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FRANCISCO CABEZAS
@FCabezas78
Sábado, 25 mayo 2019 - 10:45
Los incidentes comenzaron cuando un grupo de Boixos Nois pretendían enfrentarse con otro de los Biris Norte, del Sevilla.
La Policía Nacional detuvo alrededor de la medianoche pasada a 23 aficionados radicales que provocaron disturbios por las calles de Sevilla, donde esta noche se disputará la final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Valencia. Los incidentes comenzaron cuando un grupo de Boixos Nois, ultras del club azulgrana, pretendía enfrentarse a los Biris Norte del Sevilla en las inmediaciones del estadio Sánchez Pizjuán. Cinco agentes resultaron heridos leves.
Armados con palos y otros objetos contundentes, los radicales del Barcelona provocaron destrozos en el mobiliario urbano, bares y terrazas hasta que la Unidad de Intervención Policial (UIP) procedió a las cargas y a las detenciones. Según informó esta mañana la Policía Nacional, los detenidos ya no podrán asistir esta noche a la final de Copa que se disputará en el estadio Benito Villamarín.
La Comisión Antiviolencia incluyó el pasado mes de marzo tanto a los Boixos Nois como a sus facciones Cachorros y Casuals en el listado de grupos radicales y/o violentos. La acción supuso un primer avance para cercenar el ingreso de radicales en los estadios de España, además de la prohibición de que se exhiban sus símbolos en las gradas. Los ultras del Barcelona vienen de protagonizar varios incidentes esta misma temporada, especialmente en sus desplazamientos.
El dispositivo de seguridad de cara al partido está compuesto por más de 2.500 efectivos, entre Policía Nacional, Policía Local o la seguridad privada contratada por el Betis. Se prevé la asistencia de unas 57.000 personas al Benito Villamarín.
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