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Policía Local, o como volver al «guindilla» 30 años después de los «hombres de Harrelson»
En la primavera de 1986 entró en servicio la eficaz brigada nocturna, disuelta por López Orozco en 2004
e.g. soutolugo / la voz, 17 de abril de 2016. Actualizado a las 05:00 h.
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Simulacro de detención por motoristas de un coche y cacheo del sospechoso.
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Simulacro de detención por motoristas de un coche y cacheo del sospechoso.
«Da cierto bochorno ver volver a las patrullas un día de agua sin una gota en el uniforme y con las botas secas». Lo dice un miembro de la Policía Local de Lugo ahora que se cumplen treinta años de la creación de la brigada de seguridad nocturna del citado cuerpo, que tan eficaces servicios, no siempre exentos de polémica, prestó a Lugo hasta que fue disuelta en 2004 por el alcalde López Orozco. Los socialistas diseñaron un modelo distinto para este cuerpo, basado en la polivalencia frente a la especialización por la que habían optado sus predecesores en la alcaldía desde Vicente Quiroga. El hecho es que la gestión del modelo socialista ha llevado al cuerpo a una situación en el que su consideración va camino de retornar a la que tenían los agentes locales españoles cuando, con guasa, en las muchas ciudades se les conocía como «guindillas», por el color de la vaina del sable.
El alcalde Vicente Quiroga, por mano del concejal Alfredo Mosteirín Castañer, sacó a la Policía Municipal de los miserables locales que ocupaba en la planta baja de la casa consistorial y la trasladó a unas instalaciones recién acondicionadas para ella en la antigua cárcel. La dotó de medios técnicos y humanos y reorganizó el cuerpo. Por entonces, la Policía Nacional en Lugo tenía una plantilla muy escasa y con una media de edad muy alta. Los problemas de seguridad ciudadana, derivada especialmente del tráfico de droga a pequeña escala, eran muy abundantes. El campus universitario estaba en plena expansión y la movida nocturna era una continua fuente de conflictos. En ese marco, el edil Mosteirín creó la brigada de seguridad nocturna. La integraban un suboficial, un sargento, seis cabos y 18 policías, divididos en dos grupos, que patrullaban la noche lucense los 365 días del año.
Motivación
En esta unidad se integraron agentes altamente motivados. Tanto que hubo más una intervención que generó cierta polémica, a la que no fue ajeno algún exceso de celo en el cumplimiento del deber. El aspecto de los miembros de la brigada resultaba imponente: el uniforme era de color negro y la boina, azul; usaban botas de media caña, de corte militar. Entre los amigos de lo ajeno y otros ejemplares de la variada fauna delincuencial a los que trajeron por la calle de la amargura, los miembros de la brigada de seguridad eran conocidos como «pumas», que era el indicativo policial que utilizaba la unidad. Tomada de una conocida serie de televisión, fueron muchos los lucenses que los denominaron como los «hombres de Harrelson» de Lugo.
Por sus características, la brigada nocturna fue movilizada en más de una ocasión en turno de día. Así ocurrió durante los incidentes que se vivieron al hilo de la construcción del polémico vertedero controlado de Teixeiro; o en la sonada intervención llevada a cabo en O Carqueixo, cuando este poblado era un supermercado del trapicheo de droga; aquella toma del poblado dio como resultado la incautación de droga y armas.
Esta desaparecida unidad de la Policía Local fue la primera que contó con autorización de la Delegación del Gobierno para prestar servicio de paisano, tanto de día como de noche, en funciones de policía judicial. En esta tarea desarticuló bandas organizadas dedicadas al robo en viviendas.
Tráfico y administración
Mientras estuvo operativa, la brigada de seguridad nocturna no solo prestó notables servicios en la persecución del delito, sino también en materia de tráfico y policía administrativa. El tiempo y la noche pasaron factura a esta unidad y alguno de sus miembros perdió el norte profesional. Llegó a tener una versión diurna, cuando en la Policía Local había también una unidad antidroga.
La disolución de la unidad se enmarcó en una reestructuración de la Policía Local hacia la polivalencia, que abrió una crisis en el funcionamiento del cuerpo que aún no se ha cerrado.
el inacabable debate del modelo de la guardia urbana de lugo
http://www.lavozdegalicia.es/amp/notici ... 7C2993.htm