MASAM escribió:toxxo escribió:Para ver si nos queda claro de una vez que la obediencia debida ya no existe ni en el ejercito, mucho menos en la vida civil, 4 vigilantes de seguridad imputados, los 4 por obedecer ordenes, obedeced, obedeced como buenos perritos falderos.
Eso es muy relativo, no todos los sistemas de videovigilancia están controlados por personal físico y no sería la primera vez, ni tampoco la última, que entre los cometidos de quién se encuentra en dicho servicio se encuentra el acudir a donde se le requiera dejando para ello el cuarto vacío.
Como ya alguien dijo, no es lo mismo abandonarlo "por que si" que cumplir con sus cometidos asignados dentro del servicio a cubrir, bién sea por orden, por requerimiento o por incidencia dentro de lo que constituye su servicio.....como si en una puerta de acceso el jefe les dice que se desplacen a otra....una orden dentro del servicio a cubrir.
Hemos de recordar que la obediencia debida lo es siempre y cuando las ordenes no constituyan delito o sean contrarias a Ley.
---------------------------------------------------------------------
¿Y los otros tres? fui yo el que dijo que el de cámaras puede o no tener el puesto fijo, pero los otros tres admiten haber cumplido una orden que no les pareció correcta.
José Antonio Díaz Romero. Jefe de equipo de Seguriber, la empresa encargada del acceso al recinto. También atribuye a Del Amo la orden de que se abriera el portón, con las nefastas consecuencias que acarreó esa medida. Y señaló que, aunque esa decisión fue equivocada, [b]nadie discute lo que ordena Del Amo por su condición de director de proyectos de Madridec. A los investigadores les resulta intolerable la continua apelación de algunos imputados a la “obediencia debida”. Si la orden, como él mismo dice, fue una “barbaridad”, nunca debió cumplirse, sostienen los investigadores.
» Raúl Monterde Guillermo. Era también jefe de equipo de Seguriber. En su conducta existen numerosos indicios de que su negligente actuación contribuyó también al fatal resultado. Él era el responsable de las requisas de objetos peligrosos, y atribuyó también a Del Amo la orden de que se suavizasen las requisas y la apertura del portón.
» Roberto Mateos. Se encargaba del control de las cámaras de seguridad y de emergencias; es decir, de que todo quedara grabado y de estar atento ante posibles incidentes. No cumplió con su labor. Se ausentó al menos dos veces del cuarto. Los investigadores creen que casi hubo un abandono total de ese cuarto. Cuando se produjo la avalancha mortal, él no estaba dentro. Además, sabía que en el vomitorio donde se produjeron las muertes no había cámaras, sino carcasas vacías. Entendió que esa zona no era peligrosa. Asegura que todo lo que tenía que hacer se le olvidó cuando le llevaron a una chica inconsciente. A los investigadores les parece demencial que a alguien encargado de un sistema vital de seguridad se “le olvide todo” en una situación así. No avisó de las avalanchas previas a la mortal; no las vio porque no estaba en su puesto.
» Juan José Paris. Coordinador de seguridad en Seguriber y encargado de controlar los accesos y requisas de elementos peligrosos. También culpa a Del Amo de dar la orden de abrir el portón. Y, aunque le sorprendió, también accedió a abrirlo para no incurrir en desobediencia.