RECOGIDA DE FIRMAS en favor de Samuel Cachero
Publicado: Vie Mar 12, 2010 6:42 pm
Fundas Para Arma Corta |
desenfunda.com |
Solo teneis que pinchar en este enlace http://www.efirmas.com/2990134/index.html
Pongo parte del mensaje que Suache dirigio al equipo de moderacion del foro asi como el articulo del periodico en el que se relata lo buen profesional y gran persona que fue Samuel:
Buenas gracias por contestarme, y antes que nada muchas gracias por prestarme algo de su tiempo.
Soy un policia nacional XXXXXXX XX XXXXXXXX X XX XXXXX XXXXXXXXX destinado en Madrid, la cuestión por la que le escribo es por lo siguiente; el 25 de enero de este año, falleció un compañero, inspector jefe del cuerpo, y ademas amigo de mi familia, fue uno de los policias mas laureados en la lucha antiterrorista en el País Vasco, hoy en el periodico el comercio hay un articulo contando un poco su historia y en el que se pide que se le conceda a título póstumo y de forma honorífica el ascenso a comisario. Mi pregunta es si se podría ayudar a esa causa de alguna forma como recogida de firmas para presentarla en los sindicatos y que llegue al consejo de la policia o lo que se pudiese hacer, ya que el fue uno de los que me animo a entrar en la policia, la primera persona que me comunico que habia aprobado la oposición, y a la que llamaba en los malos momentos en el trabajo y siempre tenia palabras de ánimo, por todo esto me gustaría ayudar a que se le conceda este reconocimiento no solo como policía, sino tambien como persona.
Aqui le dejo el artículo que fue publicado hoy en el periódico:
http://www.elcomerciodigital.com/v/2010 ... 00221.html
Sociedad
El inspector valiente
Samuel Cachero. Muere uno de los policías más laureados en la lucha contra ETA. Desarticuló el comando que asesinó a Buesa y que planeaba igual destino para el lehendakari y Grande Marlaska
21.02.10 - 02:29 - AINHOA DE LAS HERAS |
- Murió con la esperanza de ver algún día el final del terrorismo en el País Vasco. «Era de los que, en los 'años de plomo', defendían que se podía derrotar a ETA policial y judicialmente, y creía que ese momento estaba cerca», rememora uno de sus compañeros y mejores amigos. El inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía Samuel Cachero Álvarez falleció a causa de un cáncer fulminante el pasado 25 de enero, con 55 años recién cumplidos.
Detrás dejó una vida corta pero plena, entregada al trabajo por la paz y la libertad de Euskadi. Asturiano de origen y licenciado en la promoción de 1979 en la Escuela de Madrid, estuvo destinado durante 30 años en la Jefatura provincial del Cuerpo Superior de Policía en Bilbao, gran parte de ellos en la Unidad de Información, con un paréntesis de apenas dos años en que regresó a Oviedo. Pero, en su tierra «echaba en falta la tensión de la frenética actividad policial de Bilbao». Samuel ha sido uno de los policías en activo más condecorados de la lucha antiterrorista, un orgullo que él llevó con mucha discreción, y que sus allegados quieren ahora reconocerle. Entre otras medallas, recibió dos cruces al mérito policial con distintivo rojo (pensionadas), tres blancas y la cruz de San Raimundo de Peñafort, que concede el estamento judicial.
En su brillante hoja de servicios figura la desarticulación de 40 comandos terroristas, algunos de ellos, de los más sanguinarios de la banda, que en la década de los 80 se cobró la vida de decenas de personas con atentados casi a diario. Muchos de ellos segaban la vida de compañeros, de guardias civiles o militares. En estas operaciones, arriesgó su propia vida para salvar muchas otras, entre ellas las de algunas personalidades que marcan hoy la actualidad vasca y española. Una de sus intervenciones más destacadas se produjo en enero de 2000. El inspector Cachero tuvo un papel fundamental en la caída del comando Vizcaya, entre cuyos objetivos figuraban el actual lehendakari del Gobierno vasco, Patxi López, y el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande Marlaska, que entonces estaba destinado en la Audiencia vizcaína.
Los terroristas habían realizado seguimientos a López: sabían que un día por semana acudía a una charcutería del mercado de La Ribera, en Bilbao, a comprar embutido, lo que le colocaba en la diana de ETA. El lehendakari valora hoy su «labor callada y necesariamente discreta, que queda oculta tras los titulares que informan de los éxitos policiales». «A él sólo la enfermedad le impidió seguir su combate contra los terroristas (...). Algún día todos y cada uno de los vascos reconocerán que gracias al trabajo de profesionales como el inspector jefe Cachero se han salvado muchas vidas», destaca López en declaraciones a V.
Los detenidos disponían también de información del domicilio del juez Grande Marlaska, y de sus horarios. ETA apuntaba ya hacia la Judicatura. Al año siguiente, fue asesinado a tiros el magistrado José María Lidón delante de su mujer y su hijo, cuando salía del garaje de su casa en Getxo. El inspector Cachero tuvo que comunicar al juez bilbaíno que se había convertido en objetivo de la banda. «Era la primera vez que aparecía, y aunque todos podíamos ser víctimas de ETA, yo aún no era consciente», reconoce ahora desde su despacho en el Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional. Marlaska agradece el «tono tranquilizador, humano y profesional» con el que Samuel le transmitió la información, y la «seguridad» que le hizo sentir. «Ellos estaban allí para evitarlo. Ayudó a poner las cosas en su sitio, sin quitarle importancia, pero sin sacarlo de madre». El juez reconoce que «la labor de estos policías ha evitado muchas más muertes de las que se produjeron». En noviembre de aquel mismo año 2000, detuvieron a dos liberados del reconstituido 'Vizcaya', acusados de asesinar, entre otros, al dirigente socialista Fernando Buesa y su escolta Jorge Díez con un coche bomba en Vitoria, crimen del que mañana se cumple el décimo aniversario.
El jefe de la Unidad de Información entre 1999 y 2001, actualmente destinado en Melilla, ascendió a Samuel a responsable de la Sección Operativa, «el segundo de la Brigada», por su cualificación profesional y pese a que entonces su rango era sólo de inspector, inferior al que requería el puesto. «Fueron años muy intensos, de mucho trabajo, desmantelamos un montón de 'taldes Y'; quemaban coches, lanzaban cócteles contra las viviendas de cargos políticos, con la metodología de trabajo y la estrategia de ETA. Tenían zulos en el monte y unos objetivos marcados».
«No había horas, ni vacaciones ni fines de semana, renunciaba a su vida personal por el trabajo, anteponía su servicio a la ciudadanía. Era un hombre noble, leal, íntegro, entregado y comprometido, de los que te dejan huella», reseña su superior.
Los éxitos fueron acompañados también de grandes sinsabores. Samuel dejó su pueblo, La Foz de Morcín, en la cuenca minera asturiana, muy cerca de Mieres, para vivir en la semiclandestinidad en Bilbao. No fue suficiente. Con el tiempo descubrió que los terroristas habían localizado su dirección y así pudo esquivar la muerte. «Policía de raza», «investigador», «valiente» -como le definen sus compañeros-, estaba siempre alerta y armado, pero de paisano. «El uniforme le daba alergia», dice un compañero. Entonces, «ser policía en el País Vasco era muy difícil, nadie te quería cerca», confiesa un agente de origen bilbaíno, que no desveló a su hija su profesión hasta que ésta cumplió los 16 años. Pese a todo, Samuel estaba perfectamente integrado, «no hizo gueto, tenía muchos amigos aquí». En Euskadi encontró también el amor, que le veló sin desmayo hasta el final y que le acompañará más allá de la muerte.
En 1985, mientras perseguían al comando liderado por Zabarte Jainaga, en plena noche lluviosa, él y sus compañeros de grupo tuvieron un accidente de tráfico. Samuel sufrió un traumatismo craneal, pero pidió el alta voluntaria en el hospital de Basurto esa misma madrugada para continuar con las diligencias. En otra ocasión, un miembro de Segi le rompió un dedo en el forcejo de la detención. Los jueces le concedieron una indemnización por las lesiones, que él dedicó íntegramente a su ahijada guatemalteca. Apadrinó a toda la familia de María desde que era niña y fue a visitarla varias veces al país sudamericano. Hoy en día aquella pequeña estudia en la Universidad. «Soy una ONG ambulante», decía de sí mismo, en referencia a que siempre estaba dispuesto a hacer un favor. Buen ejemplo de este aspecto de su carácter lo representa el hecho de que aún habiendo dejado la investigación antiterrorista -en 2003 pasó a la Policía Judicial adscrita al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco y en los dos últimos años de su vida ejerció como responsable del puesto fronterizo en el aeropuerto de Lújua-, mantenía entrevistas con un antiguo confidente o se tomaba un café y discutía de la sinrazón de la violencia con un miembro de ETA al que había detenido y que disfrutaba del tercer grado.
Eterno trotamundos, Samuel había visitado con su inseparable mochila a la espalda Vietnam, el Kurdistán... Amante de la montaña, escaló varias veces el mítico 'Picu Urriellu', el Naranjo de Bulnes, y ascendió al Angliru en bicicleta. Esperaba retirarse en su casa con vistas a los Picos de Europa, en cuyas rutas se perdía para reflexionar. Entre sus planes inmediatos figuraba el Camino de Santiago. Lo había recorrido ya en 'Vespa', pero este año Xacobeo quería completar las etapas del Norte por la costa. Samuel ya no podrá cumplir sus sueños, pero otros policías como él siguen luchando en silencio por la derrota del terrorismo. Una iniciativa a la que se adhieren jueces, empresarios, políticos y representantes institucionales.
La presidenta del Parlamento vasco, el presidente del Senado o el consejero vasco de Interior reclaman que se le conceda a título póstumo y de forma honorífica el ascenso a comisario.
¡¡¡ Demostremos como honramos a los nuestros, a los que lo merecen, Samuel lucho por todos nosotros contra el terrorismo !!!
¡¡¡ NOSOTROS NO OLVIDAMOS A LOS NUESTROS !!!