cargas que las
estrictamente necesarias. Además, la norma no conlleva restricción de
derechos.
A tenor del principio de seguridad jurídica, se viene a concretar el cuadro
médico de exclusiones médicas para ingreso en la Policía Nacional
adecuándolo al Acuerdo del Consejo de Ministros de 30 de noviembre de
2018, generando un marco normativo estable, predecible, integrado, claro y
de certidumbre, que facilita su conocimiento y comprensión.
Y por lo que respecta al principio de eficiencia, la norma no incorpora
cargas administrativas innecesarias y mejora la coherencia de nuestro
ordenamiento, promoviendo la eliminación de obstáculos injustificados en el
ingreso en la Policía Nacional.
En su virtud, a propuesta del Ministro del Interior, con la aprobación previa
de la Ministra de Política Territorial y Función Pública, de acuerdo con el
Consejo de Estado, y previa deliberación del Consejo de Ministros del día…
DISPONGO
Artículo único. Aprobación del cuadro médico de exclusiones para el ingreso
en la Policía Nacional.
Se aprueba el cuadro médico de exclusiones que se incluye en el anexo
exigible para las personas aspirantes al ingreso en la Escala Ejecutiva,
categoría de Inspector, y en la Escala Básica, categoría de Policía, de la
Policía Nacional, así como al alumnado de los centros docentes de la
Policía Nacional que aspiren a ingresar en dichas categorías, cuando
evidencien alguna de las causas de exclusión contempladas en dicho
cuadro durante la fase de formación o curso selectivo, o durante la
realización del módulo de prácticas.
Disposición adicional única. Aplicación del cuadro médico de exclusiones.
La determinación de las condiciones psicofísicas del cuadro médico de
exclusiones que se recoge en el anexo estará adaptada a la evidencia
científica en el momento de la correspondiente convocatoria, sujeto al
dictamen del órgano facultativo correspondiente y sin perjuicio de la
superación de las pruebas selectivas en cada caso.
Disposición derogatoria única. Derogación normativa.
Queda derogada la Orden de 11 de enero de 1988 por la que se establece
el cuadro de exclusiones médicas para el ingreso en el Cuerpo Nacional de
Policía.
Disposición final primera. Facultades de desarrollo.
Se autoriza al Ministerio del Interior a dictar cuantas órdenes sean
necesarias para el desarrollo y la aplicación de este real decreto.
Disposición final segunda. Entrada en vigor.
El presente real decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación
en el «Boletín Oficial del Estado».
Dado en Madrid, el … de … de 2021.
FELIPE R.
El Presidente del Gobierno,
PEDRO SÁNCHEZ PÉREZ-CASTEJÓN
ANEXO
CUADRO MÉDICO DE EXCLUSIONES
A. Motivos generales de exclusión.
1. Procesos que imposibiliten la realización de las pruebas físicas en los
plazos prefijados, teniendo en cuenta las normas y disposiciones relativas a
la protección de la maternidad, que se establezcan de conformidad con lo
dispuesto la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva
de mujeres y hombres y el Acuerdo del Consejo de Ministros de 20 de
noviembre de 2015, por el que se aprueba el II plan para la igualdad entre
mujeres y hombres en la Administración General del Estado y en sus
organismos públicos.
2. Procesos que hagan prever la incapacidad para realizar los períodos de
formación adecuadamente.
3. Procesos en los que se prevea que en el futuro serán un motivo de
incapacidad psicofísica permanente.
4. En la revisión de las calificaciones por resultar «no apto» en aplicación de
alguno de los apartados de exclusión, la evaluación correspondiente
abarcará aquellos del cuadro médico de exclusiones que el órgano médico
pericial considere relevante, no estando limitado por las evaluaciones
previas o ajenas al mismo, siendo determinantes los resultados de
exploración y pruebas complementarias realizadas en el día y hora
señalados para dicha prueba.
B. Parámetros biológicos, enfermedades y causas generales.
Parámetros biológicos:
1. Altura: se establecerá en función de la estatura recogida en el
Reglamento de procesos selectivos y formación vigente en el momento de
la convocatoria y se medirá en bipedestación en tallímetro clínico y en dos
ocasiones, dando por válido la mejor de ambas. No se admitirá ningún tipo
de cirugía o técnica semejante (prótesis temporales o permanentes) que
supongan una alteración de la altura anatómica.
2. El índice de masa corporal (IMC): No sobrepasará 28 ni será inferior a 18.
Se podrán aceptar IMC superiores a 28 si objetiva y claramente se deben,
no a un aumento de la grasa corporal, sino a un desarrollo muscular
marcado, y no presenta patología ni factores de riesgo sobreañadidos. El
cálculo del índice de masa corporal se efectuará aplicando la siguiente
fórmula: IMC = P/T², donde P es el peso de la persona aspirante desnuda
en kilogramos y T la talla en metros.
3. Alteraciones de la tensión arterial: La tensión arterial será eliminatoria a
partir de 140 mm Hg de sistólica y/o 90 de diastólica. La toma se realizará,
si fuera necesario, y para descartar en lo posible el componente emocional
o de “bata blanca”, una segunda vez, y tras reposo horizontal de diez
minutos.
Enfermedades y causas generales:
1. Anomalías genéticas, congénitas o adquiridas que en opinión del asesor
especialista puedan menoscabar en el momento del examen o,
previsiblemente en el futuro, la eficacia en la ejecución de las misiones
encomendadas o alterar la salud del examinado.
2. Procesos endocrinometabólicos que produzcan alteraciones morfológicas
o funcionales de importancia pronóstica o que requieran terapia sustitutiva
continua que menoscaben la capacidad para el normal desarrollo de las
funciones policiales, evaluados de forma individualizada y con informe
emitido por los asesores médicos designados.
3. Procesos y enfermedades infecciosas y parasitarias que, por la presencia
de trastornos funcionales, por exigir un tratamiento continuo o por su
contagiosidad menoscaben la capacidad para el normal desarrollo de las
funciones policiales, evaluados de forma individualizada y con informe
emitido por los asesores médicos designados.
4. Procesos inmunoalérgicos, de importancia pronóstica y funcional que
menoscaben la capacidad para el normal desarrollo de las funciones
policiales.
5. Procesos reumáticos que originen trastornos funcionales.
6. Tumores malignos y lesiones precancerosas en cualquier localización y
estadio, y los tumores benignos que por su tamaño o localización
menoscaben la capacidad para el normal desarrollo de las funciones
policiales.
7. Intoxicaciones crónicas que determinen trastornos anatómicos o
funcionales que menoscaben la capacidad para el normal desarrollo de las
funciones policiales.
8. Utilización de cualquier tipo de medicación o droga que pueda disminuir
la capacidad de reacción del examinado o que funcionalmente menoscaben
la capacidad para el normal desarrollo de las funciones policiales.
C. Piel y tejido celular subcutáneo.
1. Dermatosis extensas y generalizadas de la piel o cuero cabelludo de
tendencia crónica o recidivante, o aquellas que por su localización,
extensión o estado clínico interfieran con las actividades policiales o con el
uso de la uniformidad o dotación profesional que menoscaben la capacidad
para el normal desarrollo de las funciones policiales, evaluados de forma
individualizada y con informe emitido por los asesores médicos designados.
2. Dermopatías contagiosas.
3. Afecciones y cicatrices localizadas que afecten a la motilidad o impidan el
uso del equipo reglamentario.
4. Úlceras inveteradas o con tendencia recidivante.
D. Neurología y psiquiatría.
Neurología:
1. Cubiertas membranosas y óseas, y del sistema vascular, que produzcan
alteraciones motoras o sensitivas, que menoscaben la capacidad para el
normal desarrollo de las funciones policiales.
2. Enfermedades crónicas sistematizadas, difusas o en focos, y lesiones de
cualquier parte del sistema nervioso central o periférico, o de las meninges,
que originen trastornos motores o sensitivos.
3. Lesiones traumáticas craneoencefálicas, vertebromedulares o de nervios
periféricos y sus secuelas que determinen alteraciones morfológicas o
funcionales o que menoscaben la capacidad para el normal desarrollo de
las funciones policiales.
4. Epilepsia en todas sus formas. Crisis de actividad comicial (como los
llamados equivalentes epilépticos y otras) con hallazgos
electroencefalográficos significativos.
5. Movimientos anormales uni o bilaterales, generalizados o no.
6. Síndromes neurológicos que cursen con afectación de las funciones
corticales.
7. Enfermedades metabólicas, carenciales, por tóxicos, fármacos y drogas
que produzcan alteraciones de los sistemas nerviosos central y periférico.
8. Paresia, hemiparesia en cualquier localización, aguda o crónica.
Psiquiatría:
1. Trastornos mentales orgánicos.
2. Trastornos mentales y del comportamiento relacionados con el consumo
de tóxicos (drogas, psicotropos y/o alcohol), al igual que la evidencia de
abuso de los mismos o su detección analítica en el reconocimiento.
3. Trastornos psicóticos en todas sus expresiones, incluidos los existentes
en los antecedentes, aun cuando no exista producción clínica.
4. Trastornos del estado de ánimo de carácter persistente o recurrente,
incluidos los existentes en los antecedentes, aun cuando se encuentren
asintomáticos.
5. Trastornos de ansiedad, trastornos adaptativos, trastornos relacionados
con factores estresantes y trastornos somatomorfos que menoscaben la
capacidad para el normal desarrollo de las funciones policiales o adaptación
al medio policial.
6. Trastornos del comportamiento asociados a disfunciones fisiológicas y/o
a factores somáticos que menoscaben la capacidad para el normal
desarrollo de las funciones policiales o su adaptación a las mismas.
7. Trastornos de la personalidad y del comportamiento, así como rasgos de
personalidad alterados, que menoscaben la capacidad para el normal
desarrollo de las funciones policiales o su adaptación a las mismas.
8. Déficits intelectivos (tomando como referencia un cociente intelectual
inferior a 90) y/o alteraciones cognitivas que afecten al funcionamiento
conceptual, emocional, ejecutivo y/o social, o que menoscaben la capacidad
para el normal desarrollo de las funciones policiales o su adaptación a las
mismas.
9. Trastornos del desarrollo mental, del comportamiento y de las emociones
de comienzo habitual en la etapa infanto-juvenil con persistencia en la edad
adulta, y que menoscaben la capacidad para el normal desarrollo de las
funciones policiales o su adaptación a las mismas.
10. Trastornos del control de los impulsos que menoscaben la capacidad
para el normal desarrollo de las funciones policiales o su adaptación al
medio policial.
11. Aquellos otros trastornos mentales y de la conducta que menoscaben la
capacidad para el normal desarrollo de las funciones policiales, orden
público y práctica policial.
E. Aparato digestivo.
1. Afecciones congénitas o adquiridas de los órganos de la boca o faringe
que trastornen la deglución de modo permanente.
2. Cualquier alteración de los maxilares y del aparato dentario en número,
con grado o deformidad, que produzca una incorrecta implantación dentaria
que pueda constituir un obstáculo en la masticación.
3. Sialorrea y fístulas salivares permanentes.
4. Afecciones del esófago que cursen con disfagia.
5. Afecciones de estómago, intestino y peritoneo con trastornos orgánicos o
funcionales, excepto la celiaquía.
6. Afecciones del recto y ano que ocasionen retención, incontinencia o
cualquier otra alteración que menoscaben la capacidad para el normal
desarrollo de las funciones policiales.
7. Secuelas postquirúrgicas con trastornos que menoscaben la capacidad
para el normal desarrollo de las funciones policiales.
8. Alteraciones de la pared abdominal incompatibles con la actividad física.
Hernias de cualquier tipo y localización, incluso las pequeñas y reducibles.
9. Fístulas perineales, incluida la sacrocoxígea.
10. Hepatopatías agudas o crónicas comprobadas mediante analítica-
bioquímica. Pancreatitis aguda o crónica.
11. Esplenectomía.
12. Trastornos funcionales digestivos incompatibles con el servicio.
F. Aparato respiratorio.
1. Malformaciones o afecciones del aparato respiratorio, mediastino y caja
torácica, que determinen alteraciones morfológicas o funcionales
incompatibles con las actividades policiales, entre ellas: Insuficiencia
respiratoria, trastorno ventilatorio o disnea a medianos esfuerzos.
2. Enfermedades del intersticio, parénquima y circulación pulmonar que
determinen alteraciones morfológicas o funcionales que menoscaben la
capacidad para el normal desarrollo de las funciones policiales.
3. Enfermedades obstructivas de las vías aéreas. Asma bronquial
persistente.
4. Enfermedades infecciosas y parasitarias del aparato respiratorio y sus
secuelas. Lesiones residuales tuberculosas que, por su tamaño, número o situación alteren la capacidad respiratoria o hagan presumible su
reactivación.
5. Neoformaciones benignas y malignas del aparato respiratorio y sus
secuelas. Nódulo pulmonar.
6. Enfermedades del mediastino. Enfermedades de la pleura, neumotórax y
sus secuelas que determinen alteraciones morfológicas o funcionales.
7. Anomalías y disfunción diafragmática que determinen alteraciones
morfológicas o funcionales.
G. Cardiología y vascular.
1. Alteraciones congénitas o adquiridas del corazón, mediastino, arterias o
venas, o secuelas de las mismas, que alteren o puedan alterar en su
evolución la normalidad funcional del aparato cardiocirculatorio.
2. Antecedentes de síncope recidivante.
3. Enfermedades valvulares.
4. Síndrome de preexcitación y todos los trastornos del ritmo y la
conducción de importancia clínica.
5. Cardiopatía isquémica en cualquiera de sus manifestaciones.
6. Insuficiencia cardiaca de cualquier etiología.
7. Miocardiopatías. Enfermedades del pericardio en fase aguda,
recidivantes o que presenten secuelas crónicas.
8. Portadores de marcapasos, prótesis o injertos cardiovasculares.
9. Enfermedades de los grandes vasos y fístulas arteriovenosas incluso tras
corrección quirúrgica.
10. Arteriopatías periféricas que puedan producir trastornos funcionales que
menoscaben la capacidad para el normal desarrollo de las funciones
policiales.
11. Secuelas postflebíticas significativas, varices significativas. Linfedemas
importantes.
H. Aparato locomotor.
1. Enfermedades, lesiones o anomalías osteomioarticulares que puedan
impedir o menoscabar la función policial.
2. Pérdida total o parcial de una extremidad.
3. Alteración anatómica o funcional de una o ambas manos o de las
estructuras osteoligamentosas que constituyen la articulación de la muñeca,
cuando esto provoque una disminución o alteración de la capacidad de
prensión y manipulación. En todo caso la mano dominante debe estar
integra anatómicamente y funcionalmente.
4. Inestabilidad articular durante la exploración o incongruencia articular
objetivada mediante pruebas de imagen.
5. Reducción de los rangos fisiológicos de movimiento articular.
6. Desviaciones de la columna vertebral comprobadas mediante técnicas de
imagen, con cifosis superior a 45º, escoliosis con ángulo de Cobb superior a
15º, hiperlordosis con eje sacro formando con el eje horizontal un ángulo
inferior a 45º; o aquellas que presenten alteraciones morfológicas en
cuerpos vertebrales, discos intevertebrales o apófisis articulares.
7. Alteraciones que cursen con hipotrofia o distrofia de la musculatura de
miembros o tronco.
8. Intervenciones quirúrgicas que alteren significativamente la mecánica
osteoarticular y todas aquellas realizadas sobre el aparato locomotor en los
90 días previos a la fecha de reconocimiento médico.
9. Dismetrías de miembros, superiores a 2 centímetros.
10. Alteraciones morfológicas de uno o ambos pies que puedan producir
intolerancia al uso del calzado reglamentario o a las actividades con
bipedestación prolongada.
11. Procesos patológicos en fase aguda en el momento del reconocimiento
médico.
12. Presencia de material de osteosíntesis que altere la línea articular o que
implique riesgo en el ejercicio de las funciones policiales, así como cualquier
tipo de cirugía estabilizadora de columna vertebral.
13. Valgo o varo de miembros inferiores superior a 20º o con repercusión
articular.
I. Aparato de la visión.
1. Afecciones del globo ocular, conjuntivas, párpados, vías lagrimales,
sistema motor ocular y cavidad orbitaria, que impida o menoscabe la labor
policial.
2. Pérdida o atrofia de un globo ocular. Cuerpos extraños intraoculares.
Cualquier tipo de cirugía intraocular.
3. Exoftalmos.
4. Glaucoma.
5. Dacriocistitis aguda y crónica.
6. Defectos y deformidades palpebrales que afecten la función palpebral
implicando la visión o por exposición del globo ocular. Ptosis. Ectropion.
Entropion. Blefaroespasmo.
7. Conjuntivitis crónicas. Pterigión de marcado desarrollo.
8. Escleritis y epiescleritis.
9. Queratitis. Herpes corneal. Leucomas corneales centrales y periféricos.
Estafilomas, distrofias y ectasias corneales congénitas y adquiridas.
Queratocono. Transplante corneal y anillos intraestromales corneales.
10. Técnicas de corrección refractiva: Se deberá considerar este apartado
en función del resultado de la cirugía refractiva corneal, y habiéndose
realizado la cirugía al menos 60 días antes del reconocimiento. No se
admitirán lentes fáquicas.
11. Uveítis. Iridociclitis.
12. Luxaciones, subluxaciones y ectopias del cristalino. Cataratas y
opacidades que afecten a la visión. Afaquia. Pseudoafaquia.
13. Alteraciones vitreorretinianas degenerativas, inflamatorias, tumorales o
traumáticas del fondo de ojo que produzcan trastornos funcionales o sean
de mal pronóstico. Cualquier cirugía vitreorretiniana.
14. Neuritis óptica. Edema papilar. Atrofia óptica.
15. Estrabismo. Diplopía. Nistagmus. Heterotropia. Motilidad ocular Extrínseca anormal.
16. Visión cromática. No se admitirán discromatopsias, determinadas mediante las tablas de Ishihara u otros medios diagnósticos.
17. Defectos en el campo visual debido a enfermedades oculares, del sistema nervioso central o traumas.
18. Agudeza visual lejana: La exigencia de agudeza visual será la siguiente:
Agudeza visual mínima exigida sin corrección: 0,6 en cada ojo, medición Individual.
J. Otorrinolaringología.
1. Afecciones congénitas o adquiridas de la pirámide y fosas nasales, boca, Faringe, laringe y oído, que perturben la función respiratoria, fonatoria o Auditiva.
2. Rinitis alérgica, simple, atrófica o hipertrófica, que limite la actividad física. Anosmia y parosmia.
3. Perforaciones del tabique nasal, excepto las de origen traumático, mínimas y asintomáticas.
4. Sinusopatías comprobadas mediante radiología simple.
5. Disfonías permanentes que menoscaben la capacidad para el normal Desarrollo de la comunicación verbal. La disartria será considerada como Causa de exclusión.
6. Anomalías de la motilidad laríngea que provoquen trastornos ventilatorios permanentes.
7. Enfermedad recurrente del oído medio, así como las consecutivas a procesos obstructivos tubáricos.
8. Manifestaciones vertiginosas de cualquier etiología.
9. Afecciones del oído de importancia pronóstica o que perturben la función auditiva por debajo de los mínimos exigidos.
10. Hipoacusias: Pérdidas auditivas sin corrección por encima de 35 db entre 500 y 3000 Hz y de 45 db a partir de 4000 Hz. Medidos en cada oído De forma individual mediante audiómetro tonal.
11. Alteraciones anatómicas y fisiológicas que supongan un Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS o SAHS).
K. Aparato urogenital.
1. Nefropatías y cistopatías, insuficiencia renal aguda o crónica.
2. Ausencia anatómica o funcional de un riñón.
3. Litiasis con afectación endocrina o alteración de la función renal.
4. Fístulas urinarias. Incontinencia o retención de orina.
5. Alteraciones analíticas significativas de la orina.
6. Epispadias. Hipospadias perineal, escrotal o peneano.
7. Orquitis u orquiepididimitis no tratadas, recidivantes o resistentes al Tratamiento.
8. Hidrocele o varicocele de relevancia clínica.
9. Prolapsos genitales.
10. Infecciones genitales no tratadas, recidivantes o resistentes al tratamiento.
11. Endometriosis.
12. Hipertrofia de mama u otra patología mamaria que interfiera con las Funciones policiales, la uniformidad o equipación de seguridad policial.
13. Varicosidades genitales significativas.
14. Fístulas rectovaginales y vesicovaginales.
L. Sangre y órganos hematopoyéticos.
1. Afecciones hematológicas que limiten las funciones policiales.
2. Anemias y leucopenias. Trombocitopenias. (Medidos en analítica y sistemático de sangre).
3. Síndromes mieloproliferativos y mielodisplásicos.
4. Hemoblastosis. Leucosis.
5. Linfomas. Mielomas.
6. Trastornos de la hemostasia y coagulación.
7. Hemoglobinopatías con repercusión funcional o importancia pronóstica.
8. Inmunodeficiencias que menoscaben la capacidad para el normal desarrollo de las funciones policiales, evaluados de forma individualizada y con informe emitido por los asesores médicos designados.
9. Alteraciones analíticas significativas en sangre.