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La vecina de 52 años, que en la noche del 28 de diciembre sufrió un atragantamiento y que llegó a perder el conocimiento, jamás olvidará el día en que volvió a nacer. Y todo, gracias a la profesionalidad de un guardia civil del puesto de La Victoria de Acentejo, que le salvó la vida poniendo en práctica la maniobra de Heimlich.
Los hechos tuvieron lugar el mencionado día cuando en horas de la tarde noche una vecina de la casa cuartel de la Guardia Civil de La Victoria de Acentejo se presentó en el puesto y presa de un estado de excitación y presa del pánico, apenas pudo contarle al agente de servicio que una amiga había sufrido un atragantamiento y estaba tirada en el suelo y no respondía a los estímulos. El agente de la Benemérita, sin dudarlo salió corriendo hasta el domicilio de la víctima y pudo constatar que esta estaba en el suelo, completamente amoratada y que apenas respondía. Ante ello, el guardia civil puso en práctica lo aprendido en primeros auxilios y le practicó la conocida como maniobra de Heimlich también llamada Compresión abdominal y que es un procedimiento de primeros auxilios para desobstruir el conducto respiratorio, normalmente bloqueado por un trozo de alimento o cualquier otro objeto. Es una técnica efectiva para salvar vidas en caso de asfixia por atragantamiento.
Finalmente, la víctima expulsó el objeto que la tenía atragantada, una gran migaja de pan. La mujer en ese instante comenzó a respirar, aunque seguía sin responder a los estímulos que le practicaba el agente. Una ambulancia del Servicio de Urgencias Canario (SUC) que había sido alertada se personó en el domicilio y continuó con los primeros auxilios consiguiendo estabilizarla. El personal sanitario apuntó que gracias a la afortunada y profesional actuación del guardia civil la mujer pudo seguir viviendo.
https://www.laopinion.es/sucesos/2019/0 ... 41421.html