Descansad en Paz compañeros no os olvidamos
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J. L. LORENTE. MADRID.
El Gobierno socialista ha abierto definitivamente el melón de la descentralización del transporte. En cumplimiento del compromiso que adquirió el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, con los nacionalistas catalanes, el Estado y la Generalitat acordaron ayer dar vía libre al traspaso del servicio ferroviario de cercanías.
Además, queda pendiente para después del verano la negociación sobre la gestión de los aeropuertos catalanes, tanto los secundarios (Gerona, Reus y Sabadell) como el de El Prat (Barcelona).
La decisión de Rodríguez Zapatero de descentralizar los transportes va a originar -con seguridad- una polémica subida de tono en nuestro país. Otras Comunidades autónomas se preparan ya para reclamar lo mismo que se le da a Cataluña. Precisamente ayer, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, reclamó al Gobierno de Zapatero colaborar en la gestión de las cercanías, el aeropuerto de Barajas y las carreteras autonómicas.
La nueva ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado -que ayer prácticamente se estrenaba en el cargo-, trató, sin mucho éxito, de zanjar el debate con el argumento de que «no hay Estatuto que ampare el traspaso del servicio de cercanías a Madrid».
Cinco nuevos traspasos
Mientras tanto, la Generalitat de Cataluña contempla el debate desde la distancia, sabedora de que el nuevo Estatuto convierte a esa Comunidad en privilegiada con respecto a otras autonomías. El consejero de Interior del Ejecutivo catalán, Joan Saura -que copresidió junto a Salgado la reunión-, quiso dejar claro que se dan ya los pasos necesarios para alcanzar «si no un Estado federal, sí «federalizante»».
Según lo acordado ayer, la Generalitat gestionará la red ferroviaria de cercanías a partir del 1 de enero de 2008. El texto del acuerdo no habla aún formalmente de cifras, pero sí del derecho del Ejecutivo autonómico a conocer en adelante las inversiones previstas en la red.
No sólo se debatió sobre el servicio ferroviario. También de competencias reclamadas por la Generalitat desde hace dos décadas y que ahora pasan definitivamente a manos del Gobierno de José Montilla, como la transferencia de la gestión del Hospital Clínico de Barcelona.
El traspaso del Clínico se realiza con un coste efectivo de 75 millones de euros que se incorporarán al sistema de financiación autonómica y 110 millones en entrega por una sola vez entre 2008 y 2012. También se cerró el traspaso que permitirá a la Generalitat, a partir del próximo 1 de noviembre, la ordenación y gestión del litoral. Además, hubo acuerdo en materia de seguridad privada, que, mediante un convenio de colaboración con el Ministerio del Interior, permite al Gobierno autonómico ejercer sus funciones sobre las empresas, centros de formación y actividades de seguridad privada con los mecanismos necesarios para la coordinación y el intercambio mutuo de información.
Gestión del ISBN
Un cuarto traspaso más se refiere a la gestión del ISBN e ISSN. La Generalitat será la que gestione en Cataluña la asignación de los códigos internacionales de los libros y de las publicaciones seriadas en cumplimiento de lo establecido en el Estatuto catalán. Por último, la Generalitat podrá decidir sobre la declaración de utilidad pública de asociaciones (como ONG) y la aplicación de los beneficios sociales. Además, se crearon ponencias para la ampliación de medios en materia de agricultura con la gestión de las ayudas comunitarias a los productores de frutas y hortalizas. Éste, junto al traspaso del Clínico, eran asuntos pendientes desde que se aprobó del anterior Estatuto.
En cuanto a otras ponencias abiertas, se han logrado avances significativos en la gestión de becas y ayudas al estudio -que será plenamente transferida para el curso 2008-2009- y se abre la vía para que la Generalitat pueda hacerse cargo de la inspección de trabajo.
