De las amenazas de muerte al denunciante no sabía nada y no lo apruebo, quitando eso,lo que he dicho me sigue pareciendo válido.
Si en nuestro ámbito privado ya no podemos insultar o criticar a alguien que ni siquiera recibe directamente los insultos o las críticas y ya no digamos amenazas, que si no llegan a la persona objeto de ellas, no se pueden considerar como tales., apaga y vámonos.