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Inspección de la Policía Local, en la calle Montesinos.
Inspección de la Policía Local, en la calle Montesinos. / Pakopí -
Fue denunciado ante la Policía Nacional por el superintendente de la Policía Local y está acusado de cohecho y falsedad documental
Evaristo Fdez. de Vega
@HOY_evaristofv
BADAJOZ
14 junio 201600:52
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Un agente de la Policía Local de Badajoz ha sido detenido por la Policía Nacional tras una larga investigación en la que se han encontrado indicios de que el policía municipal podría haber incurrido en cohecho y falsedad documental durante la gestión de algunas sanciones relacionadas con la instalación de veladores y la autorización de vados para vehículos.
Aunque los hechos no han trascendido hasta ahora, HOY ha podido saber que este funcionario está acusado de cobrar tasas y retirar multas de forma indebida, unos hechos que comenzaron a ser investigados a raíz de la denuncia formulada por el propio superintendente jefe de la Policía Local, Rubén Muñoz.
Hasta el momento no se han conocido los detalles de la investigación ni tampoco el arresto, pero las fuentes consultadas por este diario han confirmado que el policía local se podría haber prestado a gestionar la paralización de las multas que se imponen a los propietarios de establecimientos hosteleros que cuentan con terraza exterior.
Esas sanciones son frecuentes en la ciudad y acarrean multas que pueden oscilar entre los 300 y los 1.500 euros.
Los investigadores de la Policía Nacional sospechan que este funcionario municipal ofreció a hosteleros con los que tiene una buena relación la posibilidad de hacerse cargo de la gestión de esas multas. Para ello, les pidió los boletines de denuncia con el compromiso de decirles el importe definitivo. Con posterioridad regresó a esos negocios para decirles que había conseguido una rebaja en el importe de la sanción.
En otros casos les indicó que si pagaban de forma rápida se podrían beneficiar de un descuento importante, una rebaja que existe para las multas de tráfico pero que no se contempla para las sanciones relacionadas con los veladores.
La conclusión a la que han llegado los investigadores es que el agente investigado se quedaba con las cantidades que les entregaban los hosteleros (entre 150 y 300 euros), sumas que los dueños de los restaurantes pagaban con gusto porque pensaban que en realidad se estaban ahorrando dinero. Ese dinero que el policía cobró en mano no fue a parar a las arcas municipales, sino que se lo quedó en su poder.
Una vez recogido el importe pactado, el policía local se aseguraba de que nadie se percatara de que la multa no había sido pagada. Por este motivo se servía de su puesto de trabajo en la subinspección de San Roque para retirar el boletín de los conductos oficiales. Desaparecido el expediente, el Ayuntamiento nunca reclamaría el pago.
Ese modus operandi se complicó cuando este policía fue destinado en el verano de 2015 a las dependencias que la Policía Local tiene en la calle Montesinos, junto al Museo de la Ciudad. Su nuevo puesto de trabajo en los organismos centrales de este cuerpo policial le habrían impedido acceder a alguno de los boletines de denuncia que pretendía retirar.
Orden de embargo
Esa circunstancia hizo que algunas de las denuncias que supuestamente había cobrado en mano siguieran su tramitación y que el hostelero denunciado recibiera una orden de embargo con la que el Ayuntamiento de Badajoz trataba de asegurarse el cobro del importe adeudado.
En otros casos le pagaron para que gestionara una ampliación del número de veladores que nunca fue autorizada. O para que gestionase un vado permanente que jamás fue aprobado.
Habría recibido dinero por retirar sanciones relacionadas con la colocación de veladores
Durante un tiempo, este modo de actuar no levantó sospechas, pero la imposibilidad del agente para satisfacer las expectativas de sus ‘clientes’ hizo que terminaran interesándose por la situación de sus expedientes en el Ayuntamiento, descubriendo que habían sido engañados. En uno de los casos el policía incluso devolvió el dinero para evitar que saltara el escándalo.
Finalmente, la situación se le fue de las manos y su forma de actuar llegó a oídos del superintendente de la Policía Local, Rubén Muñoz, que decidió denunciar los hechos en la Jefatura Superior de Policía de Extremadura para que se iniciase una investigación llevada a cabo por especialistas ajenos a la policía municipal.
La Policía Nacional hizo la investigación con sigilo y a finales de febrero fue detenido D. M. S. P., un policía local nacido en 1963 sobre el que pesan los cargos de cohecho y falsedad documental. Fue arrestado y luego puesto en libertad con cargos. Su caso se encuentra ahora en el juzgado de instrucción número 2 de Badajoz.
Penas de cárcel
Los hechos de los que se acusa al policía tienen penas de cárcel. El cohecho es el delito en el que incurre la autoridad o el funcionario público que en provecho propio recibe una retribución de cualquier tipo a cambio de realizar en el ejercicio de su cargo un acto contrario a los deberes inherentes al mismo o para no realizar o retrasar injustificadamente los deberes que debiera practicar.
Este delito está recogido en el artículo 419 del Código Penal y se castiga con pena de prisión de tres a seis años, multa de 12 a 24 meses e inhabilitación especial para empleo o cargo público de 9 a 12 años.
El segundo supuesto delito es el de falsedad documental, que está penado con prisión de tres a seis años, multa de 6 a 24 meses e inhabilitación especial por un tiempo que va de los dos a los seis años.
HOY ha podido confirmar que el agente detenido en el transcurso de esta investigación se encuentra de baja en la actualidad.
http://www.hoy.es/badajoz/201606/13/pol ... 14439.html