Las denuncias por violación aumentan porque las mujeres se sienten más respaldadas socialmente al denunciar, ya no guardan silencio. Incluso en los casos acaecidos en el ámbito privado, muy numerosos como dice el artículo.
La opinión pública, como se ha visto en el caso de La Manada, respalda a las víctimas y exige un castigo. Y en estas protestas son muy activos colectivos y asociaciones que consiguen subvenciones con el apoyo a las víctimas, por lo que tienen dos razones para ser muy activos y visibles.
El problema no está en que haya denuncias, el problema es cuando no nos gusta la sentencia.