Escoltas chinos sin armas, pero sí Kung-fu20 Septiembre, 2010 - 21:44
Beijing. La parte tal vez más visible de la explosión de riqueza privada en China, que son los guardaespaldas, trata de no ser visible.
Trabajan como choferes o nanas, o se mezclan entre el séquito de algún magnate como si fueran una secretaria o asistente. A diferencia de un guardaespaldas en EU no son generalmente altos e imponentes. De hecho, muchas son mujeres, bajo la teoría de que atraen mucho menos atención.
También a diferencia de EU, un escolta nunca va armado, pues China prohíbe la portación de armas. En vez de pistolas, un o una guardaespaldas chino es experto en artes marciales, especialmente entrenados para desarmar o someter a un atacante con movimientos fulminantes.
“En China no necesitamos gente que sepa manejar armas”, dice Michael Zhe, presidente de Beijing VSS Security Consulting, empresa que inició en el 2002 y se considera la más antigua firma de seguridad privada en el país.
“Nuestros guardaespaldas están capacitados para detener a un atacante con uno o dos golpes certeros”.
Cuando Zhe, un entrenador nacional de kung-fu y antiguo agente de seguridad del gobierno, fundó su empresa con miras a atender la clientela más rica, casi no había competencia. Hoy, según el Ministerio de Seguridad Pública, el negocio de la seguridad privada alcanza los 1,200 millones de dólares anuales, cuenta con 2,767 compañías y emplea a más de
2 millones de guardias.
Este crecimiento refleja el dramático auge de prosperidad que ha generado una nueva clase de chinos acaudalados.
Millones se han enriquecidoy no dudan en hacer ostentación de su riqueza, pero ha crecido el resentimiento contra ellos entre los pobres, lo que constituye una amenaza para la meta declarada del Partido Comunista de mantener la estabilidad social.
“El auge de la seguridad privada es el resultado de la preocupación de los ricos sobre su bienestar y el de sus familias”, dice Ni Shoubin, catedrático del Instituto de Comercio Exterior de Shanghai.
Los guardaespaldas privados hoy tienen una gama de funciones, desde proteger a celebridades y capitanes de industria, hasta vigilar la seguridad de grandes eventos como la Expo Mundial de Shanghai.
El acelerado crecimiento de la industria está obligando al gobierno a imponer controles y normas de calidad, ya que hasta hoy las empresas han operado en un área “gris” con escasa regulación.
CREDITO:
Keith B. Richburg* / The Washington Post
http://eleconomista.com.mx/internaciona ... as-kung-fu