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El del pasado domingo no se prolongó tanto en el tiempo -apenas media hora-, pero esto no resta gravedad al incidente, según la Agrupación de los Cuerpos de Administración del Estado (Acaip).
Un funcionario quedó a merced de la voluntad de dos internos que le amenazaban con cortarle el cuello usando unas cuchillas de afeitar, utensilios que, en numerosas ocasiones, se utilizan como armas dentro de la cárcel.
Los hechos sucedieron en el módulo ocho de la penitenciaría, unas dependencias destinadas a presos de primer grado y, por tanto, muy peligrosos. El incidente se produjo una vez terminó el tiempo estipulado para estar en el patio. En ese momento, los internos corrieron hacia las celdas y en una estrecha galería tomaron como rehén a un trabajador.
Las fuentes sindicales aseguran que los dos internos no plantearon ninguna reivindicación para terminar con el secuestro de los funcionarios.
La media hora se hizo "eterna" para el empleado. El retenido tuvo que escuchar repetidamente cómo uno de los reclusos le amenazaba con cortarle el cuello. Más suerte corrieron otros dos funcionarios, que pudieron escapar. Uno de ellos logró zafarse porque es experto en artes marciales. Más tarde, con la llegada de otros trabajadores, los presos depusieron su actitud.
Desde Acaip añadieron que en las últimas semanas se han redactado varios informes negativos sobre el comportamiento de uno de los presos que el domingo protagonizó el incidente.
Para los sindicatos, este nuevo incidente es una prueba más de la falta de seguridad de las instalaciones. Los trabajadores apuntan varias causas. Las dos principales se resumen en la masificación de las dependencias y en la falta de plantilla.
Esta última merma el nivel de vigilancia sobre los reclusos. "No se puede controlar a todos los presos", apuntan. Un informe sindical recoge que la población extranjera en cárceles valencianas -excluye a los presos nacionales- alcanza ya los 1.712 reclusos. Esto supone un aumento de 44,23% en la pasada legislatura. Además, destaca que la prisión valenciana es una de las que acumula mayor número de presos de otras nacionalidades.
La masificación incide en la facilidad con la que se obtienen pinchos carcelarios, armas fabricadas de forma artesanal en los talleres de las dependencias. De hecho, el centro de Picassent lideró la incautación de este tipo de objetos peligrosos el pasado año.
Las reyertas entre internos y las amenazas a funcionarios se han convertido en una constante en el centro. Desde el motín de noviembre, la cárcel ha registrado decenas de incidentes de mayor o menor gravedad. Entre ellos, peleas entre internos -algunas se han saldado con víctimas mortales- y agresiones a funcionarios.
Los sindicatos apuntan la mala gestión del motín de noviembre como el detonante de esta cadena de incidentes, que diariamente salpican a los trabajadores. Ni siquiera la apertura de la nueva prisión de Albocàsser -prevista para este verano- paliará la saturación.
http://www.lasprovincias.es/valencia/20 ... 80325.html